La importancia de hacerse buenas preguntas

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La infancia es un periodo de nuestra vida en la que, bajo condiciones normales, predomina la curiosidad y el asombro ante un mundo que vamos explorando y conociendo. A medida que crecemos vamos haciendo muchas preguntas sobre el «¿por qué?», «¿cómo?», «¿para qué?» y similares.

Lo anterior está muy emparentado con la filosofía y el espíritu científico, a lo cual remite la imagen de la entrada. Ser abiertos, curiosos y hacernos buenas preguntas es el derrotero para ir buscando buenas respuestas que se nos van develando de a poco en la medida que adquirimos más inteligencia, y en especial más sabiduría.

Uno que hizo de las preguntas y el diálogo, la búsqueda de la verdad, fue Sócrates (1). La mayéutica fue su método y enfoque. Del «griego μαιευτικóς, maieutikós, «perito en partos»; μαιευτικη´, maieutiké, «técnica de asistir en los partos» es el método aplicado por este filósofo, a través del cual el maestro hace que el alumno, por medio de preguntas, descubra conocimientos. Como la partera, Sócrates lleva a cabo tres funciones principales o fundamentales: despierta y apacigua los dolores del parto, conduce bien los partos difíciles y provoca, si es necesario, el aborto; el proceso es doloroso debido a las crueles interrogantes del método socrático, pero esto desencadena la iluminación, en la que la verdad parte desde el mismo individuo…La mayéutica es la segunda de las fases del método socrático. La primera es la llamada ironía socrática, en la que el maestro simula ignorancia sobre la materia a tratar ensalzando inicialmente las cualidades de su interlocutor para, después, hacer comprender a este que lo que creía saber en realidad no lo sabe y que su conocimiento estaba basado en prejuicios o costumbres.A continuación vendría la mayéutica, que es la acción pedagógica del método. La técnica consiste en hacer preguntas al interlocutor mediante las que este va descubriendo conceptos generales que le ayudan a ver la luz…

La mayéutica, como método del conocimiento, ha sido especialmente importante en la educación, pues compara al filósofo con el educador, como el de una partera que porta a la luz al niño. La mayéutica emplea el diálogo como instrumento dialéctico para llegar al conocimiento… Otras disciplinas y ciencias se han inspirado en el método mayéutico. En el siglo XX, Jacques Lacan entendió el psicoanálisis principalmente como un método mayéutico mediante el cual el analista (psicoanalista) favorece que el analizante (paciente) encuentre su propio proceso, pues este es considerado como quien es en verdad el que tiene (inconscientemente) el saber de lo que le afecta. En tal caso, el analista estimula al analizante para que pueda hacer consciente lo que es inconsciente.

Paulo Freire, educador brasileño e influyente teórico de la educación, le otorga un gran valor a la palabra. En su obra Pedagogía del oprimido, nos ofrece la búsqueda de una educación liberadora, y desde luego, neosocrática, puesto que la comunicación concientizadora que nos expone es eminentemente mayéutica…» Por su parte, según esta fuente, dice «Bréhier (1956): “lo que con razón puede atribuirse a Sócrates son los razonamientos inductivos y las definiciones universales, situados unos y otras al principio de la ciencia” y Ferrater Mora, J, (1969): “Sócrates hacia surgir dondequiera lo que antes parecía no existir: un problema.”

Ojalá que a lo largo de nuestra vida rescatemos los aspectos valiosos de nuestra infancia, así como -a medida que maduramos- la amplitud de enfoques, el diálogo y la búsqueda de una verdad compleja que se nos va revelando progresivamente. Ello nos puede ayudar a construir, con humildad y sabiduría, un mundo mejor.

(1) Un interesante documental sobre esta figura clave de la filosofía griega se puede ver en esta serie de Netflix, donde también se presentan a Confucio y Buda.

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