El vínculo emocional entre seres humanos y animales
El proceso de domesticación de plantas y animales es muy antiguo, y generó vínculos muy diversos e importantes con la especie humana. Sin duda uno de ellos es el amor hacia las plantas y hacia los animales que muchas personas tienen, y que generan una articulación virtuosa (aunque hay algunas personas que no son afectas a estos vínculos) (1). Hay muchos ejemplos y, entre ellos, está el caso de la equinoterapia, que es un tipo de tratamiento que gira entorno al caballo. Se utiliza como soporte terapéutico en enfermedades físicas y psíquicas. Su finalidad consiste en mejorar la calidad de vida de aquellas personas que padecen una discapacidad.
Más en general se podrían citar muchos otros ejemplos con diversos animales. En esta nota, vinculada a la relación entre niños/as con los perros, se expresa que «un grupo de investigadoras del Departamento de Psicología de la Universitat Rovira i Virgili (URV) se propuso comprobar científicamente la percepción y vivencias compartidas por tantas familias con hijos pequeños que conviven con un perro. «El objetivo de este estudio era determinar si los niños que viven con perros en casa muestran un desarrollo social y emocional más avanzado que aquellos que no lo hacen», explican los investigadores. Los resultados son reveladores.
El estudio, sin precedentes por la metodología utilizada, ha realizado un seguimiento de 120 niñas y niños de entre tres y cinco años para analizar el impacto del contacto con los perros en su desarrollo social y emocional. Los investigadores han evaluado diversos aspectos: la interacción de niños que conviven con un animal de compañía con los adultos, cómo expresan sus sentimientos, el afecto, la imagen propia, la interacción entre iguales, la cooperación y el papel social. El objetivo, poder identificar las diferencias en el desarrollo socioemocional de las niñas y los niños en función de si están o no en contacto con un perro en casa, de forma cotidiana.
«El desarrollo socioemocional en la infancia es la capacidad de desarrollar las herramientas sociales necesarias para tener relaciones cercanas y seguras con los adultos y con otros niños», explican los investigadores en el estudio. La principal conclusión es que tener un perro en casa incrementa el desarrollo social y emocional de los niños. Se ha visto que el contacto con perros tiene «una asociación significativa con la socialización», tanto en niños como en niñas, y que las diferencias entre los dos grupos, los que conviven con perros y los que no, «son de gran magnitud». Los resultados indican que «el contacto con perros tiene una asociación significativa con la socialización de los niños» (2).
Es un tema importante a tener en cuenta, y nos puede ayudar a ir hacia un mundo mejor.
(1) Según esta nota, en la Argentina se estima que un 80% de los hogares tienen mascotas.
(2) Una cuestión aparte es la relación entre perros y otros animales como señala esta interesante nota.