¿Es posible revertir el envejecimiento?

Hace un tiempo, Maria Julieta Oddone escribió esta nota referida a la temática de la exclusión y la vejez. También hemos abordado en este blog la relevancia de la actividad mental para retrasar los síntomas del envejecimiento, y se podría agregar la relevancia de la actividad física (en especial de caminar).

Pero hoy en día se está comprobando que es posible revertir el envejecimiento, como señala -en esta nota–  la bióloga Pura Muñoz Cánoves. Expresa, entre otros conceptos, que «Muñoz Cánoves, nacida hace 61 años en Miramar (Valencia), ha revelado los mecanismos del envejecimiento y la regeneración del músculo. Su laboratorio español diseñó estrategias que lograron reparar el tejido muscular de ratones viejos, aumentando la autolimpieza de sus células y eliminando las dañadas. En la sede de Altos Labs en San Diego (Estados Unidos), Muñoz Cánoves y sus colegas se centran ahora en un nuevo paradigma: ya no se pretende arreglar lo deteriorado, sino rejuvenecer, literalmente, el cuerpo humano.

Uno de los asesores de la multinacional es el médico japonés Shinya Yamanaka, ganador del Nobel de Medicina en 2012 por descubrir que una célula adulta —de la piel de un dedo, por ejemplo— puede reprogramarse y regresar a un estado embrionario, capaz de convertirse después en cualquier otro tipo de célula, como una neurona del cerebro. El cóctel químico necesario, formado por cuatro moléculas conocidas como factores de Yamanaka, ya ha mostrado su eficacia en ratones, que han vivido un 30% más y con aparentes efectos rejuvenecedores en sus tejidos, según los resultados de experimentos pioneros llevados a cabo por los españoles Juan Carlos IzpisuaManuel Serrano y María Abad. Altos Labs también ha fichado a estos tres investigadores. Muñoz Cánoves explica sus objetivos en esta entrevista, realizada tras su participación en Madrid en el evento Tendencias 2023, organizado por EL PAÍS…

P. Los expertos estadounidenses Matt Kaeberlein y Brian Kennedy aseguraron en 2009 en la revista Nature que una pastilla para alargar la vida era todavía ciencia ficción. ¿Lo sigue siendo?

R. Yo creo que ya no tanto, han pasado casi 15 años. La nueva filosofía es intentar mantenernos jóvenes para frenar de manera general las enfermedades asociadas al envejecimiento. Es lo contrario a la medicina de precisión, que es muy personalizada. Esto es una medicina generalista: hacer que las células se mantengan jóvenes para que los riesgos asociados al paso del tiempo no aparezcan tan pronto. Pero todavía sigue siendo demasiado temprano….

P. ¿Revertir el envejecimiento?

R. Revertirlo, sí, pero ya sabemos que esto ha sido posible en experimentos con ratones y en células humanas. Shinya Yamanaka ganó el Nobel por ello. La prueba de concepto, con sus riesgos, está ahí: se puede revertir el envejecimiento. Una célula puede volverse más joven. Yamanaka logró volver al estadio cero embrionario, pero no hace falta regresar ahí. Los experimentos de Juan Carlos Izpisua muestran que pulsos controlados de cuatro factores de Yamanaka en ratones con envejecimiento prematuro ayudaron a que vivieran más y mejoraron la función de sus tejidos y la regeneración en ratones con envejecimiento normal. Eso ya ha ocurrido. Altos está trabajando en maneras de trasladar estos enfoques a los humanos, pero hará falta tiempo.

P. Es posible, conceptualmente, volver atrás en el tiempo las células de un ser humano.

R. Yo no hablaba del ser humano, hablaba de ratones, pero sí, es posible en seres humanos. Altos y otros lo han demostrado en células humanas.

P. En animales, entonces, por el momento.

R. En animales. Esto ya ha ocurrido en un modelo de ratón con progeria [envejecimiento acelerado] y en ratones con envejecimiento normal. La prueba de concepto está ahí: es posible volver atrás un poco en el tiempo. Y esa prueba de concepto te da esperanza de averiguar cómo hacerlo de manera segura. Pero queda un largo camino por recorrer. Altos, como otras empresas, quiere partir de la base de rejuvenecer las células para que estén más sanas, más jóvenes y con mayor resiliencia para enfrentarse mejor a las enfermedades asociadas al paso del tiempo. En el fondo es muy sencillo, pero no ocurrirá mañana….

P. El médico israelí Nir Barzilai lleva años buscando financiación para un gran ensayo clínico con miles de personas con el fin de comprobar si la metformina [un fármaco muy utilizado para controlar la cantidad de azúcar en sangre en pacientes con diabetes tipo 2] retrasa las enfermedades del envejecimiento en bloque: cáncer, alzhéimer, cardiovasculares.

R. La metformina y la rapamicina son compuestos que aumentan la longevidad en algunas especies. Y todo va unido: si se prolonga el estado de salud, casi en consecuencia, habrá una mayor longevidad. Son compuestos que prolongan la funcionalidad. En lo que está centrada Altos es en cómo volver atrás el reloj: reprogramar las células para que vuelvan a un estado anterior y recuperen su función. Es una prueba de concepto que ya se ha demostrado, pero está muy lejos de aplicarse. La rapamicina y la metformina se pueden tomar, pero no hay cócteles que puedan administrarse en humanos para intentar revertir el reloj con métodos de reprogramación celular con factores de Yamanaka u otros. Todavía son técnicas de laboratorio.» Y la nota sigue.

Por su parte, en esta nota de libre acceso, el bioquímico Peter Walter. se señala que «el bioquímico alemán Peter Walter y su colega argentina Carmela Sidrauski anunciaron un descubrimiento trascendental hace poco más de una década. Habían hallado una molécula sencilla que, sin embargo, era capaz de potenciar de manera formidable la memoria y la capacidad de aprendizaje de sus ratones en la Universidad de California, en San Francisco (EE UU). El fármaco experimental, bautizado ISRIB, se puede tomar fácilmente por vía oral. La molécula, desde entonces, ha logrado resultados revolucionarios en animales: ha revertido el deterioro mental asociado a la edad, ha restituido la memoria perdida por traumatismos craneoencefálicos e incluso ha mejorado la memoria en ratones con síndrome de Down

Muy esperanzador, aunque todavía resta progresar el testeo en humanos y darle acceso masivo. Nos puede llevar a un mundo mejor si, además terminamos con las guerras, revertimos el cambio climático, disminuimos la desigualdad e introducimos códigos de ética a la inteligencia artificial, entre las principales cuestiones a tener en cuenta para lograrlo.

PD:  Hay otras notas, como esta, que van en la misma dirección.