Prevención en Salud

El término enfermedad, según la Wikipedia,  proviene del latín infirmitas, que significa literalmente «falto de firmeza». La definición de enfermedad según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la de “alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible. La salud y la enfermedad son parte integral de la vida, del proceso biológico y de las interacciones medio ambientales y sociales. Generalmente, se entiende a la enfermedad como la pérdida de la salud, cuyo efecto negativo es consecuencia de una alteración estructural o funcional de un órgano a cualquier nivel». Para un debate más amplio se pueden ver artículos como este.

En una nota del diario El País se comenta que el biólogo Sean B. Carroll narra en su libro ‘Las leyes del Serengeti’ la historia de los pioneros que descubrieron los códigos que regulan la salud humana y la de los ecosistemas naturales. Entre otras cuestiones se menciona que «además de un relato fascinante de la búsqueda de las leyes que regulan la vida a través de sus protagonistas, el libro de Carroll es un alegato de confianza en la ciencia y una llamada a la acción. El ser humano se ha convertido en una especie con un impacto sin precedentes dentro del ecosistema global. Su acción ha provocado desequilibrios que ya empiezan a volverse en su contra, pero conocer y aplicar las leyes del Serengueti, que el autor expone en el libro, pueden evitar el desastre. El conocimiento ha permitido logros improbables en el control de la vida por los humanos, como la eliminación de la viruela o la recuperación de entornos naturales dañados».

De lo anterior se puede inferir que subyacen la importancia de la armonía y el equilibrio tanto en la vida humana como en la del medio ambiente, así como un «alegato de confianza» en la acción humana. Para que esto último suceda deben tenerse en cuenta enfoques como los del Dalai Lama (ver la imagen de la entrada).

Un visión integral del concepto de salud lo dió la Conferencia Internacional de Atención Primaria de la Salud de Almá-Atá, en 1978, patrocinada por la OMS/OPS y UNICEF, donde la definieron como «aquel estado de total bienestar físico, social y mental, y no simplemente la falta de enfermedades o malestares, siendo un derecho humano fundamental y convirtiendo a la búsqueda del máximo nivel posible de salud en la meta social más importante a nivel mundial, cuya realización requiere de la participación de otros sectores sociales y económicos en adición al sector salud». Esto va en línea lo expresado por médicas como Lilian Corra, especialista en medio ambiente.

A comienzos de 2020 un aspecto muy importante es la cuestión de la prevención en pandemias, como es el caso del coronavirus evitando situaciones como estas.

La perspectiva del cuidado (tan afín a lo femenino), como la búsqueda de la armonía y el equilibrio de una manera sistémica, nos pueden conducir a un mundo saludable y mejor.

PD: Para ampliar sobre esta temática se pueden ver links generales como este, sitios de Argentina (con recomendaciones como esta), de España, de Europa, lo vinculado a QALY, y en este sitio de la OMS hay 1370 resultados, entre otros.

 

Introducción a la Temática de Sistemas, Mundo y Temas Afines

Indice

  1. Introducción
  2. Enfoque general
  3. Mundo
  4. Mundo Mejor
  5. La mirada desde lo sistémico
  6. La noción del sistema en Economía
  7. Concepción “sistémica” y su relación entre el “todo o sistema” y “la salud”
  8. La cuestión del Equilibrio, el Desequilibrio y el Caos
  9. Para el marxismo
  10. Teoría General de los Sistemas
  11. Karl Polanyi: “formas de integración” equivalentes a “sistemas”
  12. Georgescu-Roegen y el enfoque bioeconómico
  13. El rol del cambio tecnológico
  14. Otros conceptos
  15. A modo de conclusión provisoria

Este es un primer documento introductorio tratando de definir algunos conceptos generales sobre la temática que se busca encarar, en particular para quienes estén interesados en la dimensión económica.

 Introducción

  • En la búsqueda de una verdad siempre incompleta, que se nos va develando  en su complejidad bajo múltiples aristas, y diferenciándola de lo que recientemente se ha definido como “post verdad” (que según el Diccionario de Oxford refiere a circunstancias en las que los hechos objetivos tienen menor peso que los discursos emotivos o creencias personales).

Enfoque General

  • En el marco de lo anterior vamos a tratar de abordar esta temática, en distintas presentaciones y notas, trataremos de ir a un proceso de desambiguación (término que se utiliza mucho en la Wikipedia),  que consiste en “el proceso de identificar con qué sentido una palabra está usada en los términos de una oración, cuando la palabra en cuestión tiene polisemia, es decir, pluralidad de significados”.
  • Por otro lado “la complejidad” que tiene todo fenómeno y con un enfoque lo más didáctico posible.
  • Una de las personas que más ha trabajado el concepto de complejidad es Edgar Morin, ligándolo al concepto de “sistemas” y que “se presenta con trazos inquietantes de confusión, desorientación, desorden, ambigüedad, incertidumbre, y de ahí la necesidad para poder hacer un mejor manejo del conocimiento”.

 Mundo

  • Se utiliza el concepto de “mundo” como equivalente de “realidad global o planetaria” donde está inserto el ser humano, y aquí se lo trata de analizar desde una mirada sistémica. Por supuesto se lo puede desagregar en distintos «mundos o submundos»: el de las ideas, el mundo económico (y dentro del mismo el mundo financiero, el mundo productivo…), social, político, cultural… Además hay distintos enfoques filosóficos y teológicos (en especial del pensamiento cristiano) referido al concepto de “mundo”, que no abordaremos aquí (para quien esté interesado puede ver textos como este).
  • Cuando analicemos la cuestión del cambio tecnológico o innovaciones abordaremos una frase que se utiliza frecuentemente en este ámbito respecto de “cambiar el mundo”

