La significación del trabajo

Podemos afirmar que el trabajo tiene un enorme significado en la vida humana. Este significado no tiene un solo sentido sino que es diverso de acuerdo al enfoque que adoptemos.

Por un lado podemos afirmar que es una forma de expresión de nuestra singularidad, de nuestra energía, de nuestros talentos, de «para qué» estamos en este mundo, de nuestra capacidad, «utilidad» o posibilidad de resolver nuestro sustento e ir más allá como creadores (o co-creadores, según nuestras creencias) en esta Tierra y en este Universo. Por otro lado también tiene connotaciones negativas: el origen etimológico latino de la palabra «trabajo» es tripalium (herramienta parecida a un cepo con tres puntas o pies que se usaba inicialmente para sujetar caballos o bueyes y así poder herrarlos).  Tripaliare significa ‘tortura’, ‘atormentar’, ‘causar dolor’.

En la imagen que hemos puesto en esta entrada, en el cuadrante izquierdo, reproducimos una imagen mítica del paraíso terrenal. En la tradición judeocristiana el paraíso es un lugar de goce (podríamos decir de ocio gozoso) y la expulsión del mismo conlleva resolver el sustento «con el sudor de tu rostro» (Génesis, 3-19). En base a esta narrativa el trabajo puede ser considerado como un «castigo» o -mejor aún- como un esfuerzo humano que nos aleja del «goce» (o del paraíso). Algo similar podríamos afirmar de la Grecia clásica donde el trabajo era una actividad servil que los ciudadanos no debían realizar, para orientarse a las actividades libres relacionadas con el ocio (el pensar, el arte y el deporte, principalmente). Lo que acabamos de mencionar también se podría interpretar -jugando un poco con la palabra trabajo- respecto a cómo una parte (los ciudadanos) «trabajaban intelectualmente (filosofando) y deportivamente» para si, mientras que los demás trabajaban –en tareas esforzadas y rutinarias- para los primeros (esto luego se va a repetir en el futuro de distintas maneras).

En la historia de la evolución humana, el pasaje del «esfuerzo» de ser recolectores y cazadores al Neolítico, con la aparición de la agricultura y la domesticación de los animales, conlleva a un esfuerzo que ya podríamos identificar como una noción más aproximada del comienzo del «trabajo». Luego a lo largo del tiempo, y con los distintos sistemas económicos y enfoques, va tomando distintas características hasta el momento actual. En lo que se refiere a enfoques en la modernidad, según Max Weber en su libro «La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo», es muy relevante el aporte de Lutero vinculado a la palabra alemana «beruf» (asociada etimológicamente a «ruf»: llamada o vocación)  traducida y desarrollada como «profesión», donde el trabajo conlleva valorar el cumplimiento del deber en las profesiones profanas como el contenido más elevado que puede tener una actuación realmente moral. Esto tendrá luego una derivación hacia el «trabajo duro» en Calvino.

Volviendo a los cuadrantes de la imagen de la entrada, los otros dos pretenden simbolizar el trabajo en la revolución industrial  (Charles Chaplin, en la película «Tiempos Modernos») y el rol de la inteligencia artificial en el futuro de la humanidad y del trabajo. Estas temáticas, y otras como la relación con la globalización, la macroeconomía, lo sectorial (primario, secundario y terciario) y su territorialización o localización, las diferencias de productividad y de calificación, la vinculación con la educación, con la pobreza estructural y el desempleo (el drama de la falta de trabajo), con lo normativo, con lo salarial o con un ingreso «desenganchado» del trabajo, con el emprendedorismo… entre otros temas, intentaremos abordarlas en otras notas de esta entrada. En este marco es interesante una reflexión de Silvia Stang. 

Hay distintas iniciativas y estudios sobre el futuro del trabajo como la encarada por la OIT y en esta nota, el BID, entidades como CHREATE, o libros en Argentina como el de Santiago Bilinkis (en especial con relación al cambio científico-tecnológico) o el de Alejandro Melamed (El futuro del trabajo y el trabajo del futuro, Ed. Planeta, 2017), entre otros, son aportes significativos a esta temática. Un mundo mejor conlleva resolver de manera satisfactoria esta dimensión dándole un sentido de significación y goce en nuestra vida.

