Que en el futuro tengamos más sabiduría

Con motivo del nuevo año la imagen de la entrada nos invita a convertir el crecimiento personal en tener más sabiduría. Ojalá lo podamos ir concretando para ir construyendo, no sólo a nivel personal sino también en todas las dimensiones de la cultura y la sociedad, en un mundo mejor.

Algunas graves implicancias de la no predominancia de aversión al riesgo de mediano plazo: el caso del cambio climático

En economía (más allá de lo estudiado por la psicología), en general la cuestión de «la aversión al riesgo» (y, en algunos casos, la preferencia por la seguridad) está focalizada a los riesgos que se plantean los inversores financieros, ya sea de corto plazo o de mediano plazo (esto último, por ejemplo, es el caso de los fondos de pensión).

Si observamos los comportamientos económicos de corto plazo de los seres humanos, no se observan que predomine -en la práctica- una aversión al riesgo o a la búsqueda de seguridad de supervivencia frente al cambio climático. En general predomina la búsqueda de crecimiento (o de progreso), de empleabilidad y de confort, frente a una alternativa de decrecimiento, estancamiento o de pagar costos elevados por no agravar el cambio climático.

Respecto de lo último que venimos de mencionar es muy clara la reacción al impuesto al carbono en Francia (que, junto a otros elementos, generara el fenómeno de los chalecos amarillos). Si las personas que están viviendo situaciones muy ajustadas en lo económico no tienen alternativas viables y concretas (como autos eléctricos o energía renovable a similar o menor precio que la derivada de los combustibles fósiles), se resistirán a cambiar la situación actual, aunque sepan de la gravedad de no frenar ya los fenómenos que acarrean el cambio climático.

Para transformar lo anterior es necesario, como lo plantea la imagen de la entrada, tener políticas públicas que promuevan la inversión -liderada por el estado, mixta y también privada- para hacerle factible y viable a los ciudadanos articular el corto plazo (empleabilidad y nivel de vida) con un mediano plazo sustentable en lo medio ambiental. Un ejemplo esperanzador de ello es el Pacto Verde de la Unión Europea que se propone llegar al 2050 como Europa a ser el primer continente climáticamente neutro, impulsando la economía, mejorando la salud y la calidad de vida de los ciudadanos, protegiendo la naturaleza y no dejando a nadie atrás (o sea con un objetivo de equidad.

Tal vez nos podríamos preguntar si el 2050 no queda demasiado lejos, si países como EE.UU, China (viene haciendo, pero no alcanza) o India, por citar algunos solamente, no hacen un esfuerzo similar, no nos evitará ir a un escenario catastrófico o apocalíptico para la humanidad? Ojalá que no, y que la ciudadanía -en particular- con el aporte de los más jóvenes, de los más conscientes y de las expresiones culturales más decididas a esto, puedan hacerlo viable. Ello, sin duda, nos conduciría a un mundo mejor.

 

Las primeras medidas

A partir del discurso de asunción de Alberto Fernandez, en el Congreso como Presidente de la República (que fuera destacado en notas como esta o en cuestiones como esta), se fue completando el equipo de gobierno (1).

Así mismo se comenzaron a implementar distintas medidas como el nuevo protocolo de aborto no punible, la doble indemnización por 180 días, el incremento de las retenciones a los productos del campo (y las reacciones de grupos de productores), aumento de la AUH y reducción de la tasa de los créditos del ANSES, sobre formación de cooperativas, rebaja de medicamentos, la suspensión del  consenso fiscal, … donde algunas de ellas -y muchos otros temas más- están incluidas en el proyecto de ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el marco de la Emergencia Pública (se quitó el artículo 85 y se le hicieron otras modificaciones para el dictamen final). Finalmente fue aprobado el 21/12/19 y estos son sus principales impactos.