Mundo Mejor

  • Aquí se plantea la posibilidad de transformar la “realidad” o el “mundo” en un sentido de “mejor”
  • Mejor entendido como vida más plenamente humana, mayor felicidad, mayor armonía, justicia, desarrollo integral, libertad, fraternidad, amistad….
  • Lo anterior conlleva que predomine el amor y no el odio, que podamos articular virtuosamente lo individual o personal (según el enfoque) con lo común, la madurez de poder “descentrarnos” y tratar de poder ponernos en el lugar de la “otra persona” y de lo “bueno” no sólo para mi sino también para el conjunto (entendido también como medio ambiente)

La mirada desde lo sistémico

  • Qué entendemos por sistema? Su origen etimológico derivado del griego y latín: conjunto de cosas o elementos (pueden ser principios o ideas, etc.) que relacionados entre sí, ordenadamente contribuyen a determinado objeto o fin.
  • Con distintas acepciones…Lo usamos para cuestiones muy diversas:
  • “Se cayó el sistema” …informático;
  • El sistema democráticoy a su representación política: v.g. por estar “alejada del pueblo o de la gente” («establishment» institucional») o por su vinculación con el “establishment  económico», y los políticos «antisistema». También, en algunos casos (como en el debate por la elección presidencial de Argentina en 2019) algunos referentes la utilizan para plantear que el conflicto principal se plantea entre sistema democrático vs autocracia, entre dos variedades capitalismo como el «progresista» vs «el de amigos» (o «modelo chavista»), etc.
  • La globalización o el “sistema-mundo” (desde la izquierda hasta planteos como el de D. Trump)
  • El “sistema económico hegemónico”: el capitalismo con sus distintas “variedades” (en particular desde el liberal hasta el capitalismo de estado). Para el enfoque de «variedades» (en particular de capitalismo) véanse aportes como el de Hall, P. y Soskice, D. (2001), Varieties of Capitalism, The Institutional Foundations of Comparative Advantage, Oxford University Press. También pueden verse las publicaciones como las de David Coates, de Bruno Amable (véase, en particular: “Les cinq capitalismes: diversité des systèmes économiques et sociaux dans la mondialisation”, Univ. de Paris 1, 2005), Barry Clark (en especial “The Evolution of Economic Systems: Varieties of Capitalism in the Global Economy”, Oxford University Press, 2016), entre las principales.
  • El sistema económico donde predomina una variedad de capitalismo, pero hay una economía plural que incluye economía social (y otras como la economía del bien común, la economía de comunión, la economía ecológica, las ecovillas, etc.) una y economía pública.
  • El «sistema como algoritmo«, ya sea en lo macro como en lo micro en inteligencia artificial o en lo biológico. En esta dirección va Harari con su libro «Homo Deus» y un sistema (¿el del siglo XXI?) con economías de plataformas, si sobrevivimos al cambio climático.
  • El sistema como ”orden” (u organización social o socioeconómica) actual porque es injusto, porque predomina el no cumplimiento de las reglas (corrupción), porque las reglas no son justas o adecuadas….entre otras. Políticos o actores sociales “anti-sistema” con diversos enfoques, cuando lo cuestionan.

La noción de sistema en Economía

  • Surge en el Siglo XIX como “reacción” a la economía clásica (en particular a Adam Smith y David Ricardo)
  • Los Clásicos como Smith se van a focalizar en lo que quieren “combatir”, es decir el “sistema mercantil” pero no van a profundizar mucho la noción del “sistema” (hay UNA SOLA economía que garantiza la riqueza de las naciones)
  • SOMBART sí habla de SISTEMA y enuncia como principales características:
  1. Espíritu de un sistema: (recordar la obra de Max Weber “El espíritu del Capitalismo”) Está constituido por ideas, creencias y móviles dominantes de la actividad económica. En general se traducen a los valores admitidos en la sociedad (normas introyectadas e “ideales”) que motivan los comportamientos económicos.
  2. La forma: es el molde en el cual el espíritu puede manifestarse, a través del conjunto de elementos jurídicos sociales que definen el cuadro de la actividad económica y y la relación entre sujetos económicos.
  3. Su Técnica o Substancia que consiste en el conjunto de instrumentos y procedimientos materiales por los cuales se obtienen y transforman los bienes (es decir, la tecnología). Sobre la base de estos elementos Sombart entiende que han habido 5 sistemas:
  • La economía de auto-subsistencia.
  • La economía artesanal.
  • La economía capitalista.
  • La economía colectivista.
  • La economía corporativa o corporativista (sería el caso del fascismo y el nazismo, en una variante extrema)

Lajugie (tributario de la Escuela Historicista Alemana), lo define como:

  • Un conjunto coherente de instituciones jurídicas y sociales en el seno de las cuales son puestos en práctica, para asegurar la realización del equilibrio económico, ciertos medios técnicos, organizados en función de ciertos móviles dominantes.
  • El régimen económico no es más que un elemento del sistema, y se define como el conjunto de reglas legales que, en el seno de un sistema dado, rigen las actividades económicas de los hombres, es decir sus hechos y acciones en materia de producción y cambio.

Las reglas pueden tener un doble objetivo

  • Las relaciones de los hombres con los bienes: el régimen de los bienes plantea el problema de la propiedad.
  • Las relaciones de los hombres entre sí: el régimen de las personas plantea el problema de la libertad económica.

Para más detalle sobre este autor veáse Lajugie, J., (1997, y varias ediciones) “Los Sistemas Económicos”, EUDEBA, Buenos Aires.

Podemos también decir que…

  • Al “régimen económico” también se lo define como “ORDEN jurídico” o más generalmente “ORDEN”.
  • El “des-orden” se produce cuando el “orden jurídico” no coincide con determinadas prácticas sociales, formas sociales o culturas determinadas. Un ejemplo de esto sería el caso de las mafias o el narcotráfico.

 ¿Qué pasa cuando hay “desorden”?

