La imagen de la entrada nos revela una afirmación de Maquiavelo, que expresa una cruda realidad y está en consonancia con su pesimismo sobre la naturaleza humana.
A fin de tender a superar estas restricciones y este pesimismo, en el presente blog hemos tratado de reflexionar sobre el cambio, la importancia de evolucionar -en particular en lo referido a la conciencia– y de canalizar nuestra energía hacia el bien y la vida. También hemos apelado desde los sentimientos y valores (asociados a la educación) hasta el comportamiento de primates «sabios» que ponen en cuestión nuestra condición de «sapiens».
Entre las preguntas que nos podemos hacer, para superar las restricciones que plantea Maquiavelo, están si podremos asumir:
- ¿seriamente la cuestión del cambio climático con políticas adecuadas?
- ¿la desigualdad, la pobreza y las migraciones que se generan por estas causas?
- ¿la financiarización de la economía y tratar de redefinir -a nivel global y nacional- un estado de bienestar?
- ¿emprender con sostenibilidad y sustentabilidad socioambiental más allá del lucro?
- ¿direccionar los cambios científicos-tecnológicos en sintonía con los puntos anteriores?
entre los más importantes.
Sabemos que lo anterior necesita de cambios culturales e institucionales (dimos un ejemplo muy particular en esta nota para destacar la necesaria articulación), que los mismos los tenemos que hacer sin fanatismos (sabiendo de nuestras limitaciones e imperfecciones) y seguramente enfatizando que está en juego nuestra supervivencia como especie. ¿Predominará el instinto de conservación o la irracionalidad y la estupidez? Ojalá que sea lo primero, y lo hagamos con premura.