Más allá de los comentarios que se puedan hacer sobre cada una de las medidas, un tema relevante a seguir -en la práctica- es lo que busca la ley aprobada referida a la consistencia entre:

  • el corto plazo y el mediano y largo plazo: reactivar el consumo (en particular de los sectores de más bajos ingresos y reducir el peso de las tarifas de los servicios públicos) y por otro lado lograr que haya inversiones que le den sostenibilidad al programa (ver -por ejemplo- el caso de las tarifas de la energía, y la cuestión específica de Vaca Muerta). En el debate hay quienes señalaron el sesgo fiscal de corto plazo y la falta de incentivos para medidas de largo plazo que estimulen un desarrollo sustentable (la respuesta del Gobierno es que primero hay que calmar la economía frente a la gravedad de la situación),
  • las medidas sectoriales y la macroeconomía: por ejemplo en cuanto a tipo de cambio, reducción de la inflación, equilibrio fiscal y re-negociación de la deuda, así como los consensos a lograr,
  • la suma de la presión fiscal de la Nación, las Provincias y los Municipios y la posibilidad de pago de sectores de la clase media donde su actividad económica no lo hiciera viable, con el peligro de que las inversiones vayan a países limítrofes,
  • los principios que el gobierno tiene respecto de la política exterior (asilo de Evo Morales, tema Venezuela…) y los límites que plantea el gobierno de Donald Trump (y su relevancia en la negociación con el FMI),
  • los cambios que se buscan para ser más equitativos y la cuestión de la institucionalidad de la República,

por citar sólo alguno de ellos (2).

De una resolución virtuosa de estos temas de consistencia y viabilidad (3), dependerá el éxito del programa de Alberto Fernandez. Ojalá que tengan una buena resolución y nos conduzca a una Argentina mejor.

Para finalizar una actualización de esta nota, se coloca el link del discurso presidencial del 1/03/20, con la apertura de las sesiones ordinarias.

(1) En algunos casos como este se cuestionó la profesionalización, y en otros -vinculado a la Provincia de Buenos Aires- la injerencia del poder ejecutivo provincial en lo judicial al determinar -por decreto- que es «lawfare» en el caso de la designación de dos funcionarios.

(2) Un tema aparte es el cuestionamiento de la oposición sobre la gran delegación de poderes al Poder Ejecutivo.

(3) Al momento de escribir esta nota no queda claro cuales son los límites en el tema de la presión impositiva (en especial el impacto de las retenciones en la producción agropecuaria -aún con las modificaciones realizadas al proyecto original- y la no reducción de ingresos brutos en el agregado de valor de las cadenas productivas) así como la viabilidad judicial (fallos de la Corte Suprema) y sociopolítica en el nuevo cálculo de las actualizaciones jubilatorias (en particular para los montos superiores a la mínima). Sobre medidas del primer mes, entre otras, se puede ver esta nota y este video.

El nuevo equipo de gobierno

En el día de ayer Alberto Fernández, presidente electo, anunció como estará constituido su primer gabinete de gobierno, según el detalle de esta nota. El mismo estará formado por personas con distinto tipo de experiencia de gobierno, desde los que tienen sólo experiencia académica, u otros vinculados a sectores económico-sociales, hasta quienes han pasado por distintas gestiones, buscando también un equilibrio político dentro de esa coalición pero con una fuerte impronta decisoria de la Vicepresidenta (que se reflejó también en la conformación de los bloques de Senadores y Diputados en el Congreso). Se despejó a último momento la incógnita de cómo estará conformado el equipo económicoMartín Guzmán en Economía y Matías Kulfas en Producción.

Sin duda la mayoría de la ciudadanía espera que tenga éxito, para el bien del país, y que su gestión sea consistente en la articulación de las políticas económicas y sociales, en un difícil contexto, logrando los consensos parlamentarios y de los principales actores sociales a fin de que se le de sustentabilidad a lo que se encare de ahora en más.

Entre los temas cruciales están el abordaje de la cuestión social del hambre y de los sectores más desfavorecidos económicamente, lograr que la economía crezca así como la negociación de la deuda con los acreedores privados y el Fondo Monetario Internacional, sin agravar o morigerando la inflación. Ojalá se encuentren los mejores caminos  (1).

(1) Con motivo de las elecciones presidenciales hemos fijado, en esta nota, nuestra posición acerca de lo que entendemos debiera ser una síntesis armoniosa de los distintos enfoques y propuestas para tratar de converger hacia un mundo mejor en la Argentina.

