El cuidado y la integración de niños y jóvenes neurodiversos

Según esta fuente «persona neurotípica» es un concepto que se utiliza en el campo de la psicología y que está enmarcado en el paradigma de la neurodiversidad. El concepto «persona neurotípica» se refiere a todas aquellas personas que no presentan ninguna alteración en su neurodesarrollo (como autismo, TDAH, Síndrome de Tourette…)… Anteriormente en lugar de «persona neurotípica» se utilizaba el término «personas normales» pero este término planteaba algunos problemas éticos: ¿A caso las personas con autismo no son personas normales?

El concepto neurotípico vino de la mano del paradigma de la neurodiversidad que está cambiando la forma en la que comprendemos la neurodiversidad humana… Y el mismo paradigma de la neurodiversidad utiliza el concepto «personas neurodivergentes» para referirse a aquellas en que su desarrollo neurológico se aleja de lo más esperable: personas con autismo, TDAH, Síndrome de Tourette, etc.».

En Argentina hay muchas asociaciones y entidades que se dedican al asesoramiento y tratamiento niños con autismo como APADEA o para ofrecer oportunidades laborales como esta. Sobre este último aspecto, quisiéramos destacar muy especialmente una iniciativa de Fernando Polack (y colaboradores) a la que hace referencia esta nota y la imagen de la entrada). Allí cuenta cómo surgió el proyecto y cómo funciona la incorporación de los chicos en un emprendimiento que pretende ser rentable y duradero (una mayor explicación se puede ver en este video). En marzo de 2024 abrió sus puertas “Alamesa”, un restaurante cuyos 40 trabajadores son jóvenes con discapacidad.

Este tipo de iniciativas nos llevan a un mundo mejor.

 

Feliz día del médico !!!

Hoy se celebra en la Argentina el día del médico, y más en general el de los profesionales de la salud.

Los recordamos y valoramos muy especialmente con este video de Francisco Paco Maglio (1) y este de Irene Vallejos, entre tantos otros.

(1) Se lo agradece a Luisa Plantalech.

 

La diferencia entre tristeza y depresión, y su abordaje

En esta interesante entrevista a Juan David Nasio, se hace referencia a la temática de «la depresión, una enfermedad de la que se ocupa hace más de 55 años, que no deja de crecer y que ya es considerada la primera causa de discapacidad en el mundo», donde sus aportes son esclarecedores.

Al respecto expresa que «la depresión es una enfermedad. Es muy importante decir esto. Y es una enfermedad que se caracteriza por 3 manifestaciones, 3 síntomas. Uno es la tristeza: efectivamente la persona está triste, y llora sin motivos.

Segundo, se caracteriza por una indiferencia afectiva, es decir, nada le interesa, ya no le dan placer las cosas que antes le daban. Cuando ve a los hijos está indiferente, lo mismo cuando está con su pareja o con sus amigos; es decir, se siente anestesiado emocionalmente.

Y la tercera es la excesiva autocrítica: la persona rumina. La ruminación es la manera de alimentarse de las vacas, cuando decimos que ruminan, es porque vuelven a lo anterior, y vuelven a tragar. Es decir, hay una ruminación obsesiva, porque se vuelve a ideas que son negativas.

Para que sea considerada una enfermedad -y esto es muy importante que el lector lo sepa- tiene que durar mínimo 15 días. Si yo lloro sin querer hoy, pero mañana voy al parque y digo «qué lindo que está el sol», y me pongo a jugar con mis hijos a los barriletes, eso no es una depresión».

En cuanto a la tristeza, en el artículo citado, señala que «todos hemos vivido la tristeza, porque forma parte de los sentimientos normales del ser humano. Pero esta tristeza normal, es muy diferente de la tristeza de la persona deprimida, porque la persona deprimida vive una tristeza que es más intensa, que ocupa su espíritu.

De hecho, hay 3 características de la tristeza del deprimido: primero es intensa, se siente como una congoja en el pecho, que está mezclada con la angustia. Es una tristeza angustiante

Segundo, es una tristeza con rabia, el deprimido tiene una tristeza rabiosa, acrimoniosa.

