Aprender de experiencias buenas, arquetipos buenos, enfoques buenos….

Sin duda hay muchos factores internacionales y nacionales muy preocupantes y peligrosos. Ellos nos pueden conducir a la desesperanza, a un mayor escepticismo e inacción. ¿Hay algo distinto que podemos hacer? Las personas creyentes en Dios dirán que rezar. En lo personal coincido, pero deberíamos acompañarlo identificándonos con arquetipos y experiencias que consideremos buenas, enfoques que nos ayuden a generar procesos para un mundo mejor y, fundamentalmente, en «obras» o acciones (micro y macro) que nos lleven a resultados distintos.

¿En qué cuestiones del pasado podríamos inspirarnos? En este artículo, Jorge Ossona, se pregunta si «la Argentina ¿es sólo una fugaz aventura colectiva?». En línea con el autor y resaltando el final de su nota, entiendo que puede ser «inspirador» articular «las modernas redes sociales el papel de contención y proximidad que sus antepasados hallaron en el movimiento mutualista que facilitaba servicios, sociabilidad y trabajo. … con un horizonte previsible merced al emprendedorismo y al manejo de las nuevas tecnologías». Ojalá, más allá de pasiones e intereses que profundizan enfrentamientos estériles y nos dificultan el camino, podamos dar un salto evolutivo que nos posibilite salir del pantano en el que nos venimos hundiendo, y emerger con sabiduría como hicieron pueblos (v.g. los europeos) (1) luego de muchos siglos de mutuo derramamiento de sangre.

(1) Sin idealizar a quienes conforman la Unión Europea y de las dificultades que se les presentan. Algo similar se podría decir la experiencia «en desarrollo» del nuevo gobierno de EEUU, también sin idealizarlo.