Religión, política y economía

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El abordaje del tema de esta nota, así como de la imagen de la entrada, no es sencillo. Por un lado se puede afirmar que son cuestiones que cada una de ellas tienen su autonomía y especificidad. Y por otro lado, reconociendo lo anterior, que están interrelacionadas dependiendo del enfoque que se adopte de cada una de ellas.

Vamos a partir de un reportaje que le hace el periodista Carlos Pagni, en el programa Odisea, del minuto 26 en adelante de este video al Pastor Metodista Nestor Miguez, donde este último define como un tema complejo la relación entre la religión y la política, donde la primera nunca ha estado separada de la política dado que es una orientación de fe, una actitud frente a la vida (1), por lo tanto es una opción política. Algo similar podríamos decir de la economía (desde su enfoque original hasta el de la modernidad y más recientes). Simplificando diremos sobre esta última que se refiere principalmente respecto de cómo nos vinculamos para satisfacer nuestras necesidades materiales y -de ser posible- progresar y acceder a un mayor bienestar. Esta temática se aborda también en este link.

Dado que hay muchas religiones nos focalizaremos en el cristianismo, en particular en el catolicismo, y en algunas de sus distintas corrientes doctrinarias. A trazos gruesos plantearemos estos enfoques:

  1. Escindir lo material y la política, de lo espiritual. Una lectura literal de la expresión de Jesús de «dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios» (Mateo 22, 15-21) va en ese sentido. Sin embargo, en el contexto de todo el mensaje evangélico, está la enseñanza del Padre Nuestro donde se expresa: “…venga tu reino, hágase tu voluntad, como en el cielo también sobre la tierra…” Esta última parte es clara, no deja solamente “el reino y la voluntad de Dios para el cielo, sino también para la tierra” (lo abordamos en esta nota).
  2. No se puede hacer nada con el mundo. El mundo es un «valle de lágrimas«, hay que practicar la resignación y por lo tanto la religión es una expresión del opio del pueblo.Esta última expresión tomó difusión a través de Marx, pero ya había sido formulada por otros pensadores según esta fuente. Es un enfoque antiguo que toma fuerza en el medioevo y se pone en crisis con la modernidad y el progreso. Esto es retomado doctrinariamente, de manera positiva, por el Concilio Vaticano II, y en particular por la Encíclica Populorum Progressio de Pablo VI. Al principio de la misma en «Aspiraciones de los hombres» plantea: «Verse libres de la miseria, hallar con más seguridad la propia subsistencia, la salud, una ocupación estable; participar todavía más en las responsabilidades, fuera de toda opresión y al abrigo de situaciones que ofenden su dignidad de hombres; ser más instruidos; en una palabra, hacer, conocer y tener más para ser más: tal es la aspiración de los hombres de hoy, mientras que un gran número de ellos se ven condenados a vivir en condiciones que hacen ilusorio este legítimo deseo. Por otra parte, los pueblos llegados recientemente a la independencia nacional sienten la necesidad de añadir a esta libertad política un crecimiento autónomo y digno, social no menos que económico, a fin de asegurar a sus ciudadanos su pleno desarrollo humano y ocupar el puesto que les corresponde en el concierto de las naciones».
  3. Sí se puede transformarlo. Aquí hay dos dimensiones: a) la de la actitud y los alcances de la transformación, b) los caminos concretos.

a ) Actitud frente a la transformación

a.1 Lo importante es la pobreza y no la riqueza. El dinero no debe ser adorado. El diálogo entre Jesús y el joven rico hace énfasis en el desapego radical (compartido con el budismo) para poder «ser» y no focalizarnos en «el tener» (2). Al final de este texto evangélico Jesús expresa: «Les aseguro —respondió Jesús— que todo el que por causa del reino de Dios haya dejado casa, esposa, hermanos, padres o hijos recibirá mucho más en este tiempo; y en la edad venidera, la vida eterna». Por lo tanto no hay un rechazo a «recibir mucho más» en tanto haya este desapego. Respecto de la idolatría del dinero, en esta línea va la carta a Timoteo 6-10 (escrita por San Pablo) donde expresa “porque la raíz de todos lo males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores”. El dinero, así como el capital, es un medio y no puede ser considerado como un fin (esta es la diferencia con el enfoque clásico del capitalismo) (3).