Para el shock del futuro

Alvin Toffler, con su frase en la imagen de la entrada, nos recuerda que, no sólo es importante la historia, sino prever desde hoy el futuro (en especial vinculado al campo científico-tecnológico) y accionar en consecuencia desde ahora. En Argentina Santiago Bilinkis también nos invita a reflexionar en general, y en particular sobre el rol de la educación, sobre esta cuestión tan relevante. También será crucial si iremos construyendo un postcapitalismo con una economía con otros valores y orientada al bien común, o predominarán situaciones distópicas producto de que este cambio se haga sin ética, y con liderazgos movidos sólo por el poder (económico y político).

Respecto del cambio tecnológico el CEO de Mercedes Benz hace no mucho expresó esto:

«Software: interrumpirá la mayoría de las industrias tradicionales en los próximos 5-10 años. (Uber es sólo una herramienta de software, no poseen coches, y ahora son la compañía de taxis más grande del mundo; Airbnb es ahora la mayor empresa hotelera del mundo, aunque no poseen propiedades.)
Inteligencia Artificial: Las computadoras se vuelven exponencialmente mejores en la comprensión del mundo. Este año, un equipo superó al mejor jugador de Go en el mundo, 10 años antes de lo esperado. Los jóvenes abogados ya no obtienen empleo. Debido a IBM Watson, puede obtener asesoramiento jurídico (hasta ahora para cosas más o menos básicas) en cuestión de segundos, con una precisión del 90% en comparación con el 70% de precisión cuando lo hacen los seres humanos; Watson  ayuda a diagnosticar cáncer, 4 veces más preciso que los humanos. Facebook ahora tiene un software de reconocimiento de patrones que puede reconocer caras mejor que los seres humanos. En 2030, las computadoras serán más inteligentes que los humanos.
Movilidad: En 2018 aparecerán los primeros coches autodistribuidos para el público. Alrededor de 2020, la industria completa comenzará a ser interrumpida. Ya no quieres tener un coche. Llamará a un coche con su teléfono, se mostrará en su ubicación y le llevará a su destino. No necesitará estacionarlo, solo pagará por la distancia recorrida y podrá ser productivo mientras conduce. Nuestros niños nunca obtendrán una licencia de conducir y nunca poseerán un coche. Vamos a necesitar 90-95% menos coches en pocos años. 1.2  millones de personas mueren cada año en accidentes automovilísticos en todo el mundo. Ahora tenemos un accidente cada 100.000 kilómetros, con una conducción autónoma que caerá a un accidente en 10 millones de kilómetros. Eso ahorrará un millón de vidas cada año; La mayoría de las empresas de automóviles probablemente se irán a la quiebra. Las empresas de automóviles tradicionales intentan el enfoque evolutivo y simplemente construyen un coche mejor, mientras que las compañías de tecnología (Tesla, Apple, Google) harán el enfoque revolucionario y construirán una computadora sobre ruedas. Las compañías de seguros tendrán problemas masivos porque sin accidentes, el seguro será 100x más barato. Su modelo de negocio de seguros de automóviles desaparecerá.
Energía: Por los coches eléctricos las ciudades serán menos ruidosas. La electricidad se volverá increíblemente barata y limpia: la producción solar ha estado en una curva exponencial durante 30 años, pero ahora se puede ver el impacto floreciente. El año pasado, más energía solar fue instalada en todo el mundo que fósiles. Las compañías de energía están tratando desesperadamente de limitar el acceso a la red eléctrica para evitar la competencia de las instalaciones solares domésticas (en techos de casas), pero eso no puede durar. La tecnología se encargará de esa estrategia. Con la electricidad barata viene el agua barata y abundante. La desalinización de agua salada ahora sólo necesita 2kWh por metro cúbico (@ 0,25 centavos). No tenemos agua escasa en la mayoría de los lugares, sólo tenemos agua potable escasa. Imagínese lo que será posible si alguien puede tener tanta agua limpia como quiera, casi sin costo alguno.
