Introducción a la Temática de Sistemas, Mundo y Temas Afines

Indice

  1. Introducción
  2. Enfoque general
  3. Mundo
  4. Mundo Mejor
  5. La mirada desde lo sistémico
  6. La noción del sistema en Economía
  7. Concepción “sistémica” y su relación entre el “todo o sistema” y “la salud”
  8. La cuestión del Equilibrio, el Desequilibrio y el Caos
  9. Para el marxismo
  10. Teoría General de los Sistemas
  11. Karl Polanyi: “formas de integración” equivalentes a “sistemas”
  12. Georgescu-Roegen y el enfoque bioeconómico
  13. El rol del cambio tecnológico
  14. Otros conceptos
  15. A modo de conclusión provisoria

Este es un primer documento introductorio tratando de definir algunos conceptos generales sobre la temática que se busca encarar, en particular para quienes estén interesados en la dimensión económica.

 Introducción

  • En la búsqueda de una verdad siempre incompleta, que se nos va develando  en su complejidad bajo múltiples aristas, y diferenciándola de lo que recientemente se ha definido como “post verdad” (que según el Diccionario de Oxford refiere a circunstancias en las que los hechos objetivos tienen menor peso que los discursos emotivos o creencias personales).

Enfoque General

  • En el marco de lo anterior vamos a tratar de abordar esta temática, en distintas presentaciones y notas, trataremos de ir a un proceso de desambiguación (término que se utiliza mucho en la Wikipedia),  que consiste en “el proceso de identificar con qué sentido una palabra está usada en los términos de una oración, cuando la palabra en cuestión tiene polisemia, es decir, pluralidad de significados”.
  • Por otro lado “la complejidad” que tiene todo fenómeno y con un enfoque lo más didáctico posible.
  • Una de las personas que más ha trabajado el concepto de complejidad es Edgar Morin, ligándolo al concepto de “sistemas” y que “se presenta con trazos inquietantes de confusión, desorientación, desorden, ambigüedad, incertidumbre, y de ahí la necesidad para poder hacer un mejor manejo del conocimiento”.

 Mundo

  • Se utiliza el concepto de “mundo” como equivalente de “realidad global o planetaria” donde está inserto el ser humano, y aquí se lo trata de analizar desde una mirada sistémica. Por supuesto se lo puede desagregar en distintos «mundos o submundos»: el de las ideas, el mundo económico (y dentro del mismo el mundo financiero, el mundo productivo…), social, político, cultural… Además hay distintos enfoques filosóficos y teológicos (en especial del pensamiento cristiano) referido al concepto de “mundo”, que no abordaremos aquí (para quien esté interesado puede ver textos como este).
  • Cuando analicemos la cuestión del cambio tecnológico o innovaciones abordaremos una frase que se utiliza frecuentemente en este ámbito respecto de “cambiar el mundo”

Mundo Mejor

  • Aquí se plantea la posibilidad de transformar la “realidad” o el “mundo” en un sentido de “mejor”
  • Mejor entendido como vida más plenamente humana, mayor felicidad, mayor armonía, justicia, desarrollo integral, libertad, fraternidad, amistad….
  • Lo anterior conlleva que predomine el amor y no el odio, que podamos articular virtuosamente lo individual o personal (según el enfoque) con lo común, la madurez de poder “descentrarnos” y tratar de poder ponernos en el lugar de la “otra persona” y de lo “bueno” no sólo para mi sino también para el conjunto (entendido también como medio ambiente)

La mirada desde lo sistémico

  • Qué entendemos por sistema? Su origen etimológico derivado del griego y latín: conjunto de cosas o elementos (pueden ser principios o ideas, etc.) que relacionados entre sí, ordenadamente contribuyen a determinado objeto o fin.
  • Con distintas acepciones…Lo usamos para cuestiones muy diversas:
  • “Se cayó el sistema” …informático;
  • El sistema democráticoy a su representación política: v.g. por estar “alejada del pueblo o de la gente” («establishment» institucional») o por su vinculación con el “establishment  económico», y los políticos «antisistema». También, en algunos casos (como en el debate por la elección presidencial de Argentina en 2019) algunos referentes la utilizan para plantear que el conflicto principal se plantea entre sistema democrático vs autocracia, entre dos variedades capitalismo como el «progresista» vs «el de amigos» (o «modelo chavista»), etc.
  • La globalización o el “sistema-mundo” (desde la izquierda hasta planteos como el de D. Trump)
  • El “sistema económico hegemónico”: el capitalismo con sus distintas “variedades” (en particular desde el liberal hasta el capitalismo de estado). Para el enfoque de «variedades» (en particular de capitalismo) véanse aportes como el de Hall, P. y Soskice, D. (2001), Varieties of Capitalism, The Institutional Foundations of Comparative Advantage, Oxford University Press. También pueden verse las publicaciones como las de David Coates, de Bruno Amable (véase, en particular: “Les cinq capitalismes: diversité des systèmes économiques et sociaux dans la mondialisation”, Univ. de Paris 1, 2005), Barry Clark (en especial “The Evolution of Economic Systems: Varieties of Capitalism in the Global Economy”, Oxford University Press, 2016), entre las principales.
  • El sistema económico donde predomina una variedad de capitalismo, pero hay una economía plural que incluye economía social (y otras como la economía del bien común, la economía de comunión, la economía ecológica, las ecovillas, etc.) una y economía pública.
  • El «sistema como algoritmo«, ya sea en lo macro como en lo micro en inteligencia artificial o en lo biológico. En esta dirección va Harari con su libro «Homo Deus» y un sistema (¿el del siglo XXI?) con economías de plataformas, si sobrevivimos al cambio climático.
  • El sistema como ”orden” (u organización social o socioeconómica) actual porque es injusto, porque predomina el no cumplimiento de las reglas (corrupción), porque las reglas no son justas o adecuadas….entre otras. Políticos o actores sociales “anti-sistema” con diversos enfoques, cuando lo cuestionan.

