Y capturar carbono

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La imagen de la entrada nos refiere a la importancia de las plantas para el oxígeno del planeta y para capturar el dióxido de carbono, como desarrolláramos en esta nota (y se visualiza con la imagen de la entrada). Ello debería ir acompañado de la preeminencia de energías limpias y de producción limpia, así como de un consumo consciente y responsable acorde con no agotar los recursos de la Tierra y el cuidado del medio ambiente. Según el libro de Naomi Klein, «Esto lo cambia todo. El capitalismo contra el clima» (una síntesis se puede visualizar en videos como este) lo que hay que cambiar es el sistema y no el clima. Coincidimos con este enfoque (este blog intenta ir en esa dirección con textos como este o en la sección «otras economías«), pero desearíamos -dada la urgencia del tema- difundir algunos enfoques y experiencias sobre la captura de carbono.

Experiencias como la de Suecia, los ecoinventos, la economía ecológica, las ciudades sustentables, las políticas públicas contra el cambio climático, son fundamentales. Más específicamente habría que agregar notas de difusión como esta, los relativos al rol de los suelos, el rol del plancton en el mar (en particular el rol de las diatomeas) (1), entre otros. También hay experimentos de laboratorio como este, que son muy relevantes.

En cuanto al rol de los sumideros de carbono, según esta fuente de 2014 «la captura y almacenamiento de CO2 (CAC) consta de 3 fases: la separación del dióxido de carbono del resto de gases que se originan durante la combustión en centrales térmicas, refinerías, industria siderúrgica, cementeras, entre otras. Una vez separado se transporta hasta el enclave donde se quiere almacenar y se inyecta (almacena) en formaciones geológicas, donde permanecerá confinado de forma segura por un tiempo indefinido. Además se debe llevar a cabo la monitorización y seguimiento de su comportamiento. Esta tecnología puede reducir la cantidad de CO2 emitida a la atmósfera hasta en un 90%».

Más adelante expresa «a pesar de haber algún proyecto en funcionamiento, estas tecnologías están perdiendo mucha fuerza en todo el mundo y la mayoría de los proyectos han sido cancelados. Las causas de estas cancelaciones son similares a las que se indican en el informe de conclusiones del proyecto canadiense PIONER, “la tecnología funciona y los costes de capital están en línea con lo esperado, pero el mercado de comercio de CO2 y el coste de la reducción de emisiones no son suficientes en estos momentos para que los proyectos continúen”. En Europa además de las causas anteriores hay otras muy importantes para que los proyectos de CAC no se hayan llevado a cabo. Estas son la falta de una regulación normativa adecuada (muchos países no han transpuesto la normativa de la UE) y el posicionamiento contrario a estas tecnologías por parte de la opinión pública y asociaciones ecologistas, como ocurrió con el proyecto alemán (Jänschwalde)».

Los fondos para encarar esta política, en particular los privados, no alcanzan. Según esta nota del New York Times hay poco capital de riesgo en tecnología climática. Allí se expresa que “no necesitamos otra app para compartir fotografías u otra startup de blockchain”, dijo Rogers, quien invierte su dinero a través de Incite Ventures, un fondo que creó con su esposa, Swati Mylavarapu. “Necesitamos resolver la crisis de carbono. Pero mucha gente persigue el dinero fácil en lugar de asumir la responsabilidad de lo que necesita hacerse.

Rogers conoce los argumentos: la última vez que los inversionistas de capital de riesgo invirtieron cuantiosamente en tecnología enfocada en el medio ambiente, durante el auge de la tecnología limpia en la década de 2000, perdieron mucho dinero. Pero esa cautela no lo persuade. “Sentarte sobre tu pila de dinero mientras los océanos aumentan de nivel no podrá ayudarte a mantenerte seco”, dijo. Es de conocimiento general en la industria de la tecnología que es mucho más fácil recaudar dinero para una compañía de software que para una startup que quiere trabajar en biotecnología o energía. La oleada actual de startups enfocadas en Internet que hacen ofertas públicas iniciales y recaudan miles de millones de dólares para los inversionistas, ha endurecido el prejuicio contra la llamada tecnología dura».

De lo anterior se deduce claramente que debe haber un rol central del Estado como financiador y, eventualmente, proveedor de ciencia y tecnología que actúe rápidamente en mitigar fuertemente las emisiones de carbono (2), permita capturar las existentes (o promueva programas de neutralidad de carbono)  y -aunque suene utópico- estimule la evolución hacia un postcapitalismo que genere mayor armonía y complementariedad entre los seres humanos y con la naturaleza. Sino iremos a un mundo peor donde probablemente la especie humana deje de existir.

(1) Sobre estos últimos aspectos es muy significativa la acción de la «Climate Foundation«.

(2) Es interesante esta experiencia de la industria del hormigón para capturar carbonoTambién se ha planteado, como “plan b” en caso de no poder revertir sus causas, accionar a través de la geoingeniería que se puede visualizar en este video, pero que tiene muchos riesgos en la manipulación del clima (en particular rociar la atmósfera o la estratosfera, por ejemplo, desde agua hasta metales o azufre). 

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