Salud: El precio de Tricorder X será anunciado este año. Hay compañías que construirán un dispositivo médico (llamado «Tricorder» de Star Trek) que funciona con su teléfono, lo que le llevará a la gammagrafía de la retina, podré hacer muestras de sangre y analizar respiración y aliento. Luego analiza 54 biomarcadores que identificarán casi cualquier enfermedad. Será barato, así que en pocos años todos en este planeta tendrán acceso al análisis médico de clase mundial, casi gratis. Adiós, establecimiento médico.
Industria. Impresión 3D: El precio de la impresora 3D más barata bajó de $ 18.000 USD a $ 400 USD en 10 años. Al mismo tiempo, se convirtió en 100 veces más rápido. Todas las grandes empresas de calzado ya han comenzado los zapatos de impresión en 3D. Algunas piezas de avión de repuesto ya están impresas en 3D en aeropuertos remotos. La estación espacial ahora tiene una impresora 3D que elimina la necesidad de la gran cantidad de piezas de repuesto que solían tener en el pasado. A finales de este año, los nuevos teléfonos inteligentes tendrán posibilidades de escaneo en 3D. A continuación, puede escanear en 3D sus pies e imprimir su zapato perfecto en casa. En China, ya han impreso en 3D y construido un edificio de oficinas completo de 6 pisos. Para 2027, el 10% de todo lo que se está produciendo será impreso en 3D. Si no funciona con su teléfono, olvídese de la idea. Y cualquier idea diseñada para el éxito en el siglo XX está condenada al fracaso en el siglo XXI.
Trabajo: 70-80% de los empleos desaparecerán en los próximos 20 años. Habrá un montón de nuevos puestos de trabajo, pero no está claro si habrá suficientes nuevos puestos de trabajo en tan poco tiempo.
Agricultura: Habrá un robot agrícola de 100 U$D en el futuro. Los agricultores de los países del tercer mundo pueden entonces convertirse en administradores de su campo en lugar de trabajar todo el día en sus campos. Aeroponics necesitará mucho menos agua. El primer plato Petri ha producido ternera, ahora está disponible y será más barato que la vaca producida ternera en 2018. En este momento, el 30% de todas las superficies agrícolas se utiliza para las vacas. Imagínese si ya no necesitamos ese espacio. *Hay varios startups que traerán la proteína del insecto al mercado pronto. Contiene más proteínas que la carne. Se etiquetará como «fuente de proteína alternativa» (porque la mayoría de la gente todavía rechaza la idea de comer insectos).
Longevidad: En este momento, la vida promedio aumenta en 3 meses por año. Hace cuatro años, la esperanza de vida solía ser 79 años, ahora son 80 años. El aumento en sí mismo está aumentando y para 2036, habrá más de un año de aumento por año. Así que todos podemos vivir durante mucho tiempo, probablemente más de 100.
Educación: Los teléfonos inteligentes más baratos ya están a $ 10 USD en África y Asia. Para 2020, el 70% de todos los humanos poseerán un teléfono inteligente. Esto significa que todos tienen el mismo acceso a la educación vía web de clase mundial».
Si bien la inteligencia artificial todavía tiene problemas cognitivos no bien resueltos como lo destaca esta nota, y el CEO de la automotriz alemana no aborda la cuestión del cambio climático (y si sobreviviremos al mismo !!!), una pregunta que surge es ¿qué hacer frente al cambio tecnológico?. Más allá de tomar conciencia colectiva sobre esta problemática, y lograr que los robots -al menos- tengan un código de ética inserto (las tres leyes de Asimov y coincidente con la opinión de Ellon Musk), será fundamental una acción global con un importante rol de los estados para controlar lo anterior y además darle un sentido beneficioso para la humanidad. Tal vez podamos preguntarnos -en línea con lo que venimos de mencionar- si no sería bueno propiciar una articulación virtuosa público-privada para lograr que las personas en una situación de mayor fragilidad (o excluidas de manera permanente del mercado de trabajo) pudieran acceder a las impresoras 3D y a paneles de energía solar de modo de poder tener resuelta -de manera autónoma- las necesidades más elementales de subsistencia (esto se podría combinar con un ingreso básico de ciudadanía así como con iniciativas como esta).

