Tradiciones religiosas y políticas públicas: el caso del Talmud y la educación

En esta nota de Ignacio Mazzocco (que se invita a leer completa) (1), señala que el propósito de la misma es compartir «ideas del Talmud: una fuente de conocimiento milenaria que ha puesto en práctica una serie de procedimientos aplicados a un determinado campo: la educación. Estos procedimientos – convertidos en “políticas públicas” – tienen más de 2.000 años y surgen del propio Talmud, que es la fuente legal más importante del Pueblo judío. A continuación, enumero algunas de sus reglas, que ya tienen 20 siglos:

Educación universal obligatoria. La Torá (la biblia hebrea) señala a los padres como los responsables primarios de la educación de los hijos. El Talmud establece una regla maravillosa para resolver la situación de niños y niñas huérfanos, quienes al carecer de “padres” quedarían sin “maestros”: crea la escuela pública obligatoria.

Inclusión social. En aquella época, como consecuencia de la regla talmúdica que exigía la educación universal, se crean mútiples escuelas en Jerusalem. Todas las familias se dirigían allí con sus hijos para que estos sean educados. Sin embargo, los niños vulnerables volvían a estar en problemas: ellos no tenían forma de llegar a esa ciudad. Es por eso que se crea una regla dorada: debe existir una escuela en cada ciudad. Esto resolvió el acceso a la escuela para todos los niños y niñas. Uno de los sabios del Talmud termina por institucionalizar la edad de comienzo escolar: los seis años. Hasta aquí tenemos una educación con tres atributos: pública, masiva y temprana. ¿Suena familiar?

Aprendizaje colaborativo. Otra de las reglas talmúdicas consiste en exigir que el estudio se realice en parejas (denominado javrutá, en hebreo “grupo de compañeros, amigos”). Este es el método de estudio desarrollado en todas las casas de estudios judaicos del mundo (yeshivot). Es tan eficaz este sistema, que Corea del Sur – uno de los países más avanzados del planeta – adoptó el método talmúdico en todas sus escuelas públicas. La idea detrás de esta regla es que dos alumnos siempre aprenden más si comparten y discuten los contenidos; y un alumno que domina cierto tema aprenderá más todavía si tiene la obligación de explicárselo a otro que tiene dificultades para comprenderlo. Y, por último, el alumno que no ha logrado acceder a un conocimiento podrá hacerlo más eficazmente si un par se lo explica en su mismo idioma.

Grupos reducidos. Existe otra regla que tiene 2.000 años de antigüedad, pero parece haber sido diseñada hace tan sólo seis meses, en un centro de innovación educativa ubicado en un país nórdico: el número máximo permitido por clase (por maestro) es 25 alumnos. Si hubiera 40 alumnos, es obligatorio sumar un maestro ayudante.

Preguntas estructurales. Por último, el Talmud plantea una discusión brillante, y de furiosa actualidad. Nos propone una pregunta: ¿qué ocurre si llega a una ciudad un maestro que es mejor que aquél que ya se encuentra desempeñando su tarea docente allí? Fiel a su costumbre, el Talmud plantea más preguntas que respuestas. O sea, no resuelve el interrogante. Pero nos ofrece una reflexión para alimentar el debate: la libre competencia no siempre es la mejor opción, debido a que genera inestabilidad. En este caso, un docente vivirá pendiente de la posibilidad de ser desplazado por uno mejor. Sin embargo, afirma el Talmud, justo en el caso de la educación de nuestros hijos e hijas la competencia es bienvenida porque, necesariamente, generará un “mayor caudal de saber”: los mejores maestros (más dedicados, más talentosos, más apasionados) darán a los niños una mejor educación. Miremos cuán poéticamente lo expresa el propio Talmud: “(…) los celos de los escribas aumentan la sabiduría”. En un sistema de libre competencia, son estos últimos maestros quienes terminarán desempeñado la tarea docente. Ellos serán los protagonistas. Y las futuras generaciones, los grandes beneficiarios».

Sin duda es un gran aporte de la tradición talmúdica para fundamentar buenas políticas públicas, en este caso para la educación.

(1) Un amigo especialista en el análisis de esta tradición y con una mirada crítica, señala que la visión que expresa el autor de la nota es un tanto edulcorada.

 

Y la visión sobre la posible transformación del mundo

Karl Marx no sólo se preocupó por comprender el mundo en qué vivía, y en especial en diseccionar el modo de producción capitalista, sino que se planteó su transformación (ver imagen de la entrada). Según su enfoque, y podríamos decir su visión, se iba a dar a través de la lucha de clases (protagonizada en especial por el proletariado) y la instauración del socialismo. Este último iba a emerger por la eliminación de la institución de la propiedad privada y una evolución de la conciencia que posibilitara la instauración de otra institución: la socialización de los medios de producción. A su vez esto iba ser posible por un partido (el comunista) que instauraría la dictadura del proletariado y por lo tanto terminaría concentrando el poder en la dirección de este partido y en una burocracia («colectivismo burocrático») que lo implementaría en el denominado «socialismo real».

Luego de la implosión de la Unión Soviética, y que más allá de que no quedó casi nada de esa experiencia (tal vez una de las pocas es Cuba), el intento de extirpar -por medio de una revolución violenta- la explotación del hombre por el hombre no pudo articularse con resultados positivos en términos de progreso económico y social sostenido para la mayoría, así como de combinarse con lo que en occidente se denomina «sistema democrático».

En un reportaje que le hace Jorge Fontevecchia a Slavoj Zizek, en una parte del mismo, este último expresa que «nuestra fórmula no debería ser la tesis N° 11 de Marx sobre Feuerbach: “Los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”. Deberíamos darla vuelta. En el siglo XX, tal vez hayamos tratado de transformar el mundo demasiado rápido, sin saber qué estábamos haciendo».

Siguiendo con el reportaje Zizek comenta que «me gusta citar a un compañero de la Escuela de Frankfurt, Walter Benjamin, que dice “todo fascismo es señal de una revolución fallida”. No hablo de derribar el capitalismo con la propiedad común (ningún antiguo modelo comunista funciona) (1), pero sigo siendo muy pesimista. Si no encontramos una tercera vía, no la de Tony Blair, pero sí una tercera vía entre el capitalismo liberal y estas reacciones fascistas, estamos perdidos. Claro que no creo en una revolución clásica y todo eso sería una locura. Solo juego con ideas. No sé lo suficiente de economía, pero ¿qué le parece endurecer los controles financieros? No sé qué se puede hacer ahí, sé que donde se aplicó, puede funcionar. Mire la crisis de 2008. ¿Por qué China la sobrevivió bastante bien? Porque, como tenían un Estado autoritario, pudieron imponer controles financieros. Quizás éste pueda ser el primer paso».