Tercero, es una tristeza que dura, y con otra diferencia de la tristeza normal que me parece un punto fundamental: es una tristeza de algo que perdí de mi mismo.

La tristeza normal es un sentimiento basado en la idea de perder algo que amaba, entonces cuando estoy triste es porque perdí algo que quería, como en un duelo, en el que una persona que quería mucho a su papá, lo pierde. Va a estar triste porque perdió algo.

En cambio, en la tristeza del deprimido, no solamente se perdió algo que quería, algo amado, sino que además me pierdo yo. ¿Qué quiere decir que me pierdo yo? Que no me quiero. No me quiero más. Perdí algo, que es lo que me hacía sentir yo».

En el reportaje completo (se sugiere su lectura) se habla de la temática de las ilusiones, de la depresión en la tercera edad y de la importancia de la consulta profesional (1) cuando esta persiste.

Lo único que nos animamos a agregar es que es importante que construyamos contextos íntimos o privados, así como públicos, que nos ayuden a implementar escenarios donde cada quien -en la medida de sus posibilidades reales- haga su aporte hacia un mundo mejor. Será entonces una esperanza realista que mitigue o supere -según el caso- tristezas y depresiones.

(1) Es interesante lo que dice de su enfoque concreto de abordaje: «mi método es primero el método de todos los profesionales, yo no invento nada, no hay nada especial, lo hace todo profesional que sea un buen profesional.

Ahora bien, lo interesante es que yo agrego, además, que al poder trazar una línea de tiempo y empezar a marcar los diferentes acontecimientos que ha vivido la persona, el hecho de poder esquematizarlo en una hoja, y trabajar juntos, esto ayuda, y es lo que llamo una interpretación gráfica».

 

Cambio de hábitos, de cumplimiento de nuevas reglas y su debate

Han habido distintas pandemias en la historia de la humanidad donde se presentan dilemas como expresa esta nota, así como hay diferencias sobre sus características (para el caso norteamericano ver esta reflexión).

A pesar de los avances científicos no terminamos de comprender la complejidad de este virus, sus mutaciones y reincidencias, así como cual es el mejor abordaje como bien lo señala este artículo de John Carlin. Hay resultados muy desconcertantes en la comparación entre países, y el autor –ante la perplejidad- plantea la hipótesis de “la suerte”. De todos modos hay algunas cosas que sí sabemos:

  • si hay circulación y contacto humano cercano, entonces el virus circula, a excepción de lugares de menor escala o donde la curva de contagios se ha venido desacelerando,
  • en función de lo anterior se han impuesto y promovido distintas medidas: a) la cuarentena o confinamiento obligatorio generalizado para un país, región o localidad (en especial con mucha concentración urbana); b) la cuarentena o aislamiento voluntario (por momentos, y en algunas experiencias obligatorio) de población en riesgo como adultos mayores, personas en situación de calle que viven en “paradores”, geriátricos, población infectada que debe guardar la cuarentena (en este caso obligatoriamente), entre los principales, y c) la recomendación general -hasta que las vacunas logren inmunizar a la mayoría de la población, en particular con las nuevas cepas (británica, de Manaos, de la India…)- del distanciamiento social, el uso de barbijo adecuado, y la higienización frecuente de las manos (con agua potable, jabón o alcohol en gel),
  • también sabemos que los países que han hecho detección temprana de las infecciones o casos sospechosos con los testeos adecuados, trazabilidad de los contactos y su temprana aislación, han sido más eficaces (como Corea del Sur) que otros que han tardado mucho o lo han hecho muy parcialmente. Algo similar se puede decir de quienes contrataron tempranamente las vacunas y organizaron su sistema de salud,
  • el tipo de cultura, por ejemplo las diferencias entre culturas asiáticas y latinas, por citar sólo dos ejemplos de manera «superficial» (hay que profundizar mucho más entre países y regímenes sociopolíticos democráticos y no democráticos), y si volveremos a la «anterior normalidad» o iremos a una «nueva normalidad» (que no sabemos aún qué características tendrá).