En este artículo se habla del conflicto entre EEUU y China respecto de quien liderará en el futuro la vanguardia tecnológica, y cómo el rol del estado ha sido fundamental antes en el primer país citado y lo es en la actualidad en el gigante asiático. Menciona también que, desde la perspectiva del mercado estadounidense, «la industria tecnológica estable está destinando fondos principalmente a las tecnologías utilizables de manera más inmediata» Al decir de un experto «la ciencia de la vida y el software reciben montones de dinero», en cambio «las tecnologías más especulativas, sin retorno evidente tienen menos suerte». En esto último se viene haciendo fuerte China, más allá de los logros que ha tenido en tecnologías aplicadas -por ejemplo- al mercado de celulares de última generación o en energía y transporte.

Tal vez sea «pedirles peras al olmo» (tomando una expresión popular) que estos países vayan más allá de su rivalidad de poder mundial, y vean como la inteligencia artificial pueda ser cada vez más «amigable» y complementaria al ser humano y no excluyente del mismo. Los demás estados también deberían tener un rol protagónico en este campo tan relevante. Al respecto será bueno leer el libro «Homo Deus» de Harari, para tomar conciencia de cómo podemos terminar como especie si no hacemos nada significativo al respecto. Ello no nos conducirá a un mundo mejor.

PD: Agradezco a Luciano Gerardi y a Pedro Del Piero el texto del CEO de Mercedes Benz. Sobre este tema se pueden ver videos como este.

Educación, Emociones y Valores

En este blog, en general, no hemos abordado la cuestión de la educación, salvo cuando planteamos un ejemplo más detallado de convergencia en procesos hacia un mundo mejor en esta entrada que escribiéramos el 26/6/2017. Allí decíamos que el sentido general de la educación podría sintetizarse en:

«Articular lo abstracto con lo concreto y lo teórico con lo práctico en una enseñanza personalizada con los siguientes objetivos:

  1. Educación en valores compartidos que nos lleven a un mundo mejor. Aquí se plantea la importancia que, desde las familias y desde las distintas expresiones de la cultura (en las que está el sistema educativo) se promueva esto.
  2. Educación en ciudadanía participativa (en gobernanza) y cuidado del medio ambiente.
  3. Educación en competencias blandas (empatía, iniciativa, trabajo en equipo, ética, etc.)
  4. Educación en competencias duras (científico-técnicas, fomentando una educación “dual”, es decir articulando lo teórico con lo práctico).
  5. Educación para el futuro: comparto lo planteado por Edgar Morin en “Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro” y lo desarrollado por Santiago Bilinkis en un libro ad hoc».

De todo esto quisiéramos remarcar en esta nota lo apuntado en 1, 3 y algunos aspectos del libro de Morin (mencionado en el punto 5), así como esta experiencia de Dinamarca.  En cuanto al 1 (educación en valores) hay artículos como este que la definen, documentos de la OEI o la relación que establece la Wikipedia -entre otros- con el enfoque de Lawrence Kohlberg.

Sobre el punto 3, y más en general con competencias personales y habilidades, es interesante este texto, aunque el mismo está focalizado al perfil emprendedor. Aquí se citan autores importantes como Daniel Goleman y en particular este enfoque:

«1. Conciencia de uno mismo: Se trata de la capacidad para saber reconocer los estados personales en los que nos encontramos. En ellas, distinguimos las siguientes competencias:

  • Conciencia emocional:  Saber reconocer nuestras emociones, nuestros estados de ánimo.
  • Valoración adecuada de uno mismo: Reconocer y saber valorar el conjunto de nuestras destrezas, habilidades, así como también los factores y desempeños en lo que no tenemos un nivel calificable como diestro.
  • Confianza en uno mismo: Se trata de la fiabilidad en las valoraciones que realizamos acerca de nosotros mismos, sobre nuestras competencias, habilidades o conocimientos que poseemos.