  • El “sistema” se desequilibra, se “caotiza”, lo informal y lo ilegal comienzan a crecer
  • Si hacemos un paralelismo con el cuerpo humano como “sistema”, cuando se sale del “equilibrio” o “armonía” emerge la “enfermedad”, lo “no saludable”, lo “patológico”…

 Concepción “sistémica” y su relación entre el “todo o sistema” y “la salud”

  • En la Conferencia de Alma-Ata, en 1978 de la OMS, se define “salud” como un estado de COMPLETO BIENESTAR FÍSICO, MENTAL Y SOCIAL, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades… cuya realización exige la intervención de muchos otros actores sociales y económicos además del de la salud (subyace la concepción de sistema para la ciencia de la salud).

 El “sistema ¿puede dañar o matar”?

  • Los móviles, procesos y resultados de un sistema pueden “excluir”, hacer “inclusiones no satisfactorias”, y cuando se producen “malformaciones” (como la mafia o el narcotráfico) y en consecuencia todo esto “es poco saludable”, daña o mata.

La cuestión del Equilibrio, el Desequilibrio y el Caos

  • En otra presentación trataremos de hacer mención a estos importantes aspectos, a los cuales se han referido científicos tan diversos como Newton, Smith, Walras, Nash, Prigogine….

 PARA EL MARXISMO

  • Marx no utiliza la palabra “sistema”. Los autores que analizan la obra de Marx, Nietzsche y Kierkegaard señalan que los tres se enfrentaron con “EL SISTEMA” entendiendo por esta palabra la cosmovisión y enfoque “hegeliano
  • Utiliza el término “Modo de Producción”, modo de obtener los bienes materiales necesarios al hombre para el consumo productivo y personal.
  • En la Contribución a la Crítica de la Economía Política plantea que: “El conjunto de las relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se eleva una super-estructura jurídica y política, y a la que corresponden formas sociales determinadas de conciencia”

 MODO DE PRODUCCIÓN

  • Unidad de las Fuerzas Productivas: conjunto de los medios de producción – base material y técnica- y de los hombres – los trabajadores- que los emplean para producir bienes materiales y
  • de las Relaciones Sociales de Producción: conjunto de relaciones económicas que se establecen entre los hombres independiente-mente de su conciencia y voluntad, en el proceso de producción, cambio y distribución de los bienes materiales.

 BASE Y RELACIONES

  • En la base de las relaciones de producción se encuentra en las relaciones de propiedad sobre los medios de producción.
  • El carácter de las relaciones de producción depende de quienes sean los dueños de los medios de producción.

 CUATRO MODOS DE PRODUCCIÓN

  • Esclavista.
  • Feudal (con su variante asiática).
  • Capitalista.
  • Socialista.

Una configuración multilineal y más compleja se puede consultar en la página 42, del texto Umberto Melotti, (1972),  “Marx y el Tercer Mundo”, de Amorrortu Editores, Buenos Aires y visualizar en la siguiente imagen:

Más recientemente un economista alemán Walter Eucken (1891-1950) los clasifica de la siguiente manera:

[vc_row][vc_column width=’1/3′]Modo de Funcionamiento[/vc_column][vc_column width=’1/3′]Propiedad Privada[/vc_column][vc_column width=’1/3′]Propiedad Colectiva[/vc_column][/vc_row]

[vc_row][vc_column width=’1/3′]Mercado[/vc_column][vc_column width=’1/3′]Capitalismo Clásico[/vc_column][vc_column width=’1/3′]Socialismo de Mercado[/vc_column][/vc_row]

[vc_row][vc_column width=’1/3′]Plan (Imperativo, no indicativo o estratégico)[/vc_column][vc_column width=’1/3′]Economía Capitalista de Guerra[/vc_column][vc_column width=’1/3′]Socialismo Centralizado[/vc_column][/vc_row]

La Teoría General de los Sistemas

  • Karl Ludwig von Bertalanffy (1901-1972) biólogo austríaco que luego de la Primera Guerra Mundial hizo sus primeros aportes a una Teoría General de los Sistemas. Su edición ampliada y corregida se publicó en 1969.
  • Presentó una teoría que intenta explicar todos los fenómenos científicos a través de la interacción entre las ciencias naturales y sociales desde los elementos más simples como los átomos y moléculas hasta los más complejos.
  • La Teoría General de los Sistemas (T.G.S.) propuesta, más que fundada por Bertalanffy, aparece como una meta teoría, una teoría de teorías, que partiendo del muy abstracto concepto de sistema busca reglas de valor general, aplicables a cualquier sistema y en cualquier nivel de la realidad.
  • En el marco de esta teoría en la siguiente imagen hay un aporte de Kenneth Boulding sobre “jerarquías de sistemas” que se ordenan en 9 niveles de acuerdo con su complejidad (desde “frameworkssystem” hasta “transcendental”). Para mayor detalle véanse fuentes como: https://www.panarchy.org/boulding/systems.1956.html

Karl Polanyi: “FORMAS DE INTEGRACIÓN” EQUIVALENTE A “SISTEMAS”

  • Este autor diferencia lo que es un enfoque «formal» de la economía, respecto de un enfoque «sustantivo», adoptando este último. Relacionado con él considera que un estudio relativo a la manera en que las economías empíricas son institucionalizadas debe en primer lugar ligarse a la manera en que la economía adquiere unidad y estabilidad, es decir a la interdependencia y a la recurrencia de sus elementos. Esta investigación se efectúa por medio de una combinación de un número limitado de modelos que se podrían denominar formas de integración.

