Cómo

En esta página intentaremos expresar sólo un enfoque metodológico – por el momento a nivel de primer borrador- de cómo, a grandes rasgos, se fueron manifestando y modificando los distintos sistemas económicos, pero focalizándonos particularmente en los últimos doscientos años y en el –marco de una economía plural- el actual sistema hegemónico (el capitalismo).

Las formas, modos o tipos de sistemas económicos han sido diferentes en la historia de la humanidad, tal como lo han clasificado los distintos enfoques que hemos puesto en la Introducción de esta sección.

Su cambio ha tenido que ver con cómo ha evolucionado nuestra conciencia y acciones de humanos en relación con otros y –a través de la mediación científico-tecnológica- con el medio ambiente. Desde:

  • recolectores y cazadores, y de nómades a sedentarios,
  • y también nuevamente nómades (vía migraciones en la Tierra, en el ciberespacio, y en perspectiva hacia otros planetas)
  • compartir en el grupo, clan o comunidad hasta excluir “al diferente”, para luego irlo integrando o incorporando o no, bajo distintas formas (sometiéndolo o tratándolo como un par, por tomar dos variantes extremas)
  • considerar el sustento como “lo central” hasta exaltar la “crematística” en acumulación y consumo (en particular en el capitalismo),
  • valorar el “ser”con un tener “existencial” (lo necesario para la vida en cada época y circunstancia) hasta priorizar el “tener caracterológico” (la posesividad en términos de E. Fromm y su expresión en el “capitalismo existencial” según Christian Arnsperger, en su libro “Crítica de la Existencia Capitalista””, Ed. Edhasa, 2008). Otra forma de denominar este eje es la cuestión del “poder”, como verbo o -por otro lado- como sustantivo desde un “lugar de dominio” y se viene manifestando en la historia (véanse enfoques más recientes como el de M. Foucault de «biopoder», u otros relacionados con «biocapitalismo»).
  • relacionado con lo anterior está la cuestión del «deseo» y como  ha sido direccionado por sistemas como el capitalismo para acceder, poseer y ser símbolo de «pertenecer» (inclusión) y alcanzar prestigio a través del éxito económico (sería una forma de «trascender»). En esta línea apunta la afirmación de Z. Bauman «el capitalismo triunfó porqué encontró el punto sensible de las personas al explotar el fetichismo de la mercancía».
  • lo centralizado a lo semi o descentralizado y autónomo,
  • lo ordenado y muy estructurado, a lo semi-ordenado, espontáneo y a lo caótico,
  • lo primario a lo muy sofisticado,
  • un conocimiento muy elemental y precario hasta uno muy potente y diverso en lo que hoy denominamos ciencia y tecnología,

por tomar sólo algunos ejes.

A la expresión histórica de estos ejes se le han colocado distintos nombres. También se han tratado de ver si hay “modalidades” como “patrones de comportamiento” o como ello se va integrando en cada lugar y momento histórico. En el caso de Karl Polanyi los ha denominado “modelos de integración” (como equivalente a “sistemas”) y los ha caracterizado como:

  • la redistribución: designa movimientos de apropiación en dirección a un centro, y luego de este hacia el exterior. Desde el jefe de la tribu o clan hasta en la actualidad el rol que ocupa el padre y/o madre en la familia, y el Estado en la sociedad actual. Esta redistribución puede ser regresiva (favoreciendo a los más poderosos o de mayores ingresos) o progresiva (favoreciendo a los más débiles o necesitados)
  • la reciprocidad: supone movimientos entre puntos de correlación de grupos simétricos. Una expresión de esto es la economía social y solidaria.
  • el intercambio: se refiere aquí los movimientos de “va y viene” tales como los cambios de “manos” en un sistema mercantil. En los últimos 200 años (aproximadamente) se creó un sistema institucional de intercambio a tasas “negociadas” denominado MERCADO que, según el autor, marca un quiebre o ruptura radical con el pasado (esto está muy bien descripto en la obra de este autor, denominada “La Gran Transformación”, Fondo de Cultura Económica, Méjico, 1992)

Caben destacar también enfoques como el de Marcel Mauss, donde “el don” es una forma de intercambio que se entrelaza con la reciprocidad. También es interesante como estas prácticas en la historia del sistema incaico fueron virando hacia “el tributo” (o don “ex ante”) que operaron como una tributación hacia el Inca quien luego lo asignaba a obras del imperio y a otros destinos.

Respecto del “mercado”, en su expresión institucional de intercambio de los últimos doscientos años, ha sido fuertemente criticada por distintas corrientes desde creencias (por ejemplo religiosas) hasta de la izquierda. Respecto de esta última han habido sectores que han buscado re-significar al “mercado” desde una perspectiva socialista (el llamado “socialismo de mercado”) y recientemente (año 2016) países como Cuba han reconocido la “existencia objetiva de las relaciones de mercado” (ver notas de prensa como esta). Cuando analizamos –en otra parte– la posibilidad de converger hacia un mundo mejor retomamos esta cuestión.

Ahora trataremos de dar un ejemplo de la relación de lo que denominamos “sistema capitalista” y otros sistemas anteriores. Lo haremos desde una perspectiva “amplia” y de una “economía plural y mixta”. Lo de “amplia” está relacionado a que el enfoque que se adopta es que la historia es un proceso de continuidades y rupturas que tiene distintos momentos (que “tipificamos en etapas o periodos”) muy diferentes (como por ejemplo el Neolítico o “la economía de mercado en el sistema capitalista”) pero que –de alguna manera- rasgos, características, móviles…anteriores siguen estando presentes. Aquí compartimos el enfoque de Kenneth Boulding (mencionado en la Introducción de esta página respecto de que los sistemas en su “evolución tienen niveles”). Daremos un ejemplo tomando uno de los modelos de integración de Polanyi. Cabe destacar que este autor, como otros, tiene una opinión diferente en cuanto a la “profundidad de la ruptura” que conlleva la economía de mercado respecto de lo sucedido anteriormente. No discutimos “la profundidad de la ruptura”. Solo decimos que hay “continuidades” (en circunstancias actuales) de características que, en principio, no cabrían denominarlas bajo el concepto de “capitalismo”, sino en el marco de una “economía plural” (de vuelta la ambigüedad y la complejidad) y las implicancias que esto tiene cuando se plantea la posibilidad del “cambio”.

El modelo que tomaremos de Polanyi es de “la reciprocidad” (y el compartir): durante miles de años, desde el surgimiento de la humanidad hasta el Neolítico, los seres humanos necesitamos compartir para sobrevivir. Esto sigue presente hoy (aunque no sea hegemónico en la rivalidad competitiva del sistema económico actual, cueste entenderlo y expresarlo en una cultura individualista), bajo otras modalidades y en una diversidad de situaciones. Podemos decir más: el capitalismo lo “ha incorporado” como un valor importante para poder competir y para poder legitimar su accionar, así como lo ha tolerado o buscado integrar en una economía “plural”. Veamos a continuación, a partir de algunos enfoques y prácticas de integración:

Competitividad sistémica y coopetencia: No sirve o resulta que una empresa o sector sea competitivo si esto no se da en un contexto donde los demás sectores y actores no coordinan, acuerdan o se complementan de manera virtuosa para que ese espacio (local o nacional) pueda ser competitivo. Esto está bien explicado en el texto “La Ventaja Competitiva de las Naciones” de M. Porter (Ed.Vergara, Argentina, 1991). Está relacionado con el enfoque coopetencia (lo inventó Ray Norda, fundador de de la empresa Novell) y está bien descripto en el texto de Nabeluff, B. J. y Branderburger , A.M. (Coopetencia, Grupo Editorial Norma, Bogotá, 2005).  Se focaliza en la cooperación entre empresas en mercados competitivos. Tiene relación con el enfoque de equilibrio de Nash (a nivel de divulgación, sobre el enfoque cooperativo, véase la escena de seducción de una Señorita en la película “Una mente brillante”. En términos de la teoría de los juegos sería la estrategia “ganador-ganador”, en cuanto a países (como Japón) y enfoques y prácticas organizacionales basadas en el “trabajo en equipo” y “el trabajo como centro, familia y hogar”. No es un tema “menor” esta característica de “flexibilidad y adaptabilidad” del sistema capitalista.

La “Responsabilidad Social Empresaria” (RSE): conlleva que, además de la ganancia, hay otros valores” como el compromiso con el medio ambiente, el trabajo social, los más pobres… Dentro estas prácticas hay que diferenciar aquellas que son relevantes o significativas, de aquellas donde abunda lo comunicacional y el marketing (para demostrar “la bondad” de los dueños de la empresa) pero no hay demasiado sustancial en “la práctica de otros valores”.