2. Autorregulación. Lo podemos definir como la capacidad de establecer un control sobre nuestros estados, los impulsos, nuestras energías, así como de los recursos internos. La desglosamos en cinco competencias diferenciadas:

  •  Autocontrol: Saber manejar nuestras emociones e impulsos dirigido hacia la consecución de los objetivos que perseguimos. Esta competencia es especialmente significativa ante los conflictos en los que nos podemos encontrar inmersos.
  • Confiabilidad: Se trata de la coherencia y fidelidad a los criterios de sinceridad e integridad, a los valores y creencias que condicionan nuestra acción y la conducta en la relación que establecemos con los demás.
  • Integridad: Tiene que ver con la responsabilidad como valor en el desempeño de nuestra actividad profesional.  Significa saber aceptar los resultados de nuestra acción y los efectos de la misma.
  • Adaptabilidad: Cómo nuestras acciones, conductas, formas de analizar y pensar se guían bajo un modelo de flexibilidad para responder ante los cambios de nuestro entorno.
  • Innovación: Identifica nuestra posición a la aceptación e integración de las nuevas formas de hacer y pensar, en nuestro desempeño profesional y/o en nuestra forma de responder en los distintos entornos.

3. La motivación: Se encuentra relacionada con la manera bajo la cual las emociones condicionan la movilización de nuestras energías hacia la consecución de los objetivos y metas que perseguimos. Bajo este modelo, identificamos cuatro competencias clave vinculadas a esta esfera competencial:

  • Motivación por el logro: Significa identificar la excelencia como meta dentro de nuestro desempeño. Nos centramos en el logro del hacer, de las acciones, los proyectos que abordamos de la mejor forma posible, con el criterio de mejora y aprendizaje continuo.
  • Compromiso: Se trata de aceptar e integrar dentro de nuestros esquemas personales los objetivos y metas de un equipo o grupo. Recordemos que el compromiso fundamental de un emprendedor-empresario es con él mismo y con el proyecto que se encuentra diseñando y poniendo en marcha
  • Iniciativa: Tiene que ver con saber aprovechar la ocasión, el momento. Embarcarse en acciones cuando las circunstancias en la que nos desenvolvemos lo requieren.
  • Optimismo: Supone una actitud de fortaleza en las acciones encaminadas hacia la consecución de las metas que nos proponemos, independientemente de las dificultades ante las que nos enfrentamos».

De todo lo anterior podemos inferir la importancia que tienen las emociones (luego transformadas en sentimientos) asociadas a valores y como ellas deberían estar íntimamente vinculadas a la educación. Esto es enfatizado por la psicóloga Pilar Sordo en su libro «Educar para sentir. Sentir para educar» (Ed. Planeta, 2017),  así como por la especialista en educación Guillermina Tiramonti en este video sobre la escuela secundaria, y en especial en el minuto 10 habla sobre la importancia de «desarrollarse y ser«, así como «tener un rumbo«, y en el minuto 12 en adelante el «rol del deseo«. En el contexto de lo mencionado, incorporar el juego para trabajar valores y emociones en el aprendizaje, puede ser valioso.

Por último quisiéramos poner en gran valor el rol de lo espiritual, en especial lo central y profundo de las principales religiones y experiencias sapienciales. De esta última hemos elegido en la imagen de la entrada una leyenda de la tradición de la cultura cherokee sobre el rol de los dos lobos que -según la misma- llevamos en nuestro interior, y el interrogante acerca de ¿a cual de los dos alimentamos?». Depende de cómo respondamos preguntas como esta, iremos o no a un mundo mejor.

