El trabajo y las diferentes capacidades

Sabemos que los seres humanos somos iguales por naturaleza y en dignidad. Esto último es resultado del avance civilizatorio y la adopción de declaraciones universales como las de los derechos humanos. También sabemos que todos somos «singulares» y por lo tanto diferentes. Una de las diferencias reside en los talentos o capacidades (ellas pueden ser innatas y también adquiridas).

Entre las diferencias de capacidades encontramos, por ejemplo, en la rapidez o lentitud, para comprender o relacionar conceptos. La educación de hoy permite adaptar contenidos curriculares o recurrir a instituciones que lo encaran (una muy exitosa en la Ciudad de Buenos Aires es, por ejemplo, el Instituto Los Angeles).

A veces, por razones de nacimiento, enfermedad o accidentes, se presentan discapacidades (la imagen de la entrada proporciona cifras recientes para Colombia, por tipo de discapacidad). La Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad que entró en vigor el 3/5/2008,  define que «las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con las demás». El texto aborda la prevención de la discriminación, la accesibilidad, las situaciones de riesgo y humanitarias, el derecho a la educación, a la salud, a la participación y al voto. Los distintos países tienen normas vinculadas con esta Convención. En el caso de Argentina ellas son la leyes 22431, la 24901, la 25504, la 26378, la 19279 y la 24308. Institucionalmente, desde septiembre 2017 hay una Agencia Nacional de Discapacidad, además del Plan Nacional de Discapacidad, así como plataformas sobre la discapacidad y las tic.

También en Argentina en lo que se refiere a emprendimientos existen iniciativas como la empresa social de inclusión Libertate o Discapanch, foros,  la experiencia de ASANA (hogar granja para personas con discapacidad mental), organizaciones religiosas y de sacerdotes, organizaciones no gubernamentales como Soles de Buenos Aires, Fundación Par,  Incluyeme,  Idel, Cilsa,  ALPAD, Senderos del Sembrador, Mutualidad Argentina de Hipoacúsicos,  FANDA,  La Usina – El Cambio en Discapacidad, APEBI, Maria Constanza Orbaiz con la ong Desde Adentro, para personas con síndrome de down, entre otras. Han habido iniciativas como la de «La Bombonera» (cancha de futbol de Boca Juniors) primer estadio neuroprotegido de Sudamérica, un equipo de rugby de chicos con síndrome de down, el seleccionado de futbol para ciegos, son algunas de las iniciativas dentro de otras muchas.

Pasando a nivel internacional, y en cuanto a la aplicación de la inteligencia artificial para personas con discapacidad, podemos citar aquellas que plantean un panorama general, dispositivos para controlar su hogar con la mente, o el que utiliza Stephen Hawking, los usados para personas mayores y/o con algún tipo de discapacidad como Social&Care, turismo y accesibilidad para personas con discapacidad, para el diagnóstico de Alzheimer o Parkinson,  la discapacidad visual Aipoli o con OrCam, o el aporte de la Universidad de Rio Negro (Argentina), para hipoacúsicos Usound, software para personas sordo-ciegas o aplicaciones para aprendizaje inclusivoautismo y síndrome de Asperger, un autobús para personas discapacitadas, el desarrollo de exoesqueletos, descubrimientos vinculados con patologías como la esclerosis o la reparación de tejidos dañados, entre los principales.

Iniciativas institucionales gubernamentales y de la sociedad civil, así como de emprendedores que desarrollan dispositivos y aplicaciones para superar situaciones de discapacidad nos conducen a un mundo mejor.

Se agradece a José M. Diaz Bonilla su aporte sobre la cuestión institucional y a Norma Buslaiman lo relacionado a inteligencia artificial aplicada a discapacidad.

Trabajo y Educación

La educación, sin duda -además de diferente al trabajo, tiene finalidades más amplias que este último. La educación en valores y actitudes (tan importante en un mundo –por momentos- muy hostil y poco fraterno, así como para el trabajo en “equipo, grupo u organización”), en ciudadanía (ahora con alcances no sólo nacionales sino también universales), en artes, en lectoescritura y literatura, en deportes… son aspectos muy significativos.

Lo anterior hace al desarrollo integral de la persona, y por lo tanto impacta directamente en las acciones que esta encara, como es el caso del trabajo. Pero lo que más relaciona a estas dos dimensiones es la educación en competencias, tanto las denominadas “blandas” como las denominadas “duras

En eventos  donde se abordó esta problemática, se ha definido a las competencias blandas a las vinculadas con actitudes como comportamiento personal, desempeño social, liderazgo y manejo emocional. Por su parte las competencias duras, son aptitudes relacionadas con conocimientos específicos en oficios o profesiones necesarios para desempeñar eficientemente una tarea. Sin duda, la combinación de ambas hace al talento (tanto original como adquirido) de la persona.

La educación integral es muy importante, incluida la preparación para el ocio creativo. En lo que se refiere al trabajo y dado que irán desapareciendo los trabajos manuales susceptibles de ser reemplazados por la inteligencia artificial, en general hay coincidencia que la mayoría de estos puestos requerirán una formación en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas (el tipo de habilidades que los expertos agrupan bajo el acrónimo STEM) por lo cual será muy relevante no sólo la alfabetización digital y la alfabetización en robótica, sino también las áreas señaladas.

En el caso argentino, así como en otros países, se está requiriendo de programadores. y de allí la importancia de la formación en este campo. El caso de empresas como Globant así lo demuestran. Junto con la enseñanza a nivel secundario y terciario es bueno la articulación con el mundo del trabajo, como es el enfoque y práctica del sistema de formación dual en Argentina y otros países del mundo.

Sin embargo, al día de hoy, podemos afirmar que todas las profesiones que requieran de la empatía y cuidado humano específico seguirán siendo requeridas. Entre ellas podemos mencionar: trabajadores en salud mental y abuso de drogas, terapistas ocupacionales, odontólogos, tareas creativas como arte, cine y teatro, educación, cuidado de gente mayor (longevidad) así como tareas específicas de mantenimiento de bienes (casas, autos, artefactos).

No es un tema menor cambiar las estrategias y formas de enseñanza. En el capítulo 9 del libro de Santiago Bilinkis, referido a la educación (que se puede bajar gratuitamente por internet)  hace hincapié en aprovechar los aportes de las neurociencias así como hacer atractiva y atrapante la enseñanza (por ejemplo con la utilización de videojuegos). También es bueno articular, en general, la teoría y la práctica, y prepararnos para los trabajos del futuro.

Entre tanto habrá que estar atentos a la evolución de la inteligencia artificial y sus impactos, teniendo presente especulaciones como las planteadas en el texto Homo Deus y el rol del estado expresado por personas como Elon Musk. Si además de ser inteligentes podemos ser sabios, seguramente construiremos un mundo mejor.

PD: Es muy importante la vinculación entre la oferta educativa (por ejemplo universitaria) y las necesidades del sector productivo. Según esta nota para la Argentina estaría desfasada.