El periodista y economista Julio Sevares publicó -hace un tiempo- un libro que denominó «capitalismo criminal«. Allí se analizan múltiples modalidades de ilícitos que se dan actualmente en la economía.
Una de las preguntas que podemos hacernos es, además del combate al crimen organizado, si hay experiencias de reorientación e esta economía criminal hacia formas de trabajo que nos lleven a un mundo mejor?
Una primera respuesta podría ser el rol que deberían cumplir las cárceles en cambiar conductas y poder reinsertar a estas personas a la sociedad cumpliendo la ley. Sabemos que es difícil y que estamos -en general- bastante lejos de esta aspiración, pero se deberían hacer todos los esfuerzos pertinentes. Hay muchas experiencias valiosas en países como España, Holanda, Estados Unidos, Argentina… y el rol que juega el deporte.
Una segunda respuesta sería profundizar el cambio cultural (como los ejemplos más arriba mencionados) y la implementación de determinadas iniciativas que posibiliten -en la práctica- otras alternativas. En el segundo párrafo de la entrada de este blog denominada «Convergiendo de las esferas de la economía plural«, dábamos algunos ejemplos como los siguientes:
- Los acuerdos de paz de Colombia son una esperanza de un camino “diferente” en general, y en particular en re-ubicar actividades ilegales en legales. Todo ello a pesar de las críticas, limitaciones y dificultades (como es el caso de erradicar las actividades ilícitas como el cultivo de coca). Son para tener muy en cuenta y seguir evaluando.
- La experiencia italiana, en particular, del sur para luchar contra la mafia
- Experiencias en Argentina de cómo combatir los talleres clandestinos. Por ejemplo se puede ver el accionar de una institución como el Instituto Nacional de Tecnología Industrial en el período 2007-2011 tal como se describe en notas como http://www.inti.gob.ar/sabercomo/sc79/inti7.php
Debería analizarse si se llegara a implementar un ingreso de ciudadanía o ingreso universal (mientras tanto podría ser el ingreso de la economía popular), complementado con enseñanzas de artes y oficios, y aprendizaje de ocio creativo, en especial deporte y música, si esto no ayudaría -en una medida importante- a salir de la economía criminal e ir hacia un mundo mejor.