Y la pobreza multidimensional

En general se ha definido la pobreza tanto por la vía de los ingresos necesarios para adquirir una canasta de bienes y servicios básicos (que puedan asegurar una vida digna de acuerdo a las convenciones y estándares de una sociedad determinada) (1) como por la vía de necesidades básicas insatisfechas. Esta última se la caracteriza, en general, como pobreza multidimensional (ver imagen de la entrada y este artículo).

De los enlaces anteriores tenemos que hay enfoques vinculados a la pobreza como a) insuficiencia de recursos; b) insatisfacción de necesidades básicas; c) privación de capacidades y d) como negación de derechos humanos (en particular vinculada a la restricción -o acceso- de recursos económicos-sociales). Estos últimos están entrelazados, pero tal vez coincidamos con la jerarquía que establece la pirámide de Maslow.

Hay distintas opiniones sobre las causas de la pobreza, pero podríamos afirmar que, entre las principales, está cómo un sistema genera riqueza y la misma se apropia o distribuye entre sus miembros. Con el proceso evolutivo humano que viene desde la aparición del excedente (y como venimos de decir: su generación y apropiación y distribución), se fue dando una distribución del trabajo (y subyacentemente cómo se valora lo que cada uno aportalas relaciones de poder asociadas), la propiedad, el proceso de individuación y el incremento del comercio y el capital (en particular financiero) hasta nuestros días.

Si un sistema genera poca riqueza y la misma se apropia de manera desigual habrá mucha pobreza (a diferencia si se comparte equitativamente lo que se genera). Al sistema capitalista se lo ha caracterizado como el sistema que ha generado más riqueza en la historia de la humanidad y por lo tanto es el que más personas de la pobreza ha sacado. Sin embargo sabemos que es crecientemente desigual (por lo tanto no justo o equitativo) y no sustentable ambientalmente, por que sería deseable -y seguramente urgente- tender al desarrollo e ir  «más allá» del mismo. En cuanto a la cantidad de personas en situación de pobreza extrema en el mundo, según esta fuente y para el año 2015, alcanzaba a 736 millones y su tasa de disminución es lenta.

De lo anterior se deduce que las políticas públicas sobre la pobreza (2) tienen los siguientes desafíos:

  1. Comenzar con que haya, al menos, hambre cero, así como fomentar experiencias como los de agricultura urbana, promoviendo iniciativas como el Prohuerta y la hidroponía como formas de trabajo que generen prosumidores sustentables.
  2. Seguir generando valor agregado con sustentabilidad medioambiental (puede implicar decrecimiento en sociedades consumistas) y social, disminuyendo la desigualdad y aplicando los recursos y gastos del Estado a la disminución gradual y total de la pobreza. Instrumentos como el ingreso universal o renta básica, bien aplicados y si hay solvencia fiscal para llevarlo a cabo, son muy relevantes para este fin. Del mismo modo juega un rol central la educación (entre los ejemplos ver el denominado «enfoque de graduación«).
  3. En el caso argentino, si el patrón de crecimiento futuro no estuviera basado en la primarización de la economía, disminuir la pobreza llevará bastantes años según estimaciones de Gasparini o de Arriazu. En caso de que el patrón de crecimiento se focalizara en productos primarios llevará todavía más años.
  4. Las políticas económicas deben ser acordes con un desarrollo equilibrado. Un ejemplo de ello son los países escandinavos -que tienen los mejores índices- y el enfoque socialdemócrata de sus políticas. Ello debería replicarse a escala internacional, entre países lo que requiere una globalización distinta de la actual.
  5. En la pobreza multidimensional combinar lo señalado en los dos puntos anteriores con políticas y medidas específicas a corto plazo en cada item, e ir articulándola con mejoras del ingreso, de entrega de «especies» (como alimentos en comedores y familias, en situaciones excepcionales) y de potenciar el trabajo posible en este sector y en la economía popular.

entre otros.

Sin duda no es fácil, pero tampoco imposible y ello nos puede ayudar a converger hacia un mundo mejor para todos.

(1) Estas son las cifras para Argentina: 

Estimación histórica ODSA-UCA de la indigencia y la pobreza urbana según la Nueva Metodología INDEC-2016. 
Total de aglomerados urbanos, Argentina, 1974-2019. En porcentajes.

