¿Qué nos mueve a cooperar y bajo qué perspectivas?

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Se ha escrito mucho sobre esta temática y desde distintas perspectivas. Sólo citaremos algunas fuentes y reflexiones, por si fueran de interés.

Respecto del tema del fundamento científico de la cooperación, es importante el aporte de Yuval Harari en su libro Sapiens. De animales a dioses, donde plantea que la humanidad ha evolucionado fundamentalmente gracias la cooperación, si bien ha habido mucha competencia (entendida como rivalidad). Esta línea de pensamiento también está expresada en los enfoques de la competitividad sistémica de Michael Porter. Para que una economía sea exitosa en la competencia, en su interior debe haber cooperación.

Una segunda cuestión está planteada en la película “Una mente brillante” (A beatiful mind), que relata la vida del matemático John F. Nash, ganador del premio Nobel de Economía en 1994. Hay una escena, donde él y sus amigos quieren conquistar a una señorita y todos se abalanzan hacia ella, produciendo el rechazo de la misma ante tal actitud. Se da cuenta que, si entre ellos no logran un acuerdo de cooperación para abordarla de manera diferente, no lo lograrán. Esto le da la chispa de iluminación para demostrar matemáticamente algo superior al enfoque de Adam Smith. Todo ello se da en un contexto personal de discapacidad mental por una esquizofrenia paranoide, con momentos de lucidez y un buen final.

También se puede citar que si uno pone en los asistentes de inteligencia artificial las palabras “juegos cooperativos”, les aparece fundamentalmente la teoría de los juegos y el equilibrio de Nash. Ello le da, sin duda, un gran fundamento científico.

Por último nos gustaría mencionar este reportaje a Robert Aumann, matemático y economista israelí-estadounidense ganador del Premio Nobel de Economía en 2005, por su trabajo sobre el conflicto y la cooperación a través del análisis de la teoría de los juegos repetitivos, explica la lógica de la interacción humana en el largo plazo, que puede aplicarse en múltiples áreas como: la economía, la ciencia política, la biología, etc.; pero su principal interés está en la guerra y la paz, y la destrucción del medioambiente. Una de sus ideas centrales es que “la gente coopera más en una interacción de largo plazo, que en las de una única vez”.

Allí se le pregunta, «tanto en la teoría de los juegos cooperativos como en la teoría económica en general, son muy importantes los “incentivos”, ¿cuán subjetivos son esos incentivos, cuánto influye lo subjetivo en la cooperación?.

Responde: «los incentivos no son subjetivos. Hay ejemplos muy simples de incentivos, y es que la gente trabaja y les pagan por hacer su trabajo, pero trabajar no es un incentivo, trabajar es cobrar. Pero un incentivo para esforzarse y hacer bien su trabajo es que, si hace muy bien su trabajo, lo ascenderán, ese es un incentivo para trabajar. Otro ejemplo de incentivo, un poco más complejo, todos queremos que se utilice menos papel, menos plástico, todas estas cosas son muy perjudiciales para el medioambiente, entonces, en Suiza vendían bolsas de basura por diez francos, es mucho dinero, son como diez dólares o algo así. Es mucho dinero para tirar la basura en una bolsa de plástico. Pero no recogerán la basura si no la pones en una bolsa de plástico, que cuesta diez francos, ¿qué incentivos crea eso? Crea un incentivo para producir menos basura. En otras palabras, no tirar tanto, eso hará que la gente compre cosas que no tengan mucho envoltorio. Esto también incentiva al fabricante a vender, por ejemplo, frutas, bayas o verduras sin mucho embalaje. Y que retroceda y cree sus incentivos, ese elemento tan importante. Otro ejemplo, el socialismo se construye sobre el lema de que a cada uno según sus necesidades y sus capacidades… debemos satisfacer las necesidades de todos en la mejor medida posible, y todo el mundo debería trabajar lo más duro y lo mejor que pueda, esa es una idea maravi-llosa. Lo suscribo con todo mi corazón y con ambas manos, sólo hay una pequeña cosa que está mal, que no funciona, eso es lo único que tiene de malo. ¿Y por qué no funciona? Por los incentivos, cada uno recibe según sus necesidades, y no tienes que trabajar porque si necesitas comer, alguien más te lo dará para que no tengas que trabajar, o al menos no tengas que trabajar muy duro, no tienes que poner ningún esfuerzo en ello. Entonces, es una idea maravillosa, pero no funciona porque la gente no trabaja. En China o en Vietnam, por ejemplo, en 1986, hace casi cuarenta años, con el gobierno comunista, con la economía socialista, la gente se moría de hambre. Entonces, el 1° de agosto, pasaron a una economía de mercado, su economía ya no era socialista y el gobierno seguía y sigue siendo una dictadura comunista, pero la economía es de mercado, no es una economía socialista».

Luego se le pregunta «siguiendo por la línea de la psicología también la ansiedad es un factor que puede ir en contra de la cooperación, porque finalmente es a largo plazo que las personas cooperan, ¿cuál es la importancia del tiempo presente?»

Responde: «La gente coopera porque les conviene cooperar, cada uno ayuda al otro, y de esa manera todas las personas involucradas en la cooperación ganan, porque todos ayudan a los demás, pero ¿qué hace que la gente coopere? Que se hacen el bien unos a otros porque, incluso si en este momento no obtienen nada a cambio, esperan que si ayudas a otro, en el futuro, cuando necesites ayuda, también la recibirás. Entonces, vale la pena ayudar a otras personas que coope-ran porque cuando necesites ayuda, ellos te ayudarán, y te ayudarán porque esperan que tú les ayudes en el futuro, esa es realmente la cooperación, cuando lo miras a largo plazo, es realmente algo egoísta, es bueno para ti».

Es muy posible que esto último que dice Aumann esté influenciado por la creencia en la llamada «regla de oro«, y más en general por la idea de ciclo y de  reciprocidad del «hoy por tí y mañana por mí». En el caso del cristianismo, y más particularmente en lo que se refiere a qué nos mueve a ser solidarios, si nos inspiramos en lo que dice la parábola del buen samaritano, podriamos afirmar que es a una minoría a la que se le «retuercen las entrañas» (o tienen una gran sensibilidad) frente a un prójimo al que no se considera como cercano.

No hemos transcripto toda la entrevista a Aumann, que invitamos a leer completa. Ojalá sea como dice él y otros prestigiosos pensadores. Ello nos da esperanza para ir construyendo un mundo mejor, a pesar de las guerras, el cambio climático, los peligros derivados de una inteligencia artificial sin códigos éticos o regulaciones apropiadas, entre las principales amenazas que tenemos como especie humana.

PD: La imagen de la entrada nos ilustra sobre la cooperación en las hormigas, que es extensiva a las abejas, los delfines, y muchos otros del mundo animal. Seguramente está presente en toda forma de vida o de lo que -para los creyentes- es la lógica de la Creación.

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