Emprender más allá del homo economicus

Los seres humanos tenemos «motivaciones mixtas». Entre ellas están el poder resolver la cuestión del sustento material, que nuestros ahorros no pierdan valor, al igual que la moneda con la que intercambiamos…. y, para determinadas personas, focalizarse en maximizar el excedente económico o lucro (lo que se supone hace el «homo economicus«). En otra entrada sobre «economías y valores» mencionábamos una investigación realizada por H. Kantis, Masahiko Ishida y Masahiko Komori (ver esta publicación, en particular el Gráfico 2-7 «Principales motivaciones para ser empresario»), donde se muestran los resultados de una encuesta a fundadores de empresas de los países seleccionados en el estudio). De estos resultados empíricos se puede observar que sólo un mínimo porcentaje tiene como motivación «ser rico» o que se plantean la maximización del lucro. Ello es coincidente con opiniones como las de Muhammad Yunus en esta nota.

En una nota del 29/9/18 del diario Perfil denominada «asistencia virtual a emprendedores sociales que buscan expandirse», expresa que «hace algunos años, la activista social y emprendedora Margherita Pagani recorrió ciudades del sur de Europa afectadas por la crisis de los refugiados y fue allí donde descubrió las limitaciones que generaba diseñar proyectos sociales desde cero y, también, lo difícil de replicar una idea pensada en otras latitudes. Barreras financieras y operativas impedían que un proyecto que fue exitoso en una región del planeta, en la resolución de problemas socioambientales, se trasladara a otra parte del mundo.» En esta línea están ongs como Mayma.

Este tipo de iniciativas está inserto en corrientes como el Foro Nesi (ver sitio), empresas sociales (promovidas por organizaciones como Ashoka), empresas de triple impacto (o «sistema b» que también se puede visualizar en esta nota), de cuatro retornos y otras muchas que venimos reseñando en este blog (1). Estos enfoques y experiencias nos ayudan a converger hacia un mundo mejor.

(1) véase por ejemplo los derivados de la economía ecológica, del bien común, de economía de comunión, la economía social y solidaria, economías con ecovillas, y otras. De manera similar se puede ver esta nota de la BBC.

Economías con finanzas éticas y colaborativas

La temática de la banca ética, o con valores, donde muchas veces se incluyen también conceptos como finanzas colaborativas, finanzas solidarias y ahorro socialmente responsable, surge como corriente y expresiones concretas frente a la “financiarización de la economía” (que ha venido creciendo sostenidamente, en particular desde los años setenta del siglo pasado), las crisis financieras y lo que la Cumbre del G20 del año 2009 ha calificado como a «un sistema financiero irresponsable”.

Peru Sasia, Presidente de FIARE (la palabra FIARE es un acrónimo de Fundación para la Inversión y el Ahorro Responsable), traslada, en su artículo sobre “El proyecto FIARE: alternativa financiera desde la acción colectiva”, la necesaria oportunidad de un cambio de rumbo en el proceso financiero dominante, desdoblado, opaco, ausente de valores éticos… No es posible que se crezca a costa de los más y urge la necesaria acción conjunta, de todos los que sueñan con un mundo incluyente (sin exclusiones y sin abusos de unos (los pocos sobre otros (los más). Se necesita una acción financiera transparente y asentada en valores éticos, en la participación ciudadana que traslada a esa acción valores de cohesión y solidaridad social. Es la oportunidad de construir, desde las finanzas, ese otro .mundo que es posible Es preciso decir que las iniciativas de finanzas éticas surgidas en España no nacen de esta crisis, aunque son reforzadas por ella, demandando otra banca que es posible. Nacen hace 15/20 años (según las diversas experiencias), desde flujos solidarios de personas que funcionan por debajo de lo visible en ;la sociedad y que pretenden aportar dinero a proyectos sociales, con repercusión en la cohesión social porque detectan que el empeño en la equidad social no entraba en el horizonte de las instituciones financieras existentes. Éste es su valor, la potencia de la creatividad social ante necesidades no atendidas por ,el sistema. La banca ética, en nuestro caso FIARE busca formas de participación colectiva, para lo cual adopta la forma jurídica de cooperativa, donde cada persona es un voto y las asambleas posibilitan participar en las decisiones estratégicas. FIARE es la conclusión práctica de la búsqueda realizada por personas solidarias de ese otro mundo que es posible, donde todas las personas, sin exclusión, han de tener su espacio y donde la equidad se conforma .como la base imprescindible para la cohesión social”.