El debate sobre la extensión temporal y espacial de la cuarentena ha tomado distintos causes, entre los cuales se pueden destacar los siguientes:

  • los sanitaristas e infectólogos preocupados por el aplanamiento de la curva de contagios, o eventualmente su achatamiento rápido, y a fin de que la infraestructura sanitaria no se vea desbordada con un pico incontrolable (y allí dilemas morales como si atender a población con mayor esperanza de vida, frente a aquellos que la misma es mucho más corta),
  • si hay un enfoque pluridisciplinario o no para abordarlo y dicernir los costos y beneficios de las distintas alternativas, no sólo en términos de vida «generales» sino también su impacto intergeneracional, los efectos colaterales de no abordar otras enfermedades o patologías (por el miedo al contagio por Covid-19 y las medidas coercitivas impuestas), así como las muertes de empresas y fuentes de trabajo que pueden generar otro tipo de daños irreparables,
  • las características del lugar donde se va a aplicar en cuanto a su escala, su nivel socioeconómico (y en especial el hábitat en el que viven) y la etapa en la evolución de la curva de contagio (por cierto muy difícil de prever, y -a veces- con la forma de un «serrucho»),
  • relacionado con lo anterior, la extensión temporal de medidas como la cuarentena obligatoria: si es relativamente acotada en el tiempo hasta lograr una desaceleración de la curva de contagios, o si es hasta que se apliquen las vacunas de manera rápida, equitativa y eficaz (1),
  • las características de su estado en cuanto a su solidez fiscal (ver por ejemplo este caso o el de Chile con su fondo anticíclico)) y monetaria, su inteligencia para actuar, su eficacia en el logro de sus objetivos, su eficiencia en cuanto a mínimo costo, sin corrupción y transparencia, así como en la equidad de sus políticas (2), tanto durante la vigencia de la pandemia como luego de superada,
  • si las personas que opinan tienen un ingreso fijo estable (como empleados públicos, jubilados o pensionados) o si sus ingresos dependen de que el sector en el que están pueda trabajar o no, o si están en la informalidad,
  • si es posible aplicar siempre el distanciamiento social (con adecuados protocolos), o es muy dificultoso (ej. el caso del transporte público) o imposible como es, en general, en el caso de situaciones de hacinamiento,
  • si las personas que opinan tienen un enfoque bipolar (tipo “blanco o negro” y “a ultranza”) ya sea intervencionista o en su polo opuesto liberal, además de sus preferencias políticas a favor o en contra de un gobierno,
  • hacia mediados a fines de 2020 en cambio de cuarentena se comenzó a hablar en Argentina de ASPO (Aislamiento Social Preventivo Obligatorio) y DISPO (Distancia Social Preventiva Obligatoria) en particular para su aplicación al Área Metropolitana de Buenos Aires. El tema se reactualiza a abril de 2021 con la nueva fase de la pandemia y la aparición de variantes muy peligrosas (como la de Manaos),
  • en lo que se refiere a los aspectos psicológicos es muy interesante este video,

entre las principales.

Lo que venimos de mencionar es un típico caso de complejidad y multidimensionalidad de enfoques, con el peligro de caer en una «torre de Babel» donde no nos entendamos, no podamos dialogar, cooperar y coordinar de manera fructífera. Esto último no nos conduce a un mundo mejor.

(1) Habría que agregar si hay o no cooperación internacional para su abordaje. Para los países pobres o de menor desarrollo relativo esto es crucial.

(2) Sobre esta temática nos hemos referido en notas como esta o esta.

¿Debe ser obligatoria la vacunación contra el Covid-19?

La historia de las vacunas es, según esta fuente, que las mismas «son un desarrollo relativamente reciente. Hace apenas más de 200 años en el Reino Unido, Edward Jenner observó que algunas mujeres que ordeñaban vacas parecían estar protegidas de la viruela si ya habían sido infectadas por el virus mucho menos peligroso que ocasionaba la viruela bovina. En 1796, Jenner realizó un experimento, raspando el brazo de un niño de 8 años llamado James Phipps con material de una llaga de la viruela bovina en una de estas mujeres que ordeñaban vacas. Luego repitió el mismo experimento, pero esta vez agregó una pequeña cantidad de viruela al mismo niño. Él esperaba que el procedimiento inmunizara al niño contra la mortal infección de la viruela. De hecho, lo hizo. El experimento de Jenner inició la era de las vacunas.