a. 2 La prosperidad es premiada por Dios. Es una interpretación que se puede inferir de la última parte del diálogo con el joven rico (mencionada en el punto anterior) y de la parábola de los talentos, donde se hace referencia a la importancia de que cada uno de nosotros del lo mejor de sí mismo en este mundo y como co-creadores de un mundo cada vez más pleno y diverso (también la temática de la prosperidad se presenta en el judaísmo). Este enfoque ha sido mencionado por Max Weber en su obra “La Etica Protestante y el espíritu del Capitalismo“, hubo referentes como Calvino donde el éxito (en particular económico) es una marca de la elección divina y glorificación a Dios. Hoy esto es retomado,  enfatizado y llevado a extremos -según nuestra opinión- por algunas corrientes como los neopentecostales y su teología de la prosperidad (con especial presencia en países de América Latina). Sobre esta última este artículo desde una perspectiva católica lo cuestiona severamente.

a.3 El amor es central en el mensaje cristiano y deben encontrarse caminos concretos para su expresión. Erich Fromm, en su obra “El arte de amar“, distingue distintas expresiones o formas de amor (como es el caso del amor solidario). ¿Es posible en relaciones socioeconómicas? En esta nota hemos citado a un prestigioso autor y la experiencia de Sekem (en Egipto), también hemos mencionado la economía social y solidaria, la economía de comunión, la economía del bien común, la experiencia de las ecovillas, otras experiencias de compartir (como las de los primeros cristianos, hoy presente en comunidades y órdenes religiosas), entre las principales. Dependerá de cada contexto micro y macro que las mismas se puedan desarrollar o no, pero son experiencias concretas que ya funcionan.

b) los caminos concretos

Históricamente la Iglesia católica, con el auge de la modernidad y desde la Encíclica Rerum Novarum en adelante, ha sostenido una tercera vía entre el capitalismo y el socialismo real. Muchas experiencias socialcristianas se asemejan a experiencias socialdemócratas (4). Por su parte dentro del laicado han habido otras variantes desde las cercanas a posiciones de ortodoxia económica (algunas de ellas relacionadas con el neoliberalismo) hasta las que van hacia un populismo de izquierda (haciendo referencia a experiencias latinoamericanas) (5) hasta mixtas como las de Bolivia o las vinculadas con el desarrollismo. Por lo tanto el abanico de caminos u opciones concretas ha sido grande. El Papa Francisco ha establecido como importante el fijar «un piso de techo, tierra y trabajo» para las personas marginadas, así como de resolver la cuestión del cambio climático, la pobreza y la situación de los migrantes.

A modo de posible síntesis. Los puntos que mencionamos más arriba intentan presentar las principales posiciones que entendemos no deben considerarse como «absolutas» y la importancia de no caer en una lectura literal de textos que se consideran sagrados para aplicarlos al mundo del siglo XXI.  Como se puede observar las mismas son muy diversas entre los cristianos, aunque en el caso de la jerarquía de la Iglesia católica pivotean sobre la denominada «tercera vía». Dada la relevancia que tienen las religiones es fundamental poder ejercer un discernimiento maduro (y no fanático o integrista) de una verdad compleja sobre la temática de esta nota y acerca de las distintas partes que articulan su mensaje. Sería un signo de sabiduría y nos puede ayudar a converger hacia un mundo mejor.

(1) se relaciona con la cuestión de la búsqueda de sentido en esta vida.

(2) está vinculado a la temática de la propiedad.

(3) acerca de la complejidad que encierra la temática del capitalismo se puede ver en esta nota y en general en este blog

(4) en esta nota hemos planteado la importancia de redefinir y actualizar el estado de bienestar.

(5) esta opción es muy favorable a todo lo que promueva la justicia social y la igualdad, aunque -en general- está emparentada a enfoques maximalistas y políticamente con tendencia a la autocracia (algo de esto lo hemos reflexionado en esta nota). 

 

One thought on “Religión, política y economía

  1. El punto cuarto me recuerda que hace años tengo la intención de leer la ética protestante… de Weber. En esa inflexión de la historia era necesario que se justificara la ganancia con los mejores argumentos…

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