Efectos de los resultados de la PASO en Argentina

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A poco de finalizadas la elecciones PASO en la Argentina, los resultados de las mismas produjeron una gran crisis en el oficialismo, con un enfrentamiento entre la Vicepresidenta y el Presidente. Según las distintas versiones periodísticas, se inició con una tensa discusión acerca del rumbo a seguir en el corto plazo. Cristina Fernández de Kirchner habría exigido el cambio inmediato del Jefe de Gabinete y de algunos ministros, mientras que el Presidente consideró que -de ninguna manera- habría que cambiarlos, y en particular antes de las elecciones legislativas del 14 de noviembre. Detrás todo ello está la fuerte discrepancia por el tipo de política económica aplicada por el gobierno en tiempo de pandemia hasta la actualidad.

Producto de ello la Vicepresidenta ordenó a los Ministros que le responden que presentaran la renuncia, y se puso en evidencia que la crisis política podía transformarse en crisis institucional. Según Cristina esto «no fue un golpe» y fijó su posición en una dura carta pública. Por su parte el Presidente reafirmó su autoridad en cuanto a la gestión. Finalmente el Presidente terminó aceptando los cambios propuestos por la Vicepresidenta nominando un nuevo gabinete.

En ningún país del mundo puede funcionar un poder ejecutivo «bicéfalo», así como una administración fragmentada y cuotificada -por las distintas fuerzas o facciones- que tienen como efecto que se «ralentice» la gestión. Además las coaliciones -como dice esta nota (entre otras consideraciones)- «se sostienen por dos motivaciones. La animadversión hacia el rival. O la certeza de que la asociación con lo diverso garantiza el acceso al poder. El domingo pasado esos dos factores, que han venido amalgamando al Frente de Todos, se debilitaron.»

Se viene opinando mucho sobre esta complejo panorama, desde un Arzobispo y del Presidente del Episcopado hasta ex militantes de izquierda (y las cuestiones ideológicas en juego), pasando por el rol de las denuncias judiciales hacia la Vicepresidenta y la opinión de algunos consultores políticos sobre sus posibles efectos.

Posiblemente el nuevo gabinete dure hasta el 14 de noviembre, y allí se verá cómo continuará esta cuestión en función del resultado electoral. También se verá el rumbo de la política económica (un anticipo será la discusión del presupuesto en el Congreso), el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y el rol y propuestas de la oposición para el tiempo futuro.

 

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