¿Cuál es el lugar en el mundo para un país? El caso de Inglaterra

A todos los seres humanos nos cuesta encontrar nuestro lugar en el mundo, o un sentido de nuestra existencia.

A los países también. A la Argentina le cuesta (como hemos intentado reflexionar en esta nota), a otros países del mundo… y en esta entrada intentaremos plantear algunos enlaces que pueden ser de utilidad sobre el caso de Inglaterra. Un país que fue un imperio, tal como sabemos y se muestra en documentales como este o este.

Tal vez esto último, junto a su carácter insular, su fuerte relación con EEUU, la fuerte inmigración que sufrió (en especial de Polonia, pero no sólo) en un momento determinado cuando era parte de la UE, la manipulación de la opinión de una parte de la población a través de la empresa Cambridge Analitica y el rol de líderes como Boris Johnson para optar por el Brexit, entre otros elementos, han marcado un derrotero sin dirección clara.

Ello está bien explicado en esta nota, a comienzos de 2023. Esperemos que surjan liderazgos que le permitan encontrar un lugar armónico en el mundo. Ello es válido también para el resto de los países, donde -en especial las grandes potencias- tienen un rol clave para diseñar una globalización más equilibrada, sin búsqueda de hegemonías, que nos permita converger hacia un mundo mejor. Es imprescindible y urgente.

La relevancia de una buena articulación económica

Sabemos que las situaciones caóticas no nos llevan a buen puerto. La economía en general, y la política económica en particular es un buen ejemplo de ello. En esta nota se hace una reflexión, que se espera sea de utilidad.

El cambio climático y ¿quién es el enemigo común?

La temática del cambio climático ha sido abordada en este blog en distintos artículos, tal como se puede visualizar en el Indice Temático.

En esta nota se lo desarrolla en línea con la imagen de la entrada. Esperamos sea de utilidad.

El deporte como una danza expresiva de la alegría

Según esta fuente, «la  Real Academia Española, en su Diccionario de la lengua española, define deporte como una «actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas»; también, en una segunda acepción, más amplia, lo define como «recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre».Por otra parte, la Carta Europea del deporte lo describe como: «Todas las formas de actividades físicas que mediante participación organizada o no, tienen como objetivo la expresión o la mejora de la condición física y psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales o la obtención de resultados en competición de todos los niveles».

En su dimensión de juego, en este blog lo hemos presentado en sus dimensiones de aporte hacia un mundo mejor, así como actividad reparadora de situaciones indeseables.

En la historia de la humanidad ha tenido otras facetas, como forma de dominio o alienación fomentada desde el poder de turno (expresada en la frase “pan y circo”) para no abordar los verdaderos problemas, hasta la idolatrización de figuras exitosas en diferentes deportes.

En el video, al pie de esta nota, se le ha colocado música (un vals) a un gol que le hizo Argentina a Polonia, que ilustra como puede ser una especie de danza de un equipo de futbol frente a otro (que solo se defiende) y provoca alegría en simpatizantes del primer equipo. Finalmente con excelente trabajo en equipo, humildad, buena dirección técnica y liderazgo de Messi se consagraron campeones del mundo (1).

(1) Sobre el fenómeno cultural que implicó ello es interesante esta nota y sobre sus implicancias esta.

 

 

 

 

Lo relevante y significativo que es ser agradecidos

En esta entrevista que le hace Agustina Lanusse al reconocido monje benedictino David Steindl Rast, señala que los datos hablan por sí mismos. Recientes investigaciones internacionales (como las de las Universidades de California y de Miami)  confirman que, las personas que son agradecidas viven mejor. Rinden más en el trabajo.

La nota continúa diciendo que «otra investigación realizada por científicos chinos valoró la cantidad de agradecimiento que la gente mostraba en su cotidianeidad. Los especialistas encontraron que, los niveles más altos de gratitud se asociaban a una mejor calidad de sueño, y a escalas más bajas de ansiedad y depresión. Si los beneficios de vivir agradecidos son tan contundentes, ¿por qué nos cuesta tanto sentirnos satisfechos y conformes con nuestra vida?

El hermano David Steindl Rast, monje benedictino austríaco de 96 años, que viaja por los cinco continentes predicando la gratitud como estilo de vida asegura: “La presión de la publicidad a la que estamos expuestos y la creencia de que teniendo más seremos felices, nos generan expectativas que, al no cumplirse, nos conducen a grandes frustraciones. Podemos tener cualquier cosa que deseemos, pero si no podemos estar agradecidos por ello, no seremos felices”.

Más adelante se le pregunta «si la ciencia certifica que ser agradecidos nos aporta salud y felicidad, ¿por qué vivimos con la sensación de que nada es suficiente?

La presión de la publicidad, y la creencia de que teniendo más seremos felices, nos generan expectativas que, al no cumplirse, nos llevan muy a menudo a grandes frustraciones. Todos lo hemos vivido en carne propia. Esos sueños de querer más no nos han llevado ni remotamente a estados de mayor bienestar. ¿Quién no ha experimentado, que luego de conseguir, con muchísimo esfuerzo algo material, en lugar de disfrutarlo, inmediatamente quiere algo nuevo, porque por ejemplo, al ver a su vecino con el último modelo de celular, siente que lo necesita? Por otro lado, también nuestra mirada constante hacia el largo plazo nos desconecta de la posibilidad de sentirnos plenos ahora en este preciso momento. Todo debe aumentar y seguir creciendo. Más, más y más. Se entiende al progreso como la condición más importante para lograr la felicidad.