 

El fin de un periodo en Bolivia y el comienzo de otro

Hace un tiempo destacamos en esta nota la buena gestión económico-social que hizo el Gobierno de Evo Morales. Lamentablemente quiso eternizarse en el poder, buscando evadir la limitación que le dió un referéndum adverso de 2016 de ser nuevamente electo para un cuarto mandato, e insistió en presentarse nuevamente (contra la opinión de su Vicepresidente, que luego -finalmente- lo acompañó). Una auditoría oficial de la OEA calificó de viciadas de nulidad a las elecciones (1), y las reacciones fueron primero insistir en que el resultado era legítimo, aceptando tardíamente llamar nuevamente a elecciones pero el descontrol social y político ya era muy grande (al momento de escribir esta nota lo sigue siendo), y –a sugerencia del Ejército y la Policía– presentó su renuncia y se asiló en Méjico (planteando que volverá a Bolivia con más fuerza y energía).

Para quienes interpretan que no se aceptara el nuevo llamado a elecciones, consideran que -en el fondo- «la sugerencia» de las fuerzas armadas de que renuncie antes de que finalice «formalmente» su mandato, conllevan un golpe de estado. Para otros Evo Morales fue llevando el proceso político -muy centrado en su persona- a un derrotero donde «tensó demasiado la cuerda» de lo establecido institucionalmente e iba a terminar -lamentablemente- mal (2). A fines de diciembre se abrió una nueva etapa, que se consolidó en octubre de 2020 (3).

Luego de un periodo de transición hubo elecciones en Bolivia y ganó la formula Arce – Choquehuanca. Arce fue Ministro de Economía de Evo Morales he hizo una excelente gestión. Sus declaraciones así como el discurso del nuevo Vicepresidente son auspiciosos. Seguramente harán un buen gobierno (4).

(1) Un Informe del Frente de Todos considera que tiene elementos para destacar que hubo falta de objetividad en esta auditoria.

(2) Jorge Castro dice que lo sucedido en Bolivia es un proceso de insurrección generalizada, y no un golpe de estado (en el sentido tradicional de la palabra). Aquí hay que decir que una «insurrección generalizada» es una manifestación «no democrática», y que las fuerzas armadas «no pueden sugerir a un presidente constitucional» que renuncie. Por su parte el Embajador argentino comparó el caso con la caída de Fernando de la Rúa en 2001 (aunque en Argentina no hubo «sugerencias» de las Fuerzas Armadas). Acerca de la complejidad del tema se puede ver el análisis de Carlos Pagni o este video. También está quienes plantean la hipótesis del autogolpe.

(3) Finalmente el MAS aceptó las nuevas reglas y ha elegido sus candidatos. Ello ha permitido abrir un nuevo ciclo político en octubre de 2020 con la elección de la fórmula ganadora.

(4) En 2023 se ha desvanecido el llamado «milagro económico» de Bolivia como expresa esta nota.

El rol de la indignación

Sabemos que la indignación es una reacción humana frente a algún hecho que hiere nuestra sensibilidad, valores, y/o intereses que nos afectan. Como fenómeno colectivo en esta referencia se analizan los antecedentes europeos (como España, Francia y otros que se expresan en la imagen de entrada) y de la denominada «primavera árabe» vinculados al movimiento de los indignados, y se podría extender a situaciones de crisis o grave conflictividad en países como Argentina, Ecuador o Chile, por citar algunos de América Latina (1).

Las situaciones son muy diversas desde mal manejo de la macroeconomía, del financiamiento del estado, ajustes fiscales muy violentos, mal balanceados desde la equidad social y sin lograr un consenso mayoritario que lo hagan viable, una conflictividad interna que no logra resolverse de manera virtuosa, de una falta de recursos (cuantitativos y cualitativos) o una mala asignación de los mismos, hasta un mal contexto externo (por ejemplo, alzas abruptas del precio del petróleo, menor precio de materias primas exportables, burbujas financieras, conflictos internacionales, etc.), entre otros elementos (2) que afectan el desarrollo y la prosperidad de las naciones.