La noción de sistema en Economía

  • Surge en el Siglo XIX como “reacción” a la economía clásica (en particular a Adam Smith y David Ricardo)
  • Los Clásicos como Smith se van a focalizar en lo que quieren “combatir”, es decir el “sistema mercantil” pero no van a profundizar mucho la noción del “sistema” (hay UNA SOLA economía que garantiza la riqueza de las naciones)
  • SOMBART sí habla de SISTEMA y enuncia como principales características:
  1. Espíritu de un sistema: (recordar la obra de Max Weber “El espíritu del Capitalismo”) Está constituido por ideas, creencias y móviles dominantes de la actividad económica. En general se traducen a los valores admitidos en la sociedad (normas introyectadas e “ideales”) que motivan los comportamientos económicos.
  2. La forma: es el molde en el cual el espíritu puede manifestarse, a través del conjunto de elementos jurídicos sociales que definen el cuadro de la actividad económica y y la relación entre sujetos económicos.
  3. Su Técnica o Substancia que consiste en el conjunto de instrumentos y procedimientos materiales por los cuales se obtienen y transforman los bienes (es decir, la tecnología). Sobre la base de estos elementos Sombart entiende que han habido 5 sistemas:
  • La economía de auto-subsistencia.
  • La economía artesanal.
  • La economía capitalista.
  • La economía colectivista.
  • La economía corporativa o corporativista (sería el caso del fascismo y el nazismo, en una variante extrema)

Lajugie (tributario de la Escuela Historicista Alemana), lo define como:

  • Un conjunto coherente de instituciones jurídicas y sociales en el seno de las cuales son puestos en práctica, para asegurar la realización del equilibrio económico, ciertos medios técnicos, organizados en función de ciertos móviles dominantes.
  • El régimen económico no es más que un elemento del sistema, y se define como el conjunto de reglas legales que, en el seno de un sistema dado, rigen las actividades económicas de los hombres, es decir sus hechos y acciones en materia de producción y cambio.

Las reglas pueden tener un doble objetivo

  • Las relaciones de los hombres con los bienes: el régimen de los bienes plantea el problema de la propiedad.
  • Las relaciones de los hombres entre sí: el régimen de las personas plantea el problema de la libertad económica.

Para más detalle sobre este autor veáse Lajugie, J., (1997, y varias ediciones) “Los Sistemas Económicos”, EUDEBA, Buenos Aires.

Podemos también decir que…

  • Al “régimen económico” también se lo define como “ORDEN jurídico” o más generalmente “ORDEN”.
  • El “des-orden” se produce cuando el “orden jurídico” no coincide con determinadas prácticas sociales, formas sociales o culturas determinadas. Un ejemplo de esto sería el caso de las mafias o el narcotráfico.

 ¿Qué pasa cuando hay “desorden”?

  • El “sistema” se desequilibra, se “caotiza”, lo informal y lo ilegal comienzan a crecer
  • Si hacemos un paralelismo con el cuerpo humano como “sistema”, cuando se sale del “equilibrio” o “armonía” emerge la “enfermedad”, lo “no saludable”, lo “patológico”…

 Concepción “sistémica” y su relación entre el “todo o sistema” y “la salud”

  • En la Conferencia de Alma-Ata, en 1978 de la OMS, se define “salud” como un estado de COMPLETO BIENESTAR FÍSICO, MENTAL Y SOCIAL, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades… cuya realización exige la intervención de muchos otros actores sociales y económicos además del de la salud (subyace la concepción de sistema para la ciencia de la salud).

 El “sistema ¿puede dañar o matar”?

  • Los móviles, procesos y resultados de un sistema pueden “excluir”, hacer “inclusiones no satisfactorias”, y cuando se producen “malformaciones” (como la mafia o el narcotráfico) y en consecuencia todo esto “es poco saludable”, daña o mata.

La cuestión del Equilibrio, el Desequilibrio y el Caos

  • En otra presentación trataremos de hacer mención a estos importantes aspectos, a los cuales se han referido científicos tan diversos como Newton, Smith, Walras, Nash, Prigogine….