 

 

Para datos a nivel global se puede consultar esta fuente.

(2) Muchos países tienen políticas referidas a abordar la pobreza multidimensional. Entre ellos se puede destacar el caso de Canadá y el de China que se puede visualizar en este portal, en este documento y en este anuncio de Xi Jinping.

Entre lo urgente y lo importante

Los juegos muestran muchas de nuestras características humanas y también son una fuente de aprendizaje. Algunas leyendas, según esta fuente, sitúan el origen del juego del go «al Emperador Yao (2337-2258 a. C.), quien solicitó a su consejero Shun que diseñara un juego que enseñara disciplina, concentración y equilibrio a su hijo Dazhu, quien se supone era desjuiciado. Otras teorías sugieren que el juego fue inventado por generales y jefes del ejército chino, quienes usaban piedras para señalar posiciones de ataque en mapas, o que los elementos usados actualmente para el juego fueron alguna vez usados para realizar lecturas de la suerte…. En términos de la teoría de juegos, go es un juego de suma cero, de información perfecta, juego de estrategia determinista, colocándolo en la misma clase que el ajedrez, las damas y el reversi. Sin embargo, difiere de estos en la forma en que se juega. Aunque las reglas son simples, la estrategia del go es extremadamente compleja». La complejidad alude a abordar lo que finalmente es importante (*) y no caer en la tentación de atender sólo lo urgente, como muestra la imagen de la entrada.

En otra nota, que mencionamos la pirámide de Maslow, abordamos todas las dimensiones que, según este autor, son importantes para satisfacer todas las necesidades humanas, comenzando por la urgente de alimentarnos. Algo similar pasa con un país, donde -dentro de lo importante- hay cuestiones más urgentes y otras de mediano y largo plazo. Esta temática también la hemos encarado en una nota sobre si lo importante es sólo el corto plazo. A continuación intentaremos dar algunos ejemplos del caso argentino:

  • frente a la situación económica de mediados del año 2018 es urgente atender las necesidades básicas -como la alimentación- de los sectores más vulnerables. Esto, además de ser urgente, es muy importante,
  • a mediano plazo es muy importante encontrar un sendero de desarrollo con equidad, de una economía donde el peso no genera confianza como reserva de valor (el problema de la inflación), con déficit fiscal y de balance de pagos, impuestos regresivos, un estado con servicios de baja calidad (abultado en determinados sectores de baja o nula productividad y deficitario en otros), con dificultades para eslabonar cadenas de valor agregado y generar empleo, una alta economía informal y pobreza, una sustentabilidad en cuestión del régimen jubilatorio a mediano y largo plazo…,
  • una educación -en general- de muy baja calidad, con un alto presupuesto pero con bajos salarios docentes,
  • una justicia que -en la mayoría de los casos- actúa tarde y muy deficientemente,

entre otros elementos. Al respecto es interesante la opinión de Guillermo Rozenwurcel en el panel de C5N del minuto 14,28 en adelante de este link.

Trabajar con seriedad y profesionalidad la complejidad de estas dimensiones urgentes e importantes, y encararlas en un marco de creciente confianza mutua, nos puede conducir a un mundo mejor.

(*) Agradezco la reflexión de Ignacio Warnes que he tomado acerca del significado del go vinculado con esta temática.

 

Hambre Cero o Resolver la Insuficiencia Alimentaria

Establecer una jerarquía de necesidades es difícil pero sabemos que si no respiramos, no nos alimentamos e hidratamos adecuadamente, todo lo demás no es posible. Si bien esto parece obvio, es importante el aporte realizado por Abraham Maslow, con su propuesta de una pirámide con una jerarquía de necesidades que se muestra en la imagen de la entrada.

Según la Wikipedia «es una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en su obra Una teoría sobre la motivación humana (en inglés, A Theory of Human Motivation) de 1943, que posteriormente amplió. Obtuvo una importante notoriedad, no sólo en el campo de la psicología sino en el ámbito empresarial del marketing o la publicidad. Maslow formula en su teoría una jerarquía de necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas (parte inferior de la pirámide), los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados (parte superior de la pirámide)». (*) Esta teoría es coincidente con el enfoque sustantivo de la economía propuesto por Karl Polanyi poniendo en valor el «sustento» frente al enfoque formal de la economía (en general predominante).