El siguiente avance importante ocurrió casi 100 años después cuando el Dr. Louis Pasteur, demostró que la enfermedad se podía evitar al infectar a los humanos con gérmenes debilitados. En 1885, el Dr. Pasteur utilizó una vacuna para prevenir con éxito la rabia en un niño llamado Joseph Meister que había sido mordido por un perro con rabia. Para la mitad del siglo 20, se había obtenido un progreso regular en las vacunas. El Dr. Jonas Salk y el Dr. Albert Sabin, lograron lo que se conoce como los avances más importantes, ellos desarrollaron la vacuna de poliomielitis inactiva y la vacuna de poliomielitis activa, respectivamente. Sus descubrimientos han salvado a un número incontable de niños en todo el mundo de la poliomielitis, una enfermedad que con frecuencia deja a los niños amarrados a una silla de ruedas o muletas de por vida….».

A pesar de estas evidencias históricas, recientemente se han desarrollado mucho los grupos o movimientos antivacunas. Las argumentaciones son múltiples: 1. las vacunas contra el Covid-19 tuvieron que desarrollarse más aceleradamente que las anteriores, y se utilizaron plataformas tecnológicas nuevas. Por lo tanto esto generó mayores dudas y temores acerca de las mismas; 2. Desconfianza a algunos gobiernos que las desarrollaron (por ejemplo el caso de Rusia), 3. Argumentaciones sobre no implantar «elementos artificiales o extraños» al cuerpo humano, como los de este tipo: «la guerra contra las bacterias y virus es una guerra autodestructiva” debido a que los microbios, no solo no son nuestros enemigos y cumplen funciones vitales de enorme importancia, sino que fueron la clave del origen de la vida y de su evolución hace miles de millones de años»; 4. Lo anterior también vinculado a concepciones filosóficas y religiosas tradicionales o pretendidamente ortodoxas; 5. «Es mi cuerpo y yo decido» (en particular de libertarios extremos y jóvenes), sin tener en cuenta que ese cuerpo no está aislado sino que interactúa con otros cuerpos (por lo tanto me puedo infectar e infectar a otros) 6. Enfoques «delirantes» de que «me están implantando un nanochip» (detrás de este plan macabro estarían los magnates George Soros y Bill Gates), etc., etc.

¿Qué hacer frente a estas personas y movimientos antivacunas? Una posibilidad es extender por ley, al calendario obligatorio de vacunación (como existe en la Argentina y en otros países), la vacunación contra el Covid. Por ahora es un debate incipiente y empieza a haber opiniones empresarias sobre el particular, por ejemplo, referidas a no pagar el sueldo a los empleados que no se hayan vacunado.

La segunda alternativa, es dar mayor información, como hace esta nota del Corriere della Sera (1), donde se comentan las principales dudas y riesgos. En esta línea, se deberían incluir los datos o evidencias empíricas de la cantidad de hospitalizados por Covid sin vacunación, los que mueren por este motivo, y testimonios en las redes de familiares de fallecidos que no estaban vacunados.

La tercera alternativa es el establecimiento de estímulos materiales a quienes lo hacen (desde una cerveza u otras bebidas), sorteos de autos o electrodomésticos, dinero en efectivo, etc. En esta nota (hacia la mitad de la misma) se listan los que existen en EEUU (en algunos casos el autor las califica como «sobornos»).

Una cuarta alternativa es el denominado «green pass» (ver imagen de la entrada referida al caso italiano) donde se extiende un certificado digital de constancia de vacunación (por ejemplo el de la UE), que implica que quienes tienen esta certificado pueden acceder a determinados lugares y quienes no lo tienen no pueden. Es una forma de restricción relativa o penalización «parcial», que busca inducir a la vacunación a quienes no se han vacunado aún.

Un debate ciudadano amplio sobre esta temática, es fundamental para generar conciencia y evitar mayores males. En especial, teniendo en cuenta la mayor contagiosidad de nuevas variantes.

(1) Se agradece a Luis C. Faigón su remisión, así como a Jorge Lucangeli por el envío de esta opinión. A todo lo anterior habría que agregar la necesidad de una tercera dosis según estudios como este.

