¿Podemos gestionar nuestras polaridades de manera positiva?

Los seres humanos, a veces, enfocamos los problemas de manera binaria, tipo blanco o negro, sin visualizar los matices, los grises, y lo complejo de un problema personal, grupal u organizacional (1), o de las conversaciones que se dan en un país (con escucha, diálogo y respeto mutuo o no) (2).

En lo que se refiere a lo grupal u organizacional quien lo ha encarado más detalladamente es Barry Johnson y su libro Polarity Management (3).

De la nota (3) al pie transcribimos la parte de “Exactitud y completitud”, como sigue: “Exactitud. ¿Quizás ya conozcas esta famosa ilusión óptica que se muestra arriba? ¿Puedes ver las 2 mujeres en esta imagen? (se refiere a esto).

Durante un almuerzo, mientras hablaba sobre la Gestión de Polaridades con mis colegas, nos detuvimos en esta imagen que uno de ellos no conocía. Aquí hay un extracto de nuestra conversación (editada):

Yo: ¿Qué ves en esta imagen?

Colega A: Veo a una mujer joven. Yo: ¿Nada más? ¿Y si te dijera que también hay una mujer anciana?

Colega A: No la veo, ¡pero confío lo suficiente en ti como para creer que existe!

Colega P: ¿Quieres que te ayude a verla?

Colega A: ¡Sí, por favor!

Encontré esta situación muy representativa de la diferencia entre exactitud y completitud. De hecho, mi colega A tenía razón al decir que veía a una mujer joven, pero su visión era incompleta. La incompletitud de la percepción combinada con la convicción de exactitud es la fuente de conflictos potenciales.

En el caso de que el colega P solo viera a la mujer anciana, podríamos decir que ambos estaban «en lo correcto». Sin embargo, eso es la parte fácil. Lo más difícil es ver la imagen alternativa. En ese caso, hay diferentes formas de comunicarse al respecto:

Colega A podría haber dicho «la mujer anciana no está allí», contradiciendo la exactitud de la realidad del colega P, lo que habría generado una resistencia innecesaria y posiblemente un conflicto.

Finalmente, colega A dijo «no la veo», lo que provocó que colega P ofreciera su ayuda y empatía para complementar su visión con la imagen alternativa.

Nota: El clima de confianza entre nosotros probablemente ayudó en la situación, ¡pero supongo que podrías encontrar ejemplos donde esto no sea tan fácil! 😉

Contradecir la exactitud de la realidad del otro es generar una resistencia innecesaria. Renunciar por un momento para obtener más.

Estamos estudiando aquí un concepto de psicología gestáltica llamado percepción figura-fondo, que nos dice que: Toda percepción se divide en un primer plano (figura) y un fondo.

Esto significa que nuestra percepción se reduce en un momento t a solo una parte del conjunto. Si nos quedamos ahí, es posible que nunca veamos la totalidad. Un ejemplo descrito por el autor es mirar un paisaje por la ventana: cuando vemos claramente el paisaje, los bordes de la ventana están borrosos, pero al relajar nuestra atención para enfocarnos en la ventana, ocurre lo contrario.

En el caso de una interacción como la descrita anteriormente, vemos que nadie necesita abandonar lo que percibe inicialmente (Confirmación de exactitud). Confirmar la exactitud es aumentar la posibilidad de complementar una vista con otra vista.

Sin embargo, se le pide que complemente su vista con una segunda vista que también es verdadera. Para hacerlo, uno debe ser capaz de dejar ir la figura para permitir que el fondo tome su lugar. Esto no significa negar lo que se veía, sino dejar de centrar nuestra atención en ello, al menos por un momento, para darnos la oportunidad de descubrir más.

De hecho, una vez que tenemos las 2 visiones, se vuelve más fácil cambiar de una a otra. Simplemente no es posible tener las 2 al mismo tiempo. Podemos estar ambos en lo correcto: nuestra aparente oposición puede entonces convertirse en un recurso común.

Tenemos la opción de dejar de lado nuestra visión por un momento para esforzarnos en ver la de los demás. De hecho, es más fácil ampliar nuestra visión que hacer que aquellos con una visión opuesta amplíen la suya. Esta responsabilidad nos pertenece y nos compromete a tener más empatía hacia los demás.»

(1) Puede ser de utilidad para quienes trabajan en equipo en esta temática.

(2) Sobre el caso argentino a comienzos de 2024 se han referido notas como esta.

(3) Tomado de Olivier, M.Y. (2020). Se agradece a Mirta Vuotto la referencia.

