La importancia de que las emociones vayan acompañadas de pensamiento crítico

El ejercicio de pensar no es fácil. Sobre este tema es interesante una reflexión de Sergio Sinay que se llama «volver a pensar» (1) y que, lamentablemente, no está subida a la web.

Allí hace referencia a Edmund Husserl, y comenta que un colega suyo, Peter Sloterdijk, considera que «para Husserl y su fenomenología hay que salir del tiempo impetuoso de la vida; el dispositivo más elemental es siempre dar un paso atrás. Ese acto permite convertirse en observador. Sin una cierta distancia, pensar es imposible. Y la vida actual no invita a pensar».

Más adelante hace referencia que, «a la salida de la Primera Guerra, el pensador inglés Bertrand Russell advertía algo que es aplicable hoy: el ser humano teme al pensamiento más de lo que le teme a cualquier otra cosa; más que a la ruina, incluso más que la muerte (…) El miedo lo detiene, miedo a que sus creencias entrañables vayan a arruinar ilusiones, miedo a que las instituciones con las que vive vayan a resultar dañinas, miedo de que el mismo vaya a resultar menos digno de respeto de lo que había supuesto».

A esa conjunción de miedo, intolerancia y dogmatismo se suma la pereza mental, el temor a pensar por uno mismo y a que las conclusiones de ese pensamiento determinen el ser excluido de algunos grupos. El resultado es una especie de delivery mental: ingerir ideas que fueron cocinadas por otros sin averiguar los ingredientes ni la calidad de estos. En su libro La tiranía de la elección, la socióloga eslovena Renata Saleci, dice que para que triunfe la opinión mayoritaria es importante que cada uno crea lo que otros creen. De ese modo se evita el riesgo de elegir y pensar por cuenta propia, y así se imponen creencias e ideologías. Las redes sociales (verdaderas factorías de noticias falsas, de ideas, frases y aseveraciones que se vitalizan sin su comprobación y con peligrosa irresponsabilidad) resultaron un vasto campo fértil para esta práctica que fortalece la pereza mental y aniquila el pensamiento crítico. Pero ellas no son la causa, sino el vector.

En una clásica guía de pensamiento crítico destinada a estudiantes y docentes, y publicada en 2003, el filósofo Richard W. Paul (1937-2015) y la psicopedagoga Linda Eldner, fundadores de The Critical Thinking Organization, oponen las fortalezas del pensamiento crítico a las debilidades del pensamiento adocenado: humildad intelectual vs arrogancia intelectual, coraje intelectual vs cobardía intelectual, empatía intelectual (pensar desde el lugar del otro) vs estrechez intelectual, autonomía intelectual vs conformidad intelectual, honestidad intelectual vs hipocresía intelectual, perseverancia intelectual vs pereza intelectual, confianza en la razón vs desconfianza en la razón y en la evidencia, imparcialidad vs embanderamiento intelectual.

Honrar esas fortalezas y denunciar esas peligrosas debilidades puede ser un poderoso antídoto contra graves males de este tiempo, como las grietas, la cultura de la cancelación, el voto automático en las elecciones, el consumo ciego, las idolatrías manipuladas (en el deporte, la música, la política y el espectáculo) y la imposición tanto de un pensamiento como de un modelo único en cualquier campo. Porque cuando se apaga el pensamiento crítico se expande la noche de la ignorancia.

(1) Tiene este libro sobre el tema de esta nota.

¿Qué o quién es peor? o ¿Qué y cómo es mejor?

Muchas veces los seres humanos, con el fin de justificar algo que no es bueno, lo comparamos con otro que tampoco es bueno. También es usual cambiar el «qué» por el «quién» (utilizando la expresión: «ahh… pero…»).

Se puede aplicar a distintas situaciones y países. Un ejemplo de ello es una parte del discurso de ayer, en las Naciones Unidas, del presidente de Colombia, Gustavo Petro. Con el fin de justificar los cultivos de coca en su país (e indirectamente la legalización del consumo de drogas) en un momento expresa: “¿Qué es más venenoso para el ser humano, la cocaína o el carbón o el petróleo? El dictamen del poder ha ordenado que la cocaína es el veneno y debe ser perseguida así ella cause pocas muertes”.

