En esta nota y en esta (entre otras) se dan una serie de indicios sobre las graves dificultades que tiene el Gobierno para revertir la creciente inflación y el desorden macroeconómico, en particular porque no quiere pagar los costos sociopolíticos de un plan de estabilización.
Esperemos que lo anterior no desemboque en un proceso hiperinflacionario, con sus distintos impactos muy negativos.