Además de la “integración y adaptabilidad” del sistema capitalista, están aquellas vinculadas con la convivencia, tolerancia y buscar permear otras expresiones “plurales” (sobre el concepto «economía plural» ver Passet, R., (1995) Les voies d’une économie plurielleTransversales Sciences Culture, Numéro spécial, L’Alternative, 32, mars-avril, citado por Laville J-L (2004) (dir.) «Economía Social y Solidaria: una visión europea». Buenos Aires, UNGS/ALTAMIRA) dentro del sistema. Citaremos solo algunas,

Si han habido distintos “cómos” en la historia, podremos interrogarnos y tratar de responder si una nueva configuración de estos elementos no nos pueden llevar a construir un pos capitalismo y nos permitieran converger hacia “un mundo mejor”?

El Mundo Actual. Sistema Económico y Economía Plural y Mixta

En páginas anteriores hemos planteado distintos enfoques acerca de cómo se ha venido caracterizando el mundo vinculado a lo “sistémico” y en particular relacionado con lo económico.

Hemos visto que ello ha sido el resultado de móviles, procesos y resultados que, en cada tiempo y lugar, ha ido tomado distintas formas. Esta “morfología” ha tenido en cada época distintas formas predominantes o hegemónicas, pero donde “lo anterior” está –de algún modo- presente y también donde coexisten otras formas que responden a otros móviles, procesos y resultados. Aquí tomamos el concepto, pero de desde una perspectiva muy amplia, a la economía mixta y a la economía plural. Este último término fue acuñado por René Passet (Les voies d’une économie plurielle, Transversales Sciences Culture, Numéro spécial, L’Alternative, 32, mars-avril,1995). Este concepto ha sido luego tomado en otros textos como: “Hacia una economía plural. Un trabajo, una actividad, una renta para todos” (autores: Aznar, G., Caillé, A., Laville, J.L., Robín, J. y Sue, R. Editado por Miraguano-Promocions. Madrid, 1999. Edición original: Vers une économie plurelle. Un travail, une activité, un revenu pour tous. Éditions La Découverte-Syros. París, 1997) y adaptado a países como Bolivia.

Si aceptamos este enfoque tendremos entonces que habrá pluralidad de móviles, procesos y resultados, donde habrá economías de subsistencia (también caracterizadas como de economía popular, o variedades de economías de prosumidores, según el enfoque que se adopte), economía criminal (véase – por ejemplo- el texto de Julio Sevares, El Capitalismo Criminal, Ed. Norma, 2003), economía social  y solidaria (donde se centra Passet como economía «alternativa»)  (1), economía pública (y dentro de ello formas de economía mixta público-privada), y economía de mercado (y dentro ella distintas escalas de empresa, desde las que ocupan un lugar marginal hasta aquellas que predominan con formas monopólicas y sectores más predominantes que otros).

Intentaremos a lo largo de esta página vamos a ir describiendo los móviles, procesos y resultados de cada una de estas formas de economía plural y finalmente trataremos de plantear ejes y posibles caminos de convergencia hacia “un mundo mejor”.

(1) Respecto de si las cooperativas, como parte integrante de la economía social y solidaria, forman parte o no del denominado «tercer sector» cabe destacar que, según la Universidad Johns Hopkins, no forman parte debido a que reparten beneficios o una parte de sus excedentes.

Las Alternativas a lo Hegemónico

ENFOQUE GENERAL

En una página anterior hemos planteado que en cada época han habido distintas formas predominantes o hegemónicas, pero también coexisten otras formas que responden a otros móviles, procesos y resultados.

Esto se ha dado de distintas formas como por ejemplo:

  • En el ámbito personal y familiar se ha tratado de disociar el mundo “externo” del “interno” propio o familiar. A veces esto no ha sido posible. Vamos a citar sólo dos casos: 1) se supone que en este ámbito debe prevalecer el amor, pero sin embargo desde una cultura patriarcal y machista el referente varón predominante «dispone» -como si fueran objetos o mercancías- tanto de la mujer como de los hijos. Esta sería una de las explicaciones del femicidio, dado que las mujeres no son consideradas como personas autónomas del “poder del macho”;  2) las familias que consideran a los hijos como “una inversión a mediano plazo” que deben proveer un “retorno” de atención a los mayores (no se enfoca desde una reciprocidad en el amor sino como un contrato u obligación económica).
  • En los pequeños grupos desde un enfoque del compartir y de lo comunitario. La pequeña escala humana es una condición “necesaria”, aunque no suficiente, para que se puedan ensayar alternativas al mundo externo. Desde las comunidades religiosas o laicas hasta las ecovillas, buscan esos caminos. Si esto tiene éxito o no, dependerá de los liderazgos que se establezcan, de la composición de los grupos, del contexto en el que les toque interactuar.
  • Bajo modalidades socioeconómicas más extendidas como los burgos que coexistieron un tiempo con modalidades feudales hasta las corrientes de la economía social, de la economía pública (y/o mixta) que fueron coexistiendo -de distintas maneras- dentro de las distintas variedades de capitalismo. Por supuesto estas otras formas vinculadas a una economía mixta o pluraldependerán si son muy marginales, sólo “formas” que encubren un capitalismo “encubierto” o si son realmente diferentes y se mantienen fieles a su origen, objetivos y prácticas específicas. Ello dependerá de un discernimiento micro y caso por caso.

HIJOS DE LA MODERNIDAD

El capitalismo emergió, luego del mercantilismo, en el contexto de la época denominada «modernidad». Las reacciones en esta época fueron principalmente: el arte (por ejemplo la literatura de autores como Charles Dickens), el sindicalismo, la economía social y solidaria, y el socialismo en sus distintas corrientes y variantes.

Aquí sólo analizaremos brevemente el socialismo y sus variantes (1).

EL SOCIALISMO – COMO PALABRA Y COMO DOCTRINA

La palabra socialista se remonta al siglo XVIII. Sin embargo aparece impresa por primera vez en una obra de Giacomo Giulani en 1803. En Francia A. Vinet la emplea para designar el universalismo católico en su periódico Le Semeur en 1831. También el periódico Le Globe la utiliza en 1832 en la crítica de una obra de Victor Hugo para expresar el contenido humanitario de esos poemas.

Como doctrina económica en Inglaterra aparece en 1827 en el Co-operative Magazine. En 1835, bajo los auspicios de Owen, se forjó la “Asociación de todas las Clases de todas las Naciones” que usó la palabra socialismo y socialista en las discusiones que llevaron a su constitución.

En Francia, Leroux lo define en 1833 (contraponiéndolo al liberalismo individualista) como un sistema donde “se pone todo en común”. Lo deriva del término latino “socius”: asociado. En 1847 afirma: “[…] entendemos por socialismo la doctrina que no sacrificará ningún término de la fórmula: Libertad, Fraternidad, Igualdad y Unidad”.

PAISES QUE, EN ALGÚN MOMENTO, SE DENOMINARON O DENOMINAN SOCIALISTAS

Albania, Angola, Argelia, Bangladesh, Benin (ex Dahomey), Bulgaria, Burkina Faso (ex Alto Volta), Cabo Verde, Camboya,  Congo, Corea del Norte, Cuba, Checoslovaquia, Chile, China, Guinea-Bissau, Hungría, India, Laos, Libia, Madagascar, Mongolia, Myammar (ex Birmania), Polonia, República Democrática Alemana,  Rumania, Senegal, Seychelles, Siria, Tanzania, Yugoslavia, Venezuela, Vietnam del Norte.

Y de la ex URSS: Rusia, Ucrania, Rusia Blanca (Bielorusia), Armenia, Azerbaidjän, Georgia, Turkmenistán, Uzbekistán, Tadjikistán, Kazakistán, Kirguistán, Estonia, Lituania, Letonia, Moldavia.

Quien esté interesado en conocer más sobre la historia del socialismo puede consultar, entre otras obras, el libro de Donald Sasson, “Cien años de socialismo”, Ed. Edhasa, Barcelona, 2001.

