Creer o reventar: virajes históricos basados en evidencias sobre mejores resultados

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En este artículo, de Mariano Caucino, se comenta sobre cómo fue el viraje de Mao hacia occidente y una nueva política económico-social al interior de su país. Al respecto señala, en un par de párrafos, que «al otro lado del mundo, a similares conclusiones había arribado el líder de la República Popular. Según relató su médico Li Zhisui en su obra “The Private Life of Chairman Mao” (1994), el “Gran Timonel” le confió que buscaría acercarse a los Estados Unidos. Convencido de que el enemigo principal de China no eran los Estados Unidos sino la Unión Soviética y que la mayor amenaza a la seguridad de Beijing no provenía de Washington sino de Moscú, Mao le hizo una inquietante confesión. Explicó que a diferencia de los soviéticos, los norteamericanos nunca habían apetecido partes del territorio chino. Incluso aventuró que dado que Nixon era “un derechista de larga data” y “el líder de los anticomunistas”, negociar con él podía ser muy provechoso. Mao graficó: “Me gustan los derechistas. Dicen lo que piensan. No como los izquierdistas, que dicen una cosa y piensan otra”.

Kissinger lo explicó así: “Después de someter a su inmenso país a la borrachera ideológica y a la terrible sangría de la Revolución Cultural, Mao se encontraba entonces en situación de dar cierto sentido práctico a la política exterior china”. Luego el artículo da detalles de cómo se implementó el acercamiento con EEUU.

Este fue el comienzo de un viraje que tuvo como paso intermedio muy relevante a Deng Xiaoping, donde «el antagonismo entre ideología y economía solo pudo resolverse tras la muerte de Mao en 1976. Deng Xiaoping, el Pequeño Timonel, tuvo entonces el atrevimiento y la originalidad de proponer la construcción del socialismo dando un rodeo por el capitalismo» con una fuerte impronta de direccionamiento estratégico por parte del Estado, hasta llegar hoy en día a Xi Jinping (al respecto es interesante esta nota). Llevó bastante tiempo  «el viraje» que requirió del pragmatismo geopolítico de Mao, su fallecimiento, así como el relevante rol de sus sucesores en el logro de resultados distintos y sustancialmente mejores en lo socioeconómico (1), que fueran útiles para los intereses de China y su población.

Respecto del panorama argentino, en esta nota el economista Rafael Di Tella menciona -entre otras cosas- que «Fernández afirma no creer en los planes económicos. El desorden económico en el que vivimos nos recuerda que es urgente que cambie de creencias. Es creer o reventar«. ¿Qué sería «reventar»?. Si bien puede tener distintas acepciones, podría interpretarse como un sostenido proceso de movilidad social «descendente» (en especial desde mediados de los años setenta) de una parte importante de la población (la pobreza y la indigencia es su expresión más extrema), una degradación del sistema educativo y con ciclos en la evolución del producto, pero con una caída comparativa respecto de otros países y con un retroceso al nivel de hace 14 años. Por lo tanto «reventar» sería una «implosión» lenta y sostenida como la que se viene verificando.

¿Qué hará falta para revertir esta tendencia en el caso argentino?. Sin duda -en primer lugar- reconocer el problema, y luego requiere de liderazgos con visión, estrategias y políticas adecuadas, basadas en acuerdos políticos y socioeconómicos mayoritarios que desaten «el nudo gordiano argentino«. Por ahora difícil, pero no imposible (2). Ojalá todos pongamos un grano de arena y de participación ciudadana para que esto se logre.

(1) Lamentablemente sin un sistema democrático (un régimen de partido único) que permita mayores mayores libertades civiles y de pluralismo político. Un cambio -en este orden- no parece cercano en el tiempo, donde -sin duda- influyen los buenos resultados económicos.

(2) Habrá que ver qué pasará con los resultados de las elecciones legislativas de noviembre 2021, y qué impacto puede tener la negociación con el FMI, en especial teniendo en cuenta que a principios de 2022 está previsto el pago -entre capital e intereses- de US$ 19.200 millones a ese organismo internacional. Como no se podrá pagar, debería implementarse un acuerdo con un programa sustentable a mediano plazo, que permita refinanciar los compromisos de deuda con esa entidad.

 

 

 

2 thoughts on “Creer o reventar: virajes históricos basados en evidencias sobre mejores resultados

  1. Según mi opinión, el problema es conocido por todos. La falta de reconocimiento es aparente, una postura política. Porque reconocer el problema (y querer solucionarlo) implica determinar quién tienen que pagar el costo del cambio. El acusar al otro de ser 100% responsable a sabiendas que no lo es, simplemente es la posición cómoda que encontraron para no hacer nada. Cuando gana el partido opuesto, hace diametralmente lo opuesto, Y así vivimos, en una economía pendular que a largo plazo nos deja exactamente en el mismo lugar.

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