El gobierno nacional, preocupado por el alza del precio de la carne vacuna y su impacto en la canasta de alimentos, prohibió su exportación (1)
En esta nota se hace una buena síntesis de la historia más lejana, así como de la reciente sobre esta temática, y se describe bien la diferencia entre implementar una política de sintonía fina y una de sintonía gruesa (2) que genera más costos que beneficios. Estos últimos son muy transitorios, no tienen en cuenta el paro del sector agropecuario y los efectos perniciosos en la inversión, en las exportaciones y en la devaluación de la «marca argentina» ante los compradores actuales y potenciales.
(1) Esto se revirtió parcialmente el 22/6/21.
(2) Al final de la nota explica como la irrupción de China -que se lleva todo, al igual que en el caso uruguayo– y de nuevas modalidades del mercado, complejizaron la cuestión. Agrega que: «El Ministerio de Agricultura adoptó una decisión: ponerles precios mínimos a los cortes. Pero no fue suficiente. Como no lo fue la cantidad de carne que comprometieron los frigoríficos del consorcio ABC, a pedido del Gobierno, para abastecer los programas de precios populares. El tema estuvo en agenda en el viaje a Europa del presidente Alberto Fernández y su ministro de Economía Martín Guzmán. El asesor presidencial Gustavo Béliz había conversado con expertos del sector, quienes le sugirieron medidas que habrían de contener la exportación de cortes baratos. Así como los precios mínimos cortaban la posibilidad de subfacturar, aplicar derechos de exportación sobre ciertos cortes (lo que no le gusta a nadie) iban a volcar más oferta de carne al mercado interno. Cirugía fina frente a la necesidad de operar. Pero al regreso de la comitiva, se encontraron con que el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, había recibido la instrucción de cerrar las exportaciones. ¿De quién? De quien cada día más abiertamente pretende ingerencia en las grandes decisiones económicas. Tiene las patillas de Rosas, pero de ganadería no entiende mucho. Entró al matadero con un hacha. Para más datos, se apellida Kicillof. Con K.»