SOCIALISMO CIENTÍFICO VERSUS SOCIALISMO UTÓPICO

Marx y Engels, en su debate con la economía clásica, buscaron fundar una “ciencia” con su enfoque del socialismo y el comunismo. Lo hacen, no sólo tratando de ser rigurosos y objetivos en su análisis desde el materialismo histórico, sino que también buscan un respaldo en el enfoque evolucionista de Darwin.  M. Rubel en la página 78 del tomo 1 de su obra “Páginas escogidas de Marx para una ética socialista” (Amorrortu editores, Buenos Aires, 1974) menciona la carta que Marx le dirige a Engels el 19 de diciembre de 1860, donde le dice: “He leído de todo, entre otras cosas el libro de Darwin sobre la selección natural. A pesar de su inglesa pesadez, este libro encierra el fundamento biológico de nuestra teoría”. Esto lo vuelve a reafirmar en una carta a Lasalle el 16 de enero de 1861.

El concepto de “socialismo científico” fue acuñado por Engels para diferenciar el socialismo marxista de aquellos que no se basaban en el materialismo histórico. A estos últimos lo denominaron “socialismo utópico”. Sin embargo autores como D. Elson menciona algunos enfoques críticos sobre el poco realismo de Marx (en particular en la esfera del intercambio) y lo incluyen en “lo utópico”.

SOCIALISMO “A” REVOLUCIONARIO O 

SOCIALISMO “B” CAPITALISMO CON UNA INYECCIÓN DE SOCIALISMO

Existen muchas corrientes socialistas, además de las que se vienen de mencionar. Sólo tomaremos dos: el socialismo revolucionario (derivado del marxismo leninismo) y el que Thomas Marshall llama “socialismo B” que es el enfoque gradualista y social-demócrata donde al capitalismo “se le realiza una inyección de socialismo” (el mejor ejemplo serían los países escandinavos a partir de la segunda guerra mundial).

En el caso de Marshall, véase el libro de José Nun “Democracia, Gobierno del Pueblo o Gobierno de los Políticos” (-en particular los capítulos X y XI- de la Ed. FCE, Buenos Aires, 2000) y respecto de esta última corriente la Wikipedia la sintetiza de la siguiente manera:

“El término socialdemocracia apareció en Francia durante la revolución de 1848 en el entorno de los seguidores del socialista Louis BlancKarl Marx lo utilizó en su célebre obra El 18 Brumario de Luis Bonaparte, cuya primera edición se publicó en Nueva York en 1852, para designar la propuesta política del que llama partido socialdemócrata formado tras las «jornadas de junio» por la unión de la pequeña burguesía democrática con la clase obrera socialista. «A las reivindicaciones sociales del proletariado se les limó la punta revolucionaria y se les dio un giro democrático; a las exigencias democráticas de la pequeña burguesía se las despojó de la forma meramente política y se afiló su punta socialista. Así nació la socialdemocracia». Según Marx, en esta alianza predominaba la ideología de la pequeña burguesía: «su carácter peculiar» estribaba «en el hecho de exigir instituciones democrático-republicanas, como medio no para abolir los dos extremos, capital y trabajo asalariado, sino para atenuar su antagonismo, convirtiéndolo en armonía», o lo que es lo mismo, «la transformación de la sociedad por vía democrática, pero una transformación dentro del marco de la pequeña burguesía».

Sin embargo, según el marxista revisionista alemán Eduard Bernstein, el término había sido acuñado tras la revolución de 1848 por el poeta alemán Gottfried Kinkel. Y lo cierto es que el primer grupo que se autodenominó socialdemócrata fue un partido alemán fundado en 1863 por Ferdinand Lassalle con el nombre de Asociación General de Trabajadores de Alemania (Allgemeiner Deutsche Arbeiterverein) y cuyo periódico se llamó La Socialdemocracia.

Este grupo se fusionó en 1875 con el Partido Socialdemócrata Obrero de Alemania (Socialdemokratische Arbeiterpartei), de inspiración marxista, creado por Wilhelm Liebknecht y August Bebel en 1869, dando nacimiento al Partido Obrero Socialista de Alemania (Sozialistische Arbeiterpartei Deutschands), que años después adoptó el nombre definitivo que mantiene en la actualidad de Partido Socialdemócrata de Alemania (Sozialdemokratische Partei Deutschlands, SPD). El nuevo partido intentó aunar las dos herencias de las que había surgido, la lasselleana y la marxista, mediante el Programa de Gotha aprobado el año de su fundación (1875) pero éste fue objeto de una dura crítica por el propio Karl Marx —en un famoso opúsculo titulado Crítica al Programa de Gotha—. Este decía que a la sociedad sin clases no se podría llegar con «lindas menundencias» democráticas meramente «burguesas», sino tras un período de «dictadura del proletariado» que pusiera fin a la «lucha de clases». En efecto, en el programa de Gotha se recogían objetivos de «raigambre lassalleana» como la «organización democrática del Estado nacional que aceptara reformas concretas como el sufragio universal, la milicia popular, la educación obligatoria o la restricción del trabajo de mujeres y niños», y en un plano más general, la finalidad última del reparto igualitario del poder político, social y económico. Una posición reformista «volcada sobre todo en la acción del Estado».

UNA BREVE SÍNTESIS SOBRE LA EXPERIENCIA SOCIALDEMOCRATA

En el punto anterior hemos mencionado a los “teóricos” del pensamiento socialdemócrata que emergieron a fines del siglo XIX. En cuanto a su puesta en práctica podemos afirmar que varios países del norte de Europa (por ejemplo el caso de Suecia) comenzaron con esta experiencia luego de la revolución rusa de 1917 (tal vez por aquello de que “no nos une el amor sino el espanto” que impactó sobre la burguesía, junto con el crecimiento del proletariado).

Lo que se acaba de mencionar es muy importante dado que estas dos condiciones (en particular por la implosión de la ex Unión Soviética y por la disminución de la clase obrera industrial) no existen más, y sin duda son parte del fenómeno explicativo de su declinación. En el caso del “proletariado” se ha convertido en “precariado” (ver también esta nota) o directamente en excluidos (con el consiguiente resentimiento y búsqueda de un “salvador”). Por el lado del “enemigo potencial” (la extensión de la revolución socialista) no ha sido sustituida por la conciencia de que el “nuevo enemigo (podría cambiarse la palabra “enemigo” por “desafío”) potencial” que se deriva –en especial- sobre el tipo de intervenciones militares como las realizadas originalmente en medio oriente (que dieron origen a ISIS), las hambrunas de África (estos dos últimos hechos con su correlato en migraciones), las grandes desigualdades y marginaciones y el cambio climático por la acción humana derivada de un “crecimiento a cualquier costo”.

También cabe destacar que el estado de bienestar amplió la clase media (al garantizar universalmente las pensiones, la sanidad y la educación), pero –en varios países y con el tiempo- fenómenos de burocratización y de crecimiento –a veces- desmesurado del estado, generó una brecha y desencanto en sectores medios (no así en los que quedaron fuera del sistema) que le fueron quitando legitimidad a este proyecto. Esto fue “capitalizado políticamente” por los sectores de altos ingresos que lograron formar gobierno desmantelando (con distintos grados y según los casos) estos beneficios, dando más incentivos fiscales a los sectores de mayores ingresos para su inversión (impactados por la competencia industrial de China) y canalizando una parte importante del gasto del Estado hacia la carrera armamentística (desde la llamada “guerra de las galaxias” de Reagan hasta el actual presidente de Estados Unidos).

Según autores como Ariel Jerez Novara y Juan Carlos Monedero de la Universidad Complutense de Madrid, agregan otras explicaciones como las siguientes:

“El análisis de la crisis se centraba de manera casi exclusiva en la pérdida de posibilidades electorales de los partidos socialdemócratas, encontrándose ese necesario declive en la conjunción de cuatro problemas (Merkel, 1994):

(1) el bloqueo de la coordinación keynesiana, con la pérdida, merced a la internacionalización de la economía, de la capacidad de los gobiernos nacionales para encarar las crisis económicas y, especialmente, el aumento del paro (Sharpf, 1989);

(2) los cambios en la estructura social de «clases medias», con la caída del empleo en la industria y el crecimiento en el sector servicios, acompañados por la fragmentación de los trabajadores como clase (Alonso, 1994; Ortí, 1992);

(3) la transformación de las preferencias sociales, con la emergencia de los llamados «valores post materiales» (Inglehart, 1977; 1991) o «post consumistas» -ser antes que tener- (Riechmann, 1991) y el surgimiento de nuevos problemas de alianzas; aparición de un nuevo «dilema electoral» entre los habituales votantes de la socialdemocracia (vinculados a la clase obrera tradicional) y los nuevos votantes (orientados hacia los valores post materialistas o post consumistas), así como de novedosos conflictos surgidos a la hora de acompasar diferentes sensibilidades o de lograr un renovado acuerdo corporatista;

(4) la pérdida de la ofensiva en el discurso, motivado principalmente por la caída en desgracia del keynesianismo, eje de la propuesta intelectual socialdemócrata; al tiempo, la renuncia a cualesquiera referencias analíticas marxistas hacía patente la ausencia de explicaciones de carácter global o de paradigmas explicativos alternativos”.