De la cita anterior del documento de SETTEM surge que si bien se busca un movimiento general hacia un sistema financiero responsable y ético, dentro del mismo emerge la posibilidad de que se pueda articular un ahorro socialmente responsable que se pueda canalizar hacia proyectos sociales que buscan promover la equidad social.

En el sitio cuéntame algo bueno, el 3/9/2018, se presenta una nota «Por un Nuevo Modelo Financiero de Nueva Economía» donde se plantean Buenas Prácticas Concretas, propuestas por el Foro Nesi. Allí se explicita que en este Nuevo Modelo de Finanzas:

  • Se reduce la especulación financiera y se priorizan las inversiones en proyectos con valores éticos, sociales y medioambientales, buscando el bien común entre empresas, administración y ciudadanía
  • Los ciudadanos son parte muy activa del sistema e invierten en los proyectos e iniciativas que les interesan a través de las “finanzas colaborativas”, con instrumentos como el Crowdfunding, el Matchfunding o el Equityfunding.
  • La transparencia de bancos, personas y movimientos financieros es total, con operaciones y cuentas auditadas y a disposición de toda la ciudadanía. Desaparecen el fraude fiscal y los paraísos fiscales.
  • Las finanzas están orientadas hacia el bien común y no buscan el constante crecimiento económico.

Respecto del «cómo» y cuales son los factores claves para alcanzar el Nuevo Modelo Financiero señala que es:

  1. Implicando a todos los actores involucrados en el sector de las finanzas: ciudadanía, banca o sector financiero tradicional, banca ética, pro financiadores, asociaciones vecinales, comunidades, ONGs locales, escuelas de negocio, facultades de económicas e instituciones públicas y ayuntamientos, entre otros.
  2. Constituyendo un pacto por una Nueva Economía entre los actores implicados. El pacto incluye una serie de valores que deben inspirar a cualquier inversión a realizarse. Los valores, orientados hacia el bien común, son: libertad, verdad, justicia, paz y solidaridad.
  3. Aumentando la conciencia colectiva a través de la educación financiera y la sensibilización a la ciudadanía mediante el impulso a la visibilización de casos de éxito sobre un nuevo modelo en las finanzas.
  4. Dinamizando las finanzas colaborativas (crowdfunding, matchfunding, equityfunding):
    1. actualizando el marco normativo;
    2. habilitando mejores espacios físicos (en el territorio) o virtuales (en internet a través de plataformas o apps) para encuentro de las personas que quieren invertir en los proyectos; y
    3. Incentivando estas prácticas, por ejemplo a través de medidas fiscales que beneficien a las personas u organizaciones que participen en proyectos sociales.
  5. Promoviendo una redistribución de la riqueza y disminuyendo la brecha económica existente entre las personas. Esto puede realizarse a través de una nueva fiscalidad, financiamiento de proyectos o ayudas a organizaciones sociales, entre otras.
  6. Democratizando la economía, poniéndola de nuevo al alcance de los vecinos a una escala de barrio a través de las monedas locales y sociales, bancos del tiempo y el consumo colaborativo».

Finalmente indican que ya existe la Banca Ética, y un ejemplo de ellos es el Triodos Bank. En la imagen de la entrada hemos colocado una foto y una frase de Joan Melé, miembro del Consejo Asesor de dicho banco y cuyas opiniones se pueden visualizar en estos videos. En Argentina existe una institución muy interesante como es el caso de la Fundación La Base que financia a cooperativas de trabajo.

Podemos afirmar que esta corriente y estas experiencias concretas nos ayudan a converger hacia el bien común y a un mundo mejor.

PD: Al principio de esta nota se han tomado referencias de este encuentro del Senado de Argentina en mayo de 2015.