Celebraciones religiosas de fin de año

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Sabemos que todo el mundo no cree en Dios por distintas razones. Una de ellas es por el tema del mal, y en particular por la existencia de las tragedias. Si Dios existe, es bueno y todopoderoso, ¿por qué las permite?. Desde una perspectiva cristiana, es muy interesante esta reflexión de Luis Casalá, sobre el Evangelio de Lucas 3, 1-6, acerca de Dios que se hace presente en la historia humana a través de la fragilidad de un niño en un pesebre, que se “compadece” (que «se hace compañero») de nosotros y nos acompaña en nuestra fragilidad, en nuestra finitud, y en nuestro camino. Camino que debe estar signado por el encuentro, por la comunión, por la alegría y por el amor en todas las dimensiones.

Luego de esta introducción, desearíamos destacar dos de las celebraciones religiosas de fin de año: Janucá y la Navidad cristiana. De la primera podemos decir que «los judíos celebran la fiesta de las luminarias, que estrictamente se reduce a rememorar el «Milagro de Januká»: cuando en el Siglo II AC se recuperó el templo que había sido mancillado por los ocupantes extranjeros se encontró una sola lámpara, que tenía aceite para un único día. Milagrosamente duró ocho, y estrictamente es eso lo que se conmemora.

A partir de fines del Siglo XIX se le agregó, por parte de los judíos laicos y hoy en Israel, el recuerdo de la heroica gesta de los Macabeos y la independencia (si bien por un lapso muy breve) que estos alcanzaron en aquel momento. Pues quiero recordar aquí algo que muchos ignoran: el recuerdo de los Macabeos los judíos se la debemos a los cristianos. Efectivamente: los libros Macabeos I y II, que tan vívida  y emocionalmente recuerdan la gesta, se excluyó en su momento del canon judío y solo los tenemos hoy porque los cristianos los conservaron en el suyo. La otra fuente de información, la del excelente historiador Flavio Josefo, también fue conservado exclusivamente por los cristianos y recién hacia mediados del siglo XIX «recuperado» por los historiadores judíos» (1).

Sobre el «significado de la Navidad» ya nos hemos referido -de algún modo- en el párrafo introductorio de esta nota. Sólo podríamos agregar que constituye la esperanza de ir construyendo (siempre de manera imperfecta) el Reino de Dios aquí en la Tierra (en el marco de una Creación que sufre doroles de parto) que culminará -de manera plena- luego de que nuestra alma trascienda los límites de la finitud material.

Hay videos como este que, un rabino y un sacerdote, nos recuerdan ambas celebraciones y hay otros videos, como este, que muestran la alabanza y gratitud a Dios por habernos creado y mostrado ese camino.

Somos conscientes de las situaciones dramáticas de las personas que padecen y mueren por la guerra (en Ucrania, en Gaza, en Sudán… entre varios lugares), las condiciones extremas de migración hacia Europa, Estados Unidos…,  por los efectos del cambio climático y desastres naturales, por la indigencia y la pobreza fruto de malas e ineficaces políticas económicas en diferentes países del mundo… entre muchas otras manifestaciones de dolor. Pero también que debemos apelar a toda nuestra energía y empatía a buscar resolver las mismas en todo lo que esté a nuestro alcance hacer.

En el marco de lo expresado nuestros deseos de un mundo mejor para el 2024 !!!

(1) Agradezco a Israel Lotersztain la referencia.

 

 

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