Respecto del tema de si es posible redefinir y actualizar los estados de bienestar -derivados de esta corriente, así como del socialcristianismo (como el de Alemania)- se analiza en esta nota.

SOCIALISMO Y REVOLUCIÓN

En el libro “Revolución, léxico de política” de Maurizio Ricciardi (Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, 2003, págs. 145 a 155) dice que Marx pasó por tres fases conceptuales asociadas al concepto de revolución, donde –al final- “esta dictadura revolucionaria, que debería coincidir con el proceso de disolución de las leyes de la producción capitalista, muestra el concepto marxista de revolución en su máxima apertura…” Si la “disolución de las leyes” se toma desde un enfoque “institucionalista” se podría decir que Marx sería un “institucionalista de izquierda” donde, tomando el control absoluto del Estado (que se logrará vía el aporte que hace Lenin) y derogando la ley de la propiedad privada de los medios de producción, se ingresaría en una “praxis social” que generaría otra conciencia (el socialismo y luego el comunismo).

La emancipación radical del ser humano, en particular de los explotados (en el caso del capitalismo de la clase proletaria y el “ejército industrial de reserva), pasaría por neutralizar al viejo amo (la burguesía) sacándole el poder socio-económico y político y pasándoselo a “la sociedad”. Aquí viene la cuestión de quien “representa a la sociedad” (un partido, una vanguardia, un líder…) que a través de una autocracia controla la pureza del proceso revolucionario.

EL PODER COMO LUGAR DE DOMINIO NO SE PUEDE SOCIALIZAR

La mayor parte de las revoluciones han buscado terminar con las injusticias. Esto es acorde con un mundo mejor. Sin embargo, cuando el proceso histórico posterior está asociado con la emergencia de una nueva clase, o de liderazgos autocráticos con la consiguiente concentración del poder, la libertad se vuelve a restringir seriamente y la rueda de la historia vuelve a plantear una nueva emancipación.

Si el poder como «sustantivo» relacionado con un lugar de dominio no pasa a ser «verbo» como actitud y acción de servicio, no hay emancipación posible de los quedan enmarcados en el “nuevo esquema de poder”. Por lo tanto la promesa revolucionaria que pasa por la concentración del poder como lugar de dominio y control no resuelve la cuestión de «fondo» de la construcción de un mundo mejor y un postcapitalismo que sea realmente diferente y viable.

INCENTIVOS MORALES MUY ELEVADOS E INCENTIVOS MATERIALES DEMASIADO BAJOS

Al comienzo de la revolución cubana se discutió la cuestión de los incentivos morales y materiales. Viendo retrospectivamente la vida, obra y discursos del Che Guevara se puede concluir que dio testimonio personal de una moral solidaria y revolucionaria muy alta que lo llevó a morir por ella.

Ahora bien, se le puede pedir a la mayoría de los seres humanos que, más allá de épocas excepcionales (un conflicto grave, una calamidad, un contexto muy adverso…), puedan “todo el tiempo” vivir en el sacrificio, el esfuerzo llevado muchas veces al límite, y –por otro lado- con una situación económica muy ajustada y con una “recompensa” material muy baja? Para quienes están en esta situación (y no en el poder del nuevo escenario) la respuesta parece ser negativa.

Modificar esto significa necesariamente regresar al capitalismo y a la vida burguesa? Si no se toman vías alternativas parece ser el destino final de procesos socialistas fallidos (colapsados o del que sólo tienen el nombre).

FINALMENTE

El socialismo, tanto revolucionario como el socialdemócrata, tiene muchas vertientes conceptuales, expositores y experiencias que no es posible analizar aquí.

De toda esta corriente, con sus distintas expresiones, también habrá que analizar qué aportes concretos han realizado para alcanzar un mundo mejor, y cuales se alejan decididamente de este horizonte.

(1) Hay similitudes con enfoques y experiencias como el socialcristianismo (por ejemplo en Alemania), y otros enfoques que no se analizan aquí derivados de los movimientos ecologistas (vinculados a la economía ecológica), el feminismo y su expresión en la economía feminista, etc. 

Consensos Institucionales para Converger a un Mundo Mejor

Hasta ahora los consensos institucionales que se han logrado, a nivel global y en el marco de Naciones Unidas, son los Objetivos de Desarrollo Sostenible que son una continuidad y ampliación de los Objetivos del  Milenio que se plantearon hasta 2015.

Lo anterior está vinculado con acciones de organizaciones no gubernamentales como las relacionadas al “Mundo que queremos”, “Mi mundo”, y  tantas otras miles de iniciativas de personas de buena voluntad, confesiones religiosas, otras ongs, movimientos culturales, sociales y políticos, iniciativas económicas para enfoques y prácticas alternativas en lo económico, entre las principales.

También es importante lo firmado sobre cambio climático en el Acuerdo de Paris, que fuera redactado entre noviembre y diciembre de 2015, y firmado el 22/4/2016, así como posturas en esta temática como la del Papa Francisco en su Encíclica “Laudato Si” o de intelectuales como Naomi Klein en su libro Esto lo Cambia Todo. El Capitalismo contra el Clima  (Ed. Paidós Ibérica, 2015),

Si bien el nuevo Presidente de Estados Unidos se ha manifestado en contra de acuerdos como el que acabamos de mencionar (y se ha retirado del mismo), se considera importante continuar avanzando en llevar adelante e irles dando cada vez mayor precisión a estas iniciativas que nos pueden conducir a un mundo mejor.

En el caso de Argentina esto se ha abordado en notas como esta.

Convergiendo en Móviles

Lo que «nos mueve» como las pulsiones, lo emocional, los valores, la razón… son fundamentales en nuestra vida de humanos, y por lo tanto en nuestros vínculos, organizaciones, sistemas….Aquí lo retomaremos desde los aspectos que consideramos “relevantes” para converger a un mundo mejor.

Sabemos que constituyen un aspecto fundamental de nuestras vidas y relaciones, y de allí su directa implicancia en nuestras acciones, en lo micro y en lo macro, a lo sistémico y por lo tanto en los resultados del mundo en qué vivimos. Si bien lo que nos mueve es una cuestión “personal o individual”, muy diversa y variada según las circunstancias (como ser las motivaciones extrínsecas e intrínsecas que se muestran en la imagen de la entrada), trataremos de sintetizar esta temática de dos maneras en:

  1. ASPECTOS GENERALES y
  2. EVIDENCIA EMPÍRICA
  1. ASPECTOS GENERALES

LA NECESIDAD VINCULADA CON EL SUSTENTO

  • Desde el aire que respiramos, el agua que tomamos, el alimento que ingerimos hasta la vestimenta y el albergue, por citar los más importantes. Caminar hacia un mundo mejor conlleva entonces en que proveamos la cobertura para un “piso” de sustento digno para toda la Humanidad en función del siglo XXI y del lugar en el que nos encontremos. Muchos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas están directamente vinculados a esto (como tender hacia el “fin de la pobreza” y alcanzar el “hambre cero”) y otros más indirectamente. En otra entrada o página abordaremos lo relativo a generación y apropiación de valor, intercambio, redistribución y reciprocidad que vayan en esta dirección.
  • Si bien existen cuestionamientos al enfoque de Maslow y su pirámide coincidiremos que si no respiramos, no nos hidratamos y no nos alimentamos (por dar algunos ejemplos), todas las demás necesidades (y podríamos agregar deseos y aspiraciones) no son posibles.

