La importancia de tener un buen horizonte compartido

Ya comentamos, al comienzo de este blog, que vivimos un tiempo «volátil, incierto, complejo y ambiguo» (VICA), lo que se ha profundizado -en particular con la incertidumbre y con un escenario oscuro- con la pandemia del COVID-19.

¿Como reaccionaremos? Como bien señala Frank Snowden, y ante la pregunta «¿Por qué cree que la humanidad reaccionará esta vez «de una vez por todas», si no ocurrió con el SARS, el Ébola o, antes, con el SIDA?, responde: no veo muchos motivos para ser optimista, es cierto, pero creo que siendo el coronavirus una epidemia tan global, acaso obligue a todo el mundo a tomar conciencia sobre esto al mismo tiempo. Eso sería, si me perdona la expresión, maravilloso» (1).

Además de la reacción frente a la pandemia (y sus posibles reiteraciones cíclicas con ese virus u otros), tenemos las reacciones frente al cambio climático, al cambio científico-tecnológico acelerado (con sus implicancias positivas y negativas, como el desempleo), a la desigualdad y la falta de equidad, al autoritarismo (que, posiblemente crezca por la pandemia y por la agudización de los conflictos)… entre los principales.

Han habido iniciativas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (muy diluidos o puestos en suspenso en la actualidad), de la UE frente al cambio climático, políticas y experiencias de los países nórdicos frente a la desigualdad y el desafío de actualizar y renovar la economía del bienestar… pero lamentablemente -a comienzos de 2020- lo que parece prevalecer es la falta de coordinación a nivel mundial, el «sálvese quien pueda» y continuar con la lucha por la hegemonía de las grandes potencias.

Así como a nivel personal es fundamental tener arquetipos positivos en línea con darle un sentido de vida plena y tener resiliciencia, es urgente y fundamental unir fuerzas desde lo cultural, lo social, lo económico y lo político para ir construyendo un futuro compartido así como los caminos adecuados (como expresa la imagen de la entrada) que nos vayan conduciendo a mundo mejor.

(1) En esta nota expresa: «por otro lado, el futuro está en nuestras manos. Si trabajamos juntos y desarrollamos una estrategia a largo plazo, podemos asegurar nuestra supervivencia y eso sí es un motivo para ser optimista”.