Las elecciones en Brasil
Desde hace unos años, en el hermano país de Brasil, se fue desarrollando una profunda grieta sociopolítica derivada de su devenir histórico y vinculada a la percepción -de una gran parte de la sociedad- sobre aspectos vinculados a la corrupción (en especial lo que se denominó Operação Lava Jato y otros), al abordaje de la desigualdad, del medio ambiente (en especial del Amazonas) y de la economía, la cuestión de la propiedad (en particular de la tierra), así como de componentes culturales (desde étnicos-raciales hasta la cuestión del aborto) y religiosos (en especial de corrientes evangélicas), entre los principales que fueron tomando un aspecto cada vez más agresivo.
Lo que se viene de señalar ha generado, en especial, un movimiento político denominado el «bolsonarismo», haciendo mención al apellido de su emergente político. Ello ha sido destacado en esta interesante nota de Inés Capdevilla. Allí se expresa que «como había ya anticipado la primera vuelta electoral, el movimiento conservador aglutinado detrás del presidente es mucho más fuerte que el propio presidente. Dos ejemplos dejó el segundo turno de hoy sobre ese fenómeno. Por un lado, Tarcisio Gomes de Freitas, alineado con Bolsonaro, derrotó por amplísimo margen al delfín de Lula, Fernando Haddad, en el determinante estado de San Pablo, que tiene la misma población que la Argentina. Lo derrotó por la misma diferencia que el presidente venció a Lula en ese estado.
Por otro lado, Romeu Zema, también alineado con el actual mandatario, logró su reelección en el poderoso estado de Minas Gerais, el segundo más grande de Brasil, en primera vuelta con un apabullante 56% de los sufragios. Tal es su nivel de aprobación que le prometió al presidente que le trasladaría su caudal de votos en la segunda vuelta. Pero Bolsonaro probó ser más impopular que Zema y hoy perdió Minais Gerais por 50.000 votos».
Los dos primeros discursos de Lula da Silva, luego de conocidos los resultados de su victoria electoral, se enfocan a tratar de resolver esta profunda división, así como el amplio frente electoral que formó para lograr su ajustado triunfo. Sin duda necesitará de la ayuda de un Congreso con predominancia conservadora y de una política que sea exitosa en el logro de lo que se ha propuesto. Será muy deseable que lo pueda hacer para un Brasil mejor.
PD: Agradezco el comentario de más abajo del amigo Ramón Vilutis y su referencia a esta nota. Del mismo modo agradezco el comentario del amigo Carlos Zaballa.