Sabemos que los seres humanos, desde temprana edad, tenemos aversión a la injusticia. Luego, muchos buscamos la equidad, somos conscientes de que todos somos iguales derivado de enfoques religiosos y laicos (la fraternidad y ser reconocidos en nuestra dignidad) y que, desde la revolución francesa y en particular desde la Declaración de los Derechos Humanos aprobada por la ONU en 1948 y la normativa internacional y nacional, se busca promover desde los estados -de manera directa o indirecta- la igualdad de derechos.
Aceptado lo anterior, sin duda, la cuestión fundamental es el «¿cómo?». En esta reflexión publicada en el diario Clarín, de Argentina, se la aborda desde el consecuencialismo (en particular desde el enfoque de Amartya Sen), pero vinculado con la búsqueda de la igualdad. Es decir, que para evaluar «el cómo» (en este caso los modos de alcanzar la igualdad) lo mejor es ver los frutos o consecuencias de nuestros móviles, ideas y actos en distintos escenarios posibles. La imagen de la entrada ilustra sobre las implicancias de cuándo sólo miramos el corto plazo, y las desastrosas consecuencias que esto puede tener. Ojalá podamos dar un salto evolutivo y tener una mirada más sabia de los «cómos». Esto nos puede llevar a un mundo mejor.
PD: En la búsqueda de la igualdad son importantes las políticas a encarar, en especial las fiscales como es la eficiencia, eficacia y equidad del gasto y la inversión pública, y una adecuada política impositiva que sea progresiva pero que sea cuidadosa de no dañar la actividad económica (ver esta nota de Juan Carlos de Pablo)