 PARA EL MARXISMO

  • Marx no utiliza la palabra “sistema”. Los autores que analizan la obra de Marx, Nietzsche y Kierkegaard señalan que los tres se enfrentaron con “EL SISTEMA” entendiendo por esta palabra la cosmovisión y enfoque “hegeliano
  • Utiliza el término “Modo de Producción”, modo de obtener los bienes materiales necesarios al hombre para el consumo productivo y personal.
  • En la Contribución a la Crítica de la Economía Política plantea que: “El conjunto de las relaciones de producción constituye la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se eleva una super-estructura jurídica y política, y a la que corresponden formas sociales determinadas de conciencia”

 MODO DE PRODUCCIÓN

  • Unidad de las Fuerzas Productivas: conjunto de los medios de producción – base material y técnica- y de los hombres – los trabajadores- que los emplean para producir bienes materiales y
  • de las Relaciones Sociales de Producción: conjunto de relaciones económicas que se establecen entre los hombres independiente-mente de su conciencia y voluntad, en el proceso de producción, cambio y distribución de los bienes materiales.

 BASE Y RELACIONES

  • En la base de las relaciones de producción se encuentra en las relaciones de propiedad sobre los medios de producción.
  • El carácter de las relaciones de producción depende de quienes sean los dueños de los medios de producción.

 CUATRO MODOS DE PRODUCCIÓN

  • Esclavista.
  • Feudal (con su variante asiática).
  • Capitalista.
  • Socialista.

Una configuración multilineal y más compleja se puede consultar en la página 42, del texto Umberto Melotti, (1972),  “Marx y el Tercer Mundo”, de Amorrortu Editores, Buenos Aires y visualizar en la siguiente imagen:

Más recientemente un economista alemán Walter Eucken (1891-1950) los clasifica de la siguiente manera:

[vc_row][vc_column width=’1/3′]Modo de Funcionamiento[/vc_column][vc_column width=’1/3′]Propiedad Privada[/vc_column][vc_column width=’1/3′]Propiedad Colectiva[/vc_column][/vc_row]

[vc_row][vc_column width=’1/3′]Mercado[/vc_column][vc_column width=’1/3′]Capitalismo Clásico[/vc_column][vc_column width=’1/3′]Socialismo de Mercado[/vc_column][/vc_row]

[vc_row][vc_column width=’1/3′]Plan (Imperativo, no indicativo o estratégico)[/vc_column][vc_column width=’1/3′]Economía Capitalista de Guerra[/vc_column][vc_column width=’1/3′]Socialismo Centralizado[/vc_column][/vc_row]

La Teoría General de los Sistemas

  • Karl Ludwig von Bertalanffy (1901-1972) biólogo austríaco que luego de la Primera Guerra Mundial hizo sus primeros aportes a una Teoría General de los Sistemas. Su edición ampliada y corregida se publicó en 1969.
  • Presentó una teoría que intenta explicar todos los fenómenos científicos a través de la interacción entre las ciencias naturales y sociales desde los elementos más simples como los átomos y moléculas hasta los más complejos.
  • La Teoría General de los Sistemas (T.G.S.) propuesta, más que fundada por Bertalanffy, aparece como una meta teoría, una teoría de teorías, que partiendo del muy abstracto concepto de sistema busca reglas de valor general, aplicables a cualquier sistema y en cualquier nivel de la realidad.
  • En el marco de esta teoría en la siguiente imagen hay un aporte de Kenneth Boulding sobre “jerarquías de sistemas” que se ordenan en 9 niveles de acuerdo con su complejidad (desde “frameworkssystem” hasta “transcendental”). Para mayor detalle véanse fuentes como: https://www.panarchy.org/boulding/systems.1956.html

Karl Polanyi: “FORMAS DE INTEGRACIÓN” EQUIVALENTE A “SISTEMAS”

  • Este autor diferencia lo que es un enfoque «formal» de la economía, respecto de un enfoque «sustantivo», adoptando este último. Relacionado con él considera que un estudio relativo a la manera en que las economías empíricas son institucionalizadas debe en primer lugar ligarse a la manera en que la economía adquiere unidad y estabilidad, es decir a la interdependencia y a la recurrencia de sus elementos. Esta investigación se efectúa por medio de una combinación de un número limitado de modelos que se podrían denominar formas de integración.

 Las formas de INTEGRACIÓN están relacionadas con MODELOS

  • Como ellos se producen paralelamente a niveles diferentes y en sectores diferentes de la economía, es frecuentemente imposible considerar uno solo entre ellos como dominante, de modo que ellos permitan proceder a una clasificación general de las economías empíricas

 TRES MODELOS PRINCIPALES

  • Desde un punto de vista empírico constatamos que los principales modelos son la reciprocidad, la redistribución y el intercambio.
  • Retomaremos en otra presentación las características que han tomado y pueden tomar en la historia.
  • Para más detalle véanse textos como Polanyi, K. (1957), The Economy as an Instituted Process, en Trade and Market in the Early Empires. Economies in History Theory, The Free Press, New York.