La importancia de nacer de nuevo desde lo espiritual

Sabemos que hay muchas creencias respecto de si somos solo materia, si somos materia y espíritu (1), o a formularnos el interrogante de ¿dónde viene ese espíritu? (desde no sabemos hasta que proviene de un Dios Creador y omnipresente de modo misterioso)… entre tantas muchas existentes.

En el marco de lo anterior, se desea presentar la perspectiva cristiana a partir de la visita nocturna que le hace Nicodemo (uno de los «principales» entre los judíos y miembro del Sanedrin) a Jesús. La misma es narrada en este Evangelio y excelentemente comentada por el P. Luis Casalá en este video.

En este encuentro Jesús le plantea a Nicodemo la importancia de «nacer de nuevo» desde lo espiritual. No es fácil, pero es imprescindible si queremos construir un mundo mejor y tratar de anticipar -todo lo posible y de manera imperfecta- el Reino de Dios.

El texto evangélico -que invitamos a leer completo- señala, entre otros conceptos, «que no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas». Lamentablemente esto último sigue muy vigente, y esperemos pueda ser revertido a fin de que no terminemos de manera apocalíptica. Sumemosnos a nacer de nuevo espiritualmente y a luchar de manera esperanzada por la preeminencia del bien y la vida.

(1) Spinoza lo expresó como «las dos caras de la misma moneda», o Teilhard de Chardin de que «somos seres espirituales que estamos viviendo una experiencia humana».

 

El dengue se expande…

El dengue es una enfermedad que se está expandiendo, y en particular con motivo del cambio climático. Se ha expandido en países del Caribe y en Brasil, pero también está creciendo en Argentina.

 Es muy importante su prevención antes de que pase a ser epidemia o pandemia, y nos lleve a un mundo peor.

En la celebración del día de la mujer

En esta nota hemos tratado de contextualizar la fecha del día internacional de la mujer que se celebra el 8 de marzo de cada año.

Este aniversario se da en el contexto del resquebrajamiento del patriarcado, de progresos como el de un enfoque femenino de la economía y de la sociedad, de avanzar en la igualdad, y del gran desafío de abordar las causales profundas de los femicidios. A lo largo del tiempo se han alcanzado muchos logros, pero todavía falta.

Seguir bregando por ello, sin duda, nos puede llevar a construir un mundo mejor en general, y en particular para las mujeres.

La importancia y la virtud de convertir debilidades en fortalezas

No es fácil y es muy duro convertir debilidades en fortalezas, pero es muy importante para darle un sentido positivo a nuestra vida y -sin duda- es una virtud.

En esta nota de Sebastián Campanario, titulada Hacer de las propias debilidades una fortaleza: el caso de Beethoven y otros ejemplos de «el arte de cambiar de liana», retoma conceptos de su libro 50 Ideas para tus Próximos 50 Años.

Entre otras cuestiones, menciona que se basa en «el último libro, From Strength to Strength: Finding Success, Happiness, and Deep Purpose in the Second Half of Life (“De fortaleza en fortaleza: cómo encontrar el éxito, la felicidad y un sentido profundo de propósito en la segunda mitad de la vida”, aún no traducido al castellano), el profesor de Harvard y divulgador de la agenda senior y de bienestar emocional Arthur Brooks se explaya sobre los distintos tipos de inteligencias que cultivamos a lo largo de la vida.

Hay una “fluida”, que hace su pico a los 20-30 (resolución rápida de problemas, memoria, reflejos, etc. ) y hay otra “cristalizada” (que no tiene nada que ver con el “cristal” de droga que vendía Walter White), que refiere a la experiencia, a la sabiduría, y es la que hace que, por ejemplo, las personas de 60-70 o más años sean muy buenas enseñando.  La clave está en saber “pasar de liana” de un tipo de inteligencia a la otra (en las actividades que uno hace) para que la transición de un proceso de reinvención sea exitosa.

Brooks dedica un capítulo entero: “Hacer de las propias debilidades una fortaleza”. Su caso de cabecera es el del músico y compositor Beethoven, que produjo sus mejores obras cuando estaba completamente sordo. Brooks sugiere que la Novena Sinfonía fue posible justamente porque el músico fue capaz de formularla completamente dentro de su cabeza sin distracciones externas.»

Mas adelante dice que hay casos contrarios al de Beethoven como fue Darwin, quien «consideró, en sus últimos años, que su carrera fue una desilusión. Luego de publicar El origen de las especies, en 1859, su trabajo creativo se estancó, empezó a perder ímpetu para seguir investigando y vivía con depresión y miedo, algo que se refleja en las cartas que enviaba a amigos y familiares.