Sin embargo hay países, como es el caso de Chile, que han venido creciendo de manera sostenida y reduciendo la pobreza, y -sin embargo- en la segunda semana de octubre se han producido graves incidentes. En esta nota se expresa que «es indudable que en la sociedad chilena existe un malestar acumulado, profundo y rabioso. Estalló el viernes. Por cierto, nadie puede estar de acuerdo con los actos de vandalismo. Son condenables desde todo punto de vista. Pero quedarse en ello, en el vandalismo es parcial. Será tema de estudio analizar las razones del malestar. Sólo a manera de hipótesis podemos enunciar una acumulación de procesos que confluyen para el malestar social. Una sociedad que estimula el consumo por todos los medios, pero cuyo sistema económico se basa en bajos salarios, una distribución del ingreso muy desigual. El uso masivo del crédito privado permite a muchos el acceso a bienes sofisticados –celulares, automóviles, viajes- pero a costa de un endeudamiento que esclaviza y agobia a miles. Una sociedad que se siente desprotegida y que cuando se envejece se tendrá una pobreza segura. Una sociedad donde para tener buena salud o buena educación, hay que tener mucho dinero». Esta hipótesis parece confirmarse en base a este link, donde se expresa que «bajo la consigna #ChileDespertó, los manifestantes se organizaron las redes sociales para reclamar contra un modelo económico en el que el acceso a la salud y a la educación es prácticamente privado, con una alta desigualdad social, bajas pensiones y un alza de los servicios básicos». Ha sido lamentable que -en una primera reacción- el Presidente se haya referido a que «estamos en guerra frente a un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia y la delincuencia sin ningún límite», sin entender que hay una cuestión intergeneracional con dos experiencias y visiones diferentes, donde los jóvenes desean una mayor equidad y de que el crecimiento llegue a todos (3), así como -podríamos decir- la importancia de construir una «amistad social». Hacia finales de 2019 parece re-encauzarse la situación en Chile con la promulgación de la ley que habilita el plebiscito para reformar la Constitución.

De todo lo anterior se podría inferir que el crecimiento debe tender al desarrollo integral y que el mismo debe ser no sólo sostenible en lo económico sino también sustentable (o equitativo) en lo social y en lo medio ambiental (4). Esto nos ayudaría a que la indignación se canalice de manera mancomunada y positiva, y ello nos conduzca progresivamente a un mundo mejor.

(1) Países como Venezuela lo han «resuelto» con represión, economía ilegal y una emigración masiva.

(2) En la década de los sesenta y setenta del siglo pasado han habido otros elementos como las cosmovisiones, ideologías, modas, culturas y políticas enfrentadas como en el caso de Francia (mayo francés), Italia (las brigadas rojas y grandes huelgas) o Argentina (proscripción del peronismo y gobiernos no democráticos). Nos da la pauta de la multicausalidad y complejidad de los fenómenos que también pueden estar presentes en los casos más recientes, y por lo tanto no fáciles de discernir.

(3) Al respecto es interesante esta nota. En la noche del 22/10/19 el Presidente Piñera pidió perdón por la falta de visión y anunció medidas para hacer frente al descontento (entre las que está una nueva Constitución) que, al momento de redactar esta nota, continuaba. Los trabajadores/as presentaron un pliego de demandas que se deberían atender para que el descontento finalice o se encauce positivamente.

(4) En nuestra opinión, para lograr esto se debería tener en claro cuales son los criterios de éxito de un sistema económico.

Una reflexión sobre las consecuencias de la marginalidad y ¿qué hacer?

La ficción, la literatura y otros géneros nos pueden ayudar a pensar sobre la naturaleza humana, los contextos sociales y otros fenómenos. Esto es lo que hace Ezequiel Spektor en esta nota, sobre la película «Joker» y su comparación con el personaje de Batman (ver imagen de la entrada). Allí Spektor dice: «el protagonista, Joaquin Phoenix, interpreta a Arthur Fleck: un cómico frustrado que trabaja por un sueldo mínimo y vive con su madre en un pequeño y antiguo departamento en Gotham, una ciudad sumergida en el desempleo, el crimen y la ruina financiera. Dirigida por Todd Phillips, la película describe la gradual transformación de Fleck: de un hombre pacífico golpeado por la vida, a un sujeto violento que, haciéndose llamar “Joker”, encuentra en el caos social la forma de descargarse. Caos social al que los latinoamericanos estamos acostumbrados: en contextos de crisis políticas y económicas.