 Las formas de INTEGRACIÓN están relacionadas con MODELOS

  • Como ellos se producen paralelamente a niveles diferentes y en sectores diferentes de la economía, es frecuentemente imposible considerar uno solo entre ellos como dominante, de modo que ellos permitan proceder a una clasificación general de las economías empíricas

 TRES MODELOS PRINCIPALES

  • Desde un punto de vista empírico constatamos que los principales modelos son la reciprocidad, la redistribución y el intercambio.
  • Retomaremos en otra presentación las características que han tomado y pueden tomar en la historia.
  • Para más detalle véanse textos como Polanyi, K. (1957), The Economy as an Instituted Process, en Trade and Market in the Early Empires. Economies in History Theory, The Free Press, New York.

Georgescu-Roegen y el enfoque bioeconómico

  • Los sistemas biológicos y económicos no son sistemas aislados, sino estrechamente interrelacionados. Una síntesis sobre su enfoque se puede encontrar en un texto de Oscar Carpintero: https://blogsostenible.wordpress.com/libros-gratis/libros-sobre-economia-politica-paz/libro-la-bioeconomia-de-georgescu-roegen-por-oscar-carpintero/

 El rol del cambio tecnológico

Otros “conceptos” o categorías “totalizadoras” similares

  • Cultura/s: desde “valores en común” hasta “todo el quehacer un humano de un grupo determinado”. Algunos “culturalistas” hablan de “sistemas culturales”.
  • De acuerdo con el estructuralismo de Lévi-Strauss (tesis que comparte con White), la cultura es básicamente un sistema de signos producidos por la actividad simbólica de la mente humana

 Una diferencia importante…

  • Entre “communitas” y “societas”, según Victor Turner (1920-1983,  antropólogo cultural) y tomado por Z. Bauman
  • Comunidad: Tener “en común” un pasado, un presente, un futuro, una identidad, intereses, valores, visiones, prácticas, proyectos…
  • Según Victor Turner, y mencionado por Z. Bauman, está caracterizada por homogeneidad, igualdad, ausencias de status, y anonimidad (asociado a lo pre-moderno). El uso de “comunidad” también refiere a la posibilidad de que un “padre” o una “madre” sean quienes lideren la misma, o a que “los hermanos se roten.. o una forma de “mayorazgo”…
  • Sociedad: Es un concepto que aparece en la “modernidad” (a diferencia del comunitarismo) y se expresa a través de la   heterogeneidad, inequidad, diferenciación de status, y nominatividad. El liderazgo en lo “moderno” está asociado, aunque no siempre (ej.Hitler), a formas “democráticas”

 Otros conceptos más complejos…

  • La idea o el enfoque “totalizador” de “sistema” tiene analogías con el concepto de “campo” (y su relación con las “partículas”) en la física cuántica,
  • Entre otros …. y aquí finalizamos esta breve presentación de algunas de las principales acepciones del tema

 A modo de conclusión provisoria….

La mirada desde lo sistémico y complejo del mundo no es sencilla y requiere de múltiples abordajes

Distintos enfoques, a partir de lo económico, priorizan la interrelación de:

  •  Móviles generados por necesidades, deseos y emociones, racionalidad/es, valores, ideologías, visiones o cosmovisiones, expresiones culturales…
  •  Procesos y formas desde espontáneos y coyunturales hasta estructurales y con diversas expresiones institucionales (y por lo tanto socio-políticas y vinculadas al poder) de relaciones entre las personas (entre sí, con los bienes y con una mediación tecnológica que se va acelerando, profundizando y en perspectiva autonomizándose) con distintos tipos de conflictividad y expresiones (de inclusión/exclusión, ser o tener, lo individual y lo común, etc.), reconfigurándose actividades humanas (como el trabajo y el ocio) en un contexto medioambiental evolutivo (de continuidades y rupturas, incluyendo la temática del cambio climático),
  • Expresándose lo anterior en resultados que se manifiestan de distintas maneras: equilibrio o desequilibrio, desarrollo (en particular en qué dirección se expresa la libertad, la cuestión de la equidad y la justicia, y más en general en qué tipos de vínculos).

Por lo tanto cualquier cuestión vinculada al “cambio” deberá tener en cuenta todos estos aspectos (en un contexto de “aceleración” y de creciente asimetría entre destrucción y creación/cuidado) y de articulación entre lo micro y lo macro, de pasaje de lo abstracto a lo concreto y de prueba y error revisando móviles, procesos y resultados. Será relevante el ser conscientes de que no hay «atajos» (por ejemplo la voluntad de unos contra otros como forma de poder ejerciendo una coerción violenta) dado que la historia enseña que, a la corta o a la larga, no tiene viabilidad de cambio profundo y sostenible en el tiempo.

¿Podremos darle un “sentido” al cambio, con un ritmo y una práctica democrática y sostenible en dirección a “un mundo mejor”? o nos extinguiremos y pereceremos porque no sabremos evolucionar con sabiduría?

PD: Existen otras notas vinculadas con el sistema y la moral, su formulación inicial, el sistema como «jaula de hierro«, la complejidad del tema, la posibilidad de evolucionar hacia un postcapitalismo….y la sección denominada «otras economías«.