Llevado a cuestiones prácticas, esto se traduce -por ejemplo- en el planteo de «hambre cero» propuesto en el marco de las Naciones Unidas y llevado a cabo en países como Brasil por iniciativa del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2003 con el objetivo de erradicar el hambre y la extrema pobreza. Tal vez la designación más precisa sea no «hambre cero» sino «insuficiencia alimentaria» según la FAO  y como lo explica Agustín Salvia en este video (del minuto 10,27 en adelante).

En países como Argentina, el gobierno elegido en 2015 se propuso como horizonte una meta muy ambiciosa, como «pobreza cero«.  Sin embargo, la situación económica a mediados de 2018 y el acuerdo con el FMI (que conlleva un ajuste recesivo), indican que sería razonable garantizar -al menos- hambre cero. Esto, entre otras cosas, se relaciona con la emergencia alimentaria que viene desde el 2002 y luego se incorporó a la emergencia social. El 12 septiembre de 2019 se dio media sanción en la Cámara de Diputados a una nueva ley (ver este video con los antecedentes y la explicación de Carlos Castagneto, así como esta nota con el impacto fiscal). El nuevo gobierno, que asumió el 10/12/19, se ha propuesto otorgar una tarjeta alimentaria, a fin de resolver o paliar esta temática.

Desde una perspectiva más de fondo habría que lograr que la Argentina se desarrolle e implementar correcciones a un capitalismo desigual, como ser gravar a los sectores de mayores ingresos (**) para financiar un piso de ingresos (por ejemplo reforzando el monto de la Asignación Universal) a quienes no pueden llegar a completar una alimentación básica, además de otras medidas complementarias como incrementar raciones en comedores populares (o merenderos), reforzar los bancos de alimentos (con el debido control de la salubridad) y el régimen de donación de alimentos,  etc.

En pleno siglo XXI, y en un país que produce alimentos para más de 400 millones de personas (en realidad, gran parte de estos alimentos son para consumo animal), no es admisible que se produzcan situaciones como las que explicita el Informe del Observatorio Social de la UCA -a junio de 2019- donde se afirma que «un nuevo estudio sobre pobreza publicado por la Universidad Católica Argentina (UCA) reveló que el 14,9% de los menores de edad no realizó al menos una de las cuatro comidas diarias en 2018. Los resultados señalaron también que la mitad del equivalente a 1,6 millones de chicos -de entre 2 y 17 años- suele saltearse la última alimentación del día. El informe elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de esa universidad reflejó además que el 37% de esos chicos recibió una alimentación deficitaria en nutrientes esenciales en ese período».

En el contexto de un mundo preocupante y en una Argentina que repite los ciclos de ilusión y desencanto, es fundamental comenzar por la base de la pirámide de Maslow. Este sería un nivel mínimo o «piso» para luego poder evolucionar hacia un mundo mejor.

(*) Este enfoque se puede ampliar en el texto «Abraham Maslow. La Teoría de las Necesidades», realizado por Anna Giardini, de la colección Comprende la Psicología, Ed. Salvat, 2017.

(**) Más allá de que, en general, a nadie le guste pagar impuestos, expertos tributaristas deberían analizar si incrementar impuestos a los bienes personales, alícuotas crecientes al impuesto a las ganancias, así como una alícuota diferencial a las personas que tienen dinero en el exterior (a fin de promover su repatriación), etc. pueden ser viables y razonables (no confiscatorios y que no afecten la producción). Seguramente acompañadas de medidas como la reducción de impuestos a los ingresos brutos que gravan cada etapa de la cadena productiva contribuyendo a desalentar la inversión y primarizar la economía. Una propuesta muy interesante es planteada en esta nota por Juan Llach, así como Bernardo Kosakoff en este reportaje (donde comenta la experiencia norteamericana) y Agustín Salvia en la primera parte de este video.  Habría que también tener en cuenta enfoques y prácticas como estaTodo esto más allá de tratar de salir cuanto antes de la recesión y entrar en un sendero de desarrollo con equidad.