 LAS EMOCIONES Y DESEOS

  • En los orígenes de la Modernidad la ciencia no incluyó como componentes centrales del ser humano estos aspectos “subjetivos”, seguramente dado lo difícil de abordarlos “objetivamente”. Sin embargo hoy podemos afirmar, sin lugar a dudas, lo central de esta dimensión en general y en los sistemas económicos. En lo hegemónico del sistema actual, la publicidad, la propaganda y el rol de las imágenes y comentarios en gran parte de las redes sociales, así lo demuestran. La libertad humana hace que no podamos “programar” o “determinar” esta dimensión (si bien han habido intentos de “ingeniería social), pero sí de ser fuertemente influenciada por arquetipos, referentes, mensajes publicitarios (véase por ejemplo: https://en.wikipedia.org/wiki/Paul_Lazarsfeld), así como por otras manifestaciones de la cultura (como las religiones, la política o el arte) y de la salud (por ej. la psicología y el psicoanálisis).
  • Las emociones pueden ser muy diversas y en particular cuando devienen “pasiones”. Es muy valioso el aporte que hace el texto de Ivonne Bordelois (con la colaboración de Miguel Mascialino) denominado “Etimología de las Pasiones” (Libros del Zorzal, 2006). El libro comienza con una cita de J-J Rosseau que dice: “Es de creer que las pasiones dictaron los primeros gestos y arrancaron las primeras voces… No se comenzó por razonar sino por sentir. Para conmover un joven corazón, para responder a un agresor injusto, la naturaleza dicta acentos, gritos, lamentos. He aquí las palabras más antiguas inventadas y he aquí porque las primeras lenguas fueron melodiosas y apasionadas antes de ser simples y metódicas…He aquí como el sentido figurado nace antes que el literal, cuando la pasión fascina nuestros ojos y la primera noción que nos ofrece no es la de la verdad”.
  • En el texto mencionado se hace referencia a distintos tópicos y entre ellos a las pasiones “oscuras” y las pasiones “claras”, o aportes como los de Spinoza (“La única libertad posible se realiza a través del conocimiento de las propias pasiones”).
  • Para abordar esta dimensión, además de la introspección personal, serán valiosos distintos enfoques y aportes. El rol de la educación: se pueden citar infinidad de experiencias y enfoques de distinto tipo (desde las realizadas desde la laicidad hasta las religiosas con experiencias de educación personalizada en el amor y en valores) pero haremos referencia sólo a tres: la de Reuven Feurestein con los niños afectados por el Holocausto, la de María Montessori y lo aportado en “Reinventando la Educación: nuevos contenidos, nuevas formas«, el capítulo 9 del libro de Santiago Bilinkis, “Pasaje al Futuro” (Ed. Sudamericana, 2016). El rol de las ciencias de salud (en el marco de la definición de salud en la Conferencia de la Organización Mundial de la Salud en Alma-Ata en 1978), el rol del arte (en sus múltiples expresiones) y del deporte para todos los seres humanos y en especial para aquellos que han sido excluidos del sistema formal y de los que lo serán en el futuro (en particular por el impacto de las nuevas tecnologías), el rol de las distintas religiones, movimientos culturales y sociales, entre otros tienen un rol central para ir caminando hacia un mundo mejor.
  • Que nos mueva “sentir” empatía, amor, amistad, deseos de justicia, solidaridad,,, con un “sentir sincero” será una condición necesaria aunque no suficiente (como hemos indicado en este texto) para orientarnos hacia un mundo mejor. Ojalá todos (en particular desde la familia y las amistades) podamos “influir” en este sentido.

LA RACIONALIDAD

Hoy sabemos que nuestra racionalidad es acotada e imperfecta (por lo tanto somos humanos «imperfectos«), y muy influenciada por lo que venimos de mencionar en el punto anterior y por el contexto en el que ella opera.

Todo esto se desarrolla en el cerebro humano, que no sólo razona sino que también procesa “todo lo que nos pasa”. En el libro de Facundo Manes (“Usar el cerebro” Ed. Planeta, Buenos Aires, 2014), entre otros conceptos menciona, en la página 64, que “en el hombre moderno la corteza cerebral y sus conexiones ocupan el 80% del volumen cerebral…Se trata de la región de nuestro cerebro que, como desarrollaremos en otras partes del libro, nos hace humanos pues regula funciones distintivas de nuestra especie: nuestra capacidad para desarrollar un plan y ejecutarlo, para tener un pensamiento abstracto, para llevar a cabo razonamientos lógicos, inductivos y deductivos, para tomar decisiones, para inferir los sentimientos y pensamientos de los otros, para inhibir impulsos y para tantas otras funciones que nos vuelven hábiles para vivir en sociedad.”.

Más adelante, en las páginas 65 y 66, el autor dice: “Diferentes partes del cerebro se activan en conjunto al formar redes neuronales que intervienen en una función determinada (por ejemplo, la atención). Dichas redes neuronales se distribuyen en el cerebro de manera tal que una mitad del mismo  se especializa en determinadas funciones y la otra mitad en otras diferentes. Se conoce, entonces, que el hemisferio izquierdo del cerebro especializa en el lenguaje y en el pensamiento lógico, mientras que el hemisferio derecho es experto en la percepción visual, en el procesamiento espacial, en el arte, la creatividad y en el procesamiento holístico de la información”.

Este aporte hecho desde las neurociencias, es formulado por el psicólogo israelí y premio Nobel de Economía 2002, Daniel Kahneman, en su libro “pensar rápido, pensar despacio (una versión digital se puede consultar en el siguiente sitio: http://www.medicinayarte.com/img/kahneman_daniel_pensar_rapido_pensar_despacio.pdf) donde expresa que: “describo aquí la vida mental con la metáfora de dos agentes, llamados Sistema1 y Sistema2, que producen respectivamente pensamiento rápido y pensamiento lento. Hablo de las características del pensamiento intuitivo y del deliberado como si fuesen rasgos y disposiciones de dos caracteres existentes en nuestras mentes. En el cuadro resultante de la investigación reciente, el intuitivo (y automático) Sistema1 es más influyente de lo que nuestra experiencia nos dice, y es el secreto autor de muchas elecciones y juicios que hacemos. La mayor parte de este libro trata del trabajo del Sistema1 y las influencias recíprocas entre este y el “esforzado” Sistema2”.

Nos animamos a sacar una conclusión respecto de lo que se viene de mencionar: converger hacia un mundo mejor conlleva trabajar sobre ir reforzando elementos positivos de “la experiencia del Sistema1” (para ir mejorando la experiencia) y sobre los elementos conceptuales de lo reflexivo del Sistema2 (por lo tanto sobre la conciencia, y los elementos de “sabiduría” de la misma).

Por su parte en el libro “Psychonomics”, de Martín Tetaz, (Ediciones B, Buenos Aires, 2014), entre otros elementos nos recuerda, en la página 126, a Nash (y a la película “Una mente brillante”) cuando el bienestar del grupo se maximiza cuando uno hacer lo mejor para sí mismo, teniendo en cuenta las acciones del resto del grupo”. Podemos agregar que esto conlleva algún tipo de “coordinación y cooperación”. Esto está emparentado con lo planteado por Manes –en el libro citado- donde en el capítulo 3 desarrolla “el cerebro social y emocional” y en la página 322 y 324 aborda la cuestión del altruismo desde las neurociencias.

Finalmente nos podemos preguntar si podemos hacer algo en el campo de la racionalidad (pero articulado con deseos y valores), y respetando la libertad de las personas, para inducir o incentivar hacia un mundo mejor. El texto de Tetaz mencionado, en las páginas 219 y 220, aborda “pequeños empujoncitos (nudges) que producen grandes cambios”. Allí dice “uno de los libros más influyentes en la corta historia de la Economía del Comportamiento, es de Richard Thaler, Nudge. La propuesta del profesor de la Universidad de Chicago, es trabajar en la arquitectura de elección de las personas para “empujarlas ligeramente” a elegir de algún modo particular, sin coartar en lo más mínimo sus libertades ni sus posibilidades de optar por otras alternativas. A este tipo de intervenciones suele llamárseles paternalismo libertario, porque si bien no se fuerza a las personas a elegir de un modo u otro, se aprovechan los sesgos comportamentales que discutimos en secciones anteriores a actuar del modo deseado.

El ejemplo estrella para comprender la idea de los empujoncitos (Nudges) es el de donación de órganos. Poner como default que el sujeto es donante cuando renueva el DNI o saca la licencia de conducir y ofrecerle si quiere cambiar su condición a no donante genera muchos más donantes que hacerlo al revés, como es hoy, donde el statu quo es que la gente no dona y hay que manifestar la intención de hacerlo explícitamente”.

