Sin ejemplaridad no tenemos destino como Nación

En este blog, y en esta sección, hemos destacado la importancia de la ejemplaridad en quienes fueron fundadores de nuestra Nación, como ha sido el caso de San Martín y Belgrano. Si bien estos ejemplos no han abundado en la historia argentina, en la actualidad -lamentablemente- hemos caído «muy bajo» vinculado –particularmente- con la violación flagrante de las normas vinculadas a la salud y al cuidado de la vida.

El último ejemplo de ello ha sido el cumpleaños de la Primera Dama en la quinta presidencial, donde no se cumplieron las severas restricciones legales -por la pandemia- que debió cumplir el resto de la ciudadanía. Esto generó el repudio tanto de sectores del oficialismo (ver también esta nota) como de la oposición, mientras que otros le echaron la culpa a la cumpleañera. En esta última línea se expresó el Presidente, en un acto el viernes 13 de agosto a la tarde, donde también coincidió con su Jefe de Gabinete, quien señaló que «es evidente que hubo un descuido, se cometió un error, no debería haber ocurrido. Fue un evento social que no debería haber ocurrido».

Este tipo de hechos, más allá de las disculpas, el doble discurso, la mentira y la hipocresía, entre otros atributos negativos, generan desaliento en la ciudadanía dañando gravemente la confianza en la investidura presidencial y en nuestro futuro común. Veremos si habrá un juicio político o no (muy difícil de realizar dado que se necesitan los dos tercios de ambas Cámaras legislativas para lograrlo) y, especialmente, que no se vuelvan a repetir.

Desde la sociedad civil habrá que tratar de generar nuevos liderazgos políticos que retomen la ejemplaridad de los fundadores de nuestra Nación. Ello nos puede conducir a una Argentina mejor.

PD: Entre las interpretaciones de ¿por qué sucedió esto? se encuentra esta nota. Respecto de enfoques vinculados a la filosofía y el psicoanálisis esta reflexión.