Acerca de las distintas formas de institucionalizar el capital

En esta entrada nos hemos referido en general en esta temática. En esta nota realizamos una síntesis

Respecto de esta última se desea aclarar que, por razones de espacio, no se pudo especificar o desarrollar, que en la parte de organizaciones privadas las organizaciones del tercer sector (a diferencia de las cooperativas) no reparten excedentes, y que las fundaciones no son democráticas.

También que una cuestión es lo que la modalidad propietaria establece (por ejemplo formas democráticas) y otra muy diferente es la práctica del modelo de gestión que puede no serlo o diferir sustancialmente. Entre otras cuestiones.

Esperamos sea de utilidad para el debate y la toma de decisiones para un mundo mejor.

 

La complejidad del análisis histórico y del presente: el caso argentino

El enfoque de la complejidad para el análisis de la realidad o del mundo, ha sido abordado por distintos autores como el de la imagen de la entrada, así como por Edgar Morin, en este blog y por diversos autores.

En la vida cotidiana, y en particular mucho más en los intercambios que se producen en las redes sociales, tendemos a simplificar, a etiquetar, a polarizar por distintas razones (emocionales, de valores, de enfoques…) y no nos permite a un enfoque veraz (de una verdad siempre incompleta) que nos ayude a tratar de objetivar lo mejor posible la realidad.

Daremos tres ejemplos sobre el caso de la historia argentina, que trata de mostrar esta complejidad:

  • lo que sucedió en la revolución de junio de 1943 ¿tiene alguna similitud -con las diferencias del caso- con la situación de las distintas fuerzas políticas de mediados de 2023 en base a esta interpretación?
  • el tipo de enfoque que utiliza Carlos Pagni en esta entrevista ¿es útil para analizar las continuidades y rupturas, así como la fenomenología del momento actual?
  • el tema de Malvinas, tan sensible y doloroso para toda la sociedad argentina, ¿tiene rasgos y características complejas como menciona este artículo?

Esperamos que sea de alguna utilidad para el debate.

El rol de las novelas distópicas: el caso de Mundo Acuático

Nuestro planeta, al que llamamos Tierra, tiene -en la actualidad- más de un 70% ocupado por océanos. El color azul, que se ve desde el espacio, invocaría a llamarlo «Agua» o planeta «Azul».

Ahora bien, el agua ¿puede llegar a cubrir la Tierra en una mayor proporción? Es lo que se plantea en la película Waterworld o Mundo Acuático (imagen de la entrada con el rol protagónico de Kevin Costner), con un escenario que se ambienta en un futuro lejano donde los casquetes polares se han derretido por completo, y el nivel del mar ha aumentado más de 8,2 km, cubriendo casi toda la Tierra.

¿Lo anterior puede llegar a ser posible? En esta nota se plantea que es una hipótesis que no hay que descartar, si no se revierte prontamente el cambio climático. Es una novela y un film que nos puede servir para imaginar o visualizar un futuro distópico, en el que sobrevirían solo unos pocos. Ojalá no suceda, en la medida que tomemos conciencia generalizada, y encaremos acciones sostenidas para evitarlo.

 

La egolatría y el narcisismo como impedimentos para construir una humanidad solidaria

El ego, para la psicología, «es la instancia psíquica a través de la cual el individuo se reconoce como yo y es consciente de su propia identidad. El ego, por lo tanto, es el punto de referencia de los fenómenos físicos y media entre la realidad del mundo exterior, los ideales del superyó y los instintos del ello».

Por su parte, el exceso de autoestima se puede convertir en egolatría. El diccionario de la RAE define a esta última como «culto, adoración o amor excesivo de sí mismo» (1). La misma está emparentada con el narcisismo.

Antes de entrar en esta temática, debemos partir del enfoque general de que todos los seres humanos buscamos reconocimiento, ser amados y darle un sentido a nuestra existencia.

Como hemos planteado en esta nota, en el idioma inglés, se diferencia el amor a uno mismo: «self love» (que -por ejemplo- está indicado en el Evangelio como una modalidad de amor) del egoísmo (selfish). Otra cuestión relevante -relacionado con esto último- es cuando estamos centrados solamente en nosotros mismos. Podríamos decir «enamorados de uno mismo», como bien lo ejemplifica el mito de Narciso.

Es muy interesante lo que dice Juvenal Arduini, sobre el tema del narcisismo en su libro Antropología. Atreverse a recrear la humanidad (Ed. San Pablo, Buenos Aires, 2004, págs.. 94 a 96): “…El ser humano egocéntrico se ata y se retrae. Quiere ser amado por los otros pero sin amarlos. Absorbe a los otros, quiere ser valorado por otros, pero no valoriza al prójimo.