VALORES, IDEALES, IDEOLOGÍA, COSMOVISIONES

CONCEPTOS MORALES Y ÉTICOS

  • Respecto del concepto de “ideal” en la psicología, y según menciona el diccionario de Psicoanálisis de Laplanche y Pontalis (pág. 180), para Freud el ideal del yo surge de la instancia de la personalidad que resulta de la convergencia del narcisismo (ideal del yo) y de las identificaciones con los padres, con sus sustitutos y con los ideales colectivos.
  • De allí el rol central de la familia como núcleo básico para ayudarnos a salir del narcisismo, madurar y orientarnos (o no) hacia un mundo mejor. Aparecerán luego otros familiares o componentes de una familia “ampliada”, amigos, educadores, referentes religiosos y culturales (como lecturas de libros y de medios, o imágenes de artistas o deportistas), sociales, políticos y económicos que nos irán “marcando” acerca de lo que vayamos procesando en nuestra conciencia a partir de nuestra experiencia (y el contexto en que nos toque actuar) sobre lo que consideremos de valor a practicar o no.
  • En cuanto a los aspectos negativos, en los textos breves hemos hecho referencia al mito de Procusto vinculado a una cosmovisión o ideología rígida, y si a ello se le suma una actitud movida por el rencor, la venganza o el fanatismo (negando la noción de complejidad, de matices, de respeto al otro y de una realidad no binaria sino plural), todo ello no nos conducirá a un mundo mejor sino a un mundo peor.
  • Entre los autores que han vinculado valores como ética y justicia, con economía, tenemos al premio Nobel de Economía 1998, Amartya Sen
  1. EVIDENCIA EMPÍRICA

En la parte anterior de “aspectos generales” hemos citado autores (como Kahneman) o los derivados de las neurociencias (mencionados por Manes) o aplicados a la economía (del libro de Tetaz) donde hay “evidencias empíricas”.

Sin embargo desearíamos enfatizar la cuestión de la pluralidad de móviles (relacionado con el enfoque de “economía plural”) cuando se hace un emprendimiento en el marco del actual sistema económico.

Según una investigación realizada por H. Kantis, Masahiko Ishida y Masahiko Komori (ver esta publicación, en particular el Gráfico 2-7 «Principales motivaciones para ser empresario»), donde se muestran los resultados de una encuesta a fundadores de empresas de los países seleccionados en el estudio). De estos resultados empíricos se puede observar que sólo un mínimo porcentaje tiene como motivación «ser rico» o que se plantean la maximización del lucro. En un resumen de este se muestra el siguiente gráfico:

Aquí se puede ver que, de acuerdo a encuestas realizadas en el este de Asia y en América Latina, el principal móvil es la “auto realización”, el segundo  “contribuir a la sociedad” y el tercero es “mejorar el ingreso”. Recién en cuarto lugar viene para los países de Asia (no para América Latina) “hacerse rico”, luego le sigue “ser su propio jefe” (más relevante para los emprendedores latinoamericanos) y en último lugar “ser alguien que admira en los medios”). Si el capitalismo está asociado con el móvil de “hacerse rico”, se pone en evidencia que no es el principal móvil de quienes emprenden en este sistema económico.

Por supuesto que la “lógica” de la acumulación de capital del sistema económico imperante los lleva –a una gran parte de ellos- a “entrar en este juego”. Entre las preguntas que nos podemos hacer están: ello es un determinismo fatal? Se pueden generar “otras lógícas” cuidando este recurso (el capital) pero sin tener como objetivo su maximización a cualquier costo? Desde el enfoque que le estamos dando a esta página es que, en el marco de una economía plural, estos móviles pueden generar otros procesos diferentes, y post capitalismo más acorde con un mundo mejor.

Convergiendo en Procesos

INTRODUCCIÓN

Si desechamos los enfoques de “no se puede hacer nada” y que “de cualquier manera es lo mismo”, seguramente podamos coincidir en que los móviles son una condición “necesaria” para caminar hacia un mundo mejor, pero “no son suficientes” si no están acompañados de “medios acordes con este fin”. Los medios pueden formularse con distinto grado de detalle y de escala. Una forma es lo presentado como una “agenda en forma de plan de acción” en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Naciones Unidas. Esto luego viene teniendo precisiones, por ejemplo, vinculado con el financiamiento de estos objetivos por parte de los países miembros. En la transición hacia un mundo mejor consideramos que estos objetivos, esta agenda y plan de acción, y los medios (como su financiamiento) deben ser vigorosamente apoyados por todos, y acompañados concretamente a nivel nacional y local a través de distintas políticas públicas.

Lo que intentaremos hacer en esta parte de la página web, es plantear algunos ejes de procesos vinculado con cuestiones desarrolladas en otras entradas, posibles caminos dentro de esos ejes, y un ejemplo más detallado tomando el caso de la educación en la Argentina (expresado a fines de marzo de 2017)

ALGUNOS EJES IMPORTANTES VINCULADOS CON PROCESOS

  • Educación: es muy relevante en el marco de procesos que están relacionados con promover la participación, la empatía, compartir, ser competentes pero no fomentar la competitividad como rivalidad, trabajar en equipo, liderazgos democráticos… en un contexto de aceleración científico-tecnológica, de creciente desigualdad y de cambio climático, y por ello debe revisarse si la educación está formando para que luego los procesos puedan tener incidencia relevante hacia un mundo mejor. Más abajo haremos un desarrollo más específico de proceso.
  • Redes: teóricamente -su concepción general (a excepción de la que exacerba el narcisismo individualista)- pueden colaborar con la comunicación necesaria y el proceso de aprendizaje. En este sentido, por ejemplo, todo lo que sean apps y juegos que estimulen la colaboración y la toma de diferentes iniciativas para un mundo mejor será fundamental (véanse ejemplos “micro” vinculados con el desarrollo sostenible)
  • Normas Privadas: promover “buenas prácticas” y evolucionar hacia normas como las ISO, normas europeas (pero extendidas a otros países) como EFQM y similares que promuevan la certificación y auditoria de procesos en organizaciones (de distinto tipo) que tiendan a la excelencia vinculado con lo que consensuemos como mundo mejor, serán muy valiosas desde este ámbito.
  • Normas Públicas: Dada la “escala” que tiene la Humanidad en la Tierra, seguirá siendo importante “la ley” a fin de que en “lo macro” se dé un cuadro institucional que favorezca un piso de bienestar en “lo micro” que ayude a generar vínculos de amistad y amor entre las personas. Debe avanzarse no sólo a nivel nacional y local, sino en el marco de una “gobernanza” a nivel internacional.

ACERCA DE LOS MEDIOS: ¿EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS?

Nunca lo afirmó explícitamente Maquiavelo pero se deduce de su obra y asesoramiento al Príncipe (en la Florencia de fines de los años 1400 y comienzos del 1500). Si el fin es conquistar, conservar y extender el poder (como dominio) seguramente los medios no importarán demasiado, aún los más crueles (como envenenar a los oponentes) y violentos.

Si el fin es un mundo mejor donde el poder como lugar y ejercicio del dominio no sean lo central o “hegemónico”, entonces no cualquier medio será adecuado para lograr esta finalidad.

EL PROCESO DE GENERACIÓN Y APROPIACIÓN DE VALOR

Como hemos mencionado hay una historia de los sistemas económicos (con distintos enfoques) que nos indica cómo se van generando los bienes y servicios que se van necesitando. Más recientemente esto se expresa bajo una demanda “efectiva” (donde juega el ingreso pero también el deseo y por lo tanto la publicidad), y las características que adopta la apropiación del excedente resultante (a partir de características específicas de la división del trabajo).

Hacia un mundo mejor deberíamos encontrar mecanismos que nos permitan pasar:

  • De “no emprender” o de emprendimientos rentísticos a emprendimientos competitivos (con el Estado como garante de la competencia y la transparencia). En el marco de la actual globalización (y hasta que vayamos construyendo otra globalización) habrá que tener “registro de esta realidad actual de la competencia”. Pero como queremos ir hacia un mundo mejor deberíamos generar comportamientos y estímulos que nos conduzcan de emprendimientos competitivos a emprendimientos donde se premie el “ser competente” (y no la rivalidad) y se ayude y se respeten “otras competencias” (por razones de edad, condición, etc.). Esto nos conduciría a darle otro sentido a la iniciativa y a la empresarialidad que vaya más allá del propósito de lucro.
  • De maximización del retorno sobre el capital a la generación de un excedente que permita la reinversión, una adecuada relación precio-calidad para los consumidores y una retribución material que compartan los esfuerzos realizados sin generar enormes brechas entre quienes participan de la organización. Serían deseables generalizar prácticas de responsabilidad social empresaria (que no se queden en el “marketing” o en la «apariencia»), de repartir el trabajo existente (por ej. promoviendo la reducción de la jornada laboral para quienes hoy están ocupados y a veces «sobre ocupados») así como el excedente, de promover la economía ecológica, las modalidades de empresas sociales, las llamadas «economías integradas» por Ashoka, empresas cooperativas (y por lo tanto la democratización de las empresas) y experiencias como las empresas de economía de comunión, de economía del bien común, de ecovillas, y otras similares.
  • Del financiamiento especulativo al productivo, del financiamiento tradicional a buscar promover los microemprendimientos y las pymes, de que se puedan desarrollar las finanzas éticas y colaborativas.