Del equilibrio de fuerzas al de armonía, equidad y amor

La noción de equilibrio se la define, en general, como el «estado de inmovilidad de un cuerpo sometido a dos o más fuerzas de la misma intensidad que actúan en sentido opuesto, por lo que se contrarrestan o anulan». En el caso de la noción de armonía se la expresa como el «equilibrio, proporción y correspondencia adecuada entre las diferentes cosas de un conjunto». El ejemplo clásico de esto se da en la música. Trataremos de hacer una reflexión sobre estas cuestiones planteando que necesitamos ir hacia un equilibrio armónico entre el cuidado del adentro y del afuera (como muestra la imagen de la entrada) y que el mismo sea con «más música y menos fuerza (como dominio)» que nos permita converger hacia un mundo mejor.
Entendemos que una de las cuestiones que subyace debajo de un equilibrio armónico es que haya un «piso» de justiciaEste término tiene distintas acepciones ya sea, por ejemplo, en la tradición judeocristiana como en la aristotélica (que luego fuera tomada por Santo Tomás de Aquino). Respecto de esta última, según esta fuente «la justicia universal representa la suma de las virtudes en las relaciones sociales… e implican que las mismas están sometidas a la autoridad y regularidad de las leyes… Sin embargo, aunque la legalidad es una condición necesaria de la justicia, no es una condición suficiente, pues las leyes positivas pueden ser injustas». En cuanto a la justicia particular «es una virtud (ética) entre otras (una parte del todo) que tiene como función básica contener la codicia (pleonexia) que se manifiesta en el comportamiento de los individuos. Mientras la justicia universal tiene como fin primordial el bien determinar el bien en términos colectivos, la justicia particular se centra en la determinación del bien en las relaciones entre individuos particulares». De acuerdo con la misma fuente se desagrega en los siguientes elementos:
  • «la justicia distributiva se sustenta en una proporcionalidad geométrica, la cual presupone definir un criterio de distribución, así como el mérito de cada individuo en relación con ese criterio (tratar igual a los que son iguales y de manera desigual a los desiguales). Aunque no es posible definir en abstracto un solo criterio de distribución, lo que se puede establecer es que, en la medida que la justicia distributiva es parte de la justicia universal, los criterios distributivos en las sociedades deben sustentarse en un consenso de todos los participantes.
  • la justicia conmutativa implica tanto el intercambio voluntario, faceta para la cual podemos reservar el término de justicia conmutativa en sentido estricto, como la situación en la que existe un daño que requiere ser reparado, faceta a la que podemos llamar justicia correctiva. Una manera de aproximarse a esta diferenciación es tomando en cuenta la actual distribución entre derecho civil y derecho penal…En sentido estricto se sustenta en una proporcionalidad aritmética. Si la división social del trabajo conduce a la necesidad del intercambio de bienes, se requiere que este intercambio se realice de manera voluntaria y que en este proceso el valor de los bienes intercambiados sea igual, para que cada uno conserve el valor de los bienes que le corresponden. La justicia conmutativa en su faceta de justicia correctiva tiene como objetivo restaurar la igualdad cuando esta se ha roto debido a acto violento, ya sea abierto u oculto. Aunque Aristóteles afirma que la justicia correctiva debe sustentarse también en una proporción aritmética, en su polémica en torno al término de reciprocidad asume la necesidad de una proporcionalidad geométrica para establecer la pena al infractor. Ello parece indicar una concepción jerárquica del orden social, inaceptable desde el punto de vista de las sociedades modernas».
Este enfoque -como se ha dicho- luego fue desarrollado por Santo Tomás y aplicado a conceptos como el «justo precio», abandonado en la modernidad (más recientemente ha tenido una actualización bajo el concepto de «comercio justo«). Desde los inicios de la ciencia económica, la misma ha estado muy influenciada por otras disciplinas como la física newtoniana y su noción de equilibrio (de fuerzas). Trasladado esto a la economía, su noción de equilibrio va a estar despojada de cualquier connotación valorativa y se va a referir al equilibrio (ya sea estático en un momento determinado, o dinámico) de las distintas fuerzas que operan en el mercado (1). El marco legal sólo tiene que garantizar el libre juego de fuerzas. Lo anterior luego va ir siendo formalizado por distintos pensadores como Vilfredo Pareto donde, según esta fuente «dada una asignación inicial de bienes entre un conjunto de individuos, un cambio hacia una nueva asignación que al menos mejora la situación de un individuo sin hacer que empeore la situación de los demás se denomina mejora de Pareto. Una asignación se define como «pareto-eficiente» o «pareto-óptima» cuando no pueden lograrse nuevas mejoras de Pareto. La eficiencia de Pareto es una noción mínima de la eficiencia y no necesariamente da por resultado una distribución socialmente deseable de los recursos. No se pronuncia sobre la igualdad, o sobre el bienestar del conjunto de la sociedad». Como bien señala Amartya Sen «puede haber muchas situaciones que son eficientes en término de Pareto sin que todas sean igualmente deseables o aceptables desde el punto de vista de la sociedad (o sus miembros)».

Respecto de la cuestión de la igualdad (que no aborda Pareto) y su relación con la libertad en una sociedad democrática, va a ser desarrollado desde la filosofía política liberal por pensadores como John Rawls (2) y, en particular, en su libro «Teoría de la Justicia«. En el mismo intenta resolver el problema de la justicia distributiva empleando una variante del recurso familiar del contrato social. La teoría resultante se conoce como «Justicia como equidad«, de la cual Rawls deriva sus dos célebres principios de justicia: El principio de la libertad y El principio de la diferencia. Para este pensador el primer principio de justicia es que cada persona debe tener un derecho igual al esquema más extenso de libertades básicas iguales compatible con un esquema similar de libertades para otros. El segundo principio de justicia consiste en que las desigualdades sociales y económicas deben de resolverse de modo tal que:

  1. resulten en el mayor beneficio de los miembros menos aventajados de la sociedad (el principio de la diferencia).
  2. los cargos y puestos deben de estar abiertos para todos bajo condiciones de igualdad de oportunidades (justa igualdad de oportunidades)

Más allá de la gran significación que ha tenido, así como sus aspectos controversiales y múltiples comentarios que recibió, es un gran «avance» desde el enfoque liberal el abordar la cuestión de la justicia como equidad y sus derivaciones en el derecho, la economía, la sociedad (la ciudadanía) y la política.

El pensamiento socialcristiano y socialdemócrata van a retomar en la modernidad también la cuestión de la justicia social. Según esta fuente en el primer caso se remonta a Luigi Taparelli, «considerado uno de los fundadores de la doctrina Social de la Iglesia, basó sus ideas en una renovación del pensamiento tomista y consideró que la justicia social era una noción diferente tanto de las nociones de justicia conmutativa como de la justicia distributiva, que caracterizan al pensamiento aristotélico-tomista (3).