El egocéntrico se afirma negando a los demás, es expoliador, es un parásito, absorbe a los que lo rodean y no se destraba. Los mitos encierran significados antropoculturales, son manantiales de sabiduría que impregnan la historia, arquetipos para la interpretación de la humanidad. Los mitos trazan líneas estructurales de la existencia y del obrar humano, por eso las culturas crean y utiliza mitos. Narciso es un mito de extrema actualidad. Narcisoviene del griego Nárkissos, e indica un estado de sopor, es “narco”, de ahí la palabra “narcótico”

Narciso despreciaba a los que lo amaban: se llamaba a sí mismo rechazaba el amor a los otros. Ardiente por dentro y un témpano por fuera, incapaz de amar a los otros y de recibir amor de ellos, él se aisló en el amor autocéntrico; endofílico, se amaba por dentro. Narciso simboliza el amor solipsista, el incesto intrapsíquico. Este mito es el arquetipo del autocentrismo que reside en la arqueología humana.

Narciso, que rechazó el amor de los otros, se aferra a la imagen huidiza de su rostro reflejado en la dulce ondulación de las aguas. Le queda apenas el reflejo escurridizo de su belleza. Se busca hasta en las aguas escurridizas del río Estige. No quiere perderse, pero se siente condenado a morir en el vacío. En Metamorfosis, el poeta latino Ovidio describe la tragedia de Narciso: “Ama la sombra sin cuerpo, se embriaga de sí mismo, se desea a sí mismo. Por su mirar se pierde, y sumergió sus brazos, y abrazando la nada”. Aislado Narciso se disuelve en las aguas. Narciso enseña mucho, muestra que nadie se basta a sí mismo, nadie vive sin los otros, nadie se realiza solo, nadie es ontológicamente autosuficiente. Aprisionar el amor en el individualismo es un hermetismo estéril, encerrarse por dentro es una forma de suicidio. Narciso muere en soledad.

El amor de Narciso se transformó en una tumba, por eso se adoptó la costumbre de plantar la flor llamada “narciso” en los sepulcros. Esa flor recuerda que el amor introspectivo puede devorar trágicamente la vida, por más bella que sea.

Por contraste, el mito de Narciso resalta el valor de la reciprocidad ya que el amor no es avaro, busca a los otros.  El bello Narciso fracasó porque detuvo el curso del amor encerrándolo en una mirada introvertida, pero todo amor así encadenado enloquece. Narciso se equivocó cuando pretendió amarse a sí mismo sin amar a los otros porque una humanidad que se cierra o rechaza los otros es una humanidad derrotada.

Narciso sobrevive en la mentalidad y en las actitudes de las sociedades. Hay sectores que estimulan el individualismo psicológico, económico y social. Para que la humanidad tenga futuro de existencia digna, es necesario abolir la egolatría y asumir la alteridad solidaria, es decir, asumir la actitud de ser solidaridad con los otros.”

(1) En esta reflexión evangélica se nos plantea, desde la perspectiva cristiana, la relevancia de no caer en la egolatría.

¿Qué camino debemos seguir en la vida?

La frase de la entrada expresa bien uno de los dilemas fundamentales de la existencia humana, y por lo tanto cuál es el camino que debemos seguir en la vida.

El mismo seguramente dependerá de si hemos sido amados desde nuestra primera infancia o no, de los arquetipos que nos proporcionen nuestros padres y posteriormente de figuras que nos «marquen» (otros familiares, docentes, del orden de la cultura o de la religión…), del contexto socioeconómico, cultural y político en que nos toque vivir, entre otros factores claves.

Muchas personas, en su proceso de maduración, lo asocian a valores positivos para la vida y a su vínculo con la espiritualidad. Ella puede tener un sentido muy amplio, o más estrictamente relacionada con la búsqueda de completud y paz con un Ser o Energía Suprema que denominamos Dios.

La relación con Dios puede tener distintas místicas o caminos. Quien ha reflexionado sobre esto es el teólogo jesuita Gónzalez Fauss en un texto que denomina «Unicidad de Dios, pluralidad de místicas«. En el caso específico del cristianismo se basa en un modelo concreto que se da a través de Jesucristo, Hijo encarnado de Dios. Ello está expresado claramente en el Evangelio de Juan 14, 1-12 y se hace referencia en esta valiosa reflexión.

Ojalá que cada quien pueda encontrar su camino de mayor sabiduría y espiritualidad que nos posibilite dar un salto evolutivo como personas.

