A comienzos del mes de mayo de 2019 apareció esta nota donde reseña la convocatoria del Papa Francisco a un encuentro mundial de economistas y emprendedores, para los días del 26 al 28 de marzo del año 2020 en la emblemática ciudad de Asís, con el lema «una economía que da vida y no mata, incluye y no excluye, humaniza y no deshumaniza, cuida la creación y no la despoja». Lamentablemente hubo que suspenderla por el coronavirus y la nueva fecha es del 19 al 20 de noviembre.
La nota periodística señala que «el Pontífice espera que esa reunión le permita «conocer a quienes hoy se están formando y están empezando a estudiar y practicar una economía diferente, una que da vida y no mata, incluye y no excluye, humaniza y no deshumaniza, cuida la creación y no la despoja». Del encuentro también participarán académicos y expertos en ciencias económicas, comprometidos con una economía compatible con el marco así definido. Un marco que, piensa el Papa, no sólo contiene a los que profesan la fe, sino a «todos los hombres de buena voluntad», por encima de sus creencias y nacionalidades. El evento, dice la carta de Francisco, también ayudará a «conocerse mejor» y a formular un «pacto común» para cambiar la economía actual y dar un alma a la economía del mañana: «A través de un ‘pacto’ común -escribe el Papa-, promoveremos un proceso de cambio global que vea en comunión de intenciones no sólo a los que tienen el don de la fe, sino a todos los hombres de buena voluntad, más allá de las diferencias de creencia y nacionalidad, unidos por un ideal de fraternidad atentos sobre todo a los pobres y excluidos».
El evento («La Economía de Francisco«) se puede visualizar en este link del Vaticano. En la carta de invitación -entre otras cuestiones- señala «les pido que sean constructores del mundo, que se metan en el trabajo por un mundo mejor».