Brooks tomó el caso de Darwin como un ejemplo de un patrón que él nota que se repite por millones en la actualidad: el caso de gente sumamente exitosa que se amarga en la segunda mitad de su vida porque el éxito y la adrenalina que sentían en la primera mitad ya no los acompañan.

La figura que Brooks elige para contraponer a la de Darwin es la del compositor alemán Johann Sebastian Bach, un genio que a lo largo de su carrera musical escribió más de mil partituras, con una gran mayoría de sus piezas consideradas clásicos. Pero Bach, que nació en 1685, tuvo en la segunda mitad de su vida una fama elusiva porque su estilo se consideraba “fuera de moda”. De hecho, fue su hijo Carl Philip Emanuel Bach quien lo opacó en reconocimiento público.

Sin embargo, Bach padre no se amilanó por este hecho. Siguió enseñando música y disfrutando de la carrera de sus hijos (tuvo veinte en total, diez de los cuales llegaron a la adultez).

Para Brooks, Bach dominó el arte de “cambiar de liana” entre la primera y la segunda mitad de la vida: entender que lo que nos hizo buenos en la primera etapa no es lo mismo que nos traerá éxito y felicidad en la segunda El autor, un gran divulgador que escribe habitualmente en The New York Times y The Atlantic, es un caso particular de este cambio de vida: pasó de ser un músico profesional a sus veintipico y a doctorarse como economista en la década siguiente.

En su libro menciona estudios que muestran cómo las distintas profesiones alcanzan sus “picos” en distintas edades, y cómo, si rondamos los cincuenta, sesenta o más, lo más probable es que ya lo hayamos pasado. Hay excepciones: los historiadores lo tocan a los 70, y esto no es casual: se trata de una de las profesiones en las que tienen mucho valor habilidades que se ganan con la experiencia: poseer un background de conocimiento amplio para unir puntos y saber contar historias

Cuando tuitié este dato, la historiadora Camila Perochena me dijo, medio en broma, medio en serio, que respiraba aliviada: en su juventud se había decidido a dejar la carrera de bailarina profesional porque leyó que se alcanzaba el pico a los 35. “Menos mal que opté por Historia”, concluyó. Cambió de liana a tiempo.»

 

 

La locura de la guerra

En esta entrada hemos planteado la relevancia de la paz (así como en esta), y en notas como esta la cuestión de la guerra y la paz.

En la presentamos hoy intentamos asociar a la locura con la guerra, tal como ha sido brillantemente expuesta en la película Rey de Corazones o Rey por Inconveniencia (ver imagen de la entrada) y en la nota de hoy de John Carlin sobre la lógica del ojo por ojo en los conflictos de la actuaidad.

Ojalá que la mayor parte de la humanidad, y en particular la dirigencia, recapacite y oriente su energía en la empatía, la colaboración, la cooperación… que nos puedan ayudar a converger hacia un mundo mejor.

 

 

Discurso de Milei el 1 de marzo de 2024

La apertura de las sesiones ordinarias del año 2024 del Congreso de Argentina, tuvo como personaje central al Presidente Javier Milei, quien dio un discurso impactante en cuanto a su contenido y a los cambios de formato (por ejemplo en horario nocturno).

El mismo se desagregó en un muy duro diagnóstico de la situación argentina, lo realizado por su gobierno en este corto período, su ataque a la dirigencia política y sindical, sus propuestas de corto plazo para enviar al Congreso, su rol mesiánico en esta etapa (aceptar todo o nada sus políticas y decisiones) y el Pacto de Mayo que propuso firmar el 25/5/2024 en Córdoba.

Se han escrito muchas notas (1) analizando este evento, pero un aspecto que deseamos destacar es que el presidente está llamando previamente a la aprobación de la Ley de Bases sin modificaciones, lo que implica  un contrato de adhesión (algunos lo consideran una “extorsión” o un comportamiento no democrático), y habrá que ver si priva la asfixia financiera a las provincias y muchas la aprobarán sin modificaciones, o si algunos de los incisos no serán aceptados por una parte de los 144 diputados que le dieron la aprobación en general y no están vinculados orgánicamente con sus gobernadores. De aquí al 25 de mayo lo sabremos.

(1) Entre las notas se encuentra esta, esta, esta y otras más, así como esta reflexión de Carlos Pagni sobre el contexto actual.

