¿Qué podemos aprender de los incendios de Corrientes?

El cambio climático en curso tiene graves implicancias tanto en fuertes sequías (con la consiguiente posibilidad de incendios), inundaciones, derretimiento de los casquetes polares y glaciares (y, por ende, un gran incremento en el nivel del mar), entre otros dramáticos efectos.

Uno de ellos se ha visto con los devastadores incendios de la provincia de Corrientes que abarcan -aproximadamente- un 9% de su territorio. En general se han debido a una «inusual» sequía, aunque han habido denuncias de incendios intencionales así como el mal manejo del fuego para limpiar rastrojos o desechos vegetales, que luego se descontrolaron.

Respecto de lo que podemos aprender, además de encarar de forma más sostenida la reversión de las causas del cambio climático, se pueden listar medidas como las siguientes:

  • Invertir más en equipamiento para combatir los incendios en gran escala (los que existen son insuficientes y obsoletos), así como en el mantenimiento de autobombas importadas que al no tener repuestos (importados) no pueden utilizarse,
  • Reformular los presupuestos públicos (en particular de la Nación, pero no sólo) reduciendo el porcentaje de gastos en personal jerárquico y administrativo (o redundante) incrementando el rubro de bienes de capital y de inversión,
  • Mejorar sustancialmente la coordinación nacional e internacional para hacer frente, de manera temprana, a estos fenómenos, así como el cumplimiento de las normativas como expresa esta nota,
  • Hacer un uso más racional del agua, en general y en particular para riego. Aprovechar experiencias normativas y prácticas de Argentina como el caso de la provincia de Mendoza, o a nivel internacional el de Israel (en especial en lo tecnológico), por citar sólo dos ejemplos,

entre otras cuestiones, entre las que se incluye la prevención.

Es muy importante, si no queremos ir hacia un mundo cada vez peor.