Si queremos converger hacia una verdad compleja, debemos descartar los enfoques binarios sobre lo qué (o quién) es peor, sino plantear alternativas positivas para cada uno de los problemas a resolver. Ello nos puede ayudar a salir de encerronas (y, a veces, «chicanas») discursivas para buscar mancomunadamente mejores soluciones que nos lleven a un mundo mejor en las distintas dimensiones de nuestra vida.

 

 

La relevancia de no idealizar y discernir sobre las mejores maneras para concretar los ideales

En esta nota se desarrolla esta temática y se trata de ejemplificar con un caso reciente de Argentina.

Para quienes no tienen acceso a la publicación, aquí se hace una transcripción, respetando la fuente. Se expresa que «intelectuales como Julia Kristeva sostienen que los seres humanos tenemos la necesidad de creer. Esta necesidad se puede canalizar de distintos modos hacia lo trascendente, a corporizarlo en personas específicas de nuestro prójimo (algunas de ellas bajo la forma de arquetipos) y hacia nosotros mismos.

Cuando las creencias guardan relación con la razón nos permiten discernir la diferencia entre idealizar una persona o una situación, de lo que son las evidencias o hechos de sus actos, en cuanto a los “cómos” de los mismos y a sus resultados.

En tradiciones religiosas, como el cristianismo, es central el tema de los resultados alcanzados, como está expresado en el evangelio de Mateo 7, 15-20 sintetizado en “por sus frutos los conoceréis”.

Las intenciones y los relatos son importantes, quienes lideran también, pero lo más relevante son las consecuencias de nuestras acciones en resultados o frutos concretos.

Esto se puede aplicar a distintos hechos. Uno de ellos es el reciente gesto de un grupo de religiosos (sacerdotes y religiosas) que fueron al Senado a expresarle su solidaridad frente al repudiable atentado que sufrió la Vicepresidenta.

A nadie se le escapa que el acto de ciudadanos revestidos del orden sagrado del cristianismo tiene no tiene un sólo significado público (como es el repudio a lo sufrido), sino también su adhesión más general a una figura relevante de la política argentina.

Esta figura relevante despierta rechazos (según las encuestas: mayoritarios) y adhesiones. Estas últimas seguramente ligadas a su imagen de una Evita aggiornada, de sus explícitas intenciones de luchar por los pobres, la justicia social y la independencia de los pueblos. Todo ello, teóricamente, muy bueno. El problema es que los cómos, y en particular su cuestionamiento a los poderes republicanos y los resultados de muchas de sus políticas -en especial en lo económico- no concuerdan con estos valores declarados.

Si no salimos de la idealización de las personas, y no utilizamos la razón para discutir los mejores medios y procesos para alcanzar resultados que articulen ideales con mejores realidades, no iremos hacia una Argentina mejor»

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Trabajo y Economía Social y Solidaria

El trabajo se puede realizar bajo distintas formas: independiente (formal o informal) como empleo (en la empresa privada o en Estado), pero también bajo formas asociativas como es el caso de la economía social y solidaria. Respecto de esta última si bien tiene antecedentes pre-modernos (vinculados a pueblos originarios o expresiones religiosas), es con los Pioneros de Rochdale en 1844 y con el owenismo que nace y toma impulso en la modernidad. Luego va recibiendo otras contribuciones y experiencias que lo enriquecen, formalizándose en una de sus expresiones -como es el cooperativismo– a nivel internacional en la Alianza Cooperativa Internacional. Esta ha definido, en su Congreso de Manchester de 1995, que “una cooperativa es una asociación autónoma de individuos que se unen voluntariamente para satisfacer sus propias necesidades económicas, sociales y culturales, y las propias aspiraciones, a través de la creación de una sociedad de propiedad común y democráticamente controlada».