Propuestas sobre el Trabajo en Argentina

En esta sección hemos analizado y reseñado distintas fuentes sobre las dimensiones a tener en cuenta en la cuestión del trabajo y planteado lineamientos posibles de acción en cada una de ellas.

Sobre el futuro del trabajo también destacamos posiciones como la de Santiago Bilinkis (vinculado con el cambio tecnológico) y Eduardo Levy Yeyati (en varias oportunidades). En una nota de este último del 4/4/2018 plantea como temas de agenda:

  • «desde una reforma educativa en línea con un mundo laboral cambiante (una trayectoria de aprendizaje permanente hecha de tramos más cortos y distribuidos en el tiempo) a la formación profesional de adolescentes y adultos (en la que el sector privado es esencial no sólo como orientador sino como proveedor de espacios y recursos de formación),
  • pasando por la protección del trabajo independiente (con beneficios portátiles y facilidades de ahorro y acceso a financiamiento, y con nuevas formas de agremiación), los incentivos a la formalización (los datos recientes del INDEC sugieren que se debilitaron),
  • y una reforma tributaria que reduzca cargas laborales para compensar.»

Señala que «queda, por último, la discusión de fondo: cómo distribuimos el empleo si la demanda total cae. O, más en general, cómo garantizamos una sociedad inclusiva que reparta los frutos de la productividad tecnológica, ya sea en más y mejores servicios públicos o transferencias monetarias universales que complementen las menos horas trabajadas». Sobre el escenario pospandemia se puede ver este video.

Del debate y la implementación de medidas cómo las que propone seguramente serán conducentes encarar esta problemática tan compleja y dinámica.

 

Trabajo y complementariedad con la IA

Todo parece indicar que la inteligencia artificial (IA) irá absorbiendo progresivamente las tareas repetitivas, y también avanzando en lo que es el procesamiento de grandes cantidades de datos y elaborando informes y notas (desde lo estadístico y técnico hasta lo literario). En esta línea va un reciente discurso del CEO de Mercedes Benz.

En esta breve nota desearíamos destacar algunos de los espacios o campos donde la inteligencia artificial juega un rol complementario y de valiosa ayuda para el trabajo humano. La imagen de la entrada está relacionada a una articulación virtuosa entre ser humano e IA. Al respecto Santiago Bilinkis usó -en el cierre del Foro Iberoamérica del 4/11/17- una bella metáfora como imagen: la del centauro. También es relevante el enfoque de «tecnologías entrañables«, como cita esta nota del diario La Nación. En ella se cuestiona el pensar «que la evolución de la tecnología es autónoma y prácticamente independiente de la voluntad humana, es una postura llamada determinista . Si algún avance tecnológico es posible, alguien, en algún lugar, lo llevará a cabo. Pero frente a este determinismo tecnológico, ese futuro inevitable, surgen otras opciones, por ejemplo, la que algunos autores han llamado tecnologías entrañables . «Las tecnologías son como son porque hay personas que toman decisiones para que sean así», escribe Miguel Ángel Quintanilla, catedrático emérito de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Salamanca, en el libro Tecnologías entrañables (Catarata, 2017). El futuro no viene dado, sino que lo construimos nosotros sembrando ahora sus semillas. Hay una conexión posible entre los seres humanos y el devenir de las máquinas , «sin renunciar por ello a impulsar el desarrollo tecnológico y a aprovechar sus consecuencias sociales y económicas beneficiosas».

Luego sigue expresando: «¿puede ser entrañable la tecnología? El término entrañable (en inglés engaged technologies) se utiliza aquí como el opuesto a alienado . Las tecnologías alienadas serían aquellas sobre las que los usuarios no tenemos ningún control ; la aparente autonomía de la técnica es fruto de esa alienación. «Podemos promover el desarrollo desentendiéndonos de las tecnologías que producimos o, en cambio, podemos responsabilizarnos de su control «, dice Quintanilla. Algunas de ellas, como es el caso del smartphone , tienen suma importancia en nuestras vidas, sin embargo, no tenemos control sobre ellas ni conocimiento sobre su funcionamiento. Son cajas negras, como las denominaría el filósofo de la ciencia Bruno Latour».