Georgescu-Roegen y el enfoque bioeconómico

  • Los sistemas biológicos y económicos no son sistemas aislados, sino estrechamente interrelacionados. Una síntesis sobre su enfoque se puede encontrar en un texto de Oscar Carpintero: https://blogsostenible.wordpress.com/libros-gratis/libros-sobre-economia-politica-paz/libro-la-bioeconomia-de-georgescu-roegen-por-oscar-carpintero/

 El rol del cambio tecnológico

Otros “conceptos” o categorías “totalizadoras” similares

  • Cultura/s: desde “valores en común” hasta “todo el quehacer un humano de un grupo determinado”. Algunos “culturalistas” hablan de “sistemas culturales”.
  • De acuerdo con el estructuralismo de Lévi-Strauss (tesis que comparte con White), la cultura es básicamente un sistema de signos producidos por la actividad simbólica de la mente humana

 Una diferencia importante…

  • Entre “communitas” y “societas”, según Victor Turner (1920-1983,  antropólogo cultural) y tomado por Z. Bauman
  • Comunidad: Tener “en común” un pasado, un presente, un futuro, una identidad, intereses, valores, visiones, prácticas, proyectos…
  • Según Victor Turner, y mencionado por Z. Bauman, está caracterizada por homogeneidad, igualdad, ausencias de status, y anonimidad (asociado a lo pre-moderno). El uso de “comunidad” también refiere a la posibilidad de que un “padre” o una “madre” sean quienes lideren la misma, o a que “los hermanos se roten.. o una forma de “mayorazgo”…
  • Sociedad: Es un concepto que aparece en la “modernidad” (a diferencia del comunitarismo) y se expresa a través de la   heterogeneidad, inequidad, diferenciación de status, y nominatividad. El liderazgo en lo “moderno” está asociado, aunque no siempre (ej.Hitler), a formas “democráticas”

 Otros conceptos más complejos…

  • La idea o el enfoque “totalizador” de “sistema” tiene analogías con el concepto de “campo” (y su relación con las “partículas”) en la física cuántica,
  • Entre otros …. y aquí finalizamos esta breve presentación de algunas de las principales acepciones del tema

 A modo de conclusión provisoria….

La mirada desde lo sistémico y complejo del mundo no es sencilla y requiere de múltiples abordajes

Distintos enfoques, a partir de lo económico, priorizan la interrelación de:

  •  Móviles generados por necesidades, deseos y emociones, racionalidad/es, valores, ideologías, visiones o cosmovisiones, expresiones culturales…
  •  Procesos y formas desde espontáneos y coyunturales hasta estructurales y con diversas expresiones institucionales (y por lo tanto socio-políticas y vinculadas al poder) de relaciones entre las personas (entre sí, con los bienes y con una mediación tecnológica que se va acelerando, profundizando y en perspectiva autonomizándose) con distintos tipos de conflictividad y expresiones (de inclusión/exclusión, ser o tener, lo individual y lo común, etc.), reconfigurándose actividades humanas (como el trabajo y el ocio) en un contexto medioambiental evolutivo (de continuidades y rupturas, incluyendo la temática del cambio climático),
  • Expresándose lo anterior en resultados que se manifiestan de distintas maneras: equilibrio o desequilibrio, desarrollo (en particular en qué dirección se expresa la libertad, la cuestión de la equidad y la justicia, y más en general en qué tipos de vínculos).

Por lo tanto cualquier cuestión vinculada al “cambio” deberá tener en cuenta todos estos aspectos (en un contexto de “aceleración” y de creciente asimetría entre destrucción y creación/cuidado) y de articulación entre lo micro y lo macro, de pasaje de lo abstracto a lo concreto y de prueba y error revisando móviles, procesos y resultados. Será relevante el ser conscientes de que no hay «atajos» (por ejemplo la voluntad de unos contra otros como forma de poder ejerciendo una coerción violenta) dado que la historia enseña que, a la corta o a la larga, no tiene viabilidad de cambio profundo y sostenible en el tiempo.

¿Podremos darle un “sentido” al cambio, con un ritmo y una práctica democrática y sostenible en dirección a “un mundo mejor”? o nos extinguiremos y pereceremos porque no sabremos evolucionar con sabiduría?

PD: Existen otras notas vinculadas con el sistema y la moral, su formulación inicial, el sistema como «jaula de hierro«, la complejidad del tema, la posibilidad de evolucionar hacia un postcapitalismo….y la sección denominada «otras economías«.

Erizos Sabios y Zorros Prácticos

Los comportamientos de los distintos animales han servido de inspiración a pensadores, escritores y filósofos sobre las similitudes o no con el ser humano. Respecto de los erizos y los zorros el primero fue Esopo con una fábula (la moraleja indica que el zorro es el que percibe lo que «en la práctica es lo mejor«) y también al erizo se refirió el filósofo Schopenhauer. Hace una similitud con los seres humanos: es bueno acercarnos mutuamente para darnos calor pero no demasiado porque nos clavamos las espinas los unos a los otros.

El que ha escrito también sobre el erizo y el zorro es Isaiah Berlin. En el prólogo que hace Jorge Fontevecchia del libro de Durán Barba y Nieto («La Política en el Siglo XXI, Arte, Mito o Ciencia, Ed. Debate, 2017, págs. 22 y 23) parafrasea el prólogo de Vargas Llosa a la edición en español del libro de Berlin sobre este tema que expresa:

«Entre los fragmentos conservados del poeta griego Arquíloco, uno dice: «muchas cosas sabe el zorro, pero el erizo sabe una sola y grande». Fórmula, según Isaiah Berlin, que puede servir para diferenciar a dos clases de pensadores, de artistas, de seres humanos en general:

  • aquellos que poseen visión central, sistematizada, de la vida; un principio ordenador en función del cual tienen sentido, y se ensamblan acontecimientos históricos y menudos sucesos individuales, persona y sociedad, y
  • aquellos que tienen visión dispersa y múltiple de realidad y de hombres, que no integran lo que existe, en una explicación u orden coherente, pues perciben mundo como compleja diversidad, en la que, aunque hechos o fenómenos particulares gocen de sentido y coherencia, el todo es tumultuoso, contradictorio, inapresable.

