En esta nota de Infobae, del 3/06/2020 (de donde hemos tomado la imagen de la entrada), se menciona que el Presidente Alberto Fernández se reunió con los dueños de las principales empresas industriales de Argentina, y en la misma se expresó que «fue una discusión sobre el día después de la pandemia. Cómo empezar a poner en marcha la economía. Junto a decisores directos de las compañías, muy interesados en construir acuerdos y en proyectar a futuro».
Según esta otra nota, en la misma reunión, el Presidente habría mencionado que la construcción de un nuevo contrato social conllevaría converger hacia una visión y una práctica de un «capitalismo justo» (1). Tal vez ello esté relacionado con opiniones como esta, con una fiscalidad que sea progresiva para las personas pero no para las empresas, con una gestión del estado eficaz (y por lo tanto profesionalizada), transparente y eficiente en cuanto a su tamaño y gestión, promotora del emprendedorismo… entre otros elementos. Unos días después Alberto Fernández se refirió a un capitalismo «noble» y en relación a esto el presidente de ACDE respondió «probablemente una nueva economía esté naciendo a nivel mundial, así que es de esperar que acá en la Argentina también haya que repensar todo de nuevo. El Presidente también se refirió a un capitalismo al estilo de Enrique Shaw (fundador de ACDE), basado en la producción. Obviamente estamos muy de acuerdo ahí, porque eso es lo que ACDE viene pregonando hace muchísimos años. Pero tenemos que entender que ese capitalismo se basaba en el respeto a la propiedad privada, en la libertad personal para emprender cualquier tipo de actividad lícita y en la libre competencia de mercado. Siempre que se cumplan esas condiciones nosotros vamos a estar de acuerdo en sentarnos a revisar el resto. En ese diseño económico de la Argentina tenemos que estar todos unidos y ser parte del grupo que lo diseñe».
Más allá de visiones ultraliberales, así como de una izquierda que no se ha actualizado, entendemos que hay un amplio espectro socioeconómico y político para encontrar caminos concertados en esta dirección (2). Ello nos puede ayudar a salir de una tendencia declinante, con cada vez más pobres (acentuado por los graves efectos de la pandemia y la cuarentena en las regiones más ampliamente pobladas), a encontrar un sendero de desarrollo sustentable, y por lo tanto mejor que el que veníamos teniendo. Sobre esta temática se puede ver esta interesante nota de Sergio Berensztein.
(1) El sustantivo «capitalismo» tiene distintas acepciones, entre las que está la maximización del lucro. Se supone que este no es el caso de lo que se quiere significar, sino que sería equivalente a «economía de mercado» con un reparto del excedente más equitativo tanto en la economía en general, como en la fiscalidad y en el accionar del estado.
(2) Dos días después de escribir esta nota, el día 8/06/20, el Poder Ejecutivo decidió la intervención -con la posibilidad de expropiarla- de la empresa Vicentin que estaba en un proceso judicial de convocatoria de acreedores. Ello tiene múltiples implicancias a futuro acerca del «tipo de capitalismo» y del rol del Estado. De todos modos el 19/6/20, el Gobernador de Santa Fe anunció, desde la quinta de Olivos, que se elige una vía a través de la Justicia, y sin expropiarla, para su rescate. Hacia comienzos de julio continuaba esta alternativa.
4 thoughts on “¿Podremos construir un «capitalismo justo»?”
Muy buena acepción para definir capitalismo. Me hace recordar al viejo Rogelio Frigerio cuando decía que Álvaro Alsogaray se apropió indebidamente de la expresión economía social de mercado, con la cual nada tenía que ver, con el sólo objetivo de identificar su «liberalismo» con el milagro alemán conducido por Erhard bajo la cancillería de K Adenauer.
Al respecto la Fundación K Adenauer editó un libro Doctrina Social Católica de Theodor Herr que ofrece un índice de ítems a tener presente al momento de proponerse debatir sobre la organización social. Está estructurado en tres partes:
I Cuestiones básicas de la Doctrina Social Católica.
II El orden económico y social en el enfoque cristiano.
III El cristiano y la política-Iglesia y Estado.
Creo que constituye una propuesta ordenada de temas a debatir ante la fragmentación intencionada con la que se pretende discutir los temas.
En este sentido apelo a conceptos de organización social inclusiva y de responsabilidades para gozar de los derechos, en la que no pueda existir la descalificación de los méritos apelando a oportunidades que, para no dejarlas pasar, exigen del esfuerzo para disponerlas. En otras palabras oportunidades para todos erradicando la estructura social prebendaria en todos sus niveles en los que se están apoyando los privilegios explotando una industria de la pobreza para ejercer el poder.
Creo que este fundamento es necesario para encuadrar todos los temas que hagan a un capitalismo más justo.
Muchas gracias por tu comentario Ernesto. Seguramente coincidiremos en que es muy difícil (o, tal vez, imposible) definir «lo justo» en un sistema económico. Lo que me animo a agregar de manera complementaria a lo que vos señalás, es que -además de la doctrina social de la Iglesia y la economía social de mercado- se pueden encontrar fundamentos en la socialdemocracia, en corrientes humanistas, en experiencias en general de compartir (https://busquedamundomejor.com/compartir/ y donde no prevalecen relaciones de poder) y en particular de compartir ganancias (https://busquedamundomejor.com/trabajo-compartir-las-ganancias/), de propiedad en las empresas (https://busquedamundomejor.com/economias-democratizadas-el-caso-de-las-esop-y-las-organizaciones-horizontales/) de emprender en aras del bien común (como esta experiencia: https://busquedamundomejor.com/la-economia-del-bien-comun/ y también este enfoque:https://busquedamundomejor.com/economia-del-procomun/ así como este ejemplo de Sekem: https://www.sekem.com/en/economy/economy-of-love-fairtrade/), de economía social y solidaria (https://busquedamundomejor.com/economia-social-y-solidaria-empresas-sociales/), de comercio justo (https://busquedamundomejor.com/del-libre-mercado-al-comercio-justo-responsable/) de una fiscalidad progresiva a las personas y decreciente a las empresas, en asignar el gasto y la inversión pública con prioridades claras hacia los más pobres o débiles….entre otros elementos.
Considerando al capitalismo como «economía de mercado», tal como se propone en la nota del artículo a comentar, por supuesto que se puede hablar de un capitalismo más justo, con medidas como las expuestas en el comentario anterior. En todos los casos hace falta una mayor intervención del Estado, como regulador de la economía.
Y hacia ese capitalismo (o «economía de mercado») más justo, habrá que ir, necesariamente, ya que por el momento no aparece otro camino viable.
No obstante, no creo que con eso alcance para configurar una sociedad solidaria e igualitaria, que es a la que debería servir la economía. Porque la economía de mercado se basa en la competencia, y la competencia es incompatible con la solidaridad. La ley de la oferta y la demanda no estimula la solidaridad, sino la competencia.
Muchas gracias Ángel por tu comentario. Respecto a la cuestión de una sociedad solidaria e igualitaria, en la respuesta al otro comentario di mi opinión con algunos links al respecto. En cuanto al tema de la competencia es cierto lo que decís y es un gran desafío diferenciarla de «ser competentes» en lo personal, organizacional y en otros ámbitos de la vida. Al respecto en el blog aparece esta nota: https://busquedamundomejor.com/competentes-no-competitivos/ para el debate.