Varias décadas después, a finales del siglo XIX, el término «justicia social» (social justice) vuelve a usarse en Inglaterra, por parte de los socialistas fabianos. La expresión ya aparece en los famosos Fabian Essays in Socialism (Ensayos fabianos sobre el socialismo), publicados en 1889. En el socialismo fabiano, la justicia social desempeña el papel de finalidad ética por excelencia, para guiar la evolución social mediante cambios no revolucionarios hacia un sistema de socialdemocracia. A partir de los fabianos, el concepto de justicia social fue adoptado por la socialdemocracia, principalmente en InglaterraFrancia y Argentina. En Inglaterra, el concepto pasó al Partido Laborista inglés, al que la Sociedad Fabiana se integró, y fue aceptado y retomado por el gobierno liberal a través de su emergente el Ministro de Comercio David Lloyd George, cuyo objetivo manifiesto era «lograr la justicia social». En la misma época, en Francia, el Partido Socialista a través de Jean Jaurés, adopta el concepto de justicia social como parte de su socialismo ético y pacifista. En Argentina, el Partido Socialista incorpora el concepto a través de Alfredo Palacios, elegido diputado en 1904, vinculando las ideas de «nuevo derecho» y justicia social.

Luego de la Primera Guerra Mundial, en 1919, se crea la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que incorpora la noción de justicia social a su Constitución, en la primera frase, como fundamento indispensable de la paz universal… A partir de este punto, la discusión de la justicia social entró al discurso jurídico y académico. En 1931, la noción de justicia social se incorpora plenamente a la Doctrina social de la Iglesia Católica, al utilizarla el papa Pío XI en la Encíclica Quadragesimo anno. Para Pío XI, la justicia social es un límite al que debe sujetarse la distribución de la riqueza en una sociedad, de modo tal que se reduzca la diferencia entre los ricos y los necesitados:

58. A cada cual, por consiguiente, debe dársele lo suyo en la distribución de los bienes, siendo necesario que la partición de los bienes creados se revoque y se ajuste a las normas del bien común o de la justicia social, pues cualquier persona sensata ve cuán gravísimo trastorno acarrea consigo esta enorme diferencia actual entre unos pocos cargados de fabulosas riquezas y la incontable multitud de los necesitados.

De nuevo, en la encíclica Divini Redepmtoris de 1937, la Iglesia prescribió que la realización de la justicia social dependía en la promoción de la dignidad de la persona humana. El mismo año, a causa de la documentada influencia de Divini Redemptoris en sus redactores, la Constitución de Irlanda fue la primera constitución en consagrar el término como un principio de la economía en el Estado, y después otros países alrededor del mundo hicieron lo mismo a lo largo del siglo XX, incluso en regímenes socialistas como la Constitución de Cuba de 1976.

A finales del siglo XX, un número de pensadores, especialmente Friedrich von Hayek, rechazó el concepto diciendo que no significaba nada, o significaba muchas cosas.​ Sin embargo, el concepto mantuvo su influencia, particularmente con su promoción por filósofos como John Rawls (que se mencionó más arriba). Aunque el significado de justicia social hoy varía, al menos tres elementos comunes pueden ser identificados en las teorías contemporáneas al respecto: un deber del Estado de distribuir ciertos medios mínimos vitales (como derechos económicos, sociales y culturales, por ejemplo), la protección de la dignidad humana y las acciones afirmativas para promover la igualdad de oportunidades

Al liberalismo económico no le gustan los enfoques que venimos de mencionar (salvo el de Hayek y similares) porque distorsionan las fuerzas del mercado. También desde un pensamiento progresista, exponentes como Tzvetan Todorov, nos alertan sobre quienes buscan lo que consideran “el bien” de cualquier manera y a cualquier costo imponiendo su poder con una actitud mesiánica. Ambas posiciones tienen elementos válidos a ser tenidos en cuenta en el sentido de que:

  • hay que ser realistas de que «las fuerzas de los intereses» particulares tiene distintas formas de expresarse en la economía (en lo que llamamos mercado), en la sociedad y en la política, y deben ser tenidos en cuenta. No se trata de distorsionar estas fuerzas sino de luchar por darles otro sentido. Ser conscientes de que ello es el fruto de un largo proceso evolutivo que nos ha llevado a un capitalismo que disminuyó la pobreza pero es cada vez más desigual y degradante del medio ambiente, pero que no es sustentable. Ello no puede resolverse de «cualquier manera» (hay ejemplos que así lo testimonian) porque pueden conducirnos a un mundo peor, en linea con lo que se menciona a continuación:
  • buscar el bien no es suficiente sino que es deseable y necesario que ello se haga articulando igualdad con libertad en el marco de un sistema democrático, como plantea Rawls y tantos otros. Ejemplos concretos de esto son países como Suecia, o en general los países escandinavos. Estas experiencias, con sus debidas adaptaciones a cada realidad (4), deberían ser un nuevo piso civilizatorio.

De la lucha por ese nuevo piso civilizatorio donde haya equidad, deberíamos seguir evolucionando tomando expresiones sublimes de la cultura humana como es la música que -como dijimos al principio- expresan un equilibrio armónico. Es una metáfora que, tal vez, nos pueda estimular a pasar de situaciones dolorosas y dramáticas de desarmonía (interior y exterior) por conflictos entre fuerzas de dominio, a ser partícipes de una energía transformada en música como lo expresa la sinfonía Oda a la Alegría de Beethoven. Tal vez sea utópico pero se podría intentar, no?

(1) cabe decir que hay distintas situaciones de equilibrio y de desequilibrio, así como diversos enfoques como es el caso del equilibrio de Nash, que no se desarrollarán en esta breve nota. Desde el punto de vista de la teoría económica se puede consultar el texto de Joseph A. Schumpeter, Historia del Análisis Económico, Ed. Ariel, Barcelona, 1954, páginas 1037 a 1143.