Primera, es visión «centrípeta». Segunda «centrífuga».

Dante, Platón, Hegel, Dostoievski, Nietzsche, Proust fueron, según Isaiah Berlin, erizos. Y zorros: Shakespeare, Aristóteles, Montaigne, Moliere, Goethe, Balzac, Joyce. El profesor Berlín está, qué duda cabe, entre los zorros».

Fontevecchia agrega: «Y obviamente también Jaime Durán Barba está entre los zorros».

El erizo es un pequeño animal que, como dice Erasmo de Rotterdam (en la imagen de la entrada), termina -en la fábula- venciendo al zorro. Por supuesto ello está en función de la sabiduría y la astucia del erizo. Si trasladamos esto al ser humano, entre los peligros o riesgos en los que puede caer el «erizo» están que deje de ser pequeño, sabio y humilde, y comience a «hincharse y agrandarse» para convertirse en poderoso, totalitario o fanático y utilizar la astucia para dominar a los demás.

Las virtudes del zorro, según Berlin, son su visión amplia, abierta (curiosa, por lo tanto propensa al conocimiento científico y a la filosofía) y diversa (por ende respetando las singularidades y la diversidad), y -retomando a Esopo- su «practicidad».  Estas son condiciones fundamentales para un mundo cambiante, complejo, incierto… donde «las buenas intenciones e ideas» no alcanzan sino se verifican en la práctica. Entre los riesgos o peligros del zorro están el «deambular por el mundo» sin ningún sentido más que el adaptarse lo mejor posible -como el camaleón (otro animal)- a una materialidad cambiante.

Tal vez uno de los arquetipos que reúna ambas características sea Aristóteles que, según lo mencionado, es «un zorro» pero también «un erizo sabio», dando un sentido de felicidad a la existencia humana (se podrían agregar otros arquetipos pero habría que entrar en consideraciones religiosas y filosóficas que exceden estas breves líneas y, seguramente, no compartidas por todos). Las investigaciones recientes sobre «economía y felicidad» reafirman -a través de las encuestas- la valoración que hace el ser humano contemporáneo de la felicidad.

Esta temática también se ha reflejado en la Declaración de Derechos de Virginia (Estados Unidos) que, en su artículo primero establece, entre otras cuestiones «…perseguir y obtener felicidad..»  La felicidad también es consagrada en la Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano del 26 de agosto de 1789, en cuyo preámbulo se establece que: “Los representantes del pueblo francés…han resuelto exponer, en una declaración solemne, los derechos naturales, inalienables y sagrados del hombre…a fin de que los actos del poder legislativo y del poder ejecutivo…redunden siempre en beneficio del mantenimiento de la Constitución y de la felicidad de todos”. Así mismo está en la Constitución de Japón y de Corea del sur, en «el buen vivir» de las constituciones de Ecuador y Bolivia, en Bután y la felicidad nacional bruta, en una iniciativa del Presidente Sarkozy y del Gobierno del Reino Unido -durante el Primer Ministro Cameron- quien inició un periodo de consultas para elaborar un «Índice de la Felicidad», o en las afirmaciones del Presidente Macri vinculando la felicidad al protagonismo de la gente, entre otras menciones.

Las aspiraciones reflejadas en las encuestas de economía y felicidad, así como en las normas o en declaraciones políticas, deberían estar articuladas -a nivel nacional y global- en base a lo acordado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y con medidas concretas y prácticas. Habrá que verificar con indicadores y evidencias empíricas si nos acercamos o no a los mismos,  y por lo tanto si vamos convergiendo o no a dicha felicidad.

En síntesis, tal vez la clave sea ir consensuando democráticamente (por lo tanto «no imponer») la articulación de una cultura que vaya expresando la sabiduría (en el sentido aristotélico) a través de una educación que la promueva no sólo en los valores y actitudes sino también en prácticas personales, grupales, socioeconómicas y políticas. Los resultados habrá que irlos revisando (en base a la evidencia científica y no a sesgos cognitivos o ideológicos) y verificando si son o no satisfactorios. La «practicidad» del zorro -articulada con el conocimiento científico- y la sabiduría del erizo, seguramente nos pueden ir conduciendo gradualmente hacia un mundo mejor.

 

Entre la Duda y la Seguridad

La frase de Bertrand Russell nos invita a pensar, a ejercer el discernimiento y a ser humildes en nuestras afirmaciones, en línea con la expresión de Sócrates: «sólo sé que no sé nada, y esto cabalmente me distingue de los demás filósofos, que creen saberlo todo».  Coincide con lo que piensan genios científicos contemporáneos como Albert Einstein quien expresó: «cada día sabemos más, y entendemos menos«.

Claro, «vivir a la intemperie total» en cuanto a estas temáticas nos genera angustias y tenemos necesidad de creer, o «aferrarnos a algo o a alguien». Los místicos y las personas que tienen una profunda fe religiosa esto lo han resuelto, así como -en el otro extremo y de manera diferente– los «tontos y fanáticos» que señala Russell. Ahora bien, el problema viene cuando queremos trasladar nuestras creencias a la complejidad de la realidad, del mundo actual, del universo….