 

 

 

¿Por qué los inútiles llegan al poder?

En esta nota, titulada «El líder menos pensado. Por qué los inútiles llegan al poder», Andrés Hatum hace una reflexión vinculada con el mundo de las organizaciones empresarias, y comienza citando una historia concreta.

Indica que muchas veces «ascender o morir es una consigna del mundo corporativo. La ambición es el factor común de todos aquellos que quieran llegar al olimpo organizacional. El dulce néctar de un suculento paquete de compensaciones y el estatus que ese lugar otorga explican esta desmesura».

Continúa diciendo que «el problema está en que muchas de las personas que ambicionan un gran crecimiento profesional y ascensos permanentes pueden llegar al límite de su inutilidad y, por ende, al fin de su vida corporativa. Es lo que suele llamarse el “principio de Peter”, nombre que le otorga el libro homónimo publicado por Laurence Peter en 1969, que establece que las organizaciones promueven a sus buenos empleados hasta el límite de su incompetencia. El problema es no darse cuenta. Esteban Iriarte es argentino y CEO de la compañía Millicom para Latinoamérica con base en Miami. El ejecutivo asegura a LA NACION que “al haberse superado el límite de la competencia, todos en la organización se dan cuenta menos el propietario de la incompetencia…

Tener un líder inútil puede generar muchísimos inconvenientes para una organización. En Estados Unidos, el bajo compromiso de los empleados resultante de malos jefes, implica una pérdida de productividad anual estimada en US$500.000 millones.

Un gran problema es la falta de obstáculos que tienen las personas inútiles para llegar a posiciones de poder. Hay que tener en claro que lo que nos permite obtener un empleo no es siempre lo mismo que se requiere para hacer bien el trabajo… cuando un líder es competente y es seguro de esa competencia, no necesariamente necesita ser carismático.

Amancio Ortega, el fundador y chairman de Zara, la multinacional textil española y la persona más rica de Europa, no habla en público y no acepta premios o reconocimientos. Cuando los líderes son humildes, los empleados emulan su comportamiento, admiten errores, comporten el crédito de los éxitos con el equipo y son más receptivos a las ideas de otros y al feedback.».

Luego cita casos de dirigentes políticos europeos (que se puede extender a otras latitudes), en esta nota que se invita a leer completa.

Por su parte la imagen de la entrada hace referencia al film «Idiocracia» que es una comedia satírica sobre las implicancias imaginarias que tiene un contexto de baja cultura en la emergencia de líderes «idiotas». Claro, sabemos que no es sólo la baja cultura sino -a veces- situaciones de deterioros socioeconómicos y políticos que hacen emerger este tipo de liderazgos.

Es un desafío para las democracias, que sus sistemas educativos y sus partidos políticos, interactúen virtuosamente generando líderes para un buen gobierno.

 

 

La importancia de la chispa de la curiosidad

Desde la antigüedad, por ejemplo, con Platón se ha destacado la importancia del asombro. Según este filósofo «es la disposición primera del conocimiento en un doble sentido: antecede al deseo de conocimiento y también lo posibilita. El asombro pone en movimiento las tres partes que integran el alma y gracias a este movimiento llega al descubrimiento de la verdad».

Está emparentado con la curiosidad, que es el impulso de buscar nuevas ideas y experiencias, es crucial para la innovación, porque mueve a las personas a observar el mundo desde una perspectiva diferente y hacer preguntas en lugar de aceptar el estatus quo.

Se relaciona también con la inspiración necesaria y fundamental para cualquier investigación científica. En esta nota, a Michio Kaku, se le pregunta:

«Las nuevas generaciones no parecen curiosas. Usted habla de la necesidad de mentores. ¿Podría ampliar esa idea?

– De hecho, algunas de estas preguntas cósmicas surgen de la ciencia ficción. Personalmente, creo que la ciencia ficción juega un papel en ayudar a alimentar la chispa de la curiosidad en los jóvenes científicos. Por ejemplo, las asombrosas historias de Julio Verne inspiraron a un niño, Edwin Hubble, a abandonar su trabajo como abogado y seguir una carrera como astrónomo, quien luego descubrió la teoría del universo en expansión. Y las historias de invasiones extraterrestres de H.G. Wells ayudaron a inspirar a otro joven, Robert Goddard, a construir el primer cohete de combustible líquido exitoso, que años más tarde nos llevó a la Luna y más allá. Por eso es fundamental que inspiremos a los jóvenes para que algún día ellos también se conviertan en científicos. Cuando nacemos, naturalmente hacemos estas preguntas cósmicas. ¿Por qué brillan las estrellas? ¿Qué hace que el sol brille? ¿De dónde vino la vida? Todos somos científicos natos, constantemente hacemos preguntas. Pero luego llegamos a la edad de la escuela secundaria, cuando la ciencia se reduce a memorizar una serie de hechos inútiles, aburridos y sin sentido. Entonces comenzamos a perder.»