(2) En el libro «Rawls, la justicia es la virtud más importante de una sociedad democrática», Colección Aprender a pensar, RBA, España, 2015, en la pagina 60 dice: «según Rawls, la cultura política occidental entiende la sociedad como un sistema equitativo de cooperación a lo largo del tiempo, de una generación a otra. De entrada, esto significa que rigen la convivencia y la cooperación entre las personas tienen que aparecer adecuadas a todas ellas, si se quiere la aceptación general. No existe la cooperación forzada. Pero también significa que los bienes sociales son tales porque se han producido colectivamente, gracias a la cooperación entre todos los ciudadanos. Por consiguiente sostuvo Rawls que <<todos los que están comprometidos con la cooperación y cumplan con ella tal y como lo exijan las reglas y los procedimientos (aceptados por todos) han de resultar beneficiados de la manera convenientemente fijada por un punto de referencia adecuado>>. Este punto de referencia serán los principios de justicia distributiva.» En la página 61 se explican las diferencias que tiene Rawls con el comunitarismo y con el neoliberalismo.  Por otra parte la cuestión de la cooperación subyace en la teoría del equilibrio general de Léon Walras (quien fuera un gran promotor del cooperativismo). En la cita 105, de la página 1088, del libro de Schumpeter mencionado en (1), comenta que Walras criticó a los economistas ingleses por confundir la función empresarial con la del capitalista, y que lo que hizo fue aislar la función «combinadora con mayor claridad, y la emparenta al cuarto agente productivo de Marshall: la organización». También menciona que este autor admitiera en su enfoque «colectividades entre lo empresarios«.

(3) Cabe destacar que en la parábola de los jornaleros en el Evangelio (Mateo 20) Dios «va más allá de la justicia» (puede abordarse desde el enfoque del «don generoso»). Está relacionado con el enfoque y práctica del altruismo.

(4) para la adaptación al caso argentino es interesante la opinión de Beatriz Sarlo en este video.

¿Economias Desequilibradas y Enfermas?

La idea de equilibrio viene desde la antigüedad, y es aquella condición de la materia (o de un cuerpo) que le permite ser estable con respecto a las fuerzas con las que interactúa en el espacio donde se encuentra. Toma características específicas en la economía clásica, luego es formalizado en la economía neoclásica como teoría del equilibrio general por León Walras. En cuanto al concepto de equilibrio, hoy sabemos que -según autores como Ilya Prigogine– es una situación muy particular, y lo que predomina dinámicamente es el desequilibrio y el caos (como «n» situaciones).

Coincidiremos que la desarmonía y el desequilibrio en la relación entre personas, sectores, regiones o países no es deseable y es fuente de conflictos, muchas veces violentos. Toma, en general la forma de desigualdad y por lo tanto de injusticia. Si el enfoque es reparar estas injusticias se requiere jugar la libertad positiva en acciones afirmativas o re-equilibradoras. En esta reflexión haremos referencia a un caso particular vinculado al título de la nota, con especial enfoque al caso argentino.

Relacionado con lo que venimos de mencionar, esta temática ha tenido múltiples aplicaciones en economía, como es el caso de las «estructuras productivas desequilibradas» (EPD) que desarrollara particularmente el ingeniero, empresario y economista argentino Marcelo Diamand. Ha escrito numerosas publicaciones y libros, y en un acto en su honor del 8/7/2011 se presentó el libro «Ensayos en Honor de Marcelo Diamand» por parte de sus compiladores (Pablo Ignacio Chena, Norberto Eduardo Crovetto y Demián Tupac Panigo) donde se sintetiza, comenta y actualiza su análisis de manera muy rigurosa y precisa en cuanto a sus principales aportes.

No nos es posible sintetizar 349 páginas del libro mencionado, pero glosando algunos capítulos, podemos afirmar que «la EPD es una forma específica de heterogeneidad estructural. De acuerdo con este punto de vista específico, Argentina muestra un desequilibrio estructural entre la productividad del sector primario exportador y la productividad industrial (Diamand, 1986). La opción por la industrialización implica precios industriales superiores a los precios internacionales. Sin embargo, el tipo de cambio se basó en los costos del sector primario, que por razones naturales (fertilidad, etc.) es el más productivo».  Más adelante en el Capítulo 4 se dice que «en tal contexto, con base en el tipo de cambio «pampeano» (hoy se trataría de un tipo de cambio «sojero-financiero», ver Curia, 2008), cuando se traducen en dólares, los precios industriales resultan superiores a los internacionales. Enseguida Diamand aclara un gran malentendido. Distintos analistas han tendido a explicar la carencia de exportaciones industriales y los más altos precios fabriles como resultante de una presunta «ineficiencia» del sector industrial. En verdad, la industria no es que no exporta por ser «ineficiente» sino porque no puede competir con la productividad «natural» del agro, del mismo modo que «los altos precios industriales en Venezuela se deben a la incapacidad de la industria local de competir con el petróleo venezolano y los altos precios industriales chilenos a su incapacidad de competir con el cobre chileno» (Diamand, 1972: 9). ¿Por qué el tipo de cambio se fija en base al sector primario? Este es el tipo de cambio «natural» al momento de lanzarse la industrialización. Las exportaciones argentinas son exportaciones agropecuarias (no hay otras). Por ende la paridad cambiaría refleja este hecho. Sin embargo, el problema persiste: ¿por qué una vez iniciada la industrialización, cuando ya existe un incipiente sector industrial, el tipo de cambio no se fija en niveles «pro-exportaciones industriales»?»

