¿Para qué sirve conocer la historia?

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Un amigo, que es profesor de historia de estudiantes de grado de ciencias económicas, me comentaba su desazón por el casi nulo interés de sus alumnos en estudiar historia. El piensa que las razones son varias derivadas de la época del «vivir aquí y ahora», del ¿para qué me va a servir cuando me gradue?, estamos en un nuevo mundo con fenómenos radicalmente diferentes a los del pasado, un programa de estudios no muy bien confeccionado…. más allá de sus esfuerzos por promover el interés.

Sin duda el interés por la historia está muy relacionado a encontrarle un sentido, así como en otros planos de la vida (1). ¿La historia es sólo pasado, o es también presente y futuro?, ¿qué rupturas y qué continuidades hay? Sobre esto intentaremos hacer una reflexión sobre un plano general vinculado con la naturaleza humana y el fenómeno del poder, y otra vinculada a la historia argentina.

La primera está relacionada con la imagen de la entrada y la reflexión de Tucídides (historiador y militar ateniense) sobre el conflicto de poder entre Atenas y Esparta. En el link que venimos de colocar se menciona esta cita de «416 a. C., los embajadores atenienses se dirigen a las autoridades de la isla de Melos. Se trata más bien de alcanzar lo posible de acuerdo con lo que unos y otros verdaderamente sentimos, porque vosotros habéis aprendido, igual que lo sabemos nosotros, que en las cuestiones humanas las razones de derecho intervienen cuando se parte de una igualdad de fuerzas, mientras que, en caso contrario, los más fuertes determinan lo posible y los débiles lo aceptan». La relación de fuerzas lleva a una «trampa» que sólo se puede salir a través de una guerra, si antes no se logra una equiparación de fuerzas. Este enfoque se utiliza hoy en día, por ejemplo, para analizar el conflicto entre EEUU y China (2).

Cabría preguntarnos si el equilibrio de fuerzas basado en la amenaza y el miedo que el otro nos pueda infligir es ¿la solución para evitar un potencial conflicto?. Una de las enseñanzas que nos da el discernimiento profundo de la evolución del homo sapiens -y por lo tanto de la historia- es que esto es muy frágil y transitorio en una realidad dinámica donde la ambición de poder siga vigente y pretendamos ocupar el lugar del «Todo». Si no canalizamos nuestra energía de otra manera no estaremos aprendiendo de manera sabia sobre los errores cometidos y pereceremos apocalípticamente sin remedio. Para ello no debemos sembrar «huevos de serpientes» (como se expresa en este excelente film), donde predomine el rencor y el odio, y dedicar nuestros esfuerzos a construir una paz duradera con un desarrollo sustentable en lo socio-económico (por lo tanto con equidad) y en lo medioambiental.

Por último, en el caso de Argentina, la historia nos debería dar elementos para superar los ciclos de «ilusión y desencanto», generar consensos económico-sociales para no gastar más de lo que podemos, ir resolviendo la fuga de capitales (y su repatriación progresiva) y generar divisas que nos permitan pagar las importaciones necesarias para un proceso de desarrollo así como ir pagando la cuantiosa deuda que tenemos (y no endeudarnos más). Aprender de los errores, propios y ajenos, es un signo de sabiduría que no abunda pero que es imprescindible si no queremos generar sufrimiento y poder ir hacia un mundo mejor.

(1) En esta nota nos hemos referido a la cuestión del sentido.

(2) El reciente acuerdo de «Fase 1» y posiblemente el que se firme de «Fase 2», parecen alejar -por ahora- la posibilidad de caer en la trampa Tucídides. De todos modos habrá que ver cómo evoluciona esto, así como otros conflictos como es el caso de Irán.

6 thoughts on “¿Para qué sirve conocer la historia?

  1. Estimado Eugenio : ) Tu amigo, que es profesor de historia tiene razón. Su visión es la realidad. A la mayoría de los argentinos le importa un carajo la historia, sobre todo la argentina. Son muy ignorantes, son la generación putativa de las dictaduras de Onganía y Videla !!! NO ES DE SU INTERÉS !!! Y aquí tenemos el verdadero problema y su solución. ¿cómo se cambia esta realidad? Existe un hermoso ejemplo que te sugiero que veas para interesarlos : CONSTRUIR UNA CREENCIA : https://www.youtube.com/watch?v=mgDe3sevN-I principalmente la parte final (desde 1h56m hasta el final) Aquí se relata cómo construir un CREENCIA PARA MULTITUDES.
    Si estás de acuerdo construyamos una en este siglo XXI [https://www.youtube.com/watch?v=Q5brP-K5SFI] y hagamos BASTA Y ECHEMOS A ANDAR [https://www.youtube.com/watch?v=6vmM21tewvg&list=PLjJzB-qZCTnmAX_a-sjggZnbXMWsa3kSK&index=2&t=0s]
    Un gran abrazo : )

  2. ¿Es naturaleza humana pretender vivir de los recursos del prójimo? La historia de la «civilización» humana no parece demostrar lo contrario, incluidos los recursos de la naturaleza cuando se asume una posición atropocéntrica excluyente de la biodiversidad. Sólo el equilibrio de fuerzas actúa como disuasivo, incluido el reparto de áreas y poblaciones en que los ejercicios de poderes ajenos no pueden interferir. Hoy opera el otro controvertido disuasivo que se plantea con la sustentabilidad del planeta con capacidad de ejercer su propia energía.
    Por tanto, condenados a vivir en un delicado equilibrio que nos permita ejercer nuestros margenes de libertad condicionados.
    Pero valen las utopías de un mundo mejor siempre y cuando contribuyan como movimiento activo a poner un límite al lado «oscuro de la fuerza».

  3. Tremenda la frase de Tucídides. Ahora entiendo más de una cosa.

    Yo creo que la cuestión del sentido engarza perfectamente. Los alumnos no son culpables de no encontrarle sentido. Lo que más me preocupa es la desconexión del alumno «argentino» con el pasado del país que, sin subestimar demasiado, sólo habita. Pero aún si el caso fuera enseñarle la historia del mundo, tampoco le reportaría mucha iluminación. Los jóvenes, al menos de esta generación, sólo procesan la info del día a día o instante a instante y ahí está todo. Luego, ella es analizada y extraída su utilidad en en función de su lógica individualista. A nadie le importa ya si Churchill se le plantó a Hitler o si César cruzó el Rubicón. Todo está perdido en el tiempo y en el sinsentido existencial del ser humano de hoy. Cualquier pavada que diga hoy Greta tiene mucho más valor que toda la obra de Pericles o Confucio. No obstante, el ser humano no puede escapar, gracias existencia, a qué sentido buscar realizar para su vida. Generalmente terminamos en Frankl, cuando nos llevamos la vida puesta. Pero qué lindo es haberlo encontrado no?

    Me gustaría que analizaras el caso de los rugbiers. Ahí se sintetiza perfectamente: hedonismo, voluntad de poder, egoísmo, meritocracia, plutocracia, nihilismo,… nazismo? Me parece que conecta a una película que no vi: “La cinta blanca”.

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