Son temas muy relevantes en el proceso de aprendizaje donde las familias, el contexto socioeconómico-cultural, el sistema educativo y los medios de comunicación juegan un rol clave.

 

¿Se viene una tormenta económica?

En esta nota y en esta (entre otras) se dan una serie de indicios sobre las graves dificultades que tiene el Gobierno para revertir la creciente inflación y el desorden macroeconómico, en particular porque no quiere pagar los costos sociopolíticos de un plan de estabilización.

Por ahora, con el acuerdo alcanzado con el FMI, la tormenta se ha disipado -al menos- hasta las PASO y habrá que ver cómo evoluciona todo en las elecciones generales y hasta el 10 de diciembre.

La importancia de buenos liderazgos para un mundo mejor

En general se define a los líderes como las personas capaces de guiar e influir a otras personas o grupos de personas, y que éstos además lo reconozcan como tal. Según esta fuente «hay quienes clasifican a los líderes según ciertas características que poseen. En primer lugar es importante distinguir a los líderes naturales de los institucionalizados. Los primeros son aquellos que surgen de los grupos de personas de manera natural y el resto decide reconocer su función de líder y respetarlo como tal. Por otro lado se encuentran los institucionalizados, ellos poseen su cargo de manera legítima. Este puede cubrir distintos cargos, sean políticos, espirituales, como educadores, entre otros.

Otra manera de clasificar a los líderes es en positivos y negativos. Un ejemplo de los segundos son los líderes autoritarios. Los mismos se caracterizan por ser dominantes y abusar de su poder. Además imponen cuales son las cuestiones a tratar. Tampoco permiten la libre expresión del resto de sus compañeros. El caso contrario a este tipo de líderes son los que permiten que el resto del grupo opine y permite que haya mejores relaciones entre los distintos miembros del grupo

El sociólogo Max Weber definió tres tipos ideales de líderes:

  • En primer lugar se encuentra al que denomina legal. Este tipo de líderes acceden a su rol de líder mediante elecciones, es decir que es elegido por otras personas. Estos suelen ser identificado con los líderes políticos.
  • El segundo tipo es el líder que llama tradicional. Este obtiene su rol gracias a la herencia o a la costumbre, un ejemplo de este tipo de líderes son por ejemplo los reyes.
  • El último tipo de líder es el que denomina carismático. Estas personas se caracterizan por poseer la virtud del carisma, el cual se expresa de diversas formas y en distintos tiempos«.

Según Chris Lowney, en un estudio que hizo sobre el tipo de liderazgo de los jesuitas, «existen 4 pilares fundamentales para el desarrollo del liderazgo en los individuos y que la práctica en la adquisición de conocimientos para ser un buen líder, es un trabajo continuo y sin fin que se puede aplicar en la vida diaria; en el trabajo, en la escuela, en el hogar y en cualquier parte del mundo. Para lograr ser un líder que motive a los otros, lleno de virtudes y éxitos, es importante según los jesuitas la necesidad de ver a cada individuo como un ser lleno de habilidades y virtudes que hay que guiar para que se convierta en un líder para el mundo. Para esto, los jesuitas proponen 4 pilares: el ingenio, el amor, el heroísmo y el conocimiento de sí mismo». En cambio para Maquiavelo, desde la perspectiva del siglo XVI, ser un buen líder significaba tener astucia, ser pragmático, poseer inteligencia, tener encanto personal y ser despiadado (por lo tanto temido).

Para la psicología social, según esta fuente, los principales tipos de liderazgo son cinco:

1. Liderazgo laissez-faire (o delegativo).

2. Liderazgo autocrático (el líder concentra todo el poder y nadie desafía sus decisiones).

3. Liderazgo democrático (habitualmente llamado liderazgo participativo).

4. Liderazgo transaccional (se basa en transacciones, es decir, en procesos de intercambio entre los líderes y sus seguidores).

5. Liderazgo transformacional (aportan niveles altos de comunicación para conseguir los objetivos y aportan una visión de cambio que consiguen transmitir al resto de las personas bajo su influencia. Apuestan por generar una visión compartida y transversal acerca de lo que debe ser la organización o el espacio en la que se comparten acciones).