Según nuestra modesta opinión la tercera vía (de la que habla Zizek) ha tenido muchas expresiones, además de la que menciona de Tony Blair, y la más exitosa en términos de articulación de democracia, con crecimiento, distribución de la riqueza («acotar la desigualdad») y buscar implementar un estado de bienestar que se fue «aggiornando», ha sido la de los países escandinavos (hemos mencionado el caso de Suecia). Al respecto consideramos que, aprendiendo de sus limitaciones o errores históricos -que se pueden corregir-, y con las adaptaciones a cada caso particular, las políticas públicas deben estar enmarcadas en el corto y mediano plazo en esta visión y enfoque socialdemócrata (o socialcristiano como el de Alemania de Angela Merkel) (2) si queremos ir hacia un mundo mejor. En esta línea hemos escrito algo sobre la importancia de redefinir el «estado de bienestar«. Por supuesto esto no agota todas las alternativas como las planteadas en «otras economías» (como la economía del bien común y otras mencionadas en esa sección), así como tampoco las políticas sobre desigualdad (ver en esta nota el caso del Japón) o las distintas dimensiones hacia un cambio profundo y un postcapitalismo.

Respecto de regulaciones de control, coincidimos con los ejemplos que menciona como es el caso del capital financiero (ver esta nota), pero para eso es importante que los gobiernos representen a la mayoría de los ciudadanos (en el marco de un gobierno abierto y con mucha transparencia) y no privilegien a grupos de interés con alto poder económico que financian campañas políticas e incluso colocan a sus representantes.

En cuanto a China, en otra parte del reportaje Fontevecchia le pregunta: ¿cuál es el sistema de China? ¿Es capitalismo? Respuesta: ¡No, es algo genuinamente nuevo! No es capitalismo en el sentido clásico, pero tampoco es un régimen autoritario cualquiera.» Al respecto hemos intentado hacer una nota crítica en este link y hemos valorado lo que están haciendo para revertir el cambio climático. Para una mejor caracterización nos animamos a decir que el sistema económico en China, si bien se denomina «socialismo moderno chino para la nueva era»:

  • tiene rasgos de capitalismo de estado con empresas estatales que buscan transformarse en empresas mixtas con capital privado. De hecho entre las 500 empresas más grandes lideran las del estado. Esto hace que puedan orientar su inversión en base a decisiones estratégicas que este les fija, como es el caso de orientarse hacia las energías renovables.
  • un fuerte desarrollo de empresas privadas (por ejemplo un caso muy notorio es el del consorcio Alibaba) de un capitalismo competitivo pero con apoyos y regulaciones del mercado por parte del estado (3). Deberíamos tener mayor información sobre las características de la burguesía china y de su diversidad. Es de suponer que, al igual que los millonarios rusos, muchos de ellos emergieron de los cuadros del partido comunista cuando la mayoría de los emprendimientos eran del estado. Más allá de que ahora son empresarios privados, se supone que son «sensibles» a las indicaciones del gobierno chino así como al cumplimiento de las normas que se fijan.
  • hay ejemplos (ver esta nota) donde se combina la política pública gubernamental en pequeños pueblos con incentivos morales para las familias (con un sistema de puntuación con estrellas) más cooperativas (economía social) más asignación de presupuesto público (fondos del estado) para obras vinculadas al bien común.

En síntesis, tal vez la visión y enfoque de las políticas públicas que nos lleven a un mundo mejor deberían tomar las mejores prácticas de los países escandinavos y aprender del rol de un estado inteligente que hacen uso países como China, pero sin caer en el autoritarismo o sin respetar un sistema democrático. Este último tendrá que contar con los consensos y decisión necesaria para ir en esa dirección sin caer en variantes populistas o -en el otro extremo- neoliberales.

(1) nota al pié sobre lo señalado por Zizek: cabe destacar que el planteo de Elinor Ostrom sobre los bienes comunes sí es posible si se cumplen determinadas reglas como las que se muestran en la Tabla 1 de este documento, en la página 355.

(2) Pensadores como Boaventura de Souza Santos señalan que el bienestar de estos modelos no hubieran sido posible sin un pasado de colonialismo y de intercambio desigual entre países centrales y periféricos.

(3) agradezco comentarios, como los del Lic. José Beckinstein, quien menciona que detrás del estado, está el partido que «está al comando», donde el mercado es (sólo) un instrumento de estrategia de poder. Ella se expresa, por ejemplo, sacando del mercado todo lo que es considerado estratégico, incluso servicios financieros, donde la participación privada y extranjera está muy limitada. De allí la presión de los EE.UU. 

A nivel mundial

Las Naciones Unidas han venido promoviendo ideas para un mundo mejor y en 2015 los lideres mundiales lograron un consenso internacional para una agenda hacia el año 2030 de Objetivos de Desarrollo Sostenible como se puede visualizar en este documento.

Respecto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en este video se muestra como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, ha implementado «MAPS» que busca traducir estos objetivos en planes de implementación y presupuestos nacionales y subnacionales, creando conciencia pública y estableciendo prácticas transversales para el monitoreo y la presentación de informes. «MAPS» significa lo que se conoce en inglés como «Mainstreaming» (la «M» de MAPS); identificando acciones específicas principales de cada país que impulsarán el progreso en varios ODS a la vez (aceleración: la ‘A’ de MAPS); y proporcionar apoyo en la generación de políticas específicas (la ‘PS’ de MAPS). Más detalle se puede visualizar en este link, así como en este documento. Respecto de sus avances y limitaciones se puede ver este Informe así como este comentario crítico.

En cuanto a políticas específicas seguramente habrá que avanzar en una coordinación macroeconómica a nivel mundial, en particular en lo fiscal y lo financiero, para que finalmente se cumplan los ODS. En esta dirección va lo que afirma Ha-Joon Chang en esta nota del diario El País, en especial en este diálogo:

«P. En EE UU acusan a la demócrata Alexandra Ocasio Cortez de populismo económico por querer subir los impuestos.

R. Ella propone un 70% para los que más ganan. Los que se escandalizan deberían considerar comunistas a Eisenhower y Truman. En su época, los más ricos pagaban 92% y la economía no se hizo pedazos por eso. De hecho, fue el comienzo de lo que hoy llamamos la edad dorada del capitalismo, con crecimientos de casi un 3% anual en el PIB per cápita y una desigualdad por ingresos muy inferior a la actual.

P. ¿El ‘Green New Deal’ de los demócratas puede cambiar las cosas?

R. Lo comparan con el de Roosevelt pero aquello fue algo más que un programa de inversiones. También se produjo un cambio en el equilibrio de poder. Roosevelt introdujo la ley Glass-Steagall que dividió a los bancos en comerciales y de inversión hasta 1999, cuando Bill Clinton cedió ante Wall Street y la derogó, generando todo tipo de problemas. El segundo New Deal de Roosevelt reforzó a los sindicatos y trajo la ley de la Seguridad Social. Inyectar dinero fue una parte, pero lo más importante fueron los cambios institucionales».

