No somos los únicos inteligentes

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Un amigo (Miguel Mascialino), recientemente fallecido, enseñó sobre el pensamiento de Teilhard de Chardin, y cómo en la evolución aparece el psiquismo. En general se lo relaciona con «lo humano», pero más recientemente se lo aplica como «modalidades de la conciencia» y de su comportamiento a todo ser vivo. Según esta referencia «el estudio del comportamiento animal ha tenido una importancia decisiva en el desarrollo de la psicología científica. En dos sentidos principales. Primero, porque es uno de los factores que más han contribuido a transformar la psicología de teoría de la conciencia en ciencia de la conducta. Segundo, porque, precisamente por este cambio, la investigación del comportamiento animal ha adquirido un relieve en cierto modo privilegiado y central en la ciencia psicológica… Teóricamente, la conciencia es, en su acepción más elemental y primaria, una propiedad de la actividad del ser vivo en tanto éste es sujeto de una acción propia en una situación significativa. Es decir, es una propiedad del comportamiento. En él se manifiesta y a través de él es, en principio, posible su estudio en los seres vivos, incluido el animal

En este reportaje a Stefano Mancuso (ver imagen de la entrada), señala como este hombre de ciencia (Director del Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal de la Universidad de Florencia, autor de varios libros de referencia sobre la sensibilidad y la inteligencia de las plantas) «construyó un recipiente de cristal para estudiar cómo reaccionan las raíces ante la presencia de un obstáculo. Según el conocimiento de la época, la raíz chocaría contra esa presencia inesperada y después se desplazaría en forma de zigzag sobre su superficie, hasta lograr esquivarla y proseguir su camino. Él vio con sus propios ojos que, en realidad, algunos centímetros antes del contacto, la raíz ya comenzaba a desviarse, para rodear el problema sin llegar a rozarlo. No solo eso: la raíz tomaba su camino por la izquierda o por la derecha según fuera más rápido. Y en el caso de que estuviera descendiendo por el centro exacto, en el 50 por ciento de las ocasiones optaba por un lado, y en el otro 50 por ciento, por el otro. Yo no me esperaba nada de eso, estaba dispuesto a observar lo que se suponía que ocurriría según lo que había leído, y a trabajar a partir de esos datos, pero de pronto me di cuenta de que la planta podía percibir y decidir, que había algún tipo de sensibilidad y de inteligencia en ella”, me dice con un eco de aquella emoción todavía rebotando en sus pupilas. “Sigo trabajando en la dimensión que me abrió aquel primer experimento”.

Más adelante en la nota se expresa que en su obra «El futuro es vegetal —el mejor que ha escrito—, en que explicó por qué en el reino vegetal están las claves para corregir los atentados que la humanidad ha cometido contra el planeta. «La nación de la plantas» no reconoce la jerarquía animal, fundada en centros de mando y funciones específicas, y promueve las democracias vegetales difusas y descentralizadas”, leemos en el artículo tercero. Y en el octavo y último: “La nación de las plantas reconoce y garantiza la práctica de la ayuda recíproca y el apoyo mutuo entre las comunidades naturales de seres vivos”. El estudioso de las plantas se ha convertido en su portavoz, en su abogado, para revitalizar el género de la utopía» (1). Concluye diciendo que hay acercarse a las plantas «sin el prejuicio animal: son una forma increíble de inteligencia, como de otro planeta” (2).

Según lo que venimos de mencionar, esta forma de inteligencia de «la nación de las plantas» nos invita a comportarnos en línea con un mundo mejor.

(1) tiene mucha similitudes con planteos científicos como los de Rupert Sheldrake y con películas de ficción como Avatar. Sobre el tema específico de las plantas se puede ver también esta nota y esta referencia del libro «Planta Sapiens«.

(2) A esta noción de «otro planeta» (aludiendo a algo más universal o extraterrestre) le podemos adicionar los avances en la denominada «inteligencia artificial» con sus posibilidades y sus peligros.

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