 

 

 

 

 

La peligrosidad de la variante Delta del Coronavirus

A medida que un virus, como es el del Covid-19, van mutando, la ciencia va descubriendo sus características, peligrosidad y eventuales formas de combatirlo mejorando las vacunas, tratando de que se apliquen a la totalidad de la población, incluyendo una tercera dosis (según estudios como este), así como -mientras tanto-  conservando prácticas de cuidado como el uso de barbijo y manteniendo distanciamiento social.

La mutación denominada «Delta» (que se comenta en este video relacionado con la imagen de la entrada) está impactando en muchos países del mundo que tienen un alto índice de vacunación como es el caso de Israel o EEUU. En Argentina ya ha entrado y seguramente comenzará a escalar su circulación.

Una información muy completa se encuentra en esta fuente (1) que está en inglés, pero quienes no lo puedan leer en ese idioma tienen la posibilidad de utilizar traductores on line (como este o el de google, entre otros). También en esta opinión.

Es importante no subestimar los efectos de esta variante de Covid si queremos ir hacia un mundo mejor.

(1) Agradezco a Luis C. Faigón la referencia.

El «sentido de la política» vinculado al «sentido del cuidado»

Sabemos que a «la política» se la define, en general, como un proceso de toma decisiones que se aplican a todos los miembros de la comunidad humana, a distintos niveles. También se la define como «arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados». Es una forma de convivencia (a diferencia de formas de «no convivencia», como la guerra) que teóricamente busca orientar sus acciones hacia el bien común (aunque sabemos que, lamentablemente, no siempre es así aunque haya «buenas intenciones», como se expresa en esta nota).

En base al breve marco general que venimos de explicitar quiséramos relacionarlo con el tema del cuidado, en general, y en particular de los adultos mayores. Respecto de esto último tomaremos el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que había prohibido la salida de sus casas de esta franja etaria de personas.

Finalmente el gobierno de la Ciudad reconoció que la medida vinculada a «la prohibición de que los adultos mayores puedan salir a la calle» fue «mal comunicada» y, a partir de las críticas recibidas y de un fallo judicial, fue transformada en un «sistema de apoyo a los adultos mayores de 70 años». Digamos también que este sistema de apoyo funcionó muy bien en el primer día de funcionamiento. Logró que 12000 personas mayores de 70 años no salieran a la calle. Ojalá podamos comunicar siempre a la política como un sistema de apoyo y mejora continua de los vínculos sociales y económicos !!!.

En este sentido va la nota del Dr. Alejandro Razé en el diario Perfil de Argentina. La misma se puede interpretar vinculada a una articulación armoniosa entre el «sentido de la política» y el «sentido del cuidado», que -seguramente coincidiremos- es una forma de amarnos los unos a los otros, como postula la tradición judeocristiana, independiente de que formemos parte o creamos explícitamente en ella.

Son señales positivas de «evolución» hacia un mundo mejor. Ojalá sean acompañadas de muchas otras señales, gestos y acciones concretas, teniendo en cuenta reflexiones como esta (que, sin duda, ha incidido en el resultado electoral de 2023).

 

 

 

Informaciones útiles para abordar el coronavirus

Hay distintas notas sobre informaciones oficiales sobre el coronavirus (COVID-19) (1) como esta.  En una versión inicial en este blog dimos una información que se publicaron en las redes pero tiene datos dudosos, por lo que la hemos sustituido por esta oficial de la OMS, que se glosa a continuación:

Manténgase al día de la información más reciente sobre el brote de COVID-19, a la que puede acceder en el sitio web de la OMS y a través de las autoridades de salud pública pertinentes a nivel nacional y local. La COVID-19 sigue afectando principalmente a la población de China, aunque se han producido brotes en otros países. La mayoría de las personas que se infectan padecen una enfermedad leve y se recuperan, pero en otros casos puede ser más grave. Cuide su salud y proteja a los demás a través de las siguientes medidas:

Lávese las manos frecuentemente

Lávese las manos con frecuencia con un desinfectante de manos a base de alcohol o con agua y jabón.

¿Por qué? Lavarse las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón mata el virus si este está en sus manos.