 EL PROCESO DE INTERCAMBIO

Cómo hemos visto en este blog en el “Cómo”, en el enfoque de Karl Polanyi se sostiene que, a lo largo de la historia, han habido distintas modalidades de intercambio y que sólo en los últimos 200 años aproximadamente hemos experimentado con esta economía de mercado.

  • De la guerra para obtener los bienes o recursos al intercambio mercantil. De este último a la producción y consumo responsable, con modalidades de comercio justo y trazabilidad de bienes y servicios que posibiliten verificar el trabajo decente (como “piso”), la calidad y la sustentabilidad ambiental de todo el proceso.
  • De la modificación de normas, como las de la OMC, a fin de que se avance en modalidades de intercambio que vayan más allá del “dumping social” (véanse referencias europeas como “piso”),
  • De muchas “etapas” de intermediación a pocas, sabiendo que –tiempo más o tiempo menos con el desarrollo cada vez más sofisticados de las impresoras 3D- iremos a escenarios de “prosumidores”. Re-adaptarnos a esto último y re-ubicar a las personas desplazadas de los antiguos lugares será una tarea a planificar desde el momento actual (como sería el caso de prosumidores de la agricultura urbana).

EL PROCESO DE REDISTRIBUCIÓN

Siguiendo con el enfoque de K. Polanyi diremos que  la redistribución: designa movimientos de apropiación en dirección a un centro, y luego de este hacia el exterior. Desde el jefe de la tribu o clan hasta en la actualidad el rol que ocupa el padre y/o madre en la familia, y el Estado en la sociedad actual. Esta redistribución puede ser regresiva (favoreciendo a los más poderosos o de mayores ingresos) o progresiva (favoreciendo a los más débiles o necesitados). Un mundo mejor debería ir de:

  • Normas públicas que desestimulen una redistribución regresiva de la riqueza y pasen al estímulo de una progresiva, disminuyendo la desigualdad actual a nivel mundial y en la mayoría de los países. Si bien han generado controversias enfoques como el de Thomas Piketty en sus libros “El Capital del Siglo XXI” y “la Economía de las Desigualdades”, deben analizarse en profundidad sus propuestas sobre la economía actual en materia de redistribución. Otros autores como J. Stiglitz, B. Milanovic, T. Atkinson, son algunos que también han abordado esta temática recientemente.
  • Normas públicas que favorezcan la re-orientación de la acumulación de lo rentístico a la reinversión productiva, y a formas de compartir como se detalla en el ítem a continuación (de la reciprocidad).
  • Normas y organizaciones públicas que hagan eficaz (en cuanto a logro de objetivos) y eficiente (mínimo costo pero con retribuciones justas y calidad “adecuada”) del gasto y la inversión pública.
  • Una cultura que promueva “el compartir” esfuerzos y retribuciones de esos esfuerzos, y ello se exprese desde la organización de los emprendimientos hasta en el modo de intercambiar. En la organización de los emprendimientos ya nos hemos referido en otra parte a las empresas sociales, las cooperativas o iniciativas como “economía de comunión”.
  • Un aspecto “particular” de esta cultura del compartir pasa –además de lo ya dicho-, como “piso” en no eludir o evadir el pago de impuestos, cargas sociales o en no generar trabajo “indecente”), hasta prácticas que tienen que ver con distintas formas de donación, como es el caso de la filantropía. Si bien, en la mayoría de los casos, estas donaciones son “residuales” o por montos nada relevantes comparados con la riqueza acumulada, un caso que se puede destacar es el de Bill y Melinda Gates que han decidido no dejar la mayor parte de su fortuna (valuada a comienzos de 2017 en noventa mil millones de dólares) a sus hijos (que tendrán educación paga y algo de dinero para sus vidas) sino que vaya a su fundación para fines benéficos (ver: http://www.impatientoptimists.org/). Cabe aclarar que –por lo que se conoce públicamente- la forma en que se ha generado esta fortuna (desde los orígenes con su rivalidad con Steve Jobs hasta la actualidad) no coincide con lo planteado en esta página como lo que debería realizarse para ir a un mundo mejor. Sin embargo no se puede desconocer que es muy meritorio –aunque sea post mortem y reconocido como valioso por sus hijos- reorientar su riqueza acumulada hacia nobles fines sociales. También pueden verse otros casos de filantropía orientados a fines públicos (véase por ejemplo esta noticia).

EL PROCESO DE RECIPROCIDAD

En la página de este blog relativa al “cómo” decíamos que Karl Polanyi entiende que la reciprocidad supone movimientos entre puntos de correlación de grupos simétricos. Agregábamos que una expresión de esto es la economía social y solidaria. Más arriba cuando hablamos del proceso de generación y apropiación de valor dimos ejemplos, así como en otras partes del blog, por lo que no abundaremos en más detalles.

LA CUESTIÓN DE LA GRATUIDAD

Toda actividad humana requiere un esfuerzo, y si bien podemos “no monetizarlo” no podemos decir que “no tiene valor”, tanto en sí mismo como si hemos dejado de hacer otras cosas alternativas. Por lo tanto podemos afirmar, desde el punto de vista de quien ofrece un bien o servicio, que “no es gratis” dado que tiene un costo en términos de trabajo humano y de utilización de diversos recursos, según el caso.

Entonces habrá que abordar la cuestión del vínculo de quien recibe este bien o servicio de manera gratuita con el que lo proporciona. Las razones –en particular para quien recibe- pueden ser muy diversas:

  • La/s persona/s no pueden devolverlo: Sería el caso de personas que por su estado de fragilidad y exclusión no están en capacidad de hacerlo. Aquí se abren dos caminos (si descartamos “el camino de la indiferencia”): el rol del Estado a través de tarifas sociales o mecanismos que reducen sustancialmente el costo (incluyendo un porcentaje elevado de “gratuidad”) o el de organizaciones de la sociedad civil, personas de buena voluntad u órdenes religiosas. De estas última el caso, tal vez más conocido, serían los moribundos de las calles de Calcuta atendidos por la Orden de la Madre Teresa de Calcuta. En muchos lugares existen situaciones similares con personas en situaciones de calle, sujetas a condiciones extremas (por distintos motivos), etc.
  • La/s persona/s tienen un derecho: sería el caso de la provisión, directa o indirecta, de bienes públicos por parte del Estado (educación, salud, seguridad…) cuyo costo se “paga” o financia con impuestos, pero el ciudadano no abona directamente. Las modalidades y alcances difieren en los distintos países.

Los “peligros” de la gratuidad son diversos:

  • Qué esté «camuflado» y lo importante es «el negocio» derivado de una aparente gratuidad  (como hemos abordado en esta nota),
  • Asistir a las personas pero sin promover su dignidad, esfuerzo y participación: un caso contrario a este es el del Padre Pedro Opeka en Madagascar. Es, sin duda, un ejemplo y un camino a seguir para un mundo mejor.
  • Que las personas consideren que estos bienes y servicios no tienen un costo y que, a veces, se financian como impuestos regresivos (lo terminan pagando los que menos tienen).
  • Que sea un mecanismo clientelar, que fomente el facilismo y la corrupción,
  • Que esté vinculado con el «lavado» de «culpas» (v.g. por los daños generados en el proceso de acumulación) o de dinero (caso de las donaciones producidas por el narcotráfico o la corrupción)

entre otros.

UN EJEMPLO MÁS DETALLADO DE “PROCESO”: EL CASO DE LA EDUCACIÓN EN ARGENTINA

Existen muchos expertos y opiniones calificadas en esta temática que habrá que tener en cuenta y consultar para un análisis más detallado y ponderar lo que se menciona a continuación. Sin embargo no queremos dejar de dar un ejemplo más concreto de proceso, tomando este caso y con ejemplos sintéticos. Aquí va:

 Objetivos de la educación

 Articular lo abstracto con lo concreto y lo teórico con lo práctico en una enseñanza personalizada con los siguientes objetivos:

  1. Educación en valores compartidos que nos lleven a un mundo mejor. Aquí se plantea la importancia que, desde las familias y desde las distintas expresiones de la cultura (en las que está el sistema educativo) se promueva esto.
  2. Educación en ciudadanía participativa (en gobernanza) y cuidado del medio ambiente.
  3. Educación en competencias blandas (empatía, iniciativa, trabajo en equipo, ética, etc.)
  4. Educación en competencias duras (científico-técnicas, fomentando una educación “dual”, es decir articulando lo teórico con lo práctico).
  5. Educación para el futuro: comparto lo planteado por Edgar Morin en “Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro» y lo desarrollado por Santiago Billinkis un libro ad hoc.