En un documento de la Comisión del Senado de Argentina (que aborda la temática de la economía social) referido a los requerimientos para formar una cooperativa, se mencionan algunas de las principales razones de por qué encarar esta forma de trabajo o iniciativas. Ellas son:

  • Se desea realizar un emprendimiento (de producción, trabajo, servicios, vivienda o consumo), de manera no individual (es decir, con “otros”), buscando un “determinado tipo de asociatividad” (democrática) y sin afán o móvil de lucro. La modalidad o forma “cooperativa” encuadra en este tipo de “ideal” o deseo.
  • Quienes consideran que están “enmarcados o encuadrados” bajo la forma societaria que establece la ley del país (en el caso argentino el artículo segundo de la ley 20337).
  •  El emprendimiento cooperativo puede estar expresando una necesidad local de un servicio (en general público) que no está satisfecho ni por el mercado (empresas privadas) ni por el Estado. El origen de las cooperativas de servicios públicos en la Argentina, en general, han surgido por esta “necesidad”.
  • El emprendimiento cooperativo puede estar expresando la necesidad de un conjunto de emprendedores privados (o también pueden ser pequeñas cooperativas) que por su reducida escala individual no son competitivos en el mercado y por lo tanto forman una cooperativa (en el caso que sea formada por pequeñas o medianas cooperativas constituirían una cooperativa de “grado superior”) para realizar ventas, servicios y/o compras en común que les permita seguir siendo viables desde el punto de vista económico.
  • El emprendimiento cooperativo puede estar expresando la decisión del Estado de delegarle, transferirle, priorizarle o asignarle emprendimientos, tareas y obras a las Cooperativas que podría hacer el Estado o empresas privada.
  • El emprendimiento cooperativo puede ser también una expresión alternativa al monopolio estatal o privado.
  • El emprendimiento cooperativo puede (aunque NO DEBE) ser el resultado de un “camuflaje” de “empresa privada mercantil” pero con “forma cooperativa”. O ser un proceso forzado por una o más empresas privadas (en general grandes) como forma de “terciarización” de tareas que antes se hacían bajo condiciones de trabajo formal en relación de dependencia. En general esto se hace para “abaratar costos”, “precarizando” indirectamente condiciones de trabajo, por problemas “de competitividad de la empresa privada” que lo promueve, o como forma de acceder a “un tipo de mercado” que requiere esta forma asociativa, entre otros. Estas son experiencias y modalidades “no deseables”, y algunas de ellas entran en el campo de lo “fraudulento” o ilegal, y por lo tanto son objeto de sanción o dada de baja por la autoridad de aplicación.
  • El emprendimiento cooperativo puede responder a la necesidad de un grupo de personas que están en situaciones de subsistencia, de vulnerabilidad o de formalizar una experiencia grupal de la denominada “economía popular” o que trabajaban en una empresa privada que quebró y no quieren perder esa fuente de trabajo (el caso de las “empresas recuperadas”). Todo ello podría encuadrarse en lo que algunas corrientes denominan “fracaso de mercado”, donde esta modalidad de la economía social viene a buscar de resolver este fracaso.
  • El emprendimiento cooperativo puede responder a un enfoque de que el cooperativismo es una fase superior, o evolutiva, o de mayor conciencia o desarrollo moral de un grupo de personas para desarrollar empresas que articulen la cooperación con la competencia y sean muy exitosas.
  • El emprendimiento cooperativo puede responder a una cosmovisión, un sistema de ideas y valores relacionados con una “nueva sociedad”, con “otra economía” o una “economía del trabajo”, “otro sistema”, “de una tercera vía”, o de expresiones de corrientes de izquierda (como es el caso de la autogestión obrera), de las que buscan conjugar la libertad, el socialismo y el cooperativismo, con retomar experiencias comunitaristas de los pueblos originarios o de creencias religiosas (como es el caso de la doctrina social de la Iglesia véase: el apoyo del Papa Francisco al Modelo Cooperativo) o culturales, del “buen vivir”, de movimientos populares, y similares,

entre las principales.

En cuanto a la cantidad de empleo que genera el cooperativismo en países como Argentina se estimó en 86.000 puestos de trabajo para el año 2012, sin contar los generados por el cooperativismo de trabajo (donde son socios y no empleados) o modalidades de economía solidaria más informales.

Aunque no son empresas democráticas son muy valiosas (con este mismo «espíritu» o sentido) las empresas sociales nucleadas en Ashoka y en documentos de la Unión Europea. También, en esta línea, pueden mencionarse experiencias que mezclan lo comunitario y lo espiritual con el emprendimiento (como son los casos de Sekem o la «economía de comunión«), el enfoque de la economía del bien común (y en Argentina), empresas «b»,  -desde una perspectiva más amplia- el enfoque de los «cuatro retornos» (a la inspiración, al capital social, al capital natural y al capital financiero para que sea sostenible también en esta dimensión), por citar sólo algunos «parecidos de familia».