 

La importancia de tener propuestas para debatir y concretar

En este blog hemos planteado la importancia de conocer la historia, del cómo conocer, ver, juzgar y actuar, y de unir conocimiento a acción, entre otras cuestiones.

La frase de la imagen de la entrada, de Al Gore, intenta ejemplificar bien el rol de las propuestas concretas y los acuerdos a los que hay que llegar para su concreción (como fue el caso de sus logros en el Acuerdo de París, sobre el cambio climático).

No sirve de nada sólo tener conocimiento de la historia y del presente, sino hay alternativas concretas de acción para ir hacia a un mundo mejor. Tal vez podríamos preguntarnos si enfoques como el del pensamiento lateral nos puedan ser de ayuda para lograrlo.

La importancia de una buena gestión de nuestras emociones

En este blog nos hemos referido a este tema en notas como esta. Hoy deseamos profundizar un poco en este tema a partir de dos valiosos aportes: 1. El libro de Giorgio Nardone, Emociones para su uso (Herder, Barcelona, 2020), y 2. Este artículo sobre el libro de Isabel Trueba, Yonkis emocionales. Cómo liberarnos de los pensamientos autodestructivos, Alienta Editorial, 2024, que se menciona en esta nota (ver la imagen de la entrada).

En cuanto a la primera referencia (que invitamos a leer), comienza diciendo que “tres mitos acompañan lo que podríamos definir como la narración histórica y novelada de las emociones: el héroe llora, el científico estudia fríamente y el monje reza e invoca. Si repasamos la forma en que el hombre ha descrito este ámbito de la experiencia desde los albores de la civilización hasta nuestros días, nos encontramos constantemente con estas tres perspectivas: romántica y pasional, rigurosa y científica, religiosa y de fe. Desde la óptica romántica, las emociones son el motor y el sentido mismo de la existencia, para bien o para mal; para la ciencia tienen que ser diseccionadas, analizadas y mantenidas a raya con la razón y la objetividad; para la fe religiosa las emociones deben expresarse con morigeración y deben estar sometidas a la ley de Dios… En el transcurso de los siglos, la literatura ha celebrado el carácter pasional del héroe, la potencia de las emociones que lo impulsan en sus gestas y lo alteran en su dinámica más íntima. Lo mismo sucede en las otras artes…”.

Más adelante afirma “hoy, a siglos de distancia, el padre de las neurociencias cognitivas, Michael Gazzaniga, afirma que las emociones no son más que el efecto de dinámicas bioquímicas eléctricas, reduciendo así la experiencia humana a un fenómeno estrictamente físico-biológico. Por fortuna, otros estudiosos han asumido posiciones mucho menos radicales, y sobre todo las ciencias sociales y las psicológicas han puesto de relieve la importancia y la inevitabilidad de las dinámicas emotivas para el ser humano y de su actuar de cara a los demás, al mundo y a sí mismo. Sin embargo, la idea de que las emociones representan un demonio que hay que exorcizar y mantener a raya mediante las luces de la razón, la guía de la racionalidad y las pruebas objetivas sigue impregnando el mundo científico. La idea de que el científico pueda entregarse a la investigación con la más limpia objetividad posible, sin estar contaminado por las emociones, sobrevive a pesar de todas las pruebas inimpugnables de su imposibilidad, suministradas por cierto por la misma ciencia. La ilusión del todo irrazonable de una ciencia pura no contaminada por las pasiones y los sentimientos sigue siendo el sueño confesado del científico. Como interpretaría Freud (1967b), la negación de una pulsión la sublima en otras manifestaciones que replantean su influencia bajo ropajes engañosos.”

Luego profundiza en estos enfoques y en el capítulo 4 plantea la temática de “gestionar las emociones”, en relación con domesticar a nuestro “tigre interior”. Muy interesante y valioso.

Respecto al segundo aporte, la nota comienza diciendo «la neurocoach, mentora y escritora española Isabel Trueba arranca su nuevo libro, Yonquis emocionales, con una imagen clara y contundente: un hombre encuentra un capullo de mariposa abierto y, para ayudar a liberarla, decide cortarlo, sin saber que, al hacerlo, le está arrebatando a la futura mariposa un camino fundamental que debe atravesar para transicionar a su nueva etapa y desplegar sus hermosas alas.