Si nuestras creencias se redujeran a «una sola», la cuestión estaría -de algún modo- resuelta. En la «esencia» de la tradición judeocristiana (sin entrar a detallar las desviaciones y aberraciones producidas en su largo camino hasta el presente) sería la creencia y práctica del amor en todas sus expresiones y hondura. Amor como actitud, como sentimiento profundo (es decir, «sin caer en la superficialidad»), como valor, como práctica expresada en el cuidado, en el afecto, en el respeto y la valoración del otro «diferente»,  en promover la «amistad social»…. De allí en adelante todo lo demás está «en duda», «en cuestión», sujeto a verificación empírica, al análisis riguroso de cada contexto histórico y al progresivo conocimiento científico.

Una complejidad «particular» es cuando priman relaciones de intereses y de poder. Ahí «el amor no juega». La ciencia (en particular las ciencias sociales) y la filosofía (además de la ley) ¿nos podrán ayudar a discernir esto?, ¿poder «cambiar» y converger a una transformación de la cultura donde la duda nos ayude a ver -en cada contexto y de manera provisoria- los caminos que nos conduzcan a un mundo mejor?

 

Izquierda y Derecha

En línea con presentar ensayos sobre distintos temas, según diferentes enfoques y con la esperanza de construir un mundo mejor, uno de los debates que se da en muchas sociedades es si un gobierno, un partido o líder político es de «izquierda», de «centro» o de «derecha». Sabemos que esta caracterización surge originalmente de la posición que ocupaban los Diputados en la Asamblea Nacional Constituyente de la Revolución Francesa. Los que estaban sentados a la izquierda propugnaban un cambio a la situación de ese momento (el Rey tenía el poder absoluto). El cambio se basaba en el valor de la igualdad social, mientras que los que estaban sentados a la derecha se oponían a este cambio de limitar el poder del Rey.

Norberto Bobbio ha actualizado esta temática en su libro «Derecha e Izquierda» (Ed. Taurus, 2014), pudiéndose visualizar un resumen en este link. En el mismo se indica que «Bobbio señala que frente al fracaso del “comunismo real” y de los regímenes autoritarios de derecha, “toda concepción totalizadora de la historia, según la cual la historia tiene una meta preestablecida y definida, no tiene futuro, porque ninguna meta está establecida de antemano, ninguna meta es nunca definitiva. Al menos en una concepción no profética, no escatológica de la historia, como la que caracteriza al pensamiento laico al que me siento ligado”.

Sin embargo, Bobbio no cree que dichos autoritarismos hayan agotado los conceptos de derechas e izquierdas. Él se mantiene dentro de esta conceptualización, ampliándola, otorgándole contenidos que no permiten que los extremismos identifiquen estos conceptos, resalta el rol de los moderados en la democracia, no niega otras clasificaciones -como progresismo y conservadores- sino más bien entrega al debate los principios de los cuales él parte para considerar válidas aún estas diferenciaciones y enriquecerlas». Además de derechas e izquierdas, y la igualdad, desarrolla la cuestión de la libertad.

El politólogo José Nun también retoma este concepto en un programa televisivo y en una nota en el diario La Nación. Respecto del valor de la libertad, distingue entre «liberales» y «liberistas» en base a un enfoque de Benedetto Crocce. Este filósofo plantea que el «liberalismo» lucha por las libertades y las instituciones republicanas, mientras que el «liberismo» lucha por las manos absolutamente libres en el mercado. Lo primero sería un enfoque progresista, mientras que el segundo no porque implica la concentración del poder económico y el aumento de la desigualdad.

En base a lo expresado, tal vez podemos decir que los valores, las cosmovisiones y los relatos son importantes, pero dada la complejidad de los procesos que se juegan en la realidad, las acciones -muchas veces- no sólo no se correlacionan con ellos sino que se entremezclan y son contradictorios, como bien menciona Nun. Al respecto cita los casos de dos líderes que vienen de «la derecha» e implementan medidas consideradas «de izquierda» (el caso inverso también se da). Al respecto menciona particularmente a Otto von Bismarck que implementa el sufragio universal y sistema de protección social (como antecedente del estado de bienestar) y a Winston Churchill solicitándole planes sociales avanzados para los trabajadores a William Beveridge.

Quien retoma este último tema, desde la ciencia política aplicada, es el intelectual y asesor político ecuatoriano Jaime Durán Barba cuando en la página 286 de su libro (en colaboración con Santiago Nieto) «La Política en el Siglo XXI. Arte, Mito o Ciencia (Ed. Debate, Buenos Aires, 2017) dice «a casi nadie le importaba que Lula fuera de izquierda, pero la mayoría apreciaba su labor». Aquí se reafirma la importancia de analizar la realidad en base a resultados valorados por la mayoría, más que a un debate sobre conceptos o categorías que la mayoría considera abstractos, difíciles de asir o del pasado.