Medidas como las que propone Ha-Joon Chang, que requieren de una coordinación macroeconómica a nivel mundial (en particular en lo fiscal y financiero, que incluya desmontar los paraísos fiscales), son -por el momento- difíciles de implementar- pero imprescindibles si queremos hacer realidad los ODS en particular en lo que se refiere a la eliminación de la pobreza, así como en una reducción sustantiva de la desigualdad. Ello nos puede conducir a un mundo mejor.

Sobre la prevención y el cuidado

Las políticas públicas pueden tener distintos ejes: dar un marco institucional para el funcionamiento socioeconómico, promover el desarrollo, etc. Uno de ellos seguramente es todo lo relativo es sobre la prevención y el cuidado de las personas y el medio ambiente.

Hemos desarrollado una sección en este blog denominada «el cuidado y la prevención«. Allí podrás encontrar, sólo como ejemplo, propuestas de medidas de políticas públicas sobre:

entre otros, que se complementan con lo que vamos incorporando en esta sección. Esperamos que las mismas puedan ser de utilidad, y enriquecidas con el aporte de especialistas para ir convergiendo hacia un mundo mejor.

Para el shock del futuro

Alvin Toffler, con su frase en la imagen de la entrada, nos recuerda que, no sólo es importante la historia, sino prever desde hoy el futuro (en especial vinculado al campo científico-tecnológico) y accionar en consecuencia desde ahora. En Argentina Santiago Bilinkis también nos invita a reflexionar en general, y en particular sobre el rol de la educación, sobre esta cuestión tan relevante. También será crucial si iremos construyendo un postcapitalismo con una economía con otros valores y orientada al bien común, o predominarán situaciones distópicas producto de que este cambio se haga sin ética, y con liderazgos movidos sólo por el poder (económico y político).

Respecto del cambio tecnológico el CEO de Mercedes Benz hace no mucho expresó esto:

«Software: interrumpirá la mayoría de las industrias tradicionales en los próximos 5-10 años. (Uber es sólo una herramienta de software, no poseen coches, y ahora son la compañía de taxis más grande del mundo; Airbnb es ahora la mayor empresa hotelera del mundo, aunque no poseen propiedades.)
Inteligencia Artificial: Las computadoras se vuelven exponencialmente mejores en la comprensión del mundo. Este año, un equipo superó al mejor jugador de Go en el mundo, 10 años antes de lo esperado. Los jóvenes abogados ya no obtienen empleo. Debido a IBM Watson, puede obtener asesoramiento jurídico (hasta ahora para cosas más o menos básicas) en cuestión de segundos, con una precisión del 90% en comparación con el 70% de precisión cuando lo hacen los seres humanos; Watson  ayuda a diagnosticar cáncer, 4 veces más preciso que los humanos. Facebook ahora tiene un software de reconocimiento de patrones que puede reconocer caras mejor que los seres humanos. En 2030, las computadoras serán más inteligentes que los humanos.
Movilidad: En 2018 aparecerán los primeros coches autodistribuidos para el público. Alrededor de 2020, la industria completa comenzará a ser interrumpida. Ya no quieres tener un coche. Llamará a un coche con su teléfono, se mostrará en su ubicación y le llevará a su destino. No necesitará estacionarlo, solo pagará por la distancia recorrida y podrá ser productivo mientras conduce. Nuestros niños nunca obtendrán una licencia de conducir y nunca poseerán un coche. Vamos a necesitar 90-95% menos coches en pocos años. 1.2  millones de personas mueren cada año en accidentes automovilísticos en todo el mundo. Ahora tenemos un accidente cada 100.000 kilómetros, con una conducción autónoma que caerá a un accidente en 10 millones de kilómetros. Eso ahorrará un millón de vidas cada año; La mayoría de las empresas de automóviles probablemente se irán a la quiebra. Las empresas de automóviles tradicionales intentan el enfoque evolutivo y simplemente construyen un coche mejor, mientras que las compañías de tecnología (Tesla, Apple, Google) harán el enfoque revolucionario y construirán una computadora sobre ruedas. Las compañías de seguros tendrán problemas masivos porque sin accidentes, el seguro será 100x más barato. Su modelo de negocio de seguros de automóviles desaparecerá.
Energía: Por los coches eléctricos las ciudades serán menos ruidosas. La electricidad se volverá increíblemente barata y limpia: la producción solar ha estado en una curva exponencial durante 30 años, pero ahora se puede ver el impacto floreciente. El año pasado, más energía solar fue instalada en todo el mundo que fósiles. Las compañías de energía están tratando desesperadamente de limitar el acceso a la red eléctrica para evitar la competencia de las instalaciones solares domésticas (en techos de casas), pero eso no puede durar. La tecnología se encargará de esa estrategia. Con la electricidad barata viene el agua barata y abundante. La desalinización de agua salada ahora sólo necesita 2kWh por metro cúbico (@ 0,25 centavos). No tenemos agua escasa en la mayoría de los lugares, sólo tenemos agua potable escasa. Imagínese lo que será posible si alguien puede tener tanta agua limpia como quiera, casi sin costo alguno.
Salud: El precio de Tricorder X será anunciado este año. Hay compañías que construirán un dispositivo médico (llamado «Tricorder» de Star Trek) que funciona con su teléfono, lo que le llevará a la gammagrafía de la retina, podré hacer muestras de sangre y analizar respiración y aliento. Luego analiza 54 biomarcadores que identificarán casi cualquier enfermedad. Será barato, así que en pocos años todos en este planeta tendrán acceso al análisis médico de clase mundial, casi gratis. Adiós, establecimiento médico.
Industria. Impresión 3D: El precio de la impresora 3D más barata bajó de $ 18.000 USD a $ 400 USD en 10 años. Al mismo tiempo, se convirtió en 100 veces más rápido. Todas las grandes empresas de calzado ya han comenzado los zapatos de impresión en 3D. Algunas piezas de avión de repuesto ya están impresas en 3D en aeropuertos remotos. La estación espacial ahora tiene una impresora 3D que elimina la necesidad de la gran cantidad de piezas de repuesto que solían tener en el pasado. A finales de este año, los nuevos teléfonos inteligentes tendrán posibilidades de escaneo en 3D. A continuación, puede escanear en 3D sus pies e imprimir su zapato perfecto en casa. En China, ya han impreso en 3D y construido un edificio de oficinas completo de 6 pisos. Para 2027, el 10% de todo lo que se está produciendo será impreso en 3D. Si no funciona con su teléfono, olvídese de la idea. Y cualquier idea diseñada para el éxito en el siglo XX está condenada al fracaso en el siglo XXI.
Trabajo: 70-80% de los empleos desaparecerán en los próximos 20 años. Habrá un montón de nuevos puestos de trabajo, pero no está claro si habrá suficientes nuevos puestos de trabajo en tan poco tiempo.
Agricultura: Habrá un robot agrícola de 100 U$D en el futuro. Los agricultores de los países del tercer mundo pueden entonces convertirse en administradores de su campo en lugar de trabajar todo el día en sus campos. Aeroponics necesitará mucho menos agua. El primer plato Petri ha producido ternera, ahora está disponible y será más barato que la vaca producida ternera en 2018. En este momento, el 30% de todas las superficies agrícolas se utiliza para las vacas. Imagínese si ya no necesitamos ese espacio. *Hay varios startups que traerán la proteína del insecto al mercado pronto. Contiene más proteínas que la carne. Se etiquetará como «fuente de proteína alternativa» (porque la mayoría de la gente todavía rechaza la idea de comer insectos).
Longevidad: En este momento, la vida promedio aumenta en 3 meses por año. Hace cuatro años, la esperanza de vida solía ser 79 años, ahora son 80 años. El aumento en sí mismo está aumentando y para 2036, habrá más de un año de aumento por año. Así que todos podemos vivir durante mucho tiempo, probablemente más de 100.
Educación: Los teléfonos inteligentes más baratos ya están a $ 10 USD en África y Asia. Para 2020, el 70% de todos los humanos poseerán un teléfono inteligente. Esto significa que todos tienen el mismo acceso a la educación vía web de clase mundial».
Si bien la inteligencia artificial todavía tiene problemas cognitivos no bien resueltos como lo destaca esta nota, y el CEO de la automotriz alemana no aborda la cuestión del cambio climático (y si sobreviviremos al mismo !!!), una pregunta que surge es ¿qué hacer frente al cambio tecnológico?. Más allá de tomar conciencia colectiva sobre esta problemática, y lograr que los robots -al menos- tengan un código de ética inserto (las tres leyes de Asimov y coincidente con la opinión de Ellon Musk), será fundamental una acción global con un importante rol de los estados para controlar lo anterior y además darle un sentido beneficioso para la humanidad. Tal vez podamos preguntarnos -en línea con lo que venimos de mencionar- si no sería bueno propiciar una articulación virtuosa público-privada para lograr que las personas en una situación de mayor fragilidad (o excluidas de manera permanente del mercado de trabajo) pudieran acceder a las impresoras 3D y a paneles de energía solar de modo de poder tener resuelta -de manera autónoma- las necesidades más elementales de subsistencia (esto se podría combinar con un ingreso básico de ciudadanía así como con iniciativas como esta).

