Cristianismo, economía y empresa
Para las personas interesadas en esta temática se los invita a leer y debatir esta nota. Esperamos que sea de utilidad en general, y en particular para quienes forman parte de las instituciones educativas católicas y evalúan el impacto de su enseñanza (en un país mayoritoriamente católico como es la Argentina, visto los resultados alcanzados hasta el momento) (1).
Se podrían agregar otros elementos para quienes implementan políticas macro o cumplen funciones de servicio en el Estado, como las siguientes:
- la parábola del buen administrador,
- la importancia del diálogo político para consensuar buenas políticas públicas,
- la relevancia del rol del Estado (podríamos agregar que sea eficiente, eficaz, transparente, equitativo en su accionar, e inteligente en su proceder),
- el fomentar las diversas capacidades y los talentos,
- el dar frutos más que tener éxito,
entre muchos otros elementos.
(1) Quien redacta esta nota, es católico, siempre tuvo presente esta preocupación desde joven como estudiante de la carrera de Economía y hasta el presente. No está exento de un «mea culpa» por no haber podido formular estos enfoques hace tiempo, sino sólo en los últimos años. No fue fácil discernir sobre la relación entre ciencia y valores, con la economía y el caso argentino, con las distintas formas de institucionalización del capital y de inculturación de la fe en lo económico- social (como lo hace la Doctrina Social de la Iglesia y -de forma aggiornada- la economía del Papa Francisco). En una encuesta se ha detectado que -en promedio- la educación religiosa no tiene ningún impacto positivo ni negativo. O sea, es insípida. Es algo a ir modificando de manera profunda y urgente.