De todos modos los conceptos, las cosmovisiones, paradigmas…. juegan en el abordaje de los fenómenos y en particular el sentido de la acción y de los resultados. Jorge Fontevecchia (quien ha escrito sobre esta temática o en entrevistas a intelectuales como Comte-Sponville) hace la introducción al libro mencionado de Durán Barba, titulándola «Antropólogo del presente». Al final dice: «este es un libro sobre el cambio, sobre cómo la existencia es cambio, como el cambio se cambia a sí mismo acelerando el proceso de cambio, lo que llamamos posmodernidad, cómo aplicar la teoría del cambio a la fabricación de consensos como herramienta de la política».

Además de lo señalado por Fontevecchia, en el primer capítulo del libro mencionado, los autores utilizan textos como los de Harari, las cosmogonías relacionadas con Lao Tsé, Confucio y Buda con sus aportes a la sabiduría universal, entre otros, siempre bajo un paradigma positivista del análisis científico y de la caída de los grandes relatos que plantea la posmodernidad.  Aborda la cuestión del «sentido de la justicia y la desigualdad» (págs. 172 a 175, op.cit.), donde -entre otras cosas- dice que «el sentido de la equidad es un elemento arraigado en nuestro ser antes que apareciera la especie». En el punto «Una nueva ética» (págs. 233 a 235,  op.cit.) parte de un libro de Pekka Himanen donde -en el prólogo del mismo que hace Linus Torvalds-, expresa que «la humanidad atraviesa tres etapas en todas sus actividades: supervivencia, vida social y entretenimiento». Relacionado con esta temática, en la parte de «Nuevos valores» (págs. 321/2) plantea los de las nuevas generaciones, resaltando el «rol de lo femenino» y el pluralismo, entre otros conceptos. Aclara en la página 189 que «la democracia y la ciencia se llevan mal con los profetas».  En las 373 páginas que tiene el texto se abordan muchos otros temas y enfoques.

En base a este marco general Durán Barba, en declaraciones a los medios, considera perimido -en términos tradicionales- este debate de izquierda y derecha y propone «resignificarlo». Según su opinión «la izquierda es la que mira hacia el futuro» y por lo tanto líderes como Macri o Macrón son los que hoy la representan en acciones concretas y prácticas que llevan a mejoras materiales, a estar mejor, en el trabajo en equipo, en una nueva forma de liderazgo más horizontal….

Habiendo presentado estos enfoques, desearía dejar planteadas a los lectores algunas preguntas que me surgen:

  • ¿podremos hacer un discernimiento «no prejuicioso y simplista» tratando de ver -como plantea Nun- si las acciones concretas -más allá de los relatos y posiciones originales- van en una dirección u otra?
  • ¿»la buena labor» que hizo Lula, mencionada por Durán Barba, no tiene ninguna relación con la cosmovisión de este dirigente aplicada a la política concreta de Brasil?
  • ¿el valor del pluralismo -que señala Durán Barba- de la democracia liberal conlleva necesariamente «el liberismo»  planteado por Crocce? ¿buscar «pisos» de igualdad y modalidades de libertad positiva vinculadas con la justicia  y la solidaridad…es caer en un «profetismo que se lleva mal con la democracia y la ciencia»? La respuesta puede ser «no» si se consensuan democráticamente «derechos». Después habrá que analizar cómo se implementan, no?
  • En el marco de lo anterior ¿podremos ir más allá de la libertad de mercado que plantea el «liberismo» (o los «liberales económicos») y evolucionar hacia el comercio justo y otros tipos de empresas (sociales, economía social, cuatro retornos, empresas de triple impacto…)? ¿Esto seguramente tendrá que ver más con «la cultura» que con «la ley»?
  • ¿se podrá superar una contra cultura adolescente y consensuar y evolucionar hacia una «madurez» (superando el «narcisismo individualista«)?
  • para quienes vienen de una tradición nacionalista y popular ¿se podrá consensuar que es un valor lo planteado por los «liberals» en el sentido de la importancia de la existencia de la libertad republicana dado que los regímenes autocráticos no son buenos? ¿o la autocracia es una «mal menor» con el que estamos «condenados» a convivir?
  • para quienes vienen de una tradición liberal ¿podrán hacer una política popular que vaya eliminando la pobreza?:  para quienes vienen de una tradición popular ¿podrán hacer una política sostenible en el tiempo sin caer en el populismo?
  • en el marco de leyes e instituciones cada vez más justas ¿podremos adicionar y enfatizar cada vez más la empatía compasiva, la amistad social y la solidaridad ubicándola en el lugar que le intentó dar la revolución francesa a la «fraternidad»? en el caso de la igualdad ¿podremos construir, además de la igualdad de oportunidades, un piso universal de igualdad?
  • los liderazgos democráticos ¿sólo tienen que «espejarse» en las demandas de los distintos públicos o pueden -además y a partir de allí- establecer un diálogo con la sociedad de la que forman parte e invitar fraternal y amistosamente a ir «más allá» y mostrar caminos e instrumentos que nos puedan llevar a un mundo mejor al conjunto? ¿luego de la caída de los grandes relatos sólo seremos cortoplacistas, individualistas e «inmanentistas» sin ningún horizonte común consensuado democráticamente que nos movilice?

Seguramente es complejo y difícil, en el contexto de la globalización y del mundo de hoy, y tal vez sea «ingenuo» o una utopía, pero si queremos construir la paz donde la humanidad sea más feliz sería bueno intentarlo, no?