Pero gracias al progreso muchas más personas en este planeta viven mejor ¿o no?

Sí, pero la idea de evolución constante es nueva, no es equivocada ni mala, pero nos ha llevado por un camino peligroso con aspectos y consecuencias no deseadas. Es el Zeitgeist, el espíritu de la época. Existen palabras claves que identifican a la sociedad occidental actual: Progreso. Más es mejor. Lo nuevo es mejor que lo viejo. Necesito más. Hay que producir sin cesar sino la economía se desmorona. Tenemos una mirada y una valoración enfermiza en fuga hacia el futuro, escapando del momento presente. Huyendo del aquí y ahora. Desperdiciamos la oportunidad que tenemos ya, en este preciso instante, de responderle a la vida plenamente. No mañana ni pasado. Ahora. Disfrutando y agradeciendo lo que sí hay y está ocurriendo.

Me parece muy bonito uno de los nombres que se le da a Dios en el antiguo testamento: “El Shaddai”, traducido por los rabinos judíos como el señor de lo “Suficiente”. No se necesita más que lo que la Vida nos da en cada momento.

¿No puede ser naif o irresponsable esta mirada que deja todo librado a lo que va ocurriendo hoy sin planificar el mañana?

En Occidente muy a menudo tomamos por sentado que solo puedes tener una vida exitosa si tienes todo calculado, cada detalle de tu vida. Somos el capitán de nuestro barco e ideamos el recorrido exacto. Sin la más mínima oportunidad para quedar librados al destino o la sorpresa. Incluso los padres tienen planes concretos para sus hijos. Hemos perdido el disfrute por la sorpresa que significa interactuar libremente con la vida. Con pocas expectativas, pero con infinito entusiasmo. El encanto de comprender que a cada segundo podamos preguntarnos cuál es el próximo paso que el camino nos propone. ¿Qué nos está ofreciendo hoy? Porque avanzamos como si pudiéramos controlar cada detalle de los que nos ocurre. Y eso nos ha llevado a perder la confianza. La gratitud presupone una actitud esperanzada, confiada e incondicional en la vida. Más allá de lo que nos pueda suceder.»

Más adelante indicó que la palabra clave es «gratitud», y le pregunta: «usted suele decir que no es la felicidad la que nos hace ser agradecidos, sino que ser agradecidos nos hace felices. ¿Cómo es esto?:  Se puede sintetizar de esta manera. Podríamos tener cualquier cosa que deseemos profundamente en este mundo, pero si no podemos estar agradecidos de tenerlo, no podremos ser felices.

¿Cómo se puede ser agradecido cuando uno está experimentando el dolor, la muerte, la separación, el conflicto o la enfermedad? ¿No es esto una utopía?

Si nos toca atravesar el dolor, la muerte o la enfermedad, no debemos esperar estar contentos. Por supuesto que no. Pero estoy convencido de que incluso en las peores situaciones uno tiene la posibilidad de elegir confiar en la vida. Esto es lo que se llama la “opción fundamental”. Elegir creer y esperar o no hacerlo. Cuando eso no ocurre, cuando aún no podemos, debemos repetírnoslo mil veces. Si confiamos en la vida, incluso durante los momentos de mayor angustia, podremos descubrir la oportunidad que esa vivencia nos ofrece. Esto nos habilita a optar por ella. Y encarar la realidad de una manera creativa. En cambio, si optamos por victimizarnos, terminaremos en un callejón sin salida. La elección más valiente y novedosa es simplemente entregarse a vivir la experiencia. A fluir y bailar con ella.»

Luego la nota se subtitula «Lo que se nos regala» y continúa el diálogo de esta manera: «usted suele repetir que, para ser agradecidos, es crucial experimentar la vida como un don. Pero muchas veces nos pesa y la sentimos como un deber.

En la sociedad actual, la gratitud es tan lejana o desconocida que nuestras respuestas a la vida se convierten en un deber. Y para que deje de serlo, primero debes ejercitar la gratitud. Tenemos el potencial interior para ser agradecidos, pero para que emerja debemos aprenderlo. La buena noticia es que una vez que lo internalizamos, nos damos cuenta de que todo es un regalo. Hay actitudes que no son naturales en nosotros, pero todos tenemos la capacidad de adquirirla con el ejercicio. Esto ocurre con la gratitud. Igualmente creo que ser agradecidos es algo natural al ser humano, pero nuestra sociedad nos ha educado de otra manera, por lo que debemos reeducarnos. Si no tuviéramos la presión social seriamos naturalmente agradecidos. Los niños más pequeños confían en la vida y son felices. A medida que crecemos sentimos que siempre hay algo nuevo que necesitamos y esto bloquea el gozo.

