La política como teatro o simulación

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Dentro del panorama político relativamente reciente, se afirma que Benito Mussolini ha sido un personaje histórico con «una  mezcla de oportunismo, inteligencia, cinismo, energía -sexual y política- y falta de escrúpulos» dando discursos y actuaciones «teatrales», donde ponía en juego su carisma y seducción a «las masas», como una especie de falso mesías.

También se ha afirmado que el General Dwight D. Eisenhower tomó clases de actuación, antes de iniciar su campaña presidencial, que culminó exitosamente el 20 de enero de 1953, con su investidura como el 34.º Presidente de los Estados Unidos. Este tema de «la actuación», fue también -posteriormente-un factor clave en ese país en presidentes como Reagan y Trump.

Si pasamos de figuras carismáticas a temáticas, es muy interesante la que se destaca en esta nota de Guillermina Tiramonti. La misma se titula «En la Argentina, la enseñanza pública es un gran simulacro». Allí se analiza como esto se fue produciendo en el tiempo (más allá de los distintos gobiernos) y se fue agravando en épocas recientes.

Hacia el final de la nota la autora expresa que  «la simulación se mantiene porque, en definitiva, los afectados son los pobres, cuya voz no llega a la esfera pública. No tienen padres que se organizan, están al margen del mercado de trabajo y, por lo tanto, los empresarios no se ocupan de ellos, los políticos miran para otro lado y los técnicos y especialistas están ocupados en sus temas y no quieren ofender a los docentes. Y aquí estamos, sosteniendo un sistema público de educación destinado a contener a los pobres con la ilusión de que aprenden para lograr una vida mejor. Todo simulacro, todo ilusión, todo estafa». En definitiva el resultado es una tragedia.

El tema del «simulacro» también se ha manifestado recientemente en otros casos, como hacer aparecer como «nuevos» patrulleros de la policía de la Provincia de Buenos Aires entregados a distintos municipios que, en realidad, eran los mismos que sólo se rotaban.

Hemos tratado de reflejar en esta reflexión que el problema y la temática es «universal». En el caso argentino tiene sus «particularidades» y seguramente está ligada a la «viveza criolla» -jugando con la ilusión y la ignorancia de muchas personas-, a una «mala política», a considerar la vida como si fuera «un partido de truco»…. En fin…. si queremos ir hacia un mundo mejor (en general, y en particular para los más pobres) es relevante transformar esa cultura, contar con un periodismo de investigación serio que indague y visibilice estas cuestiones, nuevos liderazgos con otra visión y otras prácticas, así como una ciudadanía cada vez más activa.

 

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