Cabe destacar que, en esta línea y desde una perspectiva general de resolver los grandes problemas de la humanidad, está la «Universidad de la Singularidad» (más conocida por su denominación en inglés: «Singularity University») en Silicon Valley (Estados Unidos). Aquí van algunos ejemplos:

  • donde el trabajo humano actual no da «abasto», hay «colas» de espera y demoras: en el caso de Argentina esto va desde los expedientes judiciales y del patronato de presos y liberados (que hoy insumen gran cantidad de papel y enormes demoras) hasta las colas de servicios bancarios determinados, de algunos transportes, de servicios de salud (en especial estatales), de algunas áreas del Estado (en sus distintos niveles) y el telepeaje (en especial en horas pico), sólo como ejemplos que se pueden extender. Aquí el trabajo humano se agilizaría enormemente en cuanto a focalizarse en visualizar los casos especiales y darles un tratamiento humano «empático» y personalizado (en especial para las personas mayores o con alguna dificultad). Se debería realizar con la colaboración de los trabajadores y sindicatos en la medida que se visualice que el trabajo humano actual puede pasar a ser menos estresante y eficaz con este aporte de la IA, lo que redundaría en una mayor satisfacción y bienestar para todos los involucrados (trabajadores y usuarios). En este sentido se ha comenzado a aplicar  la IA para mejorar la felicidad laboral en programas como Humu o en iniciativas de una multinacional japonesa. Los trabajos del futuro serían los del presente mejorados con tecnología.
  • donde enriquece y puede potenciar lo que hacemos (como plantea esta nota), por ejemplo, en la educación (como es en un contexto como la pandemia del Covid-19) con herramientas como la educación a distancia, videojuegos educativos, simuladores (laboratorios, proyectos, emprendimientos, expediciones, etc.), robots que sirven de maestros (así como de acompañamiento de ancianos) y ensayos en curso  (por ahora muy costosos y que habrá que evaluar pedagógicamente). También hay que tener en cuenta las limitaciones y peligros que terminen siendo «dispedagógicos» alentando la superficialidad y la falta de abstracción y concentración en cuestiones que lo requieran (y no sean «atractivas»). También las limitaciones y riesgos que tienen -hasta el momento- para otras aplicaciones,
  • donde genera nuevas alternativas como el «teletrabajo» (ver por ejemplo el caso de programadores que trabajan a distancia para Estados Unidos), la «tele presencia«, la «telemedicina«, la telecolaboración por ejemplo con arreglos de máquinas a distancia con lentes 3D y realidad aumentada, cómo la realidad virtual está pasando de los juegos a la aplicación en salud y educación, operaciones con cirujano robot o la utilización de drones para salvar vidas humanas, algoritmos para la búsqueda de trabajo en diferentes plataformas (como para empleadas domésticas o de servicios), inclusión de personas vulnerables, aplicación a sectores muy originales (como la polinización), la vinculación con la industria, prótesis realizadas con impresoras 3D u otras para algún tipo de discapacidad (como, por ejemplo, devolverle voz con inteligencia artificial para que una persona vuelva a trabajar en la radio), y suplementos como exoesqueletos (por ejemplo con los tetrapléjicos), y para «dar afectividad» (donde es pionero Japón), también pueden mencionarse como complementarios a nuestras limitaciones humanas. También hay que tener en cuenta la evolución de las impresoras 3D que producen comida (en general o por ejemplo carne). Esto último nos va a ir conduciendo a ser «prosumidores» con lo cual el conocimiento de estas impresoras en el futuro nos puede facilitar la autosubsistencia y no caer en la indigencia y la pobreza.
  • donde se van poniendo en marcha nuevos trabajos como los que menciona Melamed (op.cit. en otras entradas, pág. 154) como desarrolladores de apps, manager de medios sociales, ingenieros de autos sin conductor, especialista computacional en la nube, analista de big data, operadores de drones, etc.

