La imagen de la entrada muestra las oscilaciones de la economía argentina en los últimos años, que no logra emerger con un desarrollo sustentable en el tiempo, más allá del crecimiento alcanzado en 2021.
Para ello hay que tener una visión de largo plazo como la que se está trabajando en el Consejo Económico y Social, pero -lamentablemente- no está empalmada con el corto y mediano plazo. Una oportunidad podría ser hacerlo en el marco del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, pero -hasta el momento- no parece ir más allá de lograr un cierto equilibrio que permita pagar nuestras deudas con ese organismo para los próximos años, alejándonos del precipicio del default.
Por ahora, y de acuerdo con esta opinión, parece que -más bien- oscilamos entre una economía de parches y una economía zombi. Ojalá que, entre las coaliciones del oficialismo y de la oposición se logre un mínimo común denominador que articule virtuosamente ordenamiento macro y desarrollo económico. Sólo este camino nos permitirá reducir progresivamente la pobreza, la informalidad, la inflación, incrementar el trabajo genuino… entre otras cuestiones relevantes.