En este artículo se habla del conflicto entre EEUU y China respecto de quien liderará en el futuro la vanguardia tecnológica, y cómo el rol del estado ha sido fundamental antes en el primer país citado y lo es en la actualidad en el gigante asiático. Menciona también que, desde la perspectiva del mercado estadounidense, «la industria tecnológica estable está destinando fondos principalmente a las tecnologías utilizables de manera más inmediata» Al decir de un experto «la ciencia de la vida y el software reciben montones de dinero», en cambio «las tecnologías más especulativas, sin retorno evidente tienen menos suerte». En esto último se viene haciendo fuerte China, más allá de los logros que ha tenido en tecnologías aplicadas -por ejemplo- al mercado de celulares de última generación o en energía y transporte.

Tal vez sea «pedirles peras al olmo» (tomando una expresión popular) que estos países vayan más allá de su rivalidad de poder mundial, y vean como la inteligencia artificial pueda ser cada vez más «amigable» y complementaria al ser humano y no excluyente del mismo. Los demás estados también deberían tener un rol protagónico en este campo tan relevante. Al respecto será bueno leer el libro «Homo Deus» de Harari, para tomar conciencia de cómo podemos terminar como especie si no hacemos nada significativo al respecto. Ello no nos conducirá a un mundo mejor.

PD: Agradezco a Luciano Gerardi y a Pedro Del Piero el texto del CEO de Mercedes Benz. Sobre este tema se pueden ver videos como este.

¿Es posible cambiar de política sin traicionar los principios?

La respuesta al interrogante planteado en el título de esta nota no es única y depende -entre otras cosas- de cuales son los principios y cuales son los cambios de política. Por ejemplo Ernesto «Che» Guevara consideraba que la política de alentar inversiones extranjeras era contraria al socialismo en Cuba, pero esto no fue compartido por el gobierno de ese país. La razón principal es que el ahorro nacional era (y es) insuficiente para que esa economía se pudiera sostener y mínimamente crecer. Por lo tanto vienen tratando de que las inversiones extranjeras se hagan asociadas con el Estado y en sectores claves en cuanto a generación de divisas, de logística o de abastecimiento de bienes esenciales. Este conflicto, en el fondo, pone en cuestión la viabilidad de esta variedad de socialismo (1) en el mundo contemporáneo, y por lo tanto los principios que están asociados con el mismo.

De todos modos la imagen de la entrada alude al caso del último período del segundo gobierno de Perón en Argentina, documentado y reflexionado en el libro de Pablo Gerchunoff que allí se muestra. Respecto de la cuestión de «los principios», a los cuales aspiraba el peronismo, tal vez los podamos resumir en «la felicidad del pueblo (2) y la grandeza de la nación», o en «la justicia social, la independencia económica y la soberanía política» (como lo expresa este link).

En las políticas públicas, durante el primer gobierno peronista, tuvo un rol fundamental el Estado. Ello se expresó tanto en la captación de excedente (en particular del sector agrícola) y su redistribución hacia la industria y el sector asalariado, así como en la legislación social y de este como empresario (en determinados sectores considerados estratégicos) prestador de distintos servicios. Sin embargo este modelo de políticas públicas fue dando señales de agotamiento, señaladas por Alfredo Gomez Morales desde el año 1949, que Perón comienza a modificar luego de su reelección en noviembre de 1951, con un plan de emergencia económica en 1952. De acuerdo con la fuente mencionada en el último link «a comienzos de la década de 1950, la Argentina inició una nueva etapa en su historia económica. El ritmo de crecimiento se desaceleró, la industrialización enfrentó nuevos obstáculos y el sector agrario pampeano, otrora el motor de la economía argentina, culminó una etapa de casi veinte años de estancamiento en medio de la más aguda de las crisis de su historia. A estos factores se sumaba la aceleración del ritmo de la inflación que amenazaba el nuevo patrón distributivo implantado por el peronismo. El deterioro de la situación externa a partir de 1949 y su repercusión sobre la actividad productiva condujo al gobierno peronista a introducir modificaciones en su estrategia económica mediante la aplicación del “Plan de Emergencia Económica de 1952”. La historiografía ha señalado a esa coyuntura como el inicio de un “cambio de rumbo” mediante el cual Juan Perón habría reorientado sus políticas de acuerdo a los principios de la “economía clásica”, favoreciendo la recuperación del agro pampeano. La crisis ha sido vista también como un momento clave en los vínculos entre el estado, los capitalistas y los trabajadores, con el agotamiento de la política de redistribución del ingreso desde el sector primario a favor de los asalariados y del sector manufacturero».

