El diccionario de la RAE define carisma de dos maneras:
- Especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar, y
- Desde el aspecto religioso, como don gratuito que Dios concede a algunas personas en beneficio de la comunidad. San Pablo se ha referido en varias cartas, y entre ellas esta“.
Sobre la primera acepción, en esta nota del diario El País, de España, se hace alusión a la oscura necesidad del carisma, con su aspecto pernicioso y alude en particular a lo que se muestra en la imagen de la entrada. A continuación nos permitimos transcribirla.
«Nuestro problema con el carisma.
El vídeo corto, rápido y vertical donde una persona explica a otra cualquier tema es gasolina para nuestros cerebros, que no distinguen entre autoridad y conocimiento.
Tengo el móvil, y por tanto, el cerebro, saturado de vídeos donde una persona explica a otra, muy convencida, delante de un micrófono y en un par de minutos, lo que sea, desde un exfutbolista defendiendo que la tierra es plana a una diseñadora contando que solo cena con hombres y jamás con amigas. El objetivo de estas piezas es resumir y promocionar una conversación más larga, generalmente un podcast, pero su éxito indica que se han convertido en un fin por sí mismas. Como decían en Amiga date cuenta Begoña Gómez Urzaiz y Noelia Ramírez, sus protagonistas son objetos de consumo de rápida metabolización. Su brevedad es ideal para contar una anécdota y elaborar una idea, pero, sobre todo, para exhibir carisma. Lo importante —además de generar una respuesta emocional poderosa que provoque comentarios— es cómo te mueves, cómo miras, quién eres, qué demuestras con tu voz y con tu cuerpo. Dicho de otro modo: el magnetismo, en 2025, se demuestra parando en seco el scroll infinito. Se ha dicho que el podcast ha sido el medio más influyente en las últimas elecciones de EE UU, pero no se ha dado demasiada importancia a los clips que lo subliman, símbolo de esta época de propaganda donde los gestos son más importantes que los hechos.
Los algoritmos suelen aprovechar una vulnerabilidad humana preexistente, explotándola. Si estos vídeos han inundado TikTok e Instagram, es, creo, porque han hackeado nuestra debilidad por el carisma humano. En pocos instantes somos capaces de detectar si alguien se comporta con autoridad —algo más sencillo que evaluar si esa persona posee conocimientos sólidos sobre lo comentado—, y ese atajo vuelve locas a nuestras mentes. Hasta la llegada de internet, quienes no tenían acceso a los medios de comunicación veían muy limitado su poder de seducción masiva, reservada a políticos, artistas, realeza. Pero desde hace unos pocos años, el vídeo corto rápido y vertical es gasolina para nuestra debilidad por esa cualidad atávica tan útil para aparearnos mejor, liderar peleas tribales y, en general, hacernos la vida más fácil. Cómo ignorar a alguien fascinante, si eso va contra nuestros instintos. Se me ocurren varios peligros en esta cierta democratización del carisma. El primero es el enorme poder que existe en seducir a grandes audiencias globales de forma rápida y sin más filtros que los del algoritmo. El segundo, la tentación de rentabilizarlo. La venta del carisma a veces se llama marca personal, otras “influencia”. El tercer peligro somos nosotros mismos. Difícil no perder el tiempo en un internet tan interesante. Mirad qué voces, qué ojos, qué manos.
Pienso en el vídeo más impactante de los últimos tiempos, aquel donde el presidente de EE UU acusa al de Ucrania de desear una tercera guerra mundial. No es un podcast donde se vean los micrófonos, pero sí una rueda de prensa delante de las cámaras de los periodistas. La exhibición de poder físico y vocal de Trump apenas pudo ser resistida por un Zelenski que intentaba mantener la dignidad y no hablaba en su idioma natal. De pronto, parecía pequeño dentro de su icónico uniforme de guerra, que, como un traje de superhéroe roto, ya no funcionaba. Supongo que por eso le molestó tanto a Trump su atuendo, porque conoce y trabaja los símbolos del carisma, y veía en él un peligro que no se materializó. De esto sí sabe Trump, de quien siempre se destaca su capacidad de conectar con la calle. Como un vídeo de internet que explota nuestra oscura necesidad de carisma.”
Desde una perspectiva más general sobre la política actual, y una referencia al caso argentino el analista político Carlos Fara lo desarrolla en esta nota. En el punto 5 de la misma dice: «El “dirigente influencer”: una figura política ya no es solo una referencia ideológica o valorativa para un grupo de ciudadanos, sino que también puede ser un animador de oportunidades de ganancia rápida, un comentarista eterno de la realidad, o un promotor de productos y servicios.»
A continuación lista las principales implicancias (a tomar muy en cuenta), así como «varias conclusiones, oportunidades y amenazas sobre la forma de hacer política que puede estar avizorándose, aunque por supuesto no implica una transformación de la mayoría de las construcciones políticas. En los niveles provinciales y locales la dinámica sigue siendo más tradicional: está cambiando, pero a menor velocidad.»
Es un signo de los tiempos muy relevante que es preciso transformar si deseamos ir hacia un mundo mejor. Para ello es fundamental el papel de la educación (tanto en lo que se refiere al discernimiento en los diferentes tipos de liderazgos y lo que expresan, en no confundir la relevancia de tener ideales con «idealización» de figuras o sistemas, así como en hacer un uso responsable de las redes), y en el papel de las redes sociales. En cuanto a estas últimas hay diferentes posiciones, desde aquellas que sostienen la libertad absoluta hasta las que plantean un «piso de regulaciones comunes» como es el caso de la Unión Europea. En general, hay coincidencia en que las normas autoimpuestas o las que fije el Estado impidan la difusión de contenidos inapropiados (como, por ejemplo, la pornografía infantil, la pederastia, el odio en todas sus formas o la fabricación de explosivos) y las restricciones para su uso en cuanto a tiempo y edad para menores.
2 thoughts on “Acerca del mal carisma y sus impactos”
muy muy interesante y sugerente
Gracias por tu comentario.