La importancia de elaborar lo que nos dice el inconsciente y su relación con la sabiduría

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En esta etapa de la humanidad, los países considerados más «avanzados», entre otras cuestiones, pujan por la «primacía en el espacio exterior«. Sólo como ejemplos tenemos el esfuerzo público para ir a Marte por parte de EEUU, Rusia y la UE, de China, de India, Japón, los Emiratos Arabes Unidos…. los esfuerzos privados como el de Elon Musk, entre las principales iniciativas.

Mientras tanto, aquí en la Tierra no hemos resuelto de manera efectiva el cambio climático, la pobreza extrema, la desigualdad creciente, la inversión necesaria y los cuidados para evitar la propagación de nuevos virus…. y, general, los demorados logros sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible acordados en las Naciones Unidas. Es una muestra palpable de la insensatez, vanidad (1), deseo de poder ilimitado, y falta de sabiduría del ser humano.

En esta interesante nota de Bernardo Nante se expresa, entre otras cosas, que «para el psicólogo suizo Carl Gustav Jung, solamente es factible aspirar a tal sabiduría si uno se ocupa adecuadamente de su inconsciente. Los contemporáneos estamos todavía poseídos por nuestros contenidos psíquicos como si estos fueran dioses, aunque hoy los consideremos síntomas neuróticos. De allí la conocida cita de Jung: “Los dioses se convirtieron en enfermedades y Zeus ya no gobierna e Olimpo, sino el plexo solar y produce curiosidades para las consultas médicas o perturba el cerebro de políticos y periodistas que sin saber desatan epidemias psíquicas”. Su teoría y su intuición le permitieron vaticinar ambas guerras mundiales…

Lo que Jung sostenía es que las guerras o los grandes acontecimientos mundiales se gestan o se asumen antes que nada en la profundidad de la psique individual, de allí que sea fundamental ocuparse no sólo de ser ético o de adherirse a aquella ideología que uno considere más apta para el bien común. Es menester sobre todo un trabajo más profundo sobre las predisposiciones inconscientes en las que “habita” toda nuestra comunidad. Somos seres individuales pero la época se gesta en nuestro interior«, tal como lo expresa la imagen de la entrada.

Ir al espacio exterior sin haber resuelto satisfactoriamente nuestro espacio interior (2) lo único que logrará es invertir recursos en cuestiones no prioritarias para la humanidad (excepto para quienes especulen con fugarse de este planeta porque lo ven irrecuperable) y trasladar los problemas de falta de sabiduría al espacio exterior (podemos imaginar las consecuencias). Ojalá escuchemos más a personalidades como Jung. Ello nos puede conducir a un mundo mejor.

(1) En la producción cinematográfica de Hollywood, «Pactar con el diablo«, en la última escena el actor Al Pacino -que lo interpreta-, expresa «la vanidad… mi virtud preferida«. Ya sea, como metáfora o creencia (según cada quien), esto nos lleva a un mundo de lucha de egos y conflictos irresolubles.

(2) Lo hemos reflexionado en esta nota.

 

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