Sin duda Perón era realista, y quería adecuar su doctrina y principios a esta nueva realidad, revisando errores pasados y encarar nuevos caminos. Para ello el libro de Gerchunoff menciona las consignas de «equilibrio económico del pueblo» y la convocatoria -en octubre de 1954- del Congreso de la Productividad, así como las grandes dificultades para implementar este nuevo enfoque. Ellas provenían de distintos orígenes como los grandes sindicatos (v.g. los metalúrgicos), el rol de la oposición, las inversiones extranjeras -en especial norteamericanas- que no llegaban (en especial por los límites a las remesas al exterior de las ganancias), entre las principales. Todo ello a pesar de que la inflación bajaba, las cuentas fiscales mejoraban, el rotundo triunfo eleccionario de 1954 para cubrir el cargo de Vicepresidente, entre otros.

El giro de Perón se mantuvo posteriormente a nivel discursivo, en especial en el año 1974, con «el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional» o en la política hacia el campo, planteando una actualización doctrinaria entendiendo que no se presentaba una traición a los principios de su doctrina. (3) Claro, las inversiones extranjeras -dependiendo como se realizaran- generaba un desafío a las cuestiones de nacionalismo (la independencia económica en un mundo con hegemonía norteamericana, y luego con una globalización muy turbulenta y controvertida) asociada con una soberanía decimonónica, y el nuevo «equilibrio económico del pueblo» que implicaba sacrificios que afectaban la justicia social -en especial- de los asalariados de mayores ingresos.

Es interesante mencionar que a Perón no se le ocurrió (o, tal vez, pensó que no era conveniente políticamente) plantear el derecho de los trabajadores a participar en las ganancias de las empresas (4), como mecanismo de redistribución del ingreso y mayor justicia social, que -posiblemente- hubiera atenuado la reacción de los gremios más importantes. Ello fue consagrado posteriormente en la reforma constitucional de 1957, donde estaba proscripto el peronismo y sin que participara en su discusión la Unión Cívica Radical Intransigente.

La temática de esta nota no es sencilla de abordar, y muy sensible -en especial- para quienes militaron o militan en un determinado enfoque o doctrina, y luego las circunstancias pongan en crisis la aplicación de sus principios a una realidad cambiante. Esto último está particularmente muy en juego, por ejemplo, con los derechos laborales consagrados y el cambio tecnológico que lleva a otras formas de organización socioeconómica.

También se lo puede abordar desde la cuestión del ajuste involucrado en los planes de estabilización frente a situaciones de desequilibrio, y si el esfuerzo es equitativo o no. Esto es recurrente en el caso argentino y sigue vigente en la actualidad. El Presidente Macri ha retomado la expresión de Perón sobre la productividad y ha implementado mesas sectoriales (tomando como ejemplo el caso de Vaca Muerta), avanzando caso por caso y sin un abordaje global (el rechazo de los gremios más poderosos sigue vigente). Sin embargo no se ha planteado, hasta el momento, otras medidas como es la participación en las ganancias que van en línea con una mayor equidad social y redistribución del ingreso. Tampoco se ha consensuado entre las principales fuerzas políticas y sociales un modelo de desarrollo e inserción internacional viable, como ha sido el caso de Australia desde los años 80, en función de nuestros recursos humanos y naturales, sin déficits gemelos y con un tipo de cambio relativamente alto (en promedio).

Ir hacia un mundo mejor conlleva conjugar principios de equidad y justicia con las nuevas realidades cambiantes, donde el nacionalismo ha vuelto a resurgir pero agravando los problemas globales (5). Se requiere estar abiertos a un diálogo profundo para encontrar nuevos caminos como el que se menciona en esta nota.

(1) Algo similar ha ocurrido con los casos de China o Vietnam, por citar los principales.

(2) el concepto de felicidad aparece también en otros países como «búsqueda» en la Constitución de Estados Unidos, así como objetivo en la de 1812 de España, en Francia, Japón, Corea del Sur, Bután, entre otros. El concepto de «grandeza» reaparece de manera significativa en el gobierno de Donald Trump.

(3) nos podemos arriesgar a decir que, en la actualidad, una de las principales razones de la crisis del peronismo o justicialismo es su actualización doctrinaria y programática al siglo XXI, así como un liderazgo indiscutido asociado a dicha actualización.

(4) lo hemos abordado en esta nota. Esto no agota las modalidades de compartir como lo hemos intentado ilustrar en esta reflexión, así como sería deseable que nuestra racionalidad para emprender vaya más allá del «homo economicus».

(5) tal vez haya que reformular la cuestión nacional desde un punto de vista conceptual, histórico y de cara al futuro.

 

 

Sobre el cambio climático

En una nota de Luisa Corradini, en La Nación, expresa en julio de 2018 que «el hemisferio norte se muere de calor. Pero será mucho peor en el futuro para todo el planeta: 2015, 2016 y 2017 fueron los años más tórridos registrados en la Tierra, aunque se cree que esos récords podrían ser batidos en 2018, según un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Pero ¿hasta dónde podría llegar ese fenómeno, aparentemente imparable? La respuesta no es agradable. Aún cuando lo hagamos mejor que los objetivos fijados por los Acuerdos de París [poner un tope de 2° más que en la era preindustrial, es decir, un grado más que ahora], cerca de la mitad de la población mundial estará expuesta a mortíferas olas de calor antes de 2100», alertaron los científicos en un estudio publicado esta semana en Nature Climate Change«.

Al final del artículo mencionado expresa «entonces, ¿qué nos espera? Para la mayoría de los expertos, no solo los programas de prevención, como la limitación del calentamiento decidida por el Acuerdo de París, son casi imposibles de respetar, «también han sufrido un atraso considerable los programas llamados ‘de adaptación’ a los cambios extremos que deberemos enfrentar», señala Robert Vautard, del Laboratorio de Ciencias del Clima y el Medio Ambiente, cerca de París. A juicio de Vautard, «el mundo no toma las medidas necesarias». Y advierte: «Solo nos quedan unos pocos años. Tal vez una década, para hacer los cambios mayores necesarios». A esto se suma una «última llamada de la ONU para evitar un cambio climático catastrófico». En esta línea va la advertencia sobre el calentamiento de los océanos, A ello se suman los llamados de Al Gore (y su film Una Verdad Incómodaasí como los informes del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático. Lo que se viene de expresar refleja la premura en tomar medidas (1).