En el marco de lo señalado debemos considerar a la economía social y solidaria, así como las empresas sociales o otras experiencias afines, como otros posibles caminos que existen para generar trabajo, donde -en este caso- buscando la democratización de la empresa (en el caso de las cooperativas) y no planteándose la maximización del excedente (bajo la forma de lucro o destacando que hay «diversos retornos»: no estando en primer lugar el financiero). Todo ello hace una significativa contribución (con sus éxitos y falencias o fracasos) al logro un mundo mejor.

Acerca del odio

En esta entrada, al pié, hemos puesto un link a la primera parte de una interesante reflexión de Jorge Fontevecchia sobre el tema del odio. Comienza diciendo que “el odio se incrementa con un odio recíproco y, en cambio, puede ser destruido por el amor (…). Quien quiere vengar las ofensas mediante un odio recíproco vive, sin duda, miserablemente”, escribió sabiamente Baruj (Benedicto) Spinoza en el siglo XVII.

El odio integra las pasiones tristes de Spinoza: el miedo, la cólera, el resentimiento y la envidia. La alegría surge del amor porque “el amor es una alegría acompañada de la idea de una causa exterior”, y la tristeza surge del odio porque “el odio es una tristeza acompañada de la idea de una causa exterior”. En su Tratado teológico-político, Baruch Spinoza escribió: “La servidumbre humana reside en la impotencia de moderar y reprimir las pasiones”.

Más adelante agrega que «la doctrina de las pasiones de Spinoza arranca en su disquisición de la idea griega sobre que el ser humano era pasivo (esclavo) frente a sus pasiones. Ellas impedían el correcto funcionamiento de la razón. Esto último es percibido todos los días cuando personas inteligentes interpretan el mismo hecho de forma tan contradictoria. Nuestra famosa grieta es un túnel de viento perfecto para ver esas imperfecciones del pensamiento de manera agigantada», menciona otros autores y hace una vinculación al contexto actual de Argentina. La misma se complementa con esta y con esta, y podríamos agregar -entre otras- esta reflexión de Ernesto Tenembaum en Infobae.

Si queremos ir hacia una Argentina mejor tenemos que desmontar la crispación creciente (con manifestaciones concretas al respecto como símbolos de muerte, insultos muy graves…) que se ha venido instalando, sin confundir por ello odio con impunidad ni alentando leyes cuestionables al respecto (1).

(1) Sobre la penalización del odio es interesante esta nota y también tener en cuenta que una ley «mordaza» (como las que existen en países como Venezuela, Cuba, Nicaragua…por citar sólo algunos casos),  lo que buscan es generar una especie de «Ministerio de la verdad» que silencie toda opinión crítica del gobierno de turno, o que pretenden que sólo es un tema de la oposición.

La importancia de los justos

El poema Los Justos de Jorge Luis Borges, está en la imagen de la entrada y reproducimos a continuación:

«Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo».

 

Este poema ha sido inspirador del pequeño goce, del amor, de la sencillez, de la humildad, de entender las razones de los otros y ponerse en su lugar, de la invisibilidad o no suficiente registro de los sentimientos y acciones de la gran mayoría de las personas, o anónimos del mundo.

También ha sido inspirador del sitio virtual «Museo de los Justos» -como señala esta nota–  focalizado a recuperar y difundir las historias de ignotos ciudadanos de distintos países que pelearon contra el nazismo, salvando la vida de niños judíos durante la Segunda Guerra.

Excelente iniciativa. Se puede extender a todas las personas que obran o han obrado de manera similar con quienes sufren diferentes padecimientos de distinta gravedad y por distintos motivos. Sin duda vienen contribuyendo para un mundo mejor.

Hoy, y como siempre, es fundamental la paz social

En la noche del 1/09/2022 se produjo un intento de asesinato a la Vicepresidenta. Si bien los móviles de esta acción están bajo investigación (1), cualquiera sean ellos, es fundamental condenar todo tipo de violencia y enfatizar que, en democracia, los conflictos se deben dirimir por la vía pacífica. Sino iremos a un mundo peor.