Se está avanzando en normas privadas vinculadas a la innovación y las políticas públicas tanto a nivel internacional como a nivel local. También son de gran relevancia las políticas púbicas, en particular en el campo científico-tecnológico, la responsabilidad social de las empresas y de ciudadanos (ver esta iniciativa) que presionan para que se estimulen estos desarrollos serán de gran importancia para que la inteligencia artificial nos posibilite converger a un mundo mejor.

PD: La cuestión de la complementariedad también se da en el campo de la educación con mayor acceso a información (como Wikipedia), cursos on line gratuitos (como las Academias Khan o la plataforma MOOC), o el desarrollo de nuevas habilidades, pero también está el peligro de generar un pensamiento superficial. Será importante que todo ello vaya acompañado de una educación en valores y emociones así como lo planteado por Edgar Morin en “Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro” y lo desarrollado por Santiago Bilinkis un libro ad hoc.

Trabajo Estatal y Trabajo Privado

En el primer texto de esta entrada hemos señalado la relevancia y significación del trabajo para el ser humano. También nos hemos referido a cómo el mismo se expresa en distintas dimensiones: la economía social, la economía popular, etc.  En el marco de una «economía mixta» (que hace referencia la imagen de la entrada), o del enfoque de la economía plural, ahora quisiéramos hacer algunas referencias al trabajo estatal y al trabajo privado.

El Estado puede tener distintas dimensiones y características dependiendo de la época y sociedad que analicemos. Desde una dimensión mínima (derivada de un liberalismo «extremo») hasta ocupar toda la vida económica por la completa estatización. También podrá ser eficaz (alcanzando sus objetivos), transparente y equitativo en su accionar así como dar un servicio de calidad a un costo adecuado, o no. Podrá ser un sucedáneo de la falta de empleo o profesionalizar su actividad para desarrollar bien su tarea, en el marco un estado no deficitario. El trabajo en el Estado no está exento del impacto del cambio tecnológico (ver también estados locales como Tel Aviv) y de las necesidades sociales que emergen y otras que ya fueron satisfechas, según el lugar en que actúe.

Los bienes públicos que están bajo la responsabilidad del Estado, en cuanto a garantizar derechos, en muchas sociedades se puede prestar bajo gestión estatal, privada o social, dependiendo del bien o servicio y de las características de los actores intervinientes. Hay casos interesantes como la incorporación de comunidades indígenas, o de pueblos originarios, a experiencias de energías renovables. También son muy relevantes la experiencia de empresas mixtas (como en China o en Argentina como YPF) donde el estado marca «la dirección» y el sector privado trata de optimizar la gestión. Del mismo modo será muy relevante articular virtuosamente el rol presencial de los docentes con el rol de las plataformas de enseñanza como esta, y su rol en promover la economía del conocimiento.

En cuanto al trabajo en el sector privado también dependerá de la escala de la organización (unipersonal, micro, pequeña, mediana o grande), su grado de formalización, tipo de liderazgo que tenga y perspectivas futuras. Al respecto es interesante una presentación de Hugo Kantis en el Senado de Argentina y un video, así como una de Santiago Billinkis sobre los emprendimientos del futuro.

Respecto a las opiniones de las personas respecto de cómo valoran el trabajo estatal y el privado, y dónde prefieren trabajar, habrá que tener en cuenta encuestas como esta.

Tanto en lo estatal como en lo privado, todo lo que haga a:

  • la profesionalización con una escala, medios tecnológicos y costo acorde a lo que se debe realizar,
  • la aplicación de normas como ISO o EFQM, así como un comportamiento transparente y responsable,
  • la verificación de la eficacia e impacto del trabajo en el medio que le toca actuar,
  • junto con un contexto organizacional, remunerativo y de clima laboral adecuado, que posibiliten que la tarea tenga sentido en proporcionar un bien o servicio de calidad

seguramente contribuirá a un mundo mejor.