Tal vez coincidamos que para la construcción de un mundo mejor es bueno que haya liderazgos democráticos y transformacionales. Al respecto quisiéramos dar un ejemplo de estos liderazgos en la organización escolar, basados en el libro «Hacer de una escuela, una buena escuela», de Claudia Romero. En el capitulo 1, se plantea que «detrás de toda buena escuela hay una buena dirección«, y se demuestra a través una investigación empírica de Amelia Canavese, realizada en la Ciudad de Buenos Aires en el año 2006.

Además de estas experiencias micro, podríamos señalar la relevancia de que haya buenos líderes a nivel nacional e internacional. A veces estos liderazgos son bastante solitarios y rechazados por sus pares, como ha sido el caso de Winston Churchill durante la segunda guerra mundial (1) o de Nelson Mandela en Sudáfrica. A veces estos líderes lo son a pesar de sus partidos (el caso de Churchill), y otras gozan el apoyo no sólo de su partido, sino de una coalición y de la mayoría de la población. A veces estos líderes lo son de «movimientos» con la ventaja de su amplitud movilizatoria pero la grave desventaja de su ambigüedad ideológica o de propuesta programática y por lo tanto de serias contradicciones que se presentan a su interior. Teóricamente los partidos políticos son más homogéneos en sus plataformas y visión, pero muchas veces eso no es así en la práctica. Al respecto se puede citar por ejemplo al Partido Demócrata de EEUU donde en un tiempo los del sur eran pro esclavitud y los del norte no, o más recientemente diferencias importantes en planteos como los de Bernie Sanders y Hillary Clinton, por citar sólo dos figuras. En la práctica terminan pareciéndose a un «movimiento». Sobre el funcionamiento «real» de las organizaciones y sus lógicas es interesante este libro de Gareth Morgan, que lo trabaja en base a nueve metáforas..

Es importante tener un buen horizonte compartido (con objetivos y procedimientos bien definidos y consensuados) y que los liderazgos se articulen virtuosamente -es decir democrática y participativamente- con sus instituciones y sus culturas, a fin de no caer en autocracias (2). Esto puede dar sostenbilidad en el tiempo. Así mismo es bueno que los liderazgos se aprendan desde la juventud, como es esta experiencia, citada en esta nota. En el caso del cristianismo se puede hacer referencia a la parábola del buen pastor, como bien hace referencia esta reflexión.

PD: Es interesante esta nota sobre «liderar en la inclemencia» acerca de Ernest Shackleton, que comandó la nave Endurance (cuya meta era bordear la Antártida, quedó atrapada entre los hielos, terminó hundiéndose y la tripulación estuvo aislada más de dos años), rápidamente reconvirtió esa meta por la de lograr que todos sus hombres sobrevivieran, y concentró toda su energía en ese objetivo, manteniendo en alto el espíritu de todos ellos, convencido de que lo conseguirían.

(1) Además de las biografías que se han escrito sobre él, se puede visualizar en el film «Las horas más oscuras«. Ahí plantea, entre otras cosas, que «no luchamos por la gloria sino por la libertad», y que la lucha conlleva sacrificios («sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor«).

(2) En la obra «Julio César» de William Shakespeare, César no es el centro de la acción, apareciendo tan solo en tres escenas, y muriendo al comienzo del tercer acto. La figura más relevante de la historia es Bruto, y la trama gira en torno a la lucha psicológica entre las demandas en conflicto sobre el honor, el patriotismo y la amistad, así como si se presenta o no una buena articulación -presente y en perspectiva futura- entre liderazgo (en este caso carismático) e instituciones republicanas. Es claro que para el pueblo de Roma de ese entonces las instituciones republicanas eran bastante «abstractas» y el líder era muy concreto y había sido muy eficaz en sus logros. Este es un tema que sigue hasta nuestros días (a veces con la búsqueda de «un mesías» operando terrenalmente en lugar nuestro) y debería resolverse armoniosamente, para evitar los absolutismos y la vigencia de las libertades básicas (no fácil de implementarse, por ejemplo, en tiempos de pandemias y de inteligencia artificial que pueden llevar a un alto control de las personas).

Economía, castas y modos de intervención ciudadana

La imagen de la entrada ilustra sobre el sistema de castas que ha venido existiendo en la India desde hace mucho tiempo. En la Argentina, el político y economista Javier Milei lo ha utilizado para la dirigencia política.

En esta nota se hace una reflexión sobre esta temática, y sobre modos de intervención a escala media por parte de la ciudadanía. En especial se citan los casos del Grupo Cooperativo-Mutual Devoto (en Argentina) y la Convención Ciudadana sobre el Clima (en Francia). Esperamos sea de utilidad para la reflexión y el debate.