La Teoría y la Práctica

Entre los problemas que tiene la educación argentina es la escisión entre teoría y práctica, entre conocimiento práctico y abstracción erudita, como señala Guillermina Tiramonti en una nota en el diario La Nación. Un aspecto de esta escisión se da con respecto a la vinculación entre la educación y el trabajo, y de allí la medida que la Ciudad de Buenos Aires propone implementar el año próximo. Lamentablemente algunos medios hablaron de que los alumnos «tienen que trabajar» (por lo tanto despertó todas las «alertas de mano de obra barata», etc.), hacer «pasantías»… cuando en realidad es una práctica profesionalizante.

Tal vez, como dice Tiramonti, la cuestión es más global:  ¿cómo se aborda en el proceso de enseñanza-aprendizaje la relación «abstracto-concreto» en todas las dimensiones?. Por ejemplo:

  • la educación en valores (tomemos el caso de valores ciudadanos o del cuidado del medio ambiente) ¿cómo se practican dentro y fuera de la escuela?
  • la educación en competencias blandas: por ejemplo la empatía para el trabajo en equipo, ¿cómo se practica dentro de la escuela y en las experiencias que los chicos tengan fuera de la escuela?
  • la educación en competencias duras: por ejemplo ¿cómo se practica la aplicación del conocimiento matemático y lógico en la enseñanza de la robótica o para hacer un emprendimiento gastronómico? (en este último caso junto a la incorporación de otras disciplinas)

En el contexto de lo anterior «ir a practicar en una empresa» (habrá que ver cómo será su implementación) es un elemento más en línea con experiencias muy exitosas como el sistema de educación dual implementado originalmente por los alemanes y hoy muy extendido en el mundo (incluido la Argentina) (1). En esta misma línea también son muy buenas y educativas las «prácticas solidarias«.

¿Cual es el problema para relacionar teoría y práctica, o lo abstracto con lo concreto? Debería ser un hecho de celebración para los jóvenes, las familias y toda la sociedad de poder articular estas dos dimensiones que nos hace más humanos y nos permitió evolucionar hasta hoy en día.

(1) Se dan mayores detalles en los fundamentos de este proyecto de ley.

Trabajo y Educación

La educación, sin duda -además de diferente al trabajo, tiene finalidades más amplias que este último. La educación en valores y actitudes (tan importante en un mundo –por momentos- muy hostil y poco fraterno, así como para el trabajo en “equipo, grupo u organización”), en ciudadanía (ahora con alcances no sólo nacionales sino también universales), en artes, en lectoescritura y literatura, en deportes… son aspectos muy significativos.

Lo anterior hace al desarrollo integral de la persona, y por lo tanto impacta directamente en las acciones que esta encara, como es el caso del trabajo. Pero lo que más relaciona a estas dos dimensiones es la educación en competencias, tanto las denominadas “blandas” como las denominadas “duras

En eventos  donde se abordó esta problemática, se ha definido a las competencias blandas a las vinculadas con actitudes como comportamiento personal, desempeño social, liderazgo y manejo emocional. Por su parte las competencias duras, son aptitudes relacionadas con conocimientos específicos en oficios o profesiones necesarios para desempeñar eficientemente una tarea. Sin duda, la combinación de ambas hace al talento (tanto original como adquirido) de la persona.

La educación integral es muy importante, incluida la preparación para el ocio creativo. En lo que se refiere al trabajo y dado que irán desapareciendo los trabajos manuales susceptibles de ser reemplazados por la inteligencia artificial, en general hay coincidencia que la mayoría de estos puestos requerirán una formación en ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas (el tipo de habilidades que los expertos agrupan bajo el acrónimo STEM) por lo cual será muy relevante no sólo la alfabetización digital y la alfabetización en robótica, sino también las áreas señaladas.

En el caso argentino, así como en otros países, se está requiriendo de programadores. y de allí la importancia de la formación en este campo. El caso de empresas como Globant así lo demuestran. Junto con la enseñanza a nivel secundario y terciario es bueno la articulación con el mundo del trabajo, como es el enfoque y práctica del sistema de formación dual en Argentina y otros países del mundo.

Sin embargo, al día de hoy, podemos afirmar que todas las profesiones que requieran de la empatía y cuidado humano específico seguirán siendo requeridas. Entre ellas podemos mencionar: trabajadores en salud mental y abuso de drogas, terapistas ocupacionales, odontólogos, tareas creativas como arte, cine y teatro, educación, cuidado de gente mayor (longevidad) así como tareas específicas de mantenimiento de bienes (casas, autos, artefactos).

No es un tema menor cambiar las estrategias y formas de enseñanza. En el capítulo 9 del libro de Santiago Bilinkis, referido a la educación (que se puede bajar gratuitamente por internet)  hace hincapié en aprovechar los aportes de las neurociencias así como hacer atractiva y atrapante la enseñanza (por ejemplo con la utilización de videojuegos). También es bueno articular, en general, la teoría y la práctica, y prepararnos para los trabajos del futuro.

Entre tanto habrá que estar atentos a la evolución de la inteligencia artificial y sus impactos, teniendo presente especulaciones como las planteadas en el texto Homo Deus y el rol del estado expresado por personas como Elon Musk. Si además de ser inteligentes podemos ser sabios, seguramente construiremos un mundo mejor.

PD: Es muy importante la vinculación entre la oferta educativa (por ejemplo universitaria) y las necesidades del sector productivo. Según esta nota para la Argentina estaría desfasada.