Adopte medidas de higiene respiratoria

Al toser o estornudar, cúbrase la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo; tire el pañuelo inmediatamente y lávese las manos con un desinfectante de manos a base de alcohol, o con agua y jabón.

¿Por qué? Al cubrir la boca y la nariz durante la tos o el estornudo se evita la propagación de gérmenes y virus. Si usted estornuda o tose cubriéndose con las manos puede contaminar los objetos o las personas a los que toque.

Mantenga el distanciamiento social

Mantenga al menos 1 metro (3 pies) de distancia entre usted y las demás personas, particularmente aquellas que tosan, estornuden y tengan fiebre.

¿Por qué? Cuando alguien con una enfermedad respiratoria, como la infección por el 2019-nCoV, tose o estornuda, proyecta pequeñas gotículas que contienen el virus. Si está demasiado cerca, puede inhalar el virus.

Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca

¿Por qué? Las manos tocan muchas superficies que pueden estar contaminadas con el virus. Si se toca los ojos, la nariz o la boca con las manos contaminadas, puedes transferir el virus de la superficie a si mismo.

Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, solicite atención médica a tiempo

Indique a su prestador de atención de salud si ha viajado a una zona de China en la que se haya notificado la presencia del 2019-nCoV, o si ha tenido un contacto cercano con alguien que haya viajado desde China y tenga síntomas respiratorios.

¿Por qué? Siempre que tenga fiebre, tos y dificultad para respirar, es importante que busque atención médica de inmediato, ya que dichos síntomas pueden deberse a una infección respiratoria o a otra afección grave. Los síntomas respiratorios con fiebre pueden tener diversas causas, y dependiendo de sus antecedentes de viajes y circunstancias personales, el 2019-nCoV podría ser una de ellas.

Manténgase informado y siga las recomendaciones de los profesionales sanitarios

Manténgase informado sobre las últimas novedades en relación con la COVID-19. Siga los consejos de su dispensador de atención de salud, de las autoridades sanitarias pertinentes a nivel nacional y local o de su empleador sobre la forma de protegerse a sí mismo y a los demás ante la COVID-19.

¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada acerca de si la COVID-19 se está propagando en su zona. Son los interlocutores más indicados para dar consejos sobre las medidas que la población de su zona debe adoptar para protegerse.

Medidas de protección para las personas que se encuentran en zonas donde se está propagando la COVID-19 o que las han visitado recientemente (en los últimos 14 días)

  • Siga las orientaciones expuestas arriba.
  • Permanezca en casa si empieza a encontrarse mal, aunque se trate de síntomas leves como cefalea y rinorrea leve, hasta que se recupere.

¿Por qué? Evitar los contactos con otras personas y las visitas a centros médicos permitirá que estos últimos funcionen con mayor eficacia y ayudará a protegerle a usted y a otras personas de posibles infecciones por el virus de la COVID-19 u otros.

  • Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, busque rápidamente asesoramiento médico, ya que podría deberse a una infección respiratoria u otra afección grave. Llame con antelación e informe a su dispensador de atención de salud sobre cualquier viaje que haya realizado recientemente o cualquier contacto que haya mantenido con viajeros.

¿Por qué? Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto ayudará también a prevenir la propagación del virus de la COVID-19 y otros virus.

También puede verse este curso on line gratuito de la OMS. Respecto de cómo hacer un barbijo o mascarilla es valiosa esta nota.

Por supuesto, ante cualquier duda debemos consultar al médico o centro de salud. En el caso de la Ciudad de Buenos Aires se habilitó la línea telefónica 107 (así como este canal), ver otras jurisdicciones (como el caso de la Provincia de Buenos Aires con el número 148).

(1) Que ha sido declarado como pandemia. Una actualización sobre sus principales características se pude ver en este link. Todos los países, incluida la Argentina, están tomando medidas para evitar la circulación del virus lo que conlleva evitar -de manera drástica y por un tiempo limitado- la circulación de personas. Una actualización al 16 de marzo de 2020 se puede ver en este programa, y en particular -en los aspectos sanitarios del minuto 25 en adelante- con la opinión del Dr. Gustavo Lopardo. En cuanto a estrategias nacionales para enfrentarlo es muy interesante esta nota.

