Un precursor de la inclusión de los jóvenes en la educación, en el trabajo, la espiritualidad…

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A lo largo de la historia han habido personas muy relevantes que se han preocupado y ocupado por la inserción de la juventud (en especial de los más necesitados o en situación de riesgo) en la educación, el trabajo, la espiritualidad….Uno de ellos fue san Juan Bosco.

En la Italia de su época (al comienzo era un súbdito del Reino de Piamonte-Cerdeña), además del proceso de unificación de ese país se vivían los efectos de la revolución industrial, con la emigración del campo a la ciudad, el trabajo de los niños en las fábricas y construcciones, el duro trabajo de los padres que no podían cuidarlos, el aumento de la delincuencia…. (1).

De acuerdo a la fuente citada al comienzo, «según estadísticas de la época,​ cuando el joven Don Bosco llegó a Turín en noviembre de 1841 había 7148 niños menores de 10 años empleados como constructores, sastres, carpinteros, pintores de brocha, limpiadores de chimeneas y muchos otros oficios. Se trataba de la revolución industrial que comenzaba a dar sus frutos en la capital saboyana y en donde los obreros tenían que trabajar hasta 14 horas por pobres salarios de máximo 30 liras semestrales de la época. Por su parte, las cárceles turinesas estaban atestadas de muchachos tan jóvenes como 12 años en condiciones de hacinamiento. El joven sacerdote de origen campesino se dejó pronto impresionar por esta realidad con la que él mismo se identificaba y rechazó numerosas ofertas que le hubieran podido garantizar una vida de bienestar y tranquilidad entre la burguesía de la ciudad».

Frente a esta realidad él implementa «el Oratorio de Don Bosco que se desarrolla entonces como un espacio en donde los muchachos podían aprender un oficio útil, asistir a los sacramentos y tener un patio para jugar sanamente con los amigos. Desde el principio Don Bosco puso en el centro de su obra la figura de San Francisco de Sales como modelo de amabilidad, dulzura y espiritualidad religiosa. Visitaba las fábricas en donde trabajaban sus muchachos para garantizar de que no fueran víctimas de explotación, buscaba trabajos dignos para muchos de ellos para lo cual hacía que los empleadores firmaran con él tratados que garantizaran los derechos de los muchachos anticipándose así a la legislación laboral internacional (2). Planeaba retiros espirituales para muchachos obreros y en 1847 elaboró el primer reglamento del Oratorio».

La historia de Don Bosco y su obra, que ha trascendido hasta la actualidad en numerosos países del mundo (como es el caso de la Argentina), es muy vasta y no puede sintetizarse en este texto breve. Se han hecho numerosas películas sobre su vida como es el caso de esta, esta, en este relato… entre las principales. Sin duda es una gran contribución a un mundo mejor.

(1) Si bien son épocas y contextos diferentes, esta situación hoy se replica en muchos países del mundo por los efectos de la cuarta revolución industrial, la pobreza y la desigualdad, el tráfico de drogas y de personas, las migraciones….

(2) En esa línea va este artículo (agradezco a Rafael Tesoro la referencia).

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