En el centro de las propuestas de Diamand para resolver la EPD estará la fijación de tipos de cambios múltiples a través de derechos de exportación favoreciendo las exportaciones industriales, junto a una política de sustitución de importaciones, y otros instrumentos de política. En el capítulo 10, página 159 del libro mencionado, Jorge Remes Lenicov explica que «los derechos de exportación no están prohibidos y respetan lo establecido por GATT/OMC en 1994. Esto explica porque son aplicados por algunos países desarrollados (Canadá, Noruega y Nueva Zelandia) y muchos países en desarrollo (Indonesia, China, Rusia, India), básicamente para los productos agrícolas y pesqueros».

Tener en cuenta lo anterior conlleva a «salir del péndulo de Diamand» de la historia económica argentina, entender -desde un punto de vista racional- la complejidad sistémica de una estructura productiva heterogénea como la Argentina (Capítulo 3, del libro mencionado) donde sus características hacen que el sector más productivo sea a la vez el proveedor de bienes salario en el mercado interno (a diferencia de Bolivia y otros países donde la minería es preponderante) por lo que el valor en dólares y el tipo de cambio sean cruciales para los precios internos (y por lo tanto en el nivel de inflación). El problema, según nuestro entender, fue que la instauración de derechos de exportación luego de la salida de la convertibilidad (como en otros momentos de la historia argentina) tenían «lógica» dado el gran salto devaluatorio que implicó su salida, pero luego se utilizó de manera discrecional y abusiva que tuvo un momento crítico con el conflicto de la llamada «Resolución 125» y su rechazo en el Congreso. Además de este tema puntual ha habido mucho debate sobre como afrontar esta problemática y hay análisis críticos de este enfoque como el que hizo Santiago Chelala.

El fenómeno de la EPD tiene similitudes, aunque no es lo mismo, con la denominada «enfermedad holandesa» (imagen de la entrada, a la que se le dio ese nombre por el impacto que tuvo la generación de riqueza y gran entrada de dólares por el descubrimiento en el año 1959 y explotación por parte de Holanda de yacimientos de petróleo en el Mar del Norte) o «maldición de los recursos naturales» que hemos comentado en otra entrada. Esto es mencionado en el libro de referencia (en la Introducción, por Aldo Ferrer y Jorge Remes Lenicov) planteando su carácter pasajero como «enfermedad» y la diferencia si afecta a países desarrollados o en vía de desarrollo. También es mencionado por Joseph Stiglitz, en un articulo de 2005 («Making natural resources into a blessing rather than a curse». En Schiffrin, A., y Svetlana Tsalik, A. (Eds). Covering Oil: A Reporter’s Guide to Energy and Development. New York: Open Society Institute) donde propone cambiar el enfoque de «maldición» por el de «bendición» en la medida que se instrumenten un conjunto de políticas económicas que él sugiere (por ejemplo crear fondos de estabilización como hicieron Noruega y otros países).

Como síntesis, y teniendo como trasfondo el caso argentino, nos animamos a decir:

  • la enfermedad holandesa, o los fenómenos descriptos por ese nombre, son reales y deben ser tenidos muy en cuenta, en especial si se desarrollan de manera significativa -por ejemplo- recursos asociados al yacimiento de Vaca Muerta o si el valor de los granos de soja se incrementan significativamente en el mercado internacional,
  • en el año 2024 se la ha aplicado en notas como esta, También se la aplicado a las provincias en trabajos como este: “Enfermedad holandesa en las jurisdicciones subnacionales: una explicación del estancamiento Marcelo Capello y Alberto Figueras. Revista Cultura Económica Año XXV • No 69 • Agosto 2007: 15-24” que se encuentra en internet.
  • la estructura económica económica desequilibrada se da en muchos países, y entre ellos -de manera particular- en la Argentina. Ha sido muy analizada por Marcelo Diamand y colaboradores, tal como se especificó más arriba. Es fundamental tenerlo muy presente tanto a nivel de diagnóstico (en sus implicancias productivas y distributivas) como de propuestas de política económica.
  • En cuanto a las propuestas de política económica, los derechos de exportación tienen una larga tradición en Argentina hasta la actualidad. Lamentablemente la extracción de una renta excesiva al sector agropecuario durante el ex IAPI (que Perón revisó conceptualmente en 1973) hasta las políticas llevadas a cabo por Guillermo Moreno durante el gobierno de Nestor y Cristina Kirchner, tuvieron como resultado no sólo la «no inversión» (como el caso del sector energético) sino también la desinversión (como el caso de la liquidación de vientres del sector ganadero) por citar sólo dos ejemplos. Cuando fue (o se visualizó) como excesiva o expropiatoria tuvo efectos muy indeseables para la economía.
  • En el marco de lo anterior es difícil un debate desapasionado en la Argentina sobre la temática de las retenciones. Al respecto es interesante, desde el punto de vista técnico económico y político este artículo de Eugenio Diaz Bonilla. En el marco de que en el año 2018 el dólar pasó de $20 a $ 40, y que desde abril se generó una mayor inestabilidad cambiaria, a comienzos de septiembre se anunció una política de derechos de exportación generalizada a fin de recaudar fondos para ir un déficit fiscal cero (*).

Ojalá se pueda incluir en los consensos básicos de políticas de estado de desarrollo productivo esta realidad planteada en este nota, o una eventual enfermedad holandesa por un desarrollo exitoso del yacimiento de Vaca Muerta, sin mezquindades, dogmatismos, racionalidad y teniendo conciencia que es para bien de todos.

PD: Agradezco los comentarios de Jorge Remes Lenicov respecto del desafío que conlleva incluir a los servicios exportables y la economía digital (como fenómenos nuevos respecto del planteo original de Diamand) y que los reintegros para las economias regionales tienen un limite: solo pueden existir para cubrir los impuestos indirectos. Si fueran superiores se convierten en un subsidio y eso no está permitido por la OMC. También agradezco los comentarios de Juan Carlos Esteves sobre el Plan Krieger Vasena.