La película invita a reflexionar sobre la idea de “responsabilidad individual”, y puede ayudarnos a analizar el mundo en que vivimos. ¿La dura historia del Joker justifica la violencia que ejerce? ¿Tenemos que adjudicarle todo el daño que causa a injusticias estructurales, sin hacerlo moralmente responsable por nada? En la película, el Joker termina convirtiéndose en un referente de muchas personas que atravesaron una situación parecida y que buscan, como acto de justicia o de venganza, “hacer explotar el sistema”. Entonces, empiezan a cometer crímenes de todo tipo: desde destrucción del espacio público hasta robo y asesinato….enfrentándose a Batman, el Joker tiene un plan: mostrarle al mundo que todos tienen un villano dentro; que, en situaciones extremas, las personas se matan unas a otras sin el menor vestigio de aquello que los sectores privilegiados llaman “moralidad”. Quiere, en definitiva, mostrar que todos son como él».

Al final del artículo expresa que «a la luz de lo que ocurre en el resto de la película, el mensaje de Batman puede reconstruirse de la siguiente forma: la pobreza y la marginalidad existen y es injusto que así sea. Sin embargo, si absolvemos moralmente a quienes, como resultado de éstas, cometen crímenes, y todo se lo achacamos a factores estructurales, estamos pasando por alto, tal vez despreciando, la actitud de muchos otros que, estando en una situación similar, eligen mantenerse firmes en el respeto por sus principios. La interpretación simplista de este mensaje es que Batman está naturalizando la marginalidad; que piensa que no es urgente hacer nada para remediar la situación de estas personas; y que no merecen nada más que un castigo por incumplir la ley.

La interpretación más interesante es que podemos considerar a la marginalidad un asunto que requiere atención inmediata, un problema que las instituciones deberían empezar a solucionar hoy mismo, pero que eso no nos exige renunciar a la idea de responsabilidad individual. Que podemos luchar por un sistema que genere mayores oportunidades para los desaventajados, pero que eso no nos obliga a asumir que tienen como único destino el crimen. Que ello implicaría ignorar, y quizás desdeñar, la actitud de quienes, aun en situaciones de extrema gravedad, ponen lo mejor de sí para tomar otro camino.

Para el Joker, lo estructural define al individuo. Para Batman, lo estructural influye mucho, pero no son pocos los que llevan dentro un segundo aire que les permite resistir cuando todo parece perdido. ¿Por qué Batman encuentra importante la noción de responsabilidad individual? Entre otras cosas, para reconocerle algún valor a la resistencia de estos individuos».

Trabajar sobre lo estructural o sistémico para que haya, al menos, equidad, y sobre la cultura (en especial en lo educativo) e instituciones, nos puede ayudar a evitar que se generen «Jokers» y poder converger hacia un mundo mejor.

 

 

 

 

Un comentario sobre el hermano país de Brasil

En este blog hemos hecho un comentario muy crítico sobre el actual presidente de Brasil en esta nota. Respecto del ex Presidente Lula Da Silva, en general hay coincidencia que hizo una gran presidencia en sus dos mandatos, tanto en lo económico como en lo social, con evidentes logros. Sin embargo, fue imputado por casos de corrupción cumpliendo 19 meses de carcel, y el 8/11/19 -por una sentencia general del Tribunal Supremo de Justicia- pudo salir en libertad. El 8 de marzo de 2020, el ministro de la Corte Suprema de Brasil Edson Fachin, comunicó que se anularon todas las condenas de primera instancia relacionadas a la operación Lava Jato dictadas contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien deberá ser juzgado por tribunales federales. que anuló este lunes todas las condenas de primera instancia relacionadas a la operación Lava Jato dictadas contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien deberá ser juzgado por tribunales federalesDe esta manera, Lula recuperó sus derechos políticos que había perdido en 2018, al ser condenado por una corte de segunda instancia en el marco de la causa de Guarujá, por la que también estuvo preso durante 19 meses.