En esta breve nota quisiéramos destacar dos ejemplos de políticas públicas que van en dirección correcta: la Unión Europea (con el Pacto Verde y la Ley de Restauración de la Naturaleza), Estados Unidos, China, la India… y el estado de California en Estados Unidos de América (2). También hay que reconocer que países como China y Alemania han incrementado su producción de carbón a fin de no resentir su crecimiento, lo cual va en dirección contraria a contribuir a revertir el cambio climático.

En lo que se refiere a California en este sitio detalla las doce políticas vinculadas a «California verde». Además tiene un portal donde muestran las iniciativas sobre el cambio climático. Su visión es como reducir las emisiones de gas en los hogares un 40% por debajo de 1990 hacia 2030, incrementar la producción de energía eléctrica renovable un 50%, reducir el petróleo usado por los autos un 50%, duplicar el ahorro eficiente de energía en los edificios, reducir las emisiones de efecto invernadero de la agricultura y la naturaleza, implementar una estrategia de reducción de contaminantes climáticos de corta vida (como dióxido de carbono), y la implementación de una política de protección y adaptación al cambio climático de California (para mayor detalle ver este plan). También ha avanzado mucho en el reciclado y purificación de agua, desalinización de agua salobre en el territorio y de agua de mar.

Las políticas públicas a esta temática conllevan consensos y prácticas culturales de cuidado y reciclaje (al respecto ver ejemplos como los planteados en esta nota o en portales como este), seguir recomendaciones de Naciones Unidas (ver en este sitio siete contribuciones sobre medio ambiente de un total de sesenta para un mundo mejor), promover una economía ecológica, estímulos al sector privado para producción limpia y uso de energía renovable, rol de empresas estatales en países como China, inversiones públicas en ciencia básica e investigación y desarrollo en esa dirección, así como prohibiciones (en general con un plazo de tiempo para readecuarse a la nueva situación) y gravámenes a quienes contaminan, entre las principales.

A estos dos ejemplos hay que agregarle medidas como las que propone el nuevo premio Nobel de Economía, William Nordhaus, donde en esta nota se explica que lo que hay que hacer es «establecer un precio mundial a las emisiones de carbono. Si se debe pagar por contaminar, con tal de eludir dicho pago, los que lo hacen buscarán reducir sus emisiones. Considera que el mecanismo de precios no ha funcionado porque el precio que se ha fijado para la tonelada de carbono es muy bajo, uno de sus artículos estima que el precio de la tonelada de CO2 debe ubicarse en alrededor de los 32 dólares, y esa cifra está lejos de alcanzarse en la mayoría de los países. Por ejemplo, en Argentina, la reciente reforma tributaria, que incorpora un impuesto al carbono para los combustibles líquidos, lo ubica cerca de los 10 dólares». En esta línea va la reflexión de Jean Tirole (Premio Nobel de Economía) que se puede visualizar en este link (no fácil de implementar si no se abarata el acceso alternativo de fuentes de energías renovables a menor precio). Para un tratamiento profundo y global de esta temática se puede ver el libro de Horacio Fazio “Cambio climático, economía y desigualdad. Los límites del crecimiento en el siglo XXI” (Eudeba, Buenos Aires, 2018).

A lo anterior habría que agregarle la importancia de la inversión en ciencia y tecnología por parte de agencias del estado así como de promover la inversión privada que abarate sustancialmente las energías limpias de modo que puedan hacer frente a energías altamente contaminantes como el carbón que siguen en ascenso en muchos países según esta nota. Del mismo modo en iniciativas parlamentarias como la que está en curso en España. Respecto de los costos económicos de detener y comenzar a revertir el cambio climático se pueden visualizar en esta nota.

Aquí sólo hemos dado dos ejemplos de políticas, una medida como la propuesta por Nordhaus y una reflexión como la de Tirole, así como el texto  de Fazio, que entendemos nos pueden llevar a un mundo mejor vinculado con el medio ambiente y el cambio climático (2).

(1) Véase este aporte de 11000 científicos recomendando seis áreas de intervención.

(2) En esta nota se cita el caso de Orlando y otras 300 ciudades norteamericanas que van en esa misma dirección. En el Estado de Nevada se ha librado un conflicto entre la energía convencional y la energía solar (ver esta nota) que a partir de 2017 se resolvió favorablemente para esta última. Respecto de «las pequeñas cosas» que podemos hacer a nivel micro para mitigar el cambio climático ver este link. En cuanto a sitios de internet es muy interesante este del World Resources Institute donde no sólo se sigue cómo evoluciona esta temática sino también las principales iniciativas, políticas y acciones que se adoptan en el mundo (agradezco a Ernesto Vaihinger la referencia).

(3) También se ha planteado, como «plan b» en caso de no poder revertir sus causas, accionar a través de la geoingeniería que se puede visualizar en este video, pero que tiene muchos riesgos en la manipulación del clima (en particular rociar la atmósfera o la estratosfera, por ejemplo, desde agua hasta metales o azufre).

PD: Agradezco a José Beckinschtein las referencias sobre China y a Germaine Puig Hunter las de California.

Para reducir la desigualdad

En este artículo se hace referencia a los modos virtuosos de lograr la igualdad, tomando como ejemplos la educación y las regulaciones sobre el sector de los servicios, entre otras consideraciones.

Referido a la cuestión de la desigualdad, en esta nota no solamente describimos las que serían sus principales causas sino también enfoques sobre políticas y medidas posibles de tomar para su reducción. De todos modos aquí quisiéramos puntualizar más los distintos instrumentos. Comenzaremos por el lado de los impuestos y su relación con la desigualdad. Comenzaremos glosando una nota del diario La Nación de Rubén Guillemí del 26/08/2018. Entre sus consideraciones iniciales señala que la desigualdad “lejos de ser considerado un logro, los especialistas ven el fenómeno de la acumulación exorbitante y el incremento de la desigualdad como una de las más riesgosas debilidades del capitalismo”.

Sobre el caso de Japón la nota dice: “la distribución del ingreso era muy desigual en Japón antes de la Segunda Guerra y la economía estaba dominada por los zaibatsu [camarilla financiera]”, explicó a LA NACION el economista japonés Tatsuo Hatta, presidente del Asian Growth Research Institute. Sin embargo, las fuerzas de ocupación norteamericana vieron en los zaibatsu una amenaza al resurgimiento militar imperial y ordenaron al gobierno japonés una amplia reforma agraria y un sistema de impuestos a los altos ingresos y a la riqueza.Para una fortuna superior a los 500 millones de dólares el impuesto a la herencia llegó en los años 80 al 70%”, recordó Hatta. En los años 90, se redujeron las tasas y tanto el impuesto a los altos ingresos como el de la herencia son hoy del 55%. Para el economista argentino Luis Argüero, de la Universidad Torcuato Di Tella, que vivió y se graduó en la Universidad de Hiroshima, además hay un “factor cultural”. Los japoneses aman el equilibrio. La búsqueda del equilibrio es una tendencia muy fuerte tanto en la vida privada como en la sociedad y la economía. Además, para la mayoría de los japoneses el lujo no pasa por tener una pileta en el jardín de la casa, sino por la posibilidad de hacer sentir cómodo y bien recibido al otro”, señaló Argüero. Para el especialista, la raíz de esta filosofía del equilibrio está en las características de haber sido siempre “un país con recursos naturales muy limitados, lo que transformó en prioritario el uso eficiente y balanceado de sus escasos bienes”.