(1) Según esta nota o esta parece ser la acción de un desequilibrado mental, instigado por su novia– que había elaborado un plan. Hay indicios de que participaron algunos más, y -en el marco de una noticia en desarrollo- se detuvo al jefe de la banda de los copitos.  En este sentido es interesante esta reflexión. Respecto de la temática del odio es interesante esta nota y más polémica esta.  Más en general esta reflexión de Carlos Pagni.

Abordaje sistémico a través de la Ingeniería Socioeconómica

El término «ingeniería» connota la posibilidad de transformar el conocimiento en algo práctico, y de allí su importancia. En general se la ha aplicado a distintos tipos de construcción y de industrias, pero también a servicios, entre otros.

Más discutible ha sido su uso para lo que se define como ingeniería social, que -desde el punto de vista de la ciencia política-, según esta fuente, tiene connotaciones muy diferentes (1). Ellas van desde que su función es manipular a las personas (hoy agravado por la posibilidad de usar la inteligencia artificial y las redes con esta finalidad) hasta una función positiva. Esta última perspectiva -según la fuente citada- fue planteada por Karl Popper en el primer volumen de La sociedad abierta y sus enemigos (1945),​ con el sentido de la implementación de los métodos críticos y racionales de la ingeniería y ciencia a la solución de los problemas sociales.

“Popper introduce una diferencia entre la implementación «razonable» de una propuesta y la «utópica». La implementación razonable —gradual e incremental— es propia de las democracias, y la utópica —que intenta resolver el problema o problemas en forma absoluta e inmediata— propia de sistemas totalitarios:

La ingeniería gradual habrá de adoptar, en consecuencia, el método de buscar y combatir los males más graves y serios de la sociedad, en lugar de encaminar todos sus esfuerzos hacia la consecuencia del bien final… La diferencia que media entre un método razonable para mejorar la suerte del hombre y un método que, aplicado sistemáticamente, puede conducir con facilidad a un intolerable aumento del padecer humano. Es la diferencia entre un método susceptible de ser aplicado en cualquier momento y otro cuya práctica puede convertirse fácilmente en un medio de posponer continuamente la acción hasta una fecha posterior, en la esperanza de que las condiciones sean entonces más favorables. Y es también la diferencia que media entre el único método capaz de solucionar problemas …

La sugerencia puede ser resumida en los siguientes aspectos básicos: los objetivos a ser logrados debe ser problemas concretos —instituciones o situaciones específicas a diferencia de soluciones últimas o totales— definidos —aún implícitamente— de manera consensual. Por ejemplo, de la misma manera que en ingeniería industrial el objetivo es aumentar la producción o productividad y no planear indefinidamente a fin de lograr la máquina o fábrica perfecta (lo que lleva a «analysis paralysis»), un objetivo social es disminuir la pobreza más que planear la solución de todos los males sociales. Los resultados o metas deben ser aproximados racional e incrementalmente: de la misma manera que en ingeniería se estudia y evalúa el cómo se han implementado métodos y técnicas en fábricas y plantas previas a fin de adecuar, refinar y mejorar esas técnicas y máquinas antes de construir una nueva, más eficiente, los ingenieros sociales no solo deben estudiar cuáles y cómo se han implementado otras tentativas de solución sino establecer objetivos específicos, medibles y alcanzables en un plazo realista: el objetivo final puede ser «la eliminación de la pobreza» pero el objetivo práctico de un programa concreto debe ser reducir el número de quienes son afectados de acuerdo a un criterio específico … Los métodos deben ser evaluados en relación a sus resultados, sin cometimiento ideológico, de la misma manera que una máquina o proceso industrial es evaluada en relación a sus resultados concretos en las circunstancias específicas en que se usa y modificado o reemplazado si no ofrece los resultados esperados. Propuestas específicas deben ser implementadas tentativamente: de la misma manera que en la ingeniería industrial se implementan plantas piloto antes de comprometer la totalidad de los recursos, en la ingeniería social se deben implementar proyectos pilotos, antes de generalizar a una sociedad entera…

El ingeniero gradualista puede aducir en favor de su método que la lucha sistemática contra el sufrimiento, la injusticia y la guerra tiene más probabilidad de recibir el apoyo, la aprobación y el acuerdo de un gran número de personas, que la lucha por el establecimiento de un ideal. La existencia de males sociales, vale decir, de condiciones sociales que hacen padecer a muchos hombres, puede establecerse con relativa precisión… Es, en cambio, infinitamente más difícil razonar acerca de una sociedad ideal».