 

 

Prevención en Salud

El término enfermedad, según la Wikipedia,  proviene del latín infirmitas, que significa literalmente «falto de firmeza». La definición de enfermedad según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la de “alteración o desviación del estado fisiológico en una o varias partes del cuerpo, por causas en general conocidas, manifestada por síntomas y signos característicos, y cuya evolución es más o menos previsible. La salud y la enfermedad son parte integral de la vida, del proceso biológico y de las interacciones medio ambientales y sociales. Generalmente, se entiende a la enfermedad como la pérdida de la salud, cuyo efecto negativo es consecuencia de una alteración estructural o funcional de un órgano a cualquier nivel». Para un debate más amplio se pueden ver artículos como este.

En una nota del diario El País se comenta que el biólogo Sean B. Carroll narra en su libro ‘Las leyes del Serengeti’ la historia de los pioneros que descubrieron los códigos que regulan la salud humana y la de los ecosistemas naturales. Entre otras cuestiones se menciona que «además de un relato fascinante de la búsqueda de las leyes que regulan la vida a través de sus protagonistas, el libro de Carroll es un alegato de confianza en la ciencia y una llamada a la acción. El ser humano se ha convertido en una especie con un impacto sin precedentes dentro del ecosistema global. Su acción ha provocado desequilibrios que ya empiezan a volverse en su contra, pero conocer y aplicar las leyes del Serengueti, que el autor expone en el libro, pueden evitar el desastre. El conocimiento ha permitido logros improbables en el control de la vida por los humanos, como la eliminación de la viruela o la recuperación de entornos naturales dañados».

De lo anterior se puede inferir que subyacen la importancia de la armonía y el equilibrio tanto en la vida humana como en la del medio ambiente, así como un «alegato de confianza» en la acción humana. Para que esto último suceda deben tenerse en cuenta enfoques como los del Dalai Lama (ver la imagen de la entrada).

Un visión integral del concepto de salud lo dió la Conferencia Internacional de Atención Primaria de la Salud de Almá-Atá, en 1978, patrocinada por la OMS/OPS y UNICEF, donde la definieron como «aquel estado de total bienestar físico, social y mental, y no simplemente la falta de enfermedades o malestares, siendo un derecho humano fundamental y convirtiendo a la búsqueda del máximo nivel posible de salud en la meta social más importante a nivel mundial, cuya realización requiere de la participación de otros sectores sociales y económicos en adición al sector salud». Esto va en línea lo expresado por médicas como Lilian Corra, especialista en medio ambiente.

A comienzos de 2020 un aspecto muy importante es la cuestión de la prevención en pandemias, como es el caso del coronavirus evitando situaciones como estas.

La perspectiva del cuidado (tan afín a lo femenino), como la búsqueda de la armonía y el equilibrio de una manera sistémica, nos pueden conducir a un mundo saludable y mejor.

PD: Para ampliar sobre esta temática se pueden ver links generales como este, sitios de Argentina (con recomendaciones como esta), de España, de Europa, lo vinculado a QALY, y en este sitio de la OMS hay 1370 resultados, entre otros.

 

El rol de la fe y del amor

Así como hemos reflexionado sobre el rol de la filosofía a la temática de esta sección, podemos también mencionar el rol de la fe a esta sección, que ya hemos abordado en esta nota. También aquí en cuanto a la relación entre creencias y sentido.

Respecto de la fe en Dios (en la tradición judeocristiana) y de la práctica del amor (1), además del último link mencionado, fue debatido en relación a la temática de la posibilidad de instaurar -o reinstaurar- el paraíso terrenal o con el vínculo entre «los cielos y la tierra» (en una interpretación del Padrenuestro).

No tenemos mucho más que decir (2), salvo que un buen discernimiento y vivencia «crítica» de esta dimensión nos lleva hacia un mundo mejor.

(1) La práctica del amor está abierta a todas las creencias (no sólo a las derivadas de la tradición judeocristiana) sino también a todas las personas sensibles y de buena voluntad.

(2) Se pueden agregar diversos autores cristianos, como es el caso de Leonardo Boff (se muestra -en la imagen de la entrada- una de sus frases, relacionadas con libros publicados).