Más abajo continúa diciendo que “Japón y las naciones escandinavas, por ejemplo, aplican un severo sistema de impuestos a los altos ingresos y a la herencia. En otros países, factores culturales hacen que la ostentación esté mal vista, mientras que gobiernos como el de Islandia y el de Eslovenia tienen una lucha frontal contra la corrupción y la acumulación excesiva. En Estados Unidos, incluso, 400 multimillonarios escribieron, en noviembre, una carta a Trump para que frenara la reforma que les concedería una rebaja en sus impuestos.. Además de los 400 multimillonarios que pidieron a Trump que no les rebajaran los impuestos e invirtiera “en el pueblo norteamericano”, el propio Bill Gates se quejó de que paga pocos impuestos. En febrero pasado, el magnate dijo que el sistema impositivo de Estados Unidos -donde viven siete de los diez hombres más ricos del mundo- es demasiado benévolo con él. Yo pagué 10.000 millones de dólares en impuestos, más que ninguna otra persona en Estados Unidos. Pero el gobierno debería exigir que la gente como yo pague impuestos significativamente más altos”, dijo Gates.” Relacionado con el tema de la filantropía y los impuestos, recién mencionado, es interesante este video (1) y, más en general, este video relacionado con la postpandemia y Argentina.

En cuanto a la medición de las diferencias de ingresos y la experiencia de Dinamarca se menciona que “hay un sistema de medición salarial, llamado en inglés CEO-to-worker, que compara cuánto gana el CEO de una empresa en relación con el trabajador promedio de la misma compañía. En Estados Unidos, por ejemplo, un director ejecutivo gana en general 354 veces más que su empleado promedio, mientras que en Japón la tasa es de 67 a 1, y en un país escandinavo como Dinamarca es de 48 a 1. Coincidentemente, Dinamarca es una de las naciones que suelen encabezar el listado de las más felices del mundo. Cuando uno visita una empresa danesa, no se puede distinguir al CEO del empleado de oficina. Para ellos, vivir como una persona más rica entre gente pobre sería muy estresante”, comentó a LA NACION Michael Booth, autor del libro The Almost Nearly Perfect People: The Truth about the Nordic Miracle (El pueblo casi perfecto: la verdad detrás del milagro nórdico). Lo particular de Dinamarca es que hasta las primeras décadas del siglo XX tenía una sólida clase aristocrática”, agregó Booth. El 1% de la población concentraba el 25% de la riqueza en 1919. Pero la implementación de un “sistema de bienestar” mediante una drástica transferencia de recursos desde los sectores más altos hacia los de menores ingresos hizo que hoy ese 1% concentre apenas un 4% de la riqueza. Dinamarca tiene además un impuesto del 55% a los altos ingresos y del 36% a la herencia.” En el caso de EEUU, Inglaterra y otros países desarrollados es interesante esta nota.

A lo anterior debemos agregar que:

  • la desigualdad tiene un profundo impacto en el deterioro de las sociedades, y en especial en erosionar al sistema democrático, como vemos en muchos países del mundo.
  • el impuesto a las grandes fortunas debe estar bien diseñado a fin de no gravar el capital productivo. Lamentablemente, con el «Aporte Solidario y Extraordinario para ayudar a morigerar los efectos de la pandemia» legislado en Argentina, no ha sido el caso porque no distingue entre activos y patrimonio neto como menciona esta nota. El impuesto a los Bienes Personales (que ya existe y se podría haber aumentado) está mejor diseñado, porque desgrava inversiones y ahorros; no se paga sobre bienes que son para producir (campos, maquinaria) ni sobre los plazos fijos y los bonos, que financian el crédito privado y al Estado. Quienes han analizado el caso de Canadá (ver este artículo) sostienen que, en lugar de este impuesto, es mejor mantener el impuesto a la herencia (que muchos países tienden a abandonar) junto con un impuesto sobre la renta del capital.
  • sobre el caso argentino tal vez sería mucho mejor seguir este sendero.
  • a nivel internacional, tal vez, habrá que insistir con instrumentos como la «tasa Tobin«, muy resistida por el sector financiero de países como EEUU, Inglaterra y algunos de la UE. Si el G20 lo aprobara, podría ser administrado por el Fondo Monetario Internacional con criterios de equidad aprobados por los países miembros, y aplicado a mitigar los efectos de la pandemia, la investigación y desarrollo de vacunas contra el Covid-19 y otros en curso (o potenciales), eliminación de la pobreza extrema y revertir el proceso de cambio climático, entre los principales objetivos.
  • los impuestos recaudados se deben asignar sin corrupción, con eficiencia (mínimo costo para un buen standard o nivel de calidad), equidad y eficacia (en cuanto al logro de los objetivos y las metas),
  • dado el cambio científico-tecnológico y otros fenómenos como las pandemias, hay que implementar instrumentos como el salario universal, renta básica o similares (como un buen seguro de desempleo),
  • es bueno potenciar el comercio justo en lo relativo a intercambios,
  • un importante un reparto del excedente más equitativo en las empresas como es la participación en las ganancias, las esop o las cooperativas.

entre las principales.

Poder incorporar políticas públicas que reduzcan la desigualdad, como las mencionadas más arriba, nos pueden ayudar a converger hacia un mundo mejor.

(1) Agradezco al Lic. José Bekinschtein la referencia.PD: También una  fuente importante es este seminario y boletín (aportada en el foro del Club Político Argentino). Cabe aclarar que la imagen de la entrada ha continuado empeorando hasta la actualidad, agravada por los efectos de la pandemia. En especial se han visto muy beneficiados los propietarios de las empresas tecnológicas, dado el mayor uso de estas plataformas (agradezco al Lic. Alejandro Gerardi el aporte de la fuente de la BBC).

Sobre la violencia

La frase de la imagen de la entrada, de Charles Maurice de Talleyrand, nos señala los límites de la violencia como forma extrema de coerción, en especial cuando se gobierna o se quiere ejercer el poder. La guerra es una forma extrema de violencia, y al respecto es muy relevante la carta que le envía Freud a Einstein. Los arquetipos y liderazgos juegan un rol muy importante para que esto suceda o no. Seguramente coincidiremos que construir de manera horizontal la fraternidad y la amistad será una opción más madura y evolucionada que las distintas modalidades verticales.

Sobre los orígenes de la violencia social es interesante esta reflexión de Bernardo Stamateas.

