Hace poco tiempo se empezó a utilizar el termino «economía de los creadores» o del «creador». Si bien toda iniciativa requiere una creación inicial, se aplica más bien a los creadores de cultura, y más en general a su vuelco en las distintas plataformas digitales como bien explica este artículo (1).
Esto conlleva nuevas expresiones de la economía, así como nuevos conflictos como expresa esta nota (que la asocia a las «finanzas de la personalidad«, y muestra un caso concreto). Sin duda, es un tema interesante para seguir, en el marco de una economía plural.
(1) Hay personas, como Pablo Almazán, que le dan otro sentido.