La sabiduría antigua occidental: estoicos vs aristotélicos, y el rol de la pasión y la razón

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En esta interesante nota de Sebastián Campanario, se expone las principales características del pensamiento estoico, y a través del filósofo Christian Carman se nos explica las diferencias con el pensamiento aristótelico, en cuanto al rol que juegan las pasiones o emociones y la razón.

Allí dice, entre otros conceptos, que «el término “estoico” en términos simplificados se usa para describir a alguien razonable, virtuoso, que vive el presente y tiene autodisciplina para postergar gratificaciones. “La divulgación moderna del estoicismo modera los aspectos más duros y estrictos de esta filosofía clásica, para hacerla más potable para el paladar contemporáneo”, explica a La Nación Christian Carman, un filósofo amante de la sabiduría antigua (sobre todo, de la occidental) que se dedica a rescatar ideas del pasado que sirven para la actualidad, mediante clases en el Instituto Baikal y en otros ámbitos.

La parte más dura del estoicismo clásico tenía que ver, según Carman, con el imperativo a dominar las emociones (las “pasiones” las llamaban ellos), para que no jueguen ningún papel en la toma de decisiones, a tal punto de lograr un estado de “ataraxia”, de paz de alma, dormido o anestesiado, enjaulado de las emociones. “Los aristotélicos, en cambio, pensamos que no hay felicidad sin emociones, pero que hay que ordenarlas, educarlas y enseñarles a desear lo bueno”, dice Carman.

Luego hace una aplicación práctica a la economía y a las finanzas personales, que quienes estén interesados pueden leerla en la nota de Campanario. Esperamos sea de utilidad.

PD: Respecto al enfoque y pensamiento estoico es muy interesante esta nota (agradezco a Miguel Maito que me la haya proporcionado).

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