La violencia toma múltiples formas, y están penadas por la ley. Las vinculadas con determinadas formas del delito las hemos tratado en esta nota. En el programa Terapia de Noticias, del 30/7/2018, el ensayista Alejandro Katz (*), en el minuto 51 de este video, comenta sobre un artículo de una revista científica británica de divulgación que aborda cómo la cuestión de esta violencia se expande de manera semejante a las epidemias de salud. En base a ello un equipo de trabajo de Chicago desarrolló una metodología de trabajo para tratar a la violencia epidemiológicamente. Lo primero es interrumpir el contagio, evitar que se expanda, y atacar luego las causas. Los resultados son sorprendentes y se basan en que la conducta humana se conforma en base a los modelos visibles y a la imitación. Los homicidios en Chicago, cuando se comenzó la experiencia, cayeron un 67% en el área donde se aplicó, luego se trasladó la experiencia -entre otros lugares- a Los Angeles y a San Pedro Sula, en Honduras. En esta ciudad se logró bajar de 91 a 12 homicidios, comparando semestre contra semestre. En este video se explica más detalladamente las características del programa de política pública para abordar esta violencia.

Así como hay experiencias de política pública, como la desarrollada por Finlandia, para abordar la micro violencia escolar bajo forma de bullying, es muy importante desarrollar políticas públicas que permitan reducir la violencia vinculada al delito en los distintos países y ciudades, como la comentada por Katz. Si pudiéramos aunarlas con otras formas positivas de resolución de conflictos y de ejercicio de la autoridad, hasta -en el otro extremo- construcción colectiva de la paz a nivel internacional, ello nos posibilitará ir construyendo un mundo mejor.

(*) agradezco a Alejandro las referencias que se desarrollan a continuación, sin las cuales no hubiera sido posible desarrollar esta nota. 

Y capturar carbono

La imagen de la entrada nos refiere a la importancia de las plantas para el oxígeno del planeta y para capturar el dióxido de carbono, como desarrolláramos en esta nota (y se visualiza con la imagen de la entrada). Ello debería ir acompañado de la preeminencia de energías limpias y de producción limpia, así como de un consumo consciente y responsable acorde con no agotar los recursos de la Tierra y el cuidado del medio ambiente. Según el libro de Naomi Klein, «Esto lo cambia todo. El capitalismo contra el clima» (una síntesis se puede visualizar en videos como este) lo que hay que cambiar es el sistema y no el clima. Coincidimos con este enfoque (este blog intenta ir en esa dirección con textos como este o en la sección «otras economías«), pero desearíamos -dada la urgencia del tema- difundir algunos enfoques y experiencias sobre la captura de carbono.

Experiencias como la de Suecia, los ecoinventos, la economía ecológica, las ciudades sustentables, las políticas públicas contra el cambio climático, son fundamentales. Más específicamente habría que agregar notas de difusión como esta, los relativos al rol de los suelos, el rol del plancton en el mar (en particular el rol de las diatomeas) (1), entre otros. También hay experimentos de laboratorio como este, que son muy relevantes.

En cuanto al rol de los sumideros de carbono, según esta fuente de 2014 «la captura y almacenamiento de CO2 (CAC) consta de 3 fases: la separación del dióxido de carbono del resto de gases que se originan durante la combustión en centrales térmicas, refinerías, industria siderúrgica, cementeras, entre otras. Una vez separado se transporta hasta el enclave donde se quiere almacenar y se inyecta (almacena) en formaciones geológicas, donde permanecerá confinado de forma segura por un tiempo indefinido. Además se debe llevar a cabo la monitorización y seguimiento de su comportamiento. Esta tecnología puede reducir la cantidad de CO2 emitida a la atmósfera hasta en un 90%».

Más adelante expresa «a pesar de haber algún proyecto en funcionamiento, estas tecnologías están perdiendo mucha fuerza en todo el mundo y la mayoría de los proyectos han sido cancelados. Las causas de estas cancelaciones son similares a las que se indican en el informe de conclusiones del proyecto canadiense PIONER, “la tecnología funciona y los costes de capital están en línea con lo esperado, pero el mercado de comercio de CO2 y el coste de la reducción de emisiones no son suficientes en estos momentos para que los proyectos continúen”. En Europa además de las causas anteriores hay otras muy importantes para que los proyectos de CAC no se hayan llevado a cabo. Estas son la falta de una regulación normativa adecuada (muchos países no han transpuesto la normativa de la UE) y el posicionamiento contrario a estas tecnologías por parte de la opinión pública y asociaciones ecologistas, como ocurrió con el proyecto alemán (Jänschwalde)».

Los fondos para encarar esta política, en particular los privados, no alcanzan. Según esta nota del New York Times hay poco capital de riesgo en tecnología climática. Allí se expresa que “no necesitamos otra app para compartir fotografías u otra startup de blockchain”, dijo Rogers, quien invierte su dinero a través de Incite Ventures, un fondo que creó con su esposa, Swati Mylavarapu. “Necesitamos resolver la crisis de carbono. Pero mucha gente persigue el dinero fácil en lugar de asumir la responsabilidad de lo que necesita hacerse.

Rogers conoce los argumentos: la última vez que los inversionistas de capital de riesgo invirtieron cuantiosamente en tecnología enfocada en el medio ambiente, durante el auge de la tecnología limpia en la década de 2000, perdieron mucho dinero. Pero esa cautela no lo persuade. “Sentarte sobre tu pila de dinero mientras los océanos aumentan de nivel no podrá ayudarte a mantenerte seco”, dijo. Es de conocimiento general en la industria de la tecnología que es mucho más fácil recaudar dinero para una compañía de software que para una startup que quiere trabajar en biotecnología o energía. La oleada actual de startups enfocadas en Internet que hacen ofertas públicas iniciales y recaudan miles de millones de dólares para los inversionistas, ha endurecido el prejuicio contra la llamada tecnología dura».

De lo anterior se deduce claramente que debe haber un rol central del Estado como financiador y, eventualmente, proveedor de ciencia y tecnología que actúe rápidamente en mitigar fuertemente las emisiones de carbono (2), permita capturar las existentes (o promueva programas de neutralidad de carbono)  y -aunque suene utópico- estimule la evolución hacia un postcapitalismo que genere mayor armonía y complementariedad entre los seres humanos y con la naturaleza. Sino iremos a un mundo peor donde probablemente la especie humana deje de existir.

(1) Sobre estos últimos aspectos es muy significativa la acción de la «Climate Foundation«.

(2) Es interesante esta experiencia de la industria del hormigón para capturar carbonoTambién se ha planteado, como “plan b” en caso de no poder revertir sus causas, accionar a través de la geoingeniería que se puede visualizar en este video, pero que tiene muchos riesgos en la manipulación del clima (en particular rociar la atmósfera o la estratosfera, por ejemplo, desde agua hasta metales o azufre).