¿Tiene días en que le cuesta ser agradecido? ¿Qué hace para volver al eje?

Por supuesto. En muchas ocasiones. Por ejemplo, cuando suena el despertador por la mañana, mi reacción espontánea es: “Ah no”. No recuerdo algún día de mi vida que me haya sentido agradecido por la alarma. Estoy molesto. Me resisto a lo que toca. Pero muchas veces encuentro el remedio: la automotivación. No me gusta levantarme de la cama, pero me recuerdo qué bendición es poder contar con mis piernas para hacerlo. Y para superar mi queja o disgusto, hago la promesa de alegrar el día a alguien. Reconozco que esta oportunidad es un regalo por lo cual puedo estar agradecido.

Otro ejemplo: es una tarde hermosa de primavera y estoy esperando el momento dorado del atardecer para hacer un paseo. Salgo y me invade una ola de mosquitos. No puedo caminar así. Siento bronca porque se canceló mi programa. Pero me detengo y pienso: ¿quién lo frustró? Es la vida misma. Y me digo que, la clave es entender que no debo aferrarme a mi objetivo sino interactuar con lo que acontece. Más tranquilo y reconciliado armo un plan B: disfrutar el atardecer desde mi ventana con un buen libro.»

Sin duda testimonios de vida y reflexiones como esta nos conducen a un mundo mejor.

La importancia de los personajes secundarios, de una buena función paterna…

En la liturgia católica, en el cuarto domingo de adviento se reflexiona sobre el Evangelio de Mateo 1, 18-22. En este link lo analiza y lo comenta Luis Casalá. Allí hace referencia al rol de José como «personaje secundario», pero fundamental en cumplir una muy buena función paterna (como protector de Jesús y también de María), como trabajador, con su gran fe, valentía y apertura a los sueños (tuvo cuatro en donde entendió que se manifestaba Dios), y finalmente hace referencia a las casas de María, y su significado.

Ojalá sea de vuestro interés.

 

Una reflexión sobre cooperativismo, distribución del ingreso, democracia y cuestiones conexas

En este blog hemos reflexionado sobre economías democratizadas y sobre la economía cooperativa. En esta nota se han planteado los parecidos de familia del cooperativismo, y en esta se trata sobre la relación entre cooperativismo, distribución del ingreso, democracia y cuestiones colaterales. En lo que se refiere al cooperativismo agropecuario en Argentina se puede ver este artículo.

Esperamos que estos textos sean de utilidad.

 

El Capitán del Pequod y el comportamiento de cierta dirigencia

En esta nota, Alejandro Razé expresa que «el año que viene festejaremos cuarenta años de democracia ininterrumpida. También se cumplirán veinte años de la asunción de Nestor Kirchner y la organización de una nueva versión del peronismo.

En vísperas de esos dos aniversarios la vicepresidenta Cristina Fernández está lanzada a una persecución. Más que con la justicia su gesta se destina a destruir un orden legal. La imagen de sus alegatos evoca al capitán del Pequod, el barco que perseguía a Moby Dick. El capitán Ahab es empujado por un deseo incontrolable de destrucción que no puede aliviar sus cicatrices. En sus argumentos la vicepresidenta naturaliza la idea de que todo es política y que toda política conlleva una porción importante de corrupción. En esa lógica todos los poderes estarían igualados».

Este tipo de enfoques, lamentablemente, nos llevan a una Argentina peor.

PD: Respecto de los temas judiciales, luego de redactada esta nota, el Presidente de la Nación anunció que denunciará penalmente a un grupo de jueces por una reunión en Bariloche en la que habrían participado, mientras que el Ministro de Seguridad de la Ciudad aseguró que su teléfono fue hackeado. Respecto de la trama de este tema es interesante esta nota. Es una noticia en desarrollo, y la Justicia deberá determinar la veracidad de los hechos.

El camino como metáfora del cambio

La imagen o metáfora del camino como itinerario existencial de los humanos y mortales, ha sido evocada por la filosofía (como lo expresa la imagen de la entrada) y también por religiones como el cristianismo.

En el caso de este último, es claro el Evangelio de Mateo 3, 1-12que destaca la figura de Juan Bautista como alguien que prepara el camino para que el mensaje de Jesucristo pueda ser bien recibido. En esta excelente reflexión del Padre Luis Casalá se hace referencia a él, y en especial el camino como derrotero del bien obrar.

El camino también puede ser expresión de algo árido, donde caen semillas de verdad que no germinan y no se desarrollan, como expresa el Evangelio de Mateo 13, 19-23. Este último nos habla de la importancia de “la preparación de la tierra” que posibilite el cambio personal.

Estas imágenes y metáforas del camino, hoy resaltamos las de Confucio y de Juan Bautista que nos pueden ayudar al discernimiento para converger hacia un mundo mejor.

La relevancia tener una visión positiva

Hay muchos enfoques y autores que han destacado la relevancia de tener una visión positiva. Entre ellos podemos citar desde Viktor Frankl (y la cuestión del sentidohasta Benjamín Singer (con su libro titulado The Future Focused Role Image). 

Hoy solamente invitamos a leer esta nota de Perfil. Esperamos sea de utilidad.