Acerca de si el capitalismo ha fracasado o no

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El presidente Alberto Fernandez se viene refiriendo, desde hace un tiempo, con distintas expresiones sobre el capitalismo (ver como ejemplo la imagen de entrada) y hoy, en un foro económico con Rusia, ha expresado que «es hora de entender que el capitalismo no ha dado buenos resultados». Posteriormente agregó que «es hora de entender que el capitalismo tal como lo conocimos hasta la pandemia no ha dado buenos resultados, ha generado desigualdad e injusticia».

Podríamos coincidir que el capitalismo «manchesteriano» (es decir en sus orígenes) sin duda produjo estos efectos, además de que no tuvo en cuenta la sustentabilidad ambiental. Pero, en el proceso evolutivo y entre las variedades de capitalismo, sin duda el enfoque y práctica socialdemócrata, al igual que el socialcristiano (a la Merkel), han acotado la desigualdad y la injusticia (1). De igual modo el capitalismo -con fuerte presencia de un estado meritocrático- en China (pero lamentablemente con una especie de autocracia, aunque el PCC juega un rol central) también ha acotado la desigualdad  (aunque es alta) y la injusticia. Por lo tanto la afirmación del presidente argentino es una «verdad a medias» e induce a la confusión.

La política económica argentina y su dirigencia, desde hace tiempo y en la actualidad, no viene resolviendo esta cuestión sino que cada vez declinamos más socioeconómicamente, y sigue aumentando la pobreza. Por lo tanto debería clarificarse cómo se canaliza el capital (en todas sus dimensiones) y se lo estimula para que sea inclusivo (2) y sustentable. Ojalá se explicite y se implemente.

(1) Con la salvedad del proceso que se generó en Occidente, en los años 80 del siglo pasado, con la denominada «revolución neoconservadora» y que tuvo también su impacto en Oriente (agradezco el comentario a Hernán Neyra). 

(2) Está relacionado con una iniciativa del Papa Francisco y un evento realizado en Argentina.

PD: en esta reflexión hemos intentando plantear cuáles son los indicadores de éxito de un sistema socioeconómico, también nos hemos preguntado si no habría que salir de este debate (tal como está formulado) y en esta nota respecto de hacia donde deberíamos avanzar.

 

5 thoughts on “Acerca de si el capitalismo ha fracasado o no

  1. Coincido con lo que aquí se señala como «verdad a medias» del Presidente.
    Sirve recordar que esta concepción es el mecanismo que usa la mentira, esa simuladora.
    La mentira, la falacia, la mendicidad. Todas ellas se nos presentan en la política -muchas veces con sobrada eficiencia- luciendo el disfraz de la certeza con el que pretenden camufla sus caracteres destructores.

    El populismo, es un ejemplo de ello. Se trata de un disparatado comportamiento y lenguaje político, hecho de lugares comunes, estereotipos y consignas en el que palabras huecas reemplazan las ideas y se utilizan sin indulgencia. Algunos definen esta concepción política como «fascismo de izquierda». El concepto queda para la discusión, pero no resulta pertinente desestimarlo sin más porque no nos guste.

  2. A Alberto Fernández habría que preguntarle quien va a generar los excedentes con los cuales se disponen de los recursos para financiar los proyectos. Las experiencias de capitalismo de Estado son proyectos de poder. Así crean moneda para rotar los recursos necesarios para los salarios de subsistencia y apropiación de plusvalía, y cuando los proyectos existan se financian con moneda como si fuese capital de riesgo. Sería bueno que se evalúe los resultados en que derivaron la fijación de precios de cuenta conforme a requerimientos de masas de salarios y plusvalía que se determinen en cada uno de los sectores productivos. La Rusia Stalinista y sucesores ofrecen evidencias al respecto. Obviamente el derecho a los mejores trabajos dependerá de adhesiones políticas al margen de los méritos que exijan los puestos de trabajo. Si esto se hace hoy con los planes para la pobreza, no quiero ni pensar en que terminaría cuando los «señores» dispongan del poder para decidir acerca de nuestros destinos en la vida en la que no existirá el derecho de elegir.
    El capitalismo tuvo muchos aspectos negativos, pero en la medida que distribuye a la sociedad los beneficios del progreso técnico se legitima como la mejor alternativa compañera de las libertades para elegir. Y la distribución de los beneficios del progreso técnico depende en parte de las decisiones políticas que orientan el rumbo de la política económica.

  3. No cabe duda que pertenezco a una generación que tuvo el privilegio de transitar su juventud en la década de los sesenta. Muchas horas dedicadas al arte de la argumentación política y el debate, derechos que tampoco quiero perder. El derecho de elegir no se ejerce solamente en una góndola de supermercado como simplifican los libros de economía. La democracia representativa imperfecta solo exige de representantes que atiendan al principio orientador del pueblo «del, con, y para», que deban rendir cuentas sin concesiones en un sistema institucionalizado al respecto. Estamos jugando con fuego en un punto de inflexión.

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