En este blog se ha destacado la importancia del diálogo para llegar a acuerdos en general, y en particular en lo que se refiere a pactos de gobernabilidad a nivel nacional o internacional (como es el caso de la Unión Europea). En esa misma dirección son importantes los pactos territoriales.
¿Qué son los pactos territoriales? En Colombia se los ha definido así: «son un acuerdo marco de voluntades cuyo propósito es articular políticas, planes y programas orientados a la gestión técnica y financiera de proyectos de alto impacto. Se convierten en una herramienta de planeación regional, subregional y departamental, de la que pueden formar parte las entidades territoriales, esquemas de asociación territorial y subregiones funcionales» y tienen una normativa que los institucionaliza.
En este documento de CEPAL se lo plantea en relación a regiones transfronterizas, también pueden estar circunscriptos a temáticas específicas como el empleo (ver también este link), y hay países como Italia (1) que lo han implementado como una experiencia muy exitosa de gobernanza. Vamos a tratar de sintetizar los aspectos centrales de este caso exitoso, glosando algunos artículos publicados en internet.
En este artículo (que se invita a leer completo) se expresa que «en los últimos años ha habido en la política italiana un fuerte interés por estimular procesos concertados y estratégicos de desarrollo local. Uno de los instrumentos más novedosos para la concreción de estos objetivos son los pactos territoriales, como partes de un sistema de intervención integral que apunta a crear condiciones favorables para el crecimiento económico y la ocupación en una determinada área geográfica. Los pactos territoriales se dirigen fundamentalmente a promover la cooperación entre sujetos públicos y privados de un territorio determinado de modo de estimular el diseño y la realización de proyectos de mejoramiento del contexto local en el sector industrial, servicios y a nivel de infraestructura.
El pacto territorial es un instrumento de concertación de todas las fuerzas económicas y sociales presentes en el ámbito local con el fin de dirigirlas a la realización de objetivos comunes de desarrollo. Con esta herramienta, basada en la programación negociada, los distintos actores individualizan una serie de objetivos, seleccionando los proyectos de intervención compatibles con tales propósitos y concordando un conjunto de medidas para facilitar y sostener la ejecución de los mismos.
En este escenario, el trabajo busca en primer lugar analizar conceptualmente la importancia que asumen en el contexto europeo las nuevas orientaciones de política y governance en el plano territorial. Seguidamente, se consideran las particularidades que asume el marco institucional italiano para el despliegue de este tipo de instrumentos descentralizados y se analizan los principales elementos que caracterizan la actuación y eficacia de los pactos territoriales en términos de cobertura demográfica y territorial, eficiencia financiera, tipo de intervención en el territorio, actividades concluidas, grado de ocupación y niveles de governance desarrollados. Finalmente, se examina la significación que alcanza el fenómeno de los pactos en términos de superar las desventajas localizadas territorialmente y promover procesos genuinos de desarrollo local». Luego desarrolla los distintos puntos en base al análisis de los pactos realizados (generales y los específicos como los relacionados con la agricultura y con los desastres naturales) en los años noventa. Otra fuente que se puede consultar sobre el caso italiano es esta, entre muchas otras.
Ojalá que en el caso argentino podamos construir una cultura de acuerdos basados en una visión de desarrollo de mediano y largo plazo que tenga implicancias operativas en la articulación virtuosa de decisiones, intereses y conocimientos, que nos posibiliten un futuro mejor.
(1) Agradezco la inspiración de este tema, y en particular del caso de Italia, a Pedro Del Piero. Él lo destaca, en el minuto 42,10 de este video (que se sugiere ver), como un caso muy exitoso, y posible de trasladar -con las adaptaciones necesarias- al caso argentino. Destaca la correcta lectura del territorio, la importancia de la programación de la cooperación negociada, con una metodología a través de proyectos, donde están presentes la articulación de decisores, la combinación sobre los intereses y la incorporación de conocimiento. En todos los casos hay unidades operativas (que articulan «el todo y la parte»).