 

Ciencia y Valores

TRES REFERENCIAS Y UN COMENTARIO

PRIMERA:La ciencia no se confunde, cierto, con la política o la moral; sin embargo las propias ciencias humanas tienen finalidades ligadas con los valores y estos pueden ser aceptables o inaceptables para nosotros”. Mencionado por Tzvetan Todorov, en la Conferencia magistral dictada en la Cátedra Latinomericana Julio Cortázar de la Universidad de Guadalajara (extraído de este sitio).

SEGUNDA: El sociobiólogo E.O. Wilson escribió no hace mucho en Conscience; No hay problema más urgente que aproximar la cultura científica y la cultura humanística. Será el siglo veintiuno el siglo de esta reconciliación?…” Texto extractado de la página 171 del libro de Arnaud Spire, “El pensamiento de Prigogine”, Ed. Andrés Bello, Chile, 2000

TERCERA: “Nicholás Rescher en su libro Razón y valores en la Era científico-tecnológica, después de analizar ampliamente toda la problemática del valor, y de mostrar que el valor no es sólo una cuestión subjetiva, sino también objetiva, explica que los valores en la ciencia tienen que ver fundamentalmente con:

Los objetivos de la ciencia: los cometidos de la investigación científica siempre tienen que ver con valoraciones, por ejemplo, el tema de una investigación es elegido por sujetos individuales o por grupos, pero dicha elección se hace siempre dando preferencia a unos temas sobre otros y teniendo en cuenta la inversión en tiempo, esfuerzos y recursos. La conducta misma del investigador está vinculada con valores tales como la veracidad, la precisión, la objetividad. De igual manera sucede con la descripción efectiva, la predicción, el control y dominio de la naturaleza que se traduce en tecnología.

Valores de la ciencia en cuanto a teoría. Ciertos factores de valor constituyen los desiderata de las teorías científicas, en los cuales se incluyen los factores de coherencia, consistencia, generalidad, comprensibilidad, simplicidad, exactitud, precisión y otros. Aquí se encuentran también los valores incluidos en la gestión del riesgo cognitivo, en especial los standars de prueba y rigor en las consideraciones que sirven para determinar, cuántas pruebas empíricas se requieren para justificare la aceptabilidad de ciertas afirmaciones científicas.

Valores de la ciencia en cuanto proceso de producción: valores inherentes a los trabajadores científicos, es decir a los actores mismos, tales como perseverancia y persistencia, veracidad, honradez intelectual, cuidado del detalle, pasión por la búsqueda de la verdad, modestia intelectual. Aquí entran también los estímulos al investigador y la búsqueda por el investigador mismo de incentivos y premios.

Valores de la ciencia en cuanto a aplicación: Algunos factores de valor representan el beneficio de los productos de la ciencia, relacionados principalmente con la aplicación de ésta a las ventajas de los desideratas humanos, tales como el bienestar, la salud, la longevidad, la comodidad, etc., especialmente hablando de ciencias como la medicina, la agricultura y la ingeniería genética(27). En estas ciencias sobre todo encontramos los modos a través de los cuales los valores impregnan la labor científico-tecnológica, por ejemplo al evaluar el carácter deseable o no de las diversas implementaciones tecnológicas, al preguntar ¿es deseable (ética o moralmente) realizar manipulaciones psicológicas, organizar grupos de presión para orientar la opinión, desarrollar armas de destrucción masiva, etc?. En diversas áreas de la medicina surgen preguntas sobre la clonación y el aborto, sólo para dar dos ejemplos; o sobre la puesta en práctica de la investigación médica: el ensañamiento terapéutico, la eutanasia, la prolongación artificial de la vida, y muchas otras preguntas que hoy plantea el desarrollo de las últimas tecnologías en medicina.

El conocimiento científico es un bien humano, un bien valiosísimo, pero al fin y al cabo un bien entre otros, puesto que el hombre además de bienes específicamente cognitivos, estima también otros bienes relacionados con la calidad de vida personal y comunitaria: bienestar físico, compañerismo, atractivo del medio ambiente, armonía social, desarrollo cultural, etc. El progreso científico-tecnológico si es cierto, como pensaba Francisco Bacon, que puede hacer más fácil la vida humana, pero no la simplifica ni elimina su complejidad, y con frecuencia, mal empleada, aumenta por el contrario los problemas, o plantea nuevos problemas. Problemas que obligan hoy a preguntarnos seriamente sobre los límites del progreso científico, límites no tanto teóricos sino prácticos. No se trata de ponerle límites a la mente humana, sino sólo de ponerle límites a la aplicación irresponsable de aquello que el hombre es capaz de inventar o descubrir”.

Texto extractado de: Blanca Inés Prada Marquez en este sitio (donde hay una síntesis de los principales enfoques). Hay otras referencias valiosas como las del filósofo español Javier Echeverría planteando que la ciencia “es una actividad transformadora del mundo, que por tanto no se limita a la indagación de cómo es el mundo, sino que trata de modificarlo en función de valores y fines […].” (p. 68).

Finalmente podemos comentar que hay un nexo claro entre la ética y los humanos creadores de ciencia. Nos hemos referido al respecto en esta nota, y -a nivel de difusión- se pueden ver links publicados en Argentina. en España, en general y los que emergen de buscadores en Internet.