 Algunas Políticas e Instrumentos para alcanzar estos objetivos:

Como se expresó al principio hay numerosos especialistas que han escrito en esta temática. Sólo a título de ejemplo comparto los 16 puntos indicados por Nuria Susmel en las páginas 33 a 36 de este documento. Si bien fueron escritos hace un tiempo, la gran mayoría siguen teniendo vigencia.

En esta línea, y al momento de redactar este punto, el Gobierno nacional ha anunciado que enviará al Congreso un Plan Maestro Educativo que será una oportunidad para discutir no sólo objetivos y metas, sino también procesos que tiendan a mejorar la educación como han hecho otros países.

Tal vez haya que comenzar, como dice Jaim Etcheverry (ver, por ejemplo, sus declaraciones en el programa El Juego Limpio, del 23/3/2017) por cuestiones muy “elementales” como aprender a leer (comprensión lectora) y escribir, así como hacer cálculos (desarrollo de pensamiento lógico y abstracto).

Financiamiento

 Coincido con la opinión de Martín Losteau en esta nota donde toma una reflexión de Pepe Mugica, ex Presidente del Uruguay. Esto conlleva a realizar una re-ingeniería de los recursos con que cuenta el Estado en general (reduciendo las tareas administrativas e incrementando los saberes vinculados a la educación y al cuidado) así como los que se asignan al sector educativo (por ejemplo las implicancias de ir hacia un modelo de doble jornada), y de la educación en particular.

Lo anterior puede programarse en una agenda de varios años acordada como política de Estado entre las principales fuerzas políticas (con asesoramiento de expertos), con metas e indicadores de procesos y resultados en cuanto a su cumplimento.

Finalmente los procesos que se han mencionado son a título de “pistas” a completar y posibles caminos a construir en el marco de consensos democráticos para un mundo mejor. La cuestión del “ritmo” de estos procesos deberán ser más rápidos y urgentes en casos como el hambre cero y en lo ambiental, y otros llevarán más tiempo como el cambio en la educación o en todos los componentes que inciden en la pobreza.

Buscar el Bien no es Suficiente

Sin duda la búsqueda del “bien” es una condición necesaria pero no suficiente en una actitud de alcanzar un mundo mejor. Debe estar acompañado de una revisión periódico de los distintos móviles, procesos y resultados de las acciones que encaramos.

El film sueco, escrito por I. Bergman, “Las Mejores Intenciones” nos da un ejemplo de vida de que esto no es suficiente. Del mismo modo que no caer en el denominado «wishfull thinking» o en el denominado «efecto cobra«.

Tzvetan Todorov nos alerta sobre quienes buscan lo que consideran “el bien” de cualquier manera y a cualquier costo imponiendo su poder con una actitud mesiánica. Algo sobre la «tentación del bien», pero mal implementada, se puede visualizar en esta nota.

En base a lo anterior podemos afirmar que «el bien» no es compatible con el sometimiento a través de un poder autocrático, en cualquier nivel y no nos termina llevando a un mundo mejor sino a un mundo peor.

A Modo de Conclusión Provisoria

Somos el resultado de una evolución de miles de años, donde los últimos doscientos han sido «claves» para la conformación de lo que hoy es nuestro sistema-mundo.

Somos la expresión de una conciencia humana que se manifiesta en relaciones sociales y con el medio ambiente, a través de una mediación tecnológica cada vez más acelerada y poderosa.

Podremos revisar y reconducir actitudes e intereses en nuevos procesos y resultados y tratar de construir un post capitalismo que nos permita evolucionar hacia un mundo mejor? O estamos fatalmente encadenados a un «determinismo»? a un azar (la vida como «casino» donde resultado del juego no depende de nosotros)? al miedo al otro? a qué, en la asimetría entre creación/cuidado y destrucción/daño, triunfe la “pulsión de dominio”?

Cada persona, grupo, país e institución mundial tiene distintos grados de libertad en su accionar, dependiendo de las circunstancias. Podremos darle a estos grados de libertad un sentido constructivo y positivo conjunto de poder transformador y de servicio donde lo humano plenamente vivido nos dignifique y haga felices?

Depende de nosotros.

No nos une el Amor sino el Espanto

En el poema “Buenos Aires”, Jorge Luis Borges menciona la frase “no nos une el amor sino el espanto”.

Muchas veces en la vida un dolor, una tragedia… nos marcan por el “espanto”.

En lo macro y socioeconómico también nos pasa, y aunque no se llegue al nivel del espanto está el “miedo”: una crisis del sistema (la del 30, la de las “hipotecas”…), el desabastecimiento por la implementación de malas políticas, el miedo a perder el trabajo, el miedo de que la empresa u organización quede fuera del mercado o “del interés de la gente”…. nos lleva a distintas conductas:

  1. Tratar de revisar nuestras conductas y procedimientos (a nivel micro y macro) para que esto no suceda: ser competentes y valorados pero no alentar la rivalidad competitiva.
  2. Agudizar la rivalidad y llevarla a niveles de paranoia (ver frase de Andy Grove, CEO de Intel: “sólo los paranoides sobreviven”) o a extremos violentos (según Thomas Malthus la guerra aparece como una “solución”),
  3. Enfermarnos y morir en silencio,
  4. Buscar un Mesías o salvador: generalmente un líder político autoritario que termina no resolviendo la cuestión de fondo a través de la violencia.

Posiblemente coincidamos (aunque sea considerada muy difícil y tal vez utópica) que la alternativa 1 es la que más nos conduce a “un mundo mejor”.

Lo Micro y lo Macro

Leyendo el capítulo sobre “Neptunianos y vulcanianos” del libro de Ilya Prigogine -en colaboración con I. Stengers-, “Tan Sólo una Ilusión. Una exploración del caos al orden” (págs. 99 a 120, Tusquets Ediciones, Barcelona, 1993) se plantean el fijar la atención más que a lo que está constituido, a las interacciones, al dinamismo, a las variaciones, las rupturas, lo inestable de las formas, lo que se agita y está en constante movimiento.

Allí hace referencia al debate entre Emile Durkheim como fundador de la sociología como disciplina científica (donde “desacopla lo macro de lo micro”) con Jean-Gabriel Tarde (sociólogo, criminólogo y psicólogo social francés). Refiriéndose a este último el texto mencionado dice “la postura de Gabriel Tarde se fundamenta también en una reflexión sobre el progreso científico, pero muy distinta (a la de Durkheim); el conocimiento de las cosas ha adquirido mayor calidad científica a medida que se ha pasado de semejanzas y repeticiones masivas, complejas y confusas, a semejanzas y repeticiones de detalle, más difíciles de entender, pero más precisas, elementales e infinitamente numerosas en tanto que infinitesimales. La sociología persigue así el hecho social elemental que debe alcanzar para prosperar. Explicar las semejanzas de conjunto por acumulación de pequeñas acciones elementales, lo grande por lo pequeño, lo general por el detalle, este el método que Tarde contrapone a Durkheim.

… Tampoco es Tarde el único en hablar de estadística; Durkheim alude también los grandes números, pero para justificar la insignificancia de lo individual a nivel global: el fenómeno social no depende de la naturaleza personal de los individuos, pues, en la fusión de la cual resulta, todos los caracteres individuales, al ser divergentes por definición, se neutralizan y se anulan mutuamente. Sólo las propiedades más generales de la naturaleza humana destacan y precisamente por su extrema generalidad no sirven para encarnar las formas especiales y, muy complejas que caracterizan los hechos colectivos”.

Tal vez hoy podríamos atrevernos a afirmar que cada nivel de fenómeno tiene su autonomía, pero también que “las partículas afectan al campo y el campo a las partículas”. Por lo tanto hay una interacción entre lo micro y lo macro, y “el aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo”.

Si lo anterior fuera así, tiene implicancias sobre lo que hagamos tanto a nivel micro como macro para alcanzar un mundo mejor.