Para Trueba, hay procesos que son “duros y lentos pero necesarios”. Escribe la autora: “La vida muchas veces nos pone obstáculos. Nos hace pasar por agujeros difíciles, de los que parece imposible salir, nos coloca personas al lado que nos cuesta gestionar. La vida nos entrega un poco de todo, y no siempre la solución más rápida o sencilla es la mejor. Solamente manteniendo la paciencia, la confianza, la perseverancia y la serenidad, llegará el momento en que podamos entender cuál era el propósito de ese momento complicado”.

Más adelante dice: …Pero mi deseo de ser mejor, y de ayudar a otros a serlo, superó con creces mis miedos y creencias limitantes…Que estés leyendo este libro confirma que ya has decidido levantar las velas y aprender a navegar. Has decidido no quedarte mirando el cielo esperando que siempre luzca el sol. Has optado por prepararte para sobrevivir a las tormentas a fin de que no te impidan llegar a tu destino. Enhorabuena, de verdad.”

 Estos textos nos ayudan a converger hacia un mundo mejor.

El insulto y sus implicancias

La ira, la rabia, el rencor, las emociones negativas… generan distintas formas de agresividad entre las que está el insulto.

En esta referencia (en línea con la imagen de la entrada) se expresa que  «Insultar es la consecuencia de la incapacidad de la persona para mantener un autocontrol suficiente como para poder expresar lo que siente, su opinión, su punto de vista, de una manera adecuada. Insultamos convencidos de que es el otro el que tiene la culpa, el que me ha provocado, el que hace las cosas mal, el que me ha decepcionado. Esto es tirar balones fuera, no asumir la responsabilidad de que la percepción que tenemos de la situación que nos cabrea, la gestión de esa información, lo que sentimos y la reacción que manifestamos, únicamente es responsabilidad del que insulta. En definitiva, no nos cabrean sino que nos cabreamos. No estamos predeterminados para sentir ira y reaccionar de manera desmedida, podemos aprender a gestionar todo tipo de emociones ante las situaciones familiares, sociales, laborales.

La RAE nos dice que insultar significa ofender a alguien provocándolo e irritándolo con palabras o acciones. No existe el insulto cariñoso, no se insulta sin intención de dañar nipara que el otro aprenda. La falta de respeto, la autoexigencia desmedida hacia el otro, la rigidez de que las cosas son correctas únicamente como las veo yo, la falta de empatía, la inseguridad para manejar la situación que nos empieza a incomodar, la manipulación desde el temor para que el otro haga o sienta o piense como nosotros, facilita que el hábito de insultar se va instaurando en nuestra forma de entender las situaciones cotidianas y el insulto empieza a ser una herramienta que utilizamos con la intención de debilitar la autoestima de la persona que tenemos enfrente.» Luego la nota hace otras consideraciones y plantea alternativas para que esto no suceda (muy importante).

También se puede agregar que, sobre las características del insulto «hay dos razones principales por las que los insultos se perciben como más poderosos y más intensos que los reproches, las acusaciones y las críticas. En primer lugar, permiten que la fuerza emocional del mensaje supere a su fuerza racional, lo que afecta no sólo al destinatario, sino también a otros participantes que presencian el intercambio verbal. En segundo lugar, mientras que las acusaciones o las críticas permiten al destinatario justificarse o rehabilitarse, los insultos pretenden socavar la imagen, la posición y la autoridad del destinatario hasta el punto de impedir cualquier diálogo posterior.»

Evidentemente el insulto no nos lleva a un mundo mejor.

(1) Agradezco a Enrique Bianchi esta cita y referencia:  Ilie, C. (2001). Unparliamentary language: Insults as cognitive forms of ideologycal confrontation. En R. Dirven, F. Roslyn & C. Ilie (Eds.), Language and ideology, II: Descriptive cognitive approaches (pp. 235-263). A raíz de la utilización frecuente del insulto por parte del presidente argentino Javier Milei. Para algunos (como esta nota de Marcelo Bonelli) sería parte de una estrategia de polarización para las elecciones del año 2025. Allí comienza diciendo que «Javier Milei tiene un ambicioso plan político secreto que busca consolidar su endeble gobernabilidad. Incluye medidas económicas clave y la búsqueda de una absorción futura del PRO. Se trata de la formación de un nuevo espacio político de derecha liderado por el propio Milei. También, su estrategia tiene tiempos de ejecución y busca conformar una amplia fuerza de derecha. El programa lo “cocina” solo entre los íntimos y buena parte de esos sueños se discuten en el “freezer”. Así le dicen a la blindada oficina presidencial en la Casa Rosada: a Milei le encanta trabajar a bajísimas temperaturas. Clarín confirmó que la táctica combina decisiones fuertes y un audaz timing político.”