Ojalá que, sí se realiza un nuevo proceso pueda demostrar su inocencia sobre la cuestión de fondo, y -entre tanto- se puedan generar nuevos liderazgos que retomen un sendero de desarrollo sustentable social y medioambiental, con una gestión honesta y transparente, en el hermano país.

Esto último no sólo será bueno para Brasil, sino también para América Latina y el mundo (en especial por la relevancia del Amazonas).

La era del antropoceno

En esta nota de Manuel Torino, en el diario La Nación de Argentina, señala que «indelebles, las marcas de la actividad humana sobre la Tierra parecen estar adquiriendo relevancia geológica. Así como hoy podemos estudiar a los dinosaurios por sus huesos, en un futuro posapocalíptico se podría conocer más sobre el malogrado Homo sapiens por lo que algunos científicos llaman «tecnofósiles». Desde un tarjeta de crédito hasta un cepillo de dientes podrán ser parte del registro geológico de nuestra época. No es el único aporte de la geología al debate medioambiental. El impacto de la humanidad sobre el planeta se aceleró tanto en estas últimas décadas que muchos especialistas sostienen que estamos entrando en un nuevo -¿y final?- estadio: el Antropoceno. Es decir, la época de los humanos». 

Luego sigue diciendo que «La discusión sobre el Antropoceno lleva sus años -el concepto fue acuñado por el premio Nobel de Química holandés Paul Crutzen en el año 2000-, pero se reeditó gracias al inquietante documental Anthropocene: The Human Epoch, que por estos días sacude conciencias en los cines de los Estados Unidos. La sola posibilidad de poder estar entrando en una inexplorada época geológica pone en perspectiva la dimensión de la crisis ambiental….La dicotomía entre desarrollo y sustentabilidad es falsa. Sin planeta no hay economía que valga», suele contestar Al Gore, el exvicepresidente estadounidense reconvertido en activista ambiental, cuando le consultan cómo es posible priorizar la agenda medioambiental frente a otros problemas urgentes, como la pobreza, la inflación o las guerras. Ya sea en el Holoceno, en el Antropoceno o en la época geológica que nos depare el futuro, lo importante es entender que no hay planeta B.»(*)  Sobre la evidencia empírica ver este artículo (aunque aún hay debates).

(*) Más allá del nombre que le pongamos a esta época, es fundamental entender las profundas transformaciones que están ocurriendo. En este sentido en este blog se ha hecho referencia a la cuestión ambiental con notas como la emergencia climática, el ecocidio, el día cero, los cambios catastróficos… entre otras. Esperemos que la conciencia humana avance, supere a las visiones e intereses mezquinos y de corto plazo, y podamos ir convergiendo hacia una mundo mejor.

Un nuevo escenario

En el escrutinio de la elección presidencial, que se acaba de realizar, se confirmó lo anticipado en el voto de las PASO, aunque con una mejora de Juntos por el Cambio. Es una buena señal que Alberto Fernandez se reúna al día siguiente con el Presidente Macri y se inicie una transición hasta el 10 diciembre en un contexto socioeconómico muy delicado (1). En general, y en particular el FMI y los acreedores externos, esperan ver un plan consistente y los primeros cien días de gobierno de su puesta en ejecución

Ojalá se encuentren puntos comunes con las principales fuerzas políticas, y económico-sociales, se cierren las principales grietas y el nuevo Presidente elija colaboradores competentes, con propuestas serias de gobierno, y sea acompañado con el diálogo y la prudencia de todos los sectores. Ello nos puede ayudar a  ir convergiendo hacia un mundo mejor (2).

(1) Respecto de las posibilidades y riesgos de la futura política económica en el gobierno de Alberto Fernandez es interesante la opinión de Pablo Goldín.

(2) Respecto a lo que representa el voto en cuanto a las identidades territoriales se puede ver esta reflexión de Alejandro Katz.