Entre los múltiples enfoques está el abordaje sistémico, relacionado con la Teoría General de los Sistemas. En cuanto a su aplicación práctica y derivada de esta teoría encontramos lo que se denomina Ingeniería Socioeconómica (2). Desde la perspectiva de la complejidad (Edgar Morin) y de la biologista aplicada a los sistemas sociales, es muy interesante esta exposición del Dr. Ruben León Guillén (3). Entendemos que, bien aplicada, puede ser un gran aporte a la implementación de políticas públicas que nos lleven -en un marco democrático- hacia un mundo mejor.

(1) Al respecto también se pueden ver artículos como este.

(2) Se enseña en Universidades como esta, se difunde en publicaciones científicas como esta y en emprendimientos como este.

(3) Cuando se refiere a las condiciones permanentes de las organizaciones se basa en lo que K. Boulding (en el marco de la TGS) llama «leyes férreas» en su libro The Organizational Revolution y en textos clásicos sobre las organizaciones como el de A. Etizoni (Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana, México, 1965, págs. 4 y 5). Allí se expresa que «las organizaciones son unidades sociales (o agrupaciones humanas) deliberadamente construidas o reconstruidas para fines específicos… Se caracterizan por 1) la división del trabajo, del poder y de las responsabilidades de la comunicación, divisiones que no son obra de la casualidad ni obedecen a un esquema tradicional, sino que han sido deliberadamente planeadas para favorecer fines específicos; 2) la presencia de uno o más centros de poder, además, revisan continuamente la actuación de la organización y remodelan su estructura, donde es necesario para aumentar su eficiencia; 3. substitución de personal; es decir que las personas que no satisfacen pueden ser depuestas y sus tareas asignadas a otras. La organización puede también combinar a su personal mediante el traslado y la promoción.

El yoga y la pedagogía del loto para erradicar la violencia juvenil

En esta interesante nota se expresa como “la valentía de un maestro colombiano redujo los niveles de violencia en Ciudad Bolívar. Con un método innovador basado en técnicas de respiración y meditación, y apelando al reconocimiento del otro, Alexander Rubio Alvarez logró reducir la violencia física entre sus estudiantes. Fue reconocido como uno de los docentes más importantes de América latina y su modelo se presentó en escuelas de más de quince países».

Cuando se le pregunta a Rubio Alvarez: ¿Qué es la pedagogía del loto?, responde «el loto es una flor que emerge del fango, que emerge de las situaciones de conflicto. Esta pedagogía incorpora el cuerpo y el manejo socioemocional. ¿Qué quiere decir eso? Relacionarse consigo mismo y con los demás de una manera asertiva. Pertenece a las soft skills, que son muy importantes porque permiten el trabajo colaborativo, el trabajo en equipo, el trabajo de resiliencia y, ante todo, el manejo personal. Si tienes bien estos manejos, las hard skills como las matemáticas, las ciencias, la comunicación, empiezan a armonizarse. La pedagogía del loto tiene tres elementos, tres pétalos: la respiración, el pensamiento proactivo y el actuar con amor. Con esto hemos logrado unos cambios enormes».

Luego se indaga ¿Cómo se puede trabajar cuerpo y mente como una integralidad?, y allí contesta que «en el mundo epistémico, está la corporalidad y la corporeidad. La corporalidad es netamente el cuerpo; la corporeidad utiliza estos otros elementos para comprender al ser humano. El cuerpo es un lenguaje corporal y uno lee al niño introvertido, al que tiene dificultades motoras, al que tiene problemas de relación. Yo me di cuenta de muchos chicos que tenían dificultades y problemas de maltrato solamente con el cuerpo. ¿Cómo cambié la relación con el cuerpo? Con el trabajo de respiración y meditación al inicio de la clase. Si en la clase de Educación Física íbamos a trabajar la resistencia, la podíamos pensar como el Test de Cooper o podíamos ir más allá: resistirse a no ser mediocre, resistir la tradición, resistir la cultura. Correr es meditar en movimiento».

Y sigue en: “¿Cómo se promueve esa meditación?: En la clase incorporé tres momentos. La clase dura dos horas: el momento de meditación dura quince minutos, luego hacemos el resto de las actividades y al finalizar la sesión escribimos todo lo que hemos sentido, todo lo que trabajamos y cómo eso nos construye como ser humanos. En mi escuela, los chicos aprendieron posiciones de yoga y se las enseñaron a los demás. Y cuando corren o juegan, yo les muestro que es un momento en que se comparte con el otro, no importa si ganas o pierdes, lo importante es lo que se está generando. Eso disminuyó los conflictos del colegio, porque antes, si ganaban o perdían, los chicos sacaban machetes para agredirse».

Hacia el final de esta excelente nota (que invitamos a leer completa) se expresa: «En el libro 50 docentes que están transformando la educación hay un trabajo tuyo que dice que el docente debe tener la mente de principiante. ¿Qué significa eso?:

En los conceptos orientales, es como llevar la taza vacía dispuesta a ser llenada por el otro. No hay que creer que, por ser maestro o maestra, ya te sabes todo, sino estar dispuesto a aprender en comunidad. Yo tuve que aprender a relacionarme con mis estudiantes, aprender su lenguaje simbólico y sus códigos, y aprender a enriquecerlo. Una de las ventajas de ser maestro es sorprenderse con cada cosa que sucede en el acto educativo. Es estar dispuesto a inspirar y a innovar con cada acción, porque, cuando no llegas así, impones tu pensamiento y tus metodologías. Yo me encontré que tenía que adaptarme al entorno. Reaprender, reorganizar y buscar otros caminos….

¿Cómo se transformó la escuela a partir de la Pedagogía del Loto?:

Las situaciones iniciales eran de violencia simbólica y de maltrato físico. Con ese proyecto, logramos generar un oasis respecto de la realidad que rodeaba al colegio y eso transformó totalmente la relación. Mis estudiantes tienen un lenguaje corporal distinto, les va bien en los exámenes académicos y el 80% de los graduados continúa sus estudios en la universidad; ya no están metidos en problemas de narcotráfico ni bandas criminales. Hoy el colegio es uno de los mejores que tenemos en Bogotá; es el colegio a donde va el presidente. Lo más bello es que si uno sensibiliza a los docentes, transforma la comunidad. He tenido la posibilidad de hablar con el presidente y con otros mandatarios y mostrarlas que desde la educación es posible generar transformaciones positivas en el mundo«. 

 

Borges, el modo factofóbico, la educación y otras cuestiones

En esta nota de Jaime Correas, a partir de una anécdota de Borges, dice que «sumergido en estos devaneos urinarios recordé una vieja sabiduría criolla. Un gaucho increpa a un vecino porque su perro le mea a cada rato la pared del rancho. El aludido le dice que no puede ser y en ese momento ambos observan como el pichicho levanta la patita y comienza a hacer lo suyo. Los dos miran el mismo cuadro: un chorrito une al can con la pared. El dueño del animal, sin inmutarse, arremete con la convicción de los macaneadores: «Ve que no era como usted dice, la pared está meando a mi perro».

«Vivimos un tiempo de «relato» y profusión de fake news funcionales a esos macaneos que circulan entre las feligresías y en las redes. Las ideologías para autoconvencerse de los catecismos están pobladas a más no poder por paredes meonas…», luego continúa refiriéndose al caso específico de la educación y sintetiza su pensamiento expresando: «este modo factofóbico de ver los hechos, donde las evidencias y los datos no importan, ha llegado a un punto alto en estos días con el conflicto docente.» (1)

Ojalá que no caigamos en el modo factofóbico, y podamos diferenciar creencias de evidencias. Ello nos podría permitir dar lugar a la razón, además de los sentimientos y emociones. Sino la pasión arrasará todo e iremos a un mundo peor.

(1) Podríamos extenderlo a las cuestiones judiciales, que deben tramitarse en ese ámbito (buscando refutar las evidencias planteadas por los fiscales) y no en la